lunes, 21 de mayo de 2012

AMÉRICA LATINA: RAFAEL CORREA, EL SUCESOR DE HUGO CHÁVEZ


La enfermedad de Hugo Chávez ha provocado que se ponga en cuestión no solo su liderazgo en Venezuela sino el que hasta ahora ha tenido en América latina. El “socialismo del siglo XXI”  tuvo su mayor momento de auge entre 2005 (elección de Evo Morales) y 2009 (golpe de Estado contra Manuel Zelaya) pero desde entonces no ha conseguido nuevos adherentes en la región.
Muchos miran, en estos momentos, hacia Rafael Correa como el hombre que puede tomar el testigo de Hugo Chávez como líder principal y referente del “socialismo del siglo XXI” en caso de que la enfermedad del presidente venezolano siga avanzando.
Correa reúne las condiciones intelectuales (posee un doctorado en Economía de la Universidad de Lovaina -Bélgica)  y de liderazgo necesarios para convertirse en ese referente. Es el mejor preparado académicamente (mejor que Evo Morales o Daniel Ortega), tiene carisma y gran capacidad oratoria y en su país mantiene una solida posición, a diferencia de lo que le ocurre a Evo Morales acosado por las protestas sociales.
El Presidente ecuatoriano, por el momento, rechaza que se le sitúe como líder latinoamericano “del chavismo sin Chávez” en la región: “esa es otra de las grandes equivocaciones, créanme que a mí no me interesa liderar absolutamente nada, lo que me interesa es servir, y ya tengo bastante trabajo con todo lo que tenemos que hacer en Ecuador”.
El mandatario atribuye a “inventos de la prensa que Chávez lo que buscaba era liderar, y si no está Chávez, entonces Correa … Creo que todos buscamos servir a nuestras patrias pequeñas, Venezuela, Ecuador, Bolivia, Argentina, y a la patria grande, nuestra Latinoamérica, y ahí estaremos siempre sirviendo sin que nos interese liderar absolutamente nada”.
Correa y el “socialismo del siglo XXI”
Pero lo que es incuestionable es que Rafael Correa se ha convertido en uno de los que más ha hablado del concepto “socialismo del siglo XXI”. Ya en 2007, proclamó el surgimiento de una “América Latina socialista del siglo XXI … Como un milagro se han derrumbado los gobiernos serviles, las democracias de plastilina, el modelo neoliberal, y ha empezado a surgir la América Latina altiva, libre, soberana, justa y socialista del siglo XXI”.
Un socialismo del siglo XXI que para Rafael Correa debe tener un claro contenido nacionalista y a la vez latinoamericanista, con un claro sesgo antiimperialista.
En palabras de Correa: “¡Cómo ha cambiado América Latina!, y seguirá cambiando, porque lo que vivimos no es una época de cambios, sino un cambio de época. El servilismo, el entreguismo están siendo tirados por nuestros pueblos al basurero de la historia”.
Además, ese socialsimo del siglo XXI que propugna el correismo es antineoliberal: “la noche neoliberal está llegando a su fin, el nuevo día ha comenzado” y una alternativa viable ante las crisis de las economías capitalistas occidentales. Para Correa, el mundo vive un “cambio de época“, pues la crisis “es estructural”.
En Ecuador el socialismo del siglo XXI tiene nombre propio, Revolución Ciudadana que es definida por Correa como un “cambio radical, profundo y rápido de las estructuras vigentes. Sobre todo los cambios en las relaciones de poder, es el gran desafío de América Latina en el siglo XXI, por lo menos en la primera etapa de este siglo. Y el cambio definitivo de las relaciones de poder. Éste estaba en unas cuantas manos y unas cuantas élites que siempre nos han explotado en contubernio con poderes extranjeros, y debe pasar al poder de las grandes mayorías, lo cual a su vez se traduce en la calidad de Estado. Pasar de esos Estados burgueses a verdaderos Estados populares”.
Algunos analistas como Simón Pachano ha destacado que detrás del concepto de “socialismo del siglo XXI” que esgrime Correa en realidad no hay nada:  ”más allá de la retórica estatista de la nueva Constitución, hasta el momento no hay señales de grandes transformaciones y de decisiones trascendentales en la economía. El anunciado socialismo del siglo XXI no aparece más que en los discursos del Presidente y corre el riesgo de convertirse en la irónica consigna de un programa de ajuste o, peor aún, en el anuncio del fin de un experimento cargado de retórica”.
Discurso latinoamericanista y antiyaquinki
Para convertirse en líder regional Correa tiene dos de las características que encumbraron a Hugo Chávez (un mensaje latinoamericanista y antiimperialista). Además, como Chávez tiene capacidad oratoria, carisma y un pasado que le avala. Pero carece eso sí de lo más importante, el petróleo.
El gobierno chavista habría otorgado 82.000 millones de dólares en subvenciones y ha subsidiado a más de 40 países entre 2005 y 2011 gracias a unos ingresos petroleros de los que carece el ecuatoriano.
Rafael Correa fundamenta su liderazgo en una reacción a las políticas de los años 90, el neoliberalismo privatizador y que abrió las economías al comercio.
Unas políticas que tuvieron un cariz regional y una influencia norteamericana: ”Creo que es tiempo de esperanza en América Latina: “cosas buenas están ocurriendo en esta América morena, mestiza e indígena: la derrota política, económica y social del Consenso de Washington. Por fin América Latina, después de décadas, se atreve a generar pensamiento propio: el Socialismo del Siglo XXI. Ahora, atrevernos a pensar, atrevernos a proponer, ya es un paso adelante, un símbolo del cambio que está viviendo la región”.
Por lo tanto, ve su lucha no solo como ecuatoriana sino en clave latinoamericana pues en su opinión los gobierno de izquierda en Latinoamérica enfrentan similares retos y enemigos: “el proceso de cambio en América Latina tienen grandes resistencias que si no se manifiestan es que no dejaron de existir pero están esperando la oportunidad para liquidar esos procesos de cambio por todos los medios … su interés es detener los procesos de cambios”.
Una lucha que enfrentaría a estos gobiernos no solo con Estados Unidos sino con las elites nacionales: “son intentos de desestabilización orientados a los gobiernos de verdadero cambio. Para la oligarquía latinoamericana, para los grupos norteamericanos más reaccionarios, para los ‘halcones’ norteamericanos, la democracia en América Latina es buena hasta que ellos digan que hay que cambiarla. La democracia no les interesa en absoluto, lo que les interesa es mantener sus privilegios, mantener sus posiciones de poder”.
Y ese problema, en la visión de Correa, es un fenómeno regional: “por eso, permanentemente, los países progresistas de la región, los de verdadero cambio, tenemos que soportar conspiraciones que usted ha señalado: Venezuela en 2002, Bolivia en 2008, Honduras, exitoso, en 2009, fracasado en Ecuador, en 2010. Todos golpes de Estado atípicos”.
Este año ha asumido un especial liderazgo al negarse a acudir a la Cumbre de las Américas por la no presencia de Cuba (“Un país americano, por capricho de otro país, excluido de la Cumbre de las Américas, entonces que se llame cualquier otra cosa, conversatorio con Estados Unidos, pero que no se llame Cumbre de las Américas”) …
… y su reto directo a Estados Unidos (“¿Quién es él para convertirse en árbitro del bien y el mal o decidir qué es dictadura, qué es democracia? íYa basta! Yo creo que la historia nos ha enseñado bastante sobre la doble moral que ha tenido Estados Unidos en cuanto a relaciones internacionales”).
Sin petróleo, la capacidad de proyección del correismo a nivel regional no va a ser sencilla pero su mensaje por la forma y el fondo tiene capacidad de llegada
Se trata de un territorio abonado y acostumbrado a los mensajes nacionalistas y antiimperialista (“nos explotaron demasiado. O sea con el neoliberalismo, y después con el señor [George W.] Bush. El señor Bush fue el mejor elector en América Latina, debemos de estarle agradecido. Muchos de los gobiernos progresistas de la región llegaron al poder gracias a él, en respuesta o en rechazo a sus políticas… América Latina perdió hasta la dignidad, la autoestima, a nadie le sorprendía que viniese un burócrata del FMI a decirnos qué hacer, a revisarnos las cuentas. Ahora, baja un burócrata del avión y por el mismo avión se va de regreso”). Infolatam de Argentina (www.infolatam.com)





EVO MORALES PROMUEVE AGITACIÓN ANTIMINERA EN EL PERÚ DE LA MANO DE HUGO BLANCO

La Razón de Perú (www.larazon.com.pe)
                                    
Luego de reaparecer ante la opinión pública, coordinando con excarcelados del MRTA y otros extremistas contra el proyecto minero Conga, ahora el ex guerrillero Hugo Blanco se estaría aliando con miembros del partido político del presidente de Bolivia, Evo Morales, para impedir nuevas inversiones energéticas.
El exintegrante del trotzkismo peruano fue visto con partidarios del Movimiento al Socialismo (MAS) en la provincia cusqueña de Espinar. Según una fotografía obtenida por LA RAZÓN, éste sería uno de los pasos previos a una nueva revuelta social.
Horas antes, Blanco había estado lanzando arengas en contra de su ex socio político Ollanta Humala y en una postura claramente antiminera. En las imágenes, se le pudo identificar claramente en pleno centro de la ciudad.
Información extraoficial señala que se encuentran también en la zona integrantes del Movimiento al Socialismo (MAS), conocidas fuerzas de choque de Evo Morales. El marxismo internacional organizado respaldaría ahora a Óscar Mollehuanca, alcalde provincial de Espinar, y socio político del padre Marco Arana en Tierra y Libertad.
“Tierra o muerte”
Cabe indicar que Arana acaba de venir de Europa, luego de captar fondos de las ONG con el objetivo de “fiscalizar” nuevos proyectos mineros que terminan siendo boicoteados. Esta acción sería parte de un plan más amplio que cubriría diversas regiones del país, para que la corriente antiinversión esté a tono con las revueltas marxistas de Cajamarca.
Hugo Blanco militó en el Partido Obrero Revolucionario, tras lo cual se integró a los movimientos campesinos, llegando a tomar las armas contra el gobierno, cuando tomaban a la fuerza las tierras de los hacendados en 1962.
En 1971 editó su libro “Tierra o Muerte”, y luego se ha vuelto defensor de la hoja de coca, amenazada de ser criminalizada. En los últimos meses estuvo en Cajamarca y Lima, promoviendo marchas y huelgas contra la inversión minera.





AMÉRICA LATINA: ¿HACIA DÓNDE VAN LOS GOBIERNOS DE IZQUIERDA Y PROGRESISTAS?

La Tercera de España (www.tercerainformacion.es)
                                                               
El auge de los movimientos sociales y la elección de gobiernos de izquierda y progresistas, son dos de los grandes acontecimientos ocurridos en América Latina en las postrimerías del siglo XX y los albores del XXI. Pese a la aún hoy no resuelta tensión entre «lo social» y «lo político», es decir, entre las formas de organización y lucha social, y las formas de organización y lucha política, la relativa convergencia de ambas fue la que contuvo y desaceleró la avalancha reaccionaria que azotó a la región en las décadas de 1980 y 1990, festín de la concentración y transnacionalización de la riqueza y el poder político, con su correlato de agravamiento de la pobreza, la miseria y la exclusión social.
Cuando en el mundo se enseñoreaban el desconcierto y el abatimiento provocados por el colapso de los paradigmas comunista y socialdemócrata europeos, en América Latina, la irrupción de los nuevos movimientos sociales y la determinación de un amplio espectro de fuerzas políticas de izquierda de emprender lo que se conoció como búsqueda de alternativas al capitalismo neoliberal, abrieron nuevos caminos en sustitución de los que cerraban. Por esos caminos hemos avanzado desde entonces, pero al adentrarnos en segunda década del siglo XXI, ya no basta con hablar de «nuevos» movimientos ni de «búsqueda» de alternativas.
En rigor, los llamados nuevos movimientos sociales surgen en los años sesenta (¡hace ya más de cinco décadas!) en los Estados Unidos, Europa Occidental y América Latina, con características derivadas de la situación de cada región. En la nuestra, su identificación y reconocimiento generalizado como tales data de los años ochenta (hace ya más de tres décadas) porque hasta entonces habían estado entre-mezclados con los movimientos clandestinos e insurgentes surgidos bajo el influjo de la Revolución Cubana. Ese es el momento en el cual: 1) el cambio en la situación internacional y regional provoca el declive de la lucha armada, y relega a las organizaciones sociales y políticas tradicionales a planos secundarios y hasta marginales; 2) los nuevos movimientos sociales demuestran ser inmunes al efecto de la crisis terminal del «socialismo real» y el advenimiento del mundo unipolar; y, 3) se evidencia su condición de protagonistas principales de la lucha contra el neoliberalismo y contra las más diversas formas de opresión, explotación y discriminación. En lo referente a los gobiernos de izquierda y progresistas, a más de trece años de la victoria de Hugo Chávez en la elección presidencial venezolana de 1998, ya son diez los existentes en América Latina continental, parte de los cuales está en su tercer período consecutivo, otra en el segundo y el resto en el primero.
Es conocido que los procesos históricos, como el tránsito de una formación económico social a otra, por ejemplo, del feudalismo al capitalismo, tardan siglos y atraviesan por etapas de avance y retroceso. No está de más recordar los setenta y cuatro años en la fracasada experiencia de la Unión Soviética. Visto desde esta perspectiva, las cinco décadas transcurridas desde el nacimiento de los «nuevos» movimientos sociales, las tres décadas transcurridas desde que se les reconoce como tales en América Latina, y el poco más de una década transcurrido desde el inicio de la elección de los gobiernos latinoamericanos de izquierda y progresistas, son lapsos incomparablemente breves. Pero, desde otra perspectiva, en esos largos procesos históricos se abren y cierran «ventanas de oportunidad», cuyo aprovechamiento los acelera y cuyo desperdicio los derrota o, al menos, los retrasa. Es en esta perspectiva en la que tenemos que ubicarnos.
Marx afirmaba que capital que no crece, muere. En forma análoga podemos decir que proceso de transformación social revolucionaria o de reforma social progresista que no avanza, muere: abre flancos a la desestabilización del imperialismo y la derecha local, y fomenta la desmovilización, el voto de castigo y la abstención de castigo de los sectores populares defraudados. Por eso es que debemos preguntarnos en qué medida los «nuevos» movimientos sociales, que en los años sesenta, setenta, ochenta y noventa estuvieron a la altura de las circunstancias, se han convertido en movimientos social-políticos, es decir, han logrado desarrollar la vocación y la capacidad de luchar por una transformación social revolucionaria. Y también, por las mismas razones, debemos preguntarnos si los actuales gobiernos de izquierda y progresistas están enrumbados hacia la edificación de sociedades «alternativas» o si serán un paréntesis que, en definitiva, contribuya al reciclaje de la dominación del capital. El objetivo de estas preguntas no es calificar o descalificar a una u otra fuerza política o social-política, o a uno u otro gobierno de izquierda o progresista, sino recordar una sentencia del siglo XX que no pierde vigencia en el XXI: sin teoría revolucionaria no hay movimiento revolucionario.
Como es lógico, entre la izquierda de épocas anteriores y la actual, hay similitudes y diferencias. Una similitud es que, como ocurrió de manera periódica en los siglos XIX y XX, el comienzo de una nueva etapa histórica obliga a la izquierda a formular nuevos objetivos, programas, estrategias y tácticas. Una diferencia es que, tanto las corrientes revolucionarias, como las corrientes reformistas del movimiento obrero y socialista nacido en el siglo XIX, habían elaborado y debatido sus respectivos proyectos políticos mucho tiempo antes de que la Revolución Bolchevique en Rusia (1917) y la elección del primer ministro laborista Ramsey McDonald en Gran Bretaña (1924), llevaran al gobierno, por primera vez, a representantes de una y otra, mientras que la izquierda latinoamericana actual llegó al gobierno sin haber elaborado los suyos. La izquierda latinoamericana llega al gobierno sin descifrar la clave para dar el salto de la reforma social progresista a la transformación social revolucionaria, sin la cual quedará atrapada en el mismo círculo vicioso de reciclaje del capitalismo concentrador y excluyente que la socialdemocracia europea. Este es el problema pendiente: construir la imprescindible sinergia entre teoría y praxis revolucionaria.
Los denominados gobiernos de izquierda y progresistas electos en América Latina desde finales de la década de 1990, son en realidad gobiernos de coalición en los que participan fuerzas políticas de izquierda, centroizquierda, centro e incluso de centroderecha. En algunos, la izquierda es el elemento aglutinador de la coalición y en otros ocupa una posición secundaria. Cada uno tiene características particulares, pero es posible ubicar a los más emblemáticos en dos grupos. Estos son: a) gobiernos electos por el quiebre o debilitamiento extremo de la institucionalidad democrático neoliberal, como ocurrió en Venezuela, Bolivia y Ecuador; y, b) gobiernos electos por acumulación política y adaptación a las reglas de juego de la gobernabilidad democrática, caracterización aplicable a Brasil y Uruguay. Además, están los casos de Nicaragua, El Salvador, Paraguay, Argentina y Perú, sobre los cuales el espacio no nos permite siquiera unas escuetas palabras de referencia.
¿Cómo se explica la elección de gobiernos de izquierda y progresistas en el mundo unipolar donde imperan la injerencia y la intervención imperialista?
Se explica por cuatro razones fundamentales, tres de ellas positivas y una negativa. Las positivas son:
1. El acumulado de lucha de las fuerzas populares libradas en la etapa abierta por el triunfo de la Revolución Cubana, en la cual, aunque no alcanzaron los objetivos máximos que se habían planteado, demostraron una voluntad y capacidad de combate que obligó a las clases dominantes a reconocerles los derechos políticos que les estaban negados.
2. La lucha en defensa de los derechos humanos que forzó la suspensión del uso de la violencia más descarnada como mecanismo de dominación.
3. El aumento de la conciencia, la organización y la movilización social y política registrado en la lucha contra el neoliberalismo, que sienta las bases para la participación política y electoral de los sectores antes marginados.
Como contraparte, la razón negativa es la apuesta del imperialismo norteamericano a que la unipolaridad le permitiría someter a los países latinoamericanos a los nuevos mecanismos transnacionales de dominación, motivo por el cual dejó de oponerse de oficio a todo triunfo electoral de la izquierda, como había hecho históricamente. A todo lo anterior debe agregarse un factor volátil: el voto de castigo a las fuerzas políticas de derecha por los efectos socioeconómicos de la reestructuración neoliberal, es decir, un voto no ideológico, ni político, y mucho menos cautivo de la izquierda, que ésta puede perder si su ejercicio de gobierno no satisface las expectativas.
¿Por qué fuerzas políticas y social-políticas de la izquierda latinoamericana llegan al gobierno sin siquiera haber esbozado las líneas gruesas de sus proyectos estratégicos o, aún peor, en algunos casos sacrifican sus proyectos estratégicos para llegar al gobierno?
Ello es resultado de cuatro factores que ejercen una influencia determinante en las condiciones y características de las luchas populares en el subcontinente:
1. El salto de la concentración nacional a la concentración transnacional de la propiedad, la producción y el poder político (la llamada globalización), ocurrido en la década de 1970, tras un proceso de acumulación de premisas finales que se desarrolla durante la segunda posguerra mundial, que cambia la ubicación de América Latina en la división internacional del trabajo y modifica la estructura socioclasista.
2. La avalancha universal del neoliberalismo, de la década de 1980, desarticula las alianzas sociales y políticas construidas durante el período nacional desarrollista y establece las bases de la reestructuración de la sociedad y la refuncionalización del Estado sustentadas en función de la concentración y transnacionalización de la riqueza.
3. El derrumbe de la URSS y el bloque europeo oriental de posguerra, entre 1989 y 1991, que le imprime un impulso extraordinario a la reestructuración neoliberal, provoca el fin de la bipolaridad estratégica, que actuó como muro de contención de la injerencia y la intervención imperialista en el Sur durante la posguerra y tiene un efecto negativo, a corto plazo, para la credibilidad de todo proyecto social ajeno al neoliberalismo, no solo anticapitalista, sino incluso apenas discordante con él, efecto que llega a ser devastador para las ideas de la revolución y el socialismo.
4. La neoliberalización de la socialdemocracia europea, en sus dos grandes vertientes, la Tercera Vía británica y la Comisión Progreso Global de la Internacional Socialista, en la década de 1990, que recicla la doctrina neoliberal cuando su inducida credibilidad se desploma, la encubre con una presentación humanista, «light» y «progre».
Téngase en cuenta que los primeros triunfos de fuerzas de izquierda y progresistas en elecciones presidenciales latinoamericanas, el de Chávez en Venezuela (1998) y el de Lula en Brasil (2002), se producen cuando el efecto acumulado de estos factores está en su apogeo, en particular, es el momento de mayor impacto en América Latina de las ideas de la Tercera Vía y la Comisión Progreso Global. Esos factores combinados ejercen una influencia determinante en los gobiernos de Brasil, Uruguay, Argentina y otros, y una influencia menos evidente, pero también efectiva, en los de Venezuela, Bolivia y Ecuador.
Tras el derrumbe de la URSS, el desaparecido dirigente revolucionario salvadoreño Schafik Hándal empezó a repetir una idea que parece simplona, pero es más profunda que un sinnúmero de doctas reflexiones: «Habrá socialismo –decía Schafik– si la gente quiere que haya socialismo». Las preguntas que se derivan de esta idea son: ¿Quiere que haya socialismo la gente de Venezuela, Bolivia, Ecuador, los países cuyos procesos políticos se corresponden con la definición de revolución entendida como acumulación de rupturas sucesivas con el orden vigente? ¿Quiere que haya socialismo la gente de Brasil, Uruguay, Nicaragua u otros países latinoamericanos gobernados por fuerzas de izquierda o progresistas? A estas preguntas tenemos que añadir otras: ¿sabe la gente de esos países qué es socialismo? ¿Comparten los líderes de esos países nuestro concepto de socialismo que, al margen de las diferentes condiciones, características, medios, métodos y vías, implica la abolición de la producción capitalista y del sistema de relaciones sociales que se erige a partir de ellas y en función de ellas? ¿Hay en esos procesos fuerzas políticas capaces de concientizar a la gente para que quiera que haya socialismo? ¿Lo están haciendo? Todas estas preguntas son cruciales, pero las definitorias son las dos últimas.
Planteada en términos teóricos, la idea, en apariencia simplona, de Schafik implica que para avanzar en dirección al socialismo los procesos de reforma o transformación social de signo popular que hoy se desarrollan en América Latina necesitan: teoría revolucionaria; organización revolucionaria; bloque social revolucionario, basado en la unidad dentro de la diversidad; y solución del problema del poder, este último entendido como la concentración de la fuerza imprescindible para producir un cambio efectivo de sistema social. Podemos hablar de protoformas de esos cuatro elementos en Venezuela, Bolivia y Ecuador, y quizás en algunos otros gobernados por fuerzas de izquierda y progresistas, pero en ninguno se puede hablar de formas acabadas.
Nada de esto es nuevo. De todo ello habla desde hace años y, quizás, hasta de manera sobredimensionada, porque a esos elementos se atribuye el papel determinante en la formación de la identidad del futuro socialismo latinoamericano. Sin dudas, su papel será crucial, pero lo determinante es cómo, cuándo, dónde y en qué condiciones tendrá lugar el acceso al poder político, sea mediante su conquista o construcción. Sin estas respuestas, no puede hablarse de Socialismo del Siglo XXI, Socialismo en el Siglo XXI, Vivir Bien, Buen Vivir, o cualquier noción similar, más que como una utopía realizable de contornos aún muy difusos.





OLLANTA HUMALA: EL 'POPULISTA' QUE MIMA A LAS EMPRESAS EXTRANJERAS
                                                                      
Revista Atenea de España (www.ateneadigital.es/RevistaAtenea/REVISTA)

Tras los últimos acontecimientos vividos por empresas españolas en Iberoamérica, las incautaciones argentinas de YPF y la expropiación de una filial de Red Eléctrica en Bolivia, en el panorama de la región aparece con fuerza un país como destino de una inversión segura para los intereses españoles. Un país que hace menos de un año era foco de atención por la posibilidad de que se convirtiera en un satélite más del área bolivariana impulsada por Hugo Chávez y que, lejos de ello, se ha consolidado como uno de los países con más posibilidades de crecer en el futuro: el Perú del antiguo caudillo Ollanta Humala.
Cuando Ollanta Humala, hermano de un golpista encarcelado y con unas credenciales bien reveladoras de su pasado populista, disputó la segunda vuelta de las elecciones presidenciales a la hija de Alberto Fujimori, en esta columna escribimos que Perú debía elegir entre el cáncer o el sida. Así lo decía el propio Mario Vargas Llosa durante aquellos días.
Sin embargo, Humala dio muestras de su cintura y su intuición política, él o sus asesores, y comenzó una carrera contrarreloj para ganarse el voto de la clase urbana del Perú que temía al fujimorismo pero que odiaba con la misma fuerza la figura de un hombre que había recibidos fondos de Hugo Chávez para hacer su campaña electoral. Dicho y hecho: rompió públicamente con los 'bolivarianos', aseguró que iba a continuar todas las políticas de integración con sus países vecinos (y no precisamente en el Alba) y garantizó la seguridad de la inversión extranjera.
Las promesas de Humala convencieron al propio Premio Nobel hispano peruano, que pidió el voto para Humala causando incluso una ruptura familiar en el seno de los Vargas Llosa... Y Humala venció y se convirtió en el presidente del Perú. Sus primeras medidas, sus nombramientos en el Gobierno, la confirmación de lo que había prometido, nos llevaron a escribir una segunda columna en la que reconocíamos lo acertado de su ejecutoria: "Ollanta Humala, más luces que sombras", fue su título.
Y hoy, con más de nueve meses de mandato, podemos decir que el Perú de Humala se ha convertido, gracias a sus aciertos y a los errores de otros como la viuda de Kirchner o Evo Morales, en uno de los países con más futuro de la región. El informe "Panorama de Inversión Española en Latinoamérica 2012", de la IE Business School, detallaba el pasado febrero lo que pensaban las principales empresas españolas sobre su futuro en la región. Un 89%, debido a la crisis en Europa y en España, iban a invertir todo lo que pudieran en Iberoamérica. Y precisamente ese porcentaje creía que Brasil -por su potencias y por los eventos deportivos internacionales que va a acoger en los próximos años- iba a ser el más atractivo para la inversión española.
Pero el caso de Brasil no era una sorpresa. Sin embargo, cuando a esas empresas españolas se les preguntó cuáles eran los países que en este
2012 iban a tener una mejor evolución económica e iban a ser más atractivos para la inversión española, más del 85% de los encuestados señalaron a Colombia y Perú. Por el contrario, Ecuador, y especialmente Bolivia y Venezuela, eran un año más los mercados que más dudas suscitaban para el inversor español.
La encuesta se realizó antes de que se materializara la campaña de Cristina Fernández contra Repsol y la expropiación en Bolivia de la filial de Red Eléctrica, por lo que habrá que colegir que si esa misma encuesta se realizara hoy, el Perú de Ollanta Humala habrá aumentado aún más su atractivo para los empresarios españoles. Un atractivo, por cierto, que ya tenía en los últimos años del Gobierno de Alan García, como lo demuestra que la inversión directa española en Perú en esos años creció de manera exponencial.
Humala, conocedor de los estragos que la política populista de Kirchner o Morales, como antes lo fue la de Chávez o Daniel Ortega, estaba creando en los empresarios extranjeros, el pasado 10 de mayo -ya consumadas las expropiaciones en sus países vecinos- garantizaba, de visita en Corea del Sur y Japón, "el respeto de su país a los compromisos con los inversores", y ante los acontecimientos en Argentina y Bolivia, su ministro de Economía Luis Miguel Castilla aseguró que "la posición de Perú es claramente la inversa". Y añadía que su país no pretendería nunca atraer las inversiones de europeos o asiáticos si no quisiera "respetar los compromisos adoptados ni mantener la seguridad jurídica".
El ministro añadió que en su país la inversión local es importante "pero no suficiente", por lo que buscan más inversión extranjera con un "atractivo" marco jurídico que, amparado en la Constitución, no discrimina entre capitales domésticos y extranjeros. Un mensaje nítido de un populista que ha dejado atrás las veleidades de juventud para gobernar un país de la manera más sensata posible.
La respuesta española no se hizo esperar. Aparte de que Humala fue el primer mandatario iberoamericano que fue recibido por Rajoy en Moncloa como presidente del Gobierno el pasado enero, enviando así un claro mensaje de apoyo, el secretario de Estado de Cooperación Internacional y para Iberoamérica, Jesús Gracia, decidió hacer un viaje a Lima tras los acontecimientos en Argentina y Bolivia. Allí, hace apenas una semana, Gracia destacaba el "marco estable en que se mueven las inversiones y las empresas españolas en Perú". Y lo que es más importante y anticipo de lo que puede suceder: se anunció que, debido a la crisis, España está reajustando toda la ayuda de Cooperación al Desarrollo. Se centrará fundamentalmente en África e Iberoamérica, y dentro de esta región, en los países en los que se pueda trabajar. Un aviso a navegantes de que los ataques a la golpeada 'marca España' no pueden salir gratis. Y al contrario, hay que beneficiar a los países 'amigos'. Y hoy, el Perú de Ollanta Humala, es uno de ellos.





LOS PAÍSES CON MÁS SEGURIDAD JURÍDICA DE AMÉRICA LATINA ACAPARAN LA INVERSIÓN

Brasil, México, Chile, Colombia y Perú son los principales receptores de capitales extranjeros
                                                        
El País de España (www.elpais.com)     

La nacionalización de una de las mayores eléctricas de Bolivia y de la petrolera YPF en Argentina ha hecho saltar todas las alarmas sobre la seguridad de las inversiones en América Latina. Las expropiaciones sufridas por las españolas Repsol y Red Eléctrica refuerzan la división entre los Gobiernos latinoamericanos que apoyan la iniciativa privada y los que quieren aumentar el control del Estado. Y esa tendencia se traslada a la entrada de dinero del exterior: Brasil, México, Chile, Colombia y Perú fueron los principales receptores de inversión extranjera en la región el año pasado, mientras Argentina, Venezuela y Bolivia se consolidan en un segundo plano.
Movimientos como el de Cristina Fernández en YPF ahuyentan al capital extranjero. La inversión total dirigida a América Latina creció un 31% en 2011; en el caso de Argentina subió solo un 3%, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Las economías emergentes más abiertas al capital privado y con mayor seguridad jurídica acapararon el grueso de la inversión: Brasil sigue al frente (43% del total), seguida de México (13%), Chile (11%) y Colombia (9%). A Argentina llegó el 5% de los fondos, a Venezuela —que se recuperó de forma espectacular en 2011, tras años de caídas o subidas modestas— el 3,5% y a Bolivia, menos del 1%. En proporción al tamaño de la economía, la lista la encabeza Chile, seguido de Perú, Colombia, Bolivia, Brasil, Argentina, México y Venezuela. “En general no hay ningún problema para las inversiones en la región, salvo países concretos, sobre todo Argentina, por su situación interna”, opina Alfredo Arahuetes, profesor de Economía Internacional de Icade.
Mientras Chile, Brasil, México y Colombia han buscado atraer inversiones, Bolivia, Venezuela, Argentina y Ecuador han nacionalizado empresas mineras, de energía y aerolíneas en los últimos cinco años. El segundo grupo lo paga caro. La prima de riesgo (la diferencia entre los bonos emitidos en dólares por cada país y los bonos del Tesoro estadounidense) alcanza 992 puntos básicos en Venezuela, 965 en Argentina y 808 en Ecuador. En el resto de países se mantiene por debajo de los 200.
“Lo complicado es el populismo que hay detrás de las decisiones”, explica Silvana Insignares, profesora de Derecho Internacional de la Universidad del Norte en Colombia. “Son países contradictorios, como Bolivia, cuyo presidente expropia la filial de Red Eléctrica el 1 de mayo y horas después se va con el presidente de Repsol a inaugurar una planta de gas”, añade.
Tanto la CEPAL como el Fondo Monetario Internacional han rechazado que haya una tendencia generalizada. “Es una región muy diversa y no podemos decir que lo que está sucediendo sea una tendencia”, ha asegurado Gerry Rice, portavoz del Fondo, días después de las expropiaciones en Argentina y Bolivia. “No existe seguridad jurídica en los países gobernados por movimientos contrarios a la empresa privada, sobre todo extranjera”, explica Fernando Molina, director de la revista boliviana Pulso. “Aparte de las nacionalizaciones, se toman constantes medidas de agresión, como el alza de impuestos, el cambio en las reglas de financiación, revisión de tarifas… algunas con la intención de distribuir la riqueza, otras por razones políticas”, añade.
La expropiación de YPF ha colocado a Argentina, que en 2008 nacionalizó Aerolíneas Argentinas y los fondos de pensiones, como un país con una seguridad jurídica cuestionable. “Puede haber más expropiaciones en ese país, pero lo veo difícil en otros. No metamos a todos en el mismo saco. Venezuela expropia, pero paga”, cuenta Alfredo Arahuetes. En 2009, Hugo Chávez nacionalizó la filial del Santander tras acordar un pago de 755 millones de euros. En Bolivia, Morales ha iniciado negociaciones con REE para fijar una indemnización. Buenos Aires, en cambio, ha dado a entender que Repsol ya ha sido compensada con los beneficios obtenidos desde 1999.
En la región hay mucho en juego. Las inversiones españolas superan los 90.000 millones, concentradas en Brasil, México, Chile, Colombia y Perú, además de Argentina. BBVA, Telefónica, Gas Natural Fenosa, Endesa, Repsol y Prisa [editora de este diarios] son algunas de las principales compañías. Aunque, en teoría, Perú está con los países seguros, en la prensa latinoamericana se asegura que Telefónica está en el punto de mira a raíz del vencimiento de licencias.





BOLIVIA REMUEVE BANDERA A TRES EMBARCACIONES IRANÍES

Terra de Economía de España (www.economia.terra.com.co/noticias)
                                                                       
Bolivia sacó de sus registros a tres embarcaciones de Islamic Republic of Iran Shipping Lines (IRISL), según la actualización más reciente del sitio electrónico del Gobierno, pero una decena de otros barcos siguen ondeando banderas del país sudamericano.
IRISL y sus múltiples subsidiarias fueron sancionadas por Estados Unidos, Naciones Unidas y la Unión Europea por su supuesto rol en el transporte de equipos militares a Teherán.
Tres de sus buques: el Tour, Amin y ISI Olive, fueron abanderados por Bolivia a fines de marzo después de que Malta los eliminara de sus listas cuando el Tour recogiera crudo sirio, quebrantando las sanciones internacionales a las exportaciones petroleras sirias.
Los barcos mercantes necesitan una bandera nacional para entrar a la mayoría de los puertos del mundo.
Una nueva filial de IRISL registrada en las Islas Marshall llamada Auris Marine Company solicitó y se le otorgaron banderas bolivianas el 26 y 27 de marzo. El registro corporativo de Auris fue anulado en las Islas Marshall el 27 de marzo, según el sitio electrónico de las autoridades de la isla micronésica.
Funcionarios de registro de embarcaciones de Bolivia dijeron a Reuters en abril que cualquier embarcación que pertenezca a compañías de fachada creadas para encubrir vínculos con IRISL, o que hayan quebrantado sanciones de la ONU, serían inhabilitadas.
La Paz eliminó los buques de Auris Marine Company la semana pasada, pero otros 12 barcos de IRISL registrados por otra filial de fachada recientemente creada llamada Andulena Corporation seguían en la lista, que fue actualizada por última vez el 18 de mayo.
Andulena sigue siendo una entidad corporativa registrada en las islas del Pacífico, según el sitio electrónico del registro marítimo y corporativo de las Islas Marshall el domingo.
No se pudo contactar a funcionarios del registro en La Paz el fin de semana para conocer sus comentarios.
IRISL mantiene un complejo juego del gato y el ratón al cambiar frecuentemente los dueños registrados oficialmente y los nombres de sus buques, en un intento por esconder su conexión con la firma que según Washington y Bruselas es una red de suministro para el supuesto programa iraní de armas nucleares.
En diciembre del 2011, el Tesoro estadounidense identificó a los entonces dueños de tres embarcaciones -ISIM Amin Limited, ISIM Olive Limited, ISIM Tour Limited- entre las 10 empresas de fachada de IRISL y su empresa conjunta Irano Hind, también sancionada por la ONU.
Los tres buques a los que se les quitó la bandera anclaron cerca del puerto iraní de Bandar Abass en el Estrecho de Ormuz por más de un mes, según los datos de seguimiento de barcos de Reuters.





Golpe a la trata de personas

LIBERAN A 25 TRABAJADORES DE UN TALLER TEXTIL CLANDESTINO

En los allanamientos se encontraron armas, drogas y dinero falso
                                                      
La Nación de Argentina (www.lanacion.com)

La muerte por tuberculosis de una mujer indocumentada no fue el final, sino el punto de partida de una investigación que permitió desbaratar una banda que se dedicaba a la trata de personas y liberar a 25 personas que estaban en condición de esclavitud en talleres textiles del sur de la ciudad de Buenos Aires.
En cinco allanamientos realizados en talleres clandestinos situados en Villa Lugano y la villa 20, la Policía Metropolitana detuvo a cinco personas e incautó armas, drogas, 10.000 pesos y dólares falsos. Además, encontró a 25 personas que eran explotadas y sometidas a vivir en condiciones degradantes.
Aquella mujer, boliviana, de 30 años, murió el 17 de noviembre pasado en el hospital Vélez Sarsfield, al que llegó con un "síndrome de impregnación", la fase final de la tuberculosis. Tenía fiebre hacía más de un año, sufría sudoración nocturna, anemia y pesaba 20 kilos menos de lo que debería.
En una declaración testimonial ante la Fiscalía N° 11, su padre comentó que la joven trabajaba en un taller textil en Lugano. Entonces, comenzó la investigación sobre el lugar.
Los detectives observaron que dos camionetas -una Mercedes-Benz Sprinter y una Hyundai- ingresaban con frecuencia en el lugar, donde descargaban bolsones con telas.
Desde los informes médicos
Personal del área de Delitos y Sumarios de la Policía Metropolitana accedió a un informe del hospital Santojanni, elaborado a raíz de la muerte por tuberculosis de aquella mujer y al seguimiento de todas las personas que habían convivido con ella. Muchas habían trabajado de forma irregular en un taller clandestino.
A partir de fotografías, contratos inmobiliarios, testimonios de vecinos y el seguimiento de los vehículos, los investigadores pudieron identificar a dos posibles dueños de los talleres, de nacionalidad boliviana. Los hombres en cuestión tenían vinculación con otros cuatro domicilios donde funcionaban talleres textiles.
La Justicia requirió la declaración del padre de la joven fallecida, pero el hombre ya había regresado a Bolivia. Luego se supo, a partir de un informe de la Dirección General de Protección del Trabajo, que el hombre había trabajado, en agosto de 2010, en uno de los talleres clandestinos ahora implicados en la causa.
Luego de los cinco allanamientos realizados en las últimas horas, se comprobó que 25 personas vivían hacinadas allí, eran obligadas a cumplir extensas jornadas laborales, no contaban con condiciones de higiene básicas y sufrían restricciones a su libertad ambulatoria.
Además de vivir en el lugar de trabajo, en los talleres funcionaba un bar en donde los mismos explotadores les vendían comida y golosinas a sus víctimas. En la causa interviene el Juzgado Nacional Federal Nº 3, a cargo de Daniel Rafecas. En todos los procedimientos prestaron colaboración personal de la Dirección Nacional de Migraciones y del Ministerio de Trabajo de la Nación..





MODELO DE OEA EN BOLIVIA PLANTEA ESTRATEGIA CONTRA EL HAMBRE

Xinhua de China (www.spanish.peopledaily.com.cn)
                                                     
La 30 versión de la Asamblea Modelo de la Organización de Estados Americanos (MOEA), realizada con la particiáción de universitarios, propuso en Bolivia combatir el hambre mediante una estrategia productiva de alimentos, informó hoy el gobierno boliviano.
El ministro de Culturas, Pablo Groux, quien clausuró el sábado la Asamblea MOEA, evaluó este domingo como positivo el encuentro de jóvenes universitarios previo a la Asamblea General de la OEA que se desarrollará en Bolivia del 3 al 5 de junio próximo.
En la declaración central del sábado se reconoció al hambre como un problema actual y se planteó estimular el desarrollo de un modelo productivo para garantizar la seguridad alimentaria y nutricional de los pueblos de las Américas, afirmó Groux ante periodistas.
El encuentro dio la oportunidad a los jóvenes de escuchar las voces de preocupación sobre el futuro del mundo y que los gobiernos del mundo y las Américas deben aprender a prestar mayor atención a los jóvenes porque son quienes ahora dan la guía que deben seguir los pueblos, destacó el ministro de Culturas.
Los universitarios de los 36 países, 32 de América y cuatro de Europa, que participaron en la Asamblea de la MOEA aprobaron 103 resoluciones, además de la Declaración de Cochabamba referida al tema central del encuentro, Seguridad Alimentaria con Soberanía,.
Estas resoluciones serán presentadas el 3 de junio ante la 42 Asamblea General de la OEA para que sean tomadas en cuenta por los cancilleres.
Los más de 500 delegados que representaron a los países miembros del organismo hemisférico en la simulación de su Asamblea General, completaron su trabajo luego de cuatro días de intensos debates.
Groux dijo que las voces de los jóvenes serán escuchadas cuando el documento central sea entregado a la Asamblea de la OEA.
"Este paso será importante porque es fundamental que las iniciativas de los unviersitarios de las Américas sean tomadas en cuenta en el diseño de las políticas de desarrollo que precisan los pueblos", aseveró.
ALIMENTOS Y HAMBRE
Para los jóvenes reunidos en Cochabamba, alimentos y hambre son palabras pilares para encarar nuevos desafíos en el mundo y la región americana.
"La gran producción de alimentos accesibles a toda la población permitirá enfrentar sobriamente al hambre", indicó el ministro Boliviano.
La declaración central reconoce que el hambre es un problema actual y pide estimular el desarrollo de un modelo productivo.
"La Declaración de Cochabamba refleja que la juventud de las Américas tiene conciencia de que el tema alimentario es vital para el desarrollo de la naciones y precisa respuestas concretas y oportunas", señaló.
Además, el documento difundido este domingo a los medios de comunicación plantea que para lograr el objetivo principal debe orientarse el tratamiento del tema de la agricultura a través de políticas públicas que permitan dar atención al respeto de la soberanía y autodeterminación de los pueblos.
También resalta la importancia de la innovación tecnológica para fortalecer la producción en el campo, como elemento de conocimiento y progreso para los Estados miembros de la OEA.
El texto propone tomar en cuenta el papel fundamental de la cooperación financiera y técnica entre los países, con la finalidad de apoyar la adaptación de los métodos de producción agrícola al cambio climático.
El manejo óptimo de la tierra es otro punto fundamental que se planteó en la Asamblea MOEA para asegurar la producción agrícola de cada país, junto a la reducción paulatina del empelo de prácticas y agentes tóxicos para preservar la salud de los habitantes y garantizar su sustentabilidad.
En la declaración se reconoce que el acceso al agua es de vital importancia para generar una producción agrícola de calidad, que suministre las condiciones básicas y ofrecer una alimentación apropiada.
Añade que es importante generar apoyo y fomento para la agricultura y pesca familiar y artesanal, de pequeña y mediana escala, a través de la promoción y comercialización de mercancías.
De igual forma propone erradicar el hambre con la formulación de políticas públicas sobre alimentación y nutrición, dar prioridad a la disponibilidad y acceso a los alimentos y planes de desarrollo socioeconómicos en las naciones.
Los participantes en el encuentro destacaron la importancia de un comercio libre y justo de alimentos entre los países, pero siempre tomando encuents la sustentabilidad en la gestión de los recursos naturales.
Asimismo se solicitó el compromiso de los Estados miembros de la OEA para la adopción de las medidas necesarias que hagan efectivo el derecho humano a la alimentación, al cubrir las necesidades básicas nutricionales y garantizar la salud pública y el goce pleno de una vida digna.
El ministro de Culturas destacó que la 30 Asamblea del MOEA dio la oportunidad a los jóvenes de escuchar las voces de preocupación sobre el futuro del mundo.





LA AUTOCRACIA BOLIVIANA

La unidad y el respeto ciudadano prometido por Morales se transformó en sectarismo y persecución a los enemigos políticos, en consecuencia el número de exiliados y presos políticos no tiene precedentes.
                                                           
Martí Noticias de Cuba (www.martinoticias.com/content)

Un discurso populista y una política de desestabilización sistemática contra los gobiernos democráticos, hicieron posible  que Evo Morales ganara la presidencia e impusiera en poco tiempo una dictadura institucional en Bolivia.
El diputado Morales y ex candidato presidencial, es un líder cocalero que supo asociarse a factores nacionales que le asistieron en sus planes de conducir a Bolivia a la ingobernabilidad, pero lo qué le resultó beneficioso, fue su asociación con Hugo Chávez que le facilitó recursos para mantener los agitadores de oficio que condujeron al país al caos y la dictadura de los hermanos Castro, que le transfirió información y conocimiento necesario para lograr sus fines.
Las marchas, contramarchas y la violencia que promovía Morales colocaron a la nación  al borde del abismo. Una fuerte campaña contra los partidos políticos y las figuras públicas, erosionaron el control del ejecutivo lo que determinó que el presidente Gonzalo Sánchez de Lozada renunciara y que su sucesor, Carlos Mesa, hiciera otro tanto.
Morales no perdió tiempo, aprovechó el vació de poder y el peligro que enfrentaba el país de padecer una guerra civil, para presentarse como el salvador de la nación y ganar las elecciones de diciembre del 2005. El flamante mandatario apresuradamente se sumó al exclusivo grupo que promueve el Socialismo del Siglo XXI por medio del despotismo electoral. Propuso y logró la aprobación de una constitución que permite la reelección consecutiva por una sola vez, no obstante ya se proyecta reformar la cláusula para que se presente en los comicios del 2014,  como es ya tradicional entre los gobernantes que integran la Alianza Bolivariana de Las Américas.
La continuidad en el gobierno junto a una constante campaña de descrédito de los partidos políticos, de los liderazgos públicos emergentes, amenazas y chantajes a las clases productivas y el control e intimidación de la prensa, le permite a Morales disfrutar de más  poder que ningún otro mandatario electo en la historia del país,  a la vez que cuenta con la posibilidad de perpetuarse legalmente en la presidencia sin tener que recurrir a un golpe militar.
La unidad y el respeto ciudadano prometido por Morales se transformó en sectarismo y persecución a los enemigos políticos, en consecuencia el número de exiliados y presos políticos no tiene precedentes. El derecho a disentir es reprimido y el sistema judicial es una herramienta a disposición del mandatario.
Por otra parte el presidente al igual que sus pares del ALBA, ha iniciado una campaña de nacionalismo extremo en la que el enemigo escogido fue Estados Unidos, a la vez que instrumentó una estrecha alianza con Venezuela, Cuba e Irán.
Las Fuerzas Armadas han perdido mucho de su independencia. Miembros del Alto Mando Militar y de la Policía Nacional violaron los artículos 245 y 251, que prohíbe a militares y policías realizar actividades políticas, cuando asistieron al último congreso del Movimiento al Socialismo.
Los militares cuyos predecesores vencieron a las guerrillas invasoras que patrocinó el gobierno de Cuba, han usado la consigna castrista de Patria o Muerte, una afrenta a los soldados que murieron combatiendo a Ernesto Guevara.
En la apertura del congreso partidario Morales fue sincero y dijo: "Los antimperialistas, los anticapitalistas, los antineoliberales hemos llegado al Palacio no como inquilinos, llegamos para siempre, y eso hay que debatir ahora en nuestro congreso".
Sin embargo a pesar del control político y la ausencia de  prácticas democráticas en las instituciones de la nación y la sociedad, Morales no ha logrado establecer el control que necesita para perpetuarse en el poder, porque en alguna medida está recogiendo el fruto de las tempestades que sembró durante los gobiernos que le precedieron.
Las propuestas de Morales están sufriendo un serio desgaste, lo que ha motivado que en el Partido se hayan producido deserciones, entre ellas la de uno de sus fundadores, el ex líder minero Filemón Escobar.
Amplios sectores de la sociedad critican los niveles de corrupción, la presencia del narcotráfico, los abusos de autoridad, el sectarismo, y hasta numerosas comunidades indígenas manifiestan su rechazo al gobierno, porque este no ha sido capaz de resolver sus problemas.  Morales el justiciero, es otro fraude mas del Socialismo del Siglo XXI.





BOLIVIA: CAMBIO CLIMÁTICO Y JUSTICIA

Radio Vaticano de Roma (www.oecumene.radiovaticana.org)
                                              
Con la declaración “Discípulos misioneros guardianes de la Creación”, terminó la XII Asamblea Nacional de Pastoral Social Cáritas. El pasado 18 de mayo se hizo público el mensaje en el que los participantes en la asamblea se comprometen a “ser discípulos misioneros guardianes de la Creación, colocándose en la vanguardia de la defensa de la vida, la protección del planeta y del ecosistema que nos sostiene”.
Los representantes de Pastoral Social Cáritas en Bolivia, se reunieron en Cochabamba del 16 al 18 de mayo, con el tema: “Cambio climático y justicia” e inspirados en la Carta Pastoral de la Conferencia Episcopal Boliviana: “El Universo: Don de Dios para la Vida”, expresan en su comunicado sus preocupaciones sobre las tendencias internacionales de mercantilización de los recursos naturales y la negación de la persona humana. En especial destacan la persistencia de visiones de desarrollo en Bolivia que se colocan por encima de la protección de los recursos naturales y los derechos de los pueblos indígenas. El comunicado expresa que los firmantes asumen el auténtico desarrollo como aquél que garantiza la vida digna y plena de toda persona desde los principios del destino universal de los bienes, el bien común, la subsidiariedad y la justicia.

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