viernes, 14 de noviembre de 2014

A DIEZ AÑOS DEL SUEÑO DE CHÁVEZ Y FIDEL. EL ALBA CUMPLE UNA DECADA DE RESISTIR LA HEGEMONIA DE EE.UU.



La Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA), que hoy celebra su primera década, se conmemoró ayer en Buenos Aires con un amplio programa. Los festejos incluyen una muestra de cine y una conferencia en la Cancillería que presidirá el actual secretario ejecutivo de la organización, el venezolano Bernardo Alvarez, junto al vicecanciller argentino, Eduardo Zuaín.
La organización de países bolivarianos surgió el 14 de diciembre de 2004 por un acuerdo suscripto en La Habana entre los entonces presidentes de Venezuela, Hugo Chávez, y de Cuba, Fidel Castro, pero fue propuesta por primera vez en ese mismo mes de 2001 por el mandatario venezolano.
La propuesta inicial de Chávez surgió como respuesta al Area de Libre Comercio para las Américas (ALCA) que impulsaba Estados Unidos y que finalmente fue rechazada por América latina en la cumbre de Mar del Plata en 2005. Al año siguiente se sumó a la iniciativa Bolivia; en 2007, Nicaragua; y en 2008 lo hicieron la isla caribeña de Dominica y Honduras.
Ecuador, San Vicente y las Granadinas y Antigua y Barbuda formalizaron su adhesión en 2009, y en enero de 2010 Honduras abandonó el bloque tras el golpe de Estado que derrocó al presidente Manuel Zelaya.
La escasa diversificación de la oferta regional existente ponía en evidencia que el ALCA no podría ser la oportunidad para alcanzar un tipo de desarrollo en que se armonizara el crecimiento económico con una buena calidad de vida y grado de bienestar para los países latinoamericanos, de acuerdo con Chávez y los demás líderes regionales que dieron vida al bloque bolivariano.
El embajador venezolano en Argentina, Carlos Martínez, señaló que el ALBA nació sobre la base de una integración que va más allá de los esquemas “puramente comerciales y mercantilistas”, a una alianza entre pueblos. “No representa una competencia para los otros mecanismos de integración en la región, sino que brinda la posibilidad de complementarlos”, dijo. “No es un instrumento regional economicista, sino más bien político y social”, añadió Martínez.
Los países del ALBA cuentan en su conjunto con un Producto Interno Bruto de 600.000 millones de dólares y más de 80 millones de habitantes, según datos del VII Consejo Económico de la Alianza, que se celebró en abril de 2012 en Quito. Entre los principales proyectos del ALBA figuran el Tratado de Comercio de los Pueblos (TCP); el Banco del ALBA y el Sistema Unico de Compensación Regional (Sucre), para sustituir el dólar en los intercambios comerciales del bloque.
La propuesta de crear el sucre como mecanismo financiero de integración regional para reducir la dependencia del dólar había sido considerada durante una cumbre extraordinaria del ALBA, en noviembre de 2008 en Caracas. “Estamos dando un paso de grandes proporciones tomando en cuenta la crisis mundial y la vinculación de ésta con el debilitamiento del dólar como símbolo de valor; avanzamos hacia la nueva reorganización de la arquitectura financiera mundial”, explicó el entonces ministro de Economía Alí Rodríguez.
En tanto, el Tratado de Comercio de los Pueblos (TCP) reivindica un comercio “justo”, “complementario” y “solidario”. Fue propuesto por el gobierno boliviano y firmado el 29 de abril de 2006 por Bolivia, Venezuela y Cuba. El bloque también creó empresas “grannacionales” como ALBA-Alimentos, para la producción y distribución de alimentos en la región y, en 2005, por iniciativa de Venezuela –quinto exportador mundial de petróleo–, Petrocaribe, que provee crudo y derivados a cambio de bie-nes y servicios y en condiciones financieras ventajosas.
Gloria Vidal, la embajadora de Ecuador en Argentina, resaltó que el ALBA fomenta el desarrollo y el crecimiento con inclusión, no sólo entre los países que lo componen, sino que abre sus puertas al resto de la región.
Sobre los retos que afronta en la actualidad el bloque, el embajador de Bolivia, Liborio Flores, expresó que radican en la lucha para erradicar la pobreza y avanzar en el desarrollo humano y social armónico. “El ALBA tiene que replantearse los objetivos y los planes de acción de forma más eficiente y responsable para dar respuesta a las necesidades históricas de los pueblos”, señaló.
Según los objetivos manifiestos del ALBA, su finalidad es ofrecer mecanismos que produzcan ventajas cooperativas entre las naciones y que permitan compensar las asimetrías existentes entre los países del hemisferio. “Se basa en la cooperación de fondos compensatorios para corregir las disparidades que colocan en desventaja a los países débiles frente a las primeras potencias”, definió el bloque entre sus principios el día de su fundación.
De hecho, la organización centra su atención en la lucha contra la pobreza y la exclusión social. Uno de sus programas más exitosos es el de formación de médicos, que surgió en el año 2005 –en el marco del ALBA–, a partir de una idea de Fidel Castro y Chávez, y desde entonces se graduaron unos 18 mil jóvenes. El presidente venezolano, Nicolás Maduro, resaltó recientemente la “tradición solidaria” del pueblo cubano, ya que sólo en Venezuela unos 30 mil médicos cubanos forman parte de la Misión Médica Cubana, prestando servicios en Venezuela, además de asumir tareas docentes y de asesoramiento técnico y profesional.
El ALBA también trabaja por el pluralismo y la diversidad, apuntando contra la concentración de los medios de comunicación y los procesos de desregulación, privatización y disminución de las capacidades del Estado. (www.pagina12.com.ar)






Argenpress de Argentina (www.argenpress.info)
                                                                 
Los jóvenes aborígenes pasan en sus espaldas entre 80 y 100 bolsas de harina por día para ganar 200 pesos en la frontera de Argentina con Bolivia entre las ciudades de Salvador Mazza y Pocitos. Para hacer diferencia en el cobro por bolsa por la devaluación del peso argentino cobran en moneda boliviana.
El trabajo es inhumano y describe la explotación del hombre por el hombre, en la actualidad. Las altas temperaturas deshidratan a los jóvenes que se desmayan para ser trasladados al Hospital de Salvador Mazza, donde luego de compensarlos pasan entre uno y dos días para recuperarse y volver al puente la bagallear.
Cristian Cesar Panda, es un joven guaraní de 23 años, juntado y con una hija de meses, no tiene casa, y vive en una tapera construida con sus manos en la Misión la Bendición ubicada a las afueras de la ciudad fronteriza de Salvador Mazza. No tiene servicios básicos para vivir dignamente como el agua potable.
Cristian trabaja descargando camiones con harina y mercadería que transporta en sus espalda desde la ciudad de Salvador Mazza a Pocitos, Bolivia, por lo que percibe entre 1,50 y 2 bolivianos por bolsa. “A veces nos rematamos llevando -en sus espaldas- una bolsa que pesa entre 70 y 80 kilos, para llevar un pedazo de pan para nuestros hijos” dice Cristian Cesar Panda, agregando: “El trabajo depende de los camiones que lleguen por toneladas o por bolsas. La bolsa se está pagando a dos pesos con cincuenta y la tonelada a veces llega a cincuenta y sesenta pesos es lo máximo que se paga”.
Sobre el pago por bolsa, Cristian Panda aclara que les conviene cobrar en bolivianos, ya que La bolsa cobrada en Bolivia sale dos bolivianos, “con el cambio le hacemos cinco pesos argentinos”. Dice a la Agencia de Noticias Copenoa el joven guaraní.
Los ingresos por deshidratación de bagalleros al Hospital e Salvador Mazza es constante por estar expuestos a temperaturas que oscilan entre 40 y 50 grados.
Cristian también sufrió de deshidratación y vómitos por lo que debió ser trasladado al Hospital, no pudo trabajar por dos días lo que tardo su recuperación.
Cristian Cesar Panda y Cristian Fernández ambos guaraníes bagalleros narraron a Marco Díaz Muñoz periodista y Director de la Agencia de Noticias Copenoa, la explotación diaria a la que deben someterse pasando bolsas de harina y trigo que pesan entre 70 y 80 kilos en sus espaldas, como las necesidades insatisfechas con las que confrontar diariamente. (www.argenpress.info)





ALTIPLANO BOLIVIANO: MÉTODO PREDICE LLUVIAS EXTREMAS

Scidev de Argentina (www.scidev.net)
                                           
Una nueva herramienta metodológica podría ayudar a predecir la llegada de lluvias extremas en la zona de los Andes Centrales (Altiplano boliviano) con dos días de anticipación, indica un trabajo publicado en Nature Communications (14 de octubre).
De acuerdo con la investigación —realizada por investigadores del Instituto Potsdam para la Investigación del Impacto Climático de Alemania, entre otros organismos—, el método podría aplicarse a otros eventos meteorológicos en diferentes regiones.
Uno de los científicos del estudio, José Marengo, del Instituto Nacional de Investigación Espacial de Brasil, señaló a SciDev.Net que lo que predice esta metodología “específicamente son aquellas lluvias extremas que vienen del sur (con los frentes fríos) y que dos días después pueden llegar a Bolivia y producir lluvias intensas allá”.
Otro de los autores, Niklas Boers, explicó que desarrollaron una metodología general y luego la aplicaron a una serie de datos de alta resolución obtenidos por satélite para una zona de Sudamérica.
“Encontramos que hay tormentas que se inician en Buenos Aires y viajan sobre el noroeste argentino hacia los Andes bolivianos, en contra del viento. (En ese recorrido) suman una gran cantidad del total de precipitaciones de temporada, y también en ocasiones provocan inundaciones y deslizamientos en las laderas de las montañas”, dijo.
Luego agregó: “Tratamos de entender la razón de la propagación desde un punto de vista meteorológico y explicado por una interacción de flujo de humedad desde el Amazonas, la topografía de Los Andes y los sistemas frontales que llegan desde el sur”.
En base a esta comprensión, el grupo formuló una regla de predicción basada en la precipitación inicial en el área de Buenos Aires, y bajas presiones anómalas en el noroeste argentino. Boers espera que instituciones locales puedan mejorar este esquema predictivo, que ahora funciona con poca anticipación.
“De todos modos, incluso con esta regla simple, podemos predecir 60 por ciento de las lluvias extremas en las laderas de los Andes centrales, y 90 por ciento durante temporada El Niño”, agregó.
Sin embargo, Carolina Vera, investigadora del Conicet argentino en el Centro de investigaciones del Mar y la Atmósfera (CIMA), que no participó en el estudio, no está convencida de la efectividad de la metodología propuesta y de la interpretación física que hacen a partir de ella y prefiere otros senderos de investigación para predecir eventos extremos.
“Tengo mis dudas sobre la relevancia o efectividad de uso de redes para pronosticar con dos días de antelación algo que sea mejor que lo que hacen los modelos dinámicos actualmente”.





GREMIOS DE BOLIVIA LLEGARÁN A PUNO PARA EXIGIR RETIRO DE LA CANDELARIA ANTE UNESCO
                                                                                                                                                             
Su posición contradice a su gobierno que no teme postulación.

La República de Perú (www.larepublica.pe)
                                        
Pese a que el gobierno boliviano, encarnado en su embajador ante la UNESCO, Sergio Cáceres, admitió que la nominación de la Candelaria no representa un peligro para la cultura boliviana, varias organizaciones culturales del país vecino sostienen lo contrario. Anunciaron su arribo el sábado a Puno, para pedir a las autoridades peruanas el retiro de la postulación de la festividad  ante la Unesco.
La delegación la integrarían los folcloristas, representantes departamentales, fraternos  de las principales entradas del país e  historiadores, informaron medios bolivianos.
"El sábado en Puno tendremos una audiencia con el alcalde y las autoridades que promovieron la postulación. Les pediremos que revisen su carpeta y si tiene algo de Bolivia retiren la postulación”, dijo Antonio José Peñaloza, presidente de la Federación Folclórica Departamental de La Paz.
Mientras tanto en Puno, diversas organizaciones culturales se organizan para impedir cualquier reunión con las autoridades, porque creen que ningún extranjero tiene el derecho de solicitarle nada a ninguna autoridad peruana. 
Para Edwin Nahuincha, promotor del folclore puneño y dueño de bordados “Sajra Moreno”, “los bolivianos están viniendo a provocar. El tema está zanjado. Ya se ha reconocido que la nominación no afectará el patrimonio cultural de su país”, precisó. 
Al cierre de la presente edición ninguna autoridad confirmó si recibirían o no  a la delegación boliviana.  





ALCALDE DE PUNO: “NO HABRÁ REUNIÓN CON LA DELEGACIÓN DE BOLIVIANOS”

Los Andes de Perú (www.losandes.com.pe)
                                
Frente a la anunciada llegada de bolivianos para reunirse con autoridades peruanas a fin de frenar la postulación de la Festividad Virgen de la Candelaria, como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad ante la UNESCO, las autoridades puneñas aseguraron que no habrá reunión.
En la víspera, medios de comunicación de Bolivia anunciaron para el sábado, el arribo a la Ciudad Lacustre de integrantes de conjuntos y folkloristas bolivianos con la intención de reunirse con las autoridades puneñas, a fin de instarlos a que retiren la postulación ante la UNESCO.
Al respecto, el alcalde de la Municipalidad Provincial de Puno, Javier Humpiri Yucra, señaló no haber recibido ningún documento oficial que solicite alguna entrevista o reunión con algún representante boliviano.
“Solamente llegó al despacho un comunicado (firmado por el diputado Alejandro Zapata), enviado al correo de la alcaldía, indicando el arribo de una delegación boliviana de 10 personas a la Municipalidad; sin embargo, no indican el motivo de la visita”, detalló el burgomaestre.
Humpiri Yucra, declaró que tiene previsto otras actividades en la agenda provincial, por lo que respondió mediante el mismo correo, no tener la disponibilidad de tiempo para recibir a la delegación; así quedó cerrado cualquier posibilidad de reunión.
Por su parte, integrantes del Comité de Salvaguardia de la Festividad Virgen de la Candelaria rechazaron la posición de bolivianos que exigen el retiro de la postulación, “la Festividad Virgen de la Candelaria y su nominación a la lista representativa del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad no se negocia, no hay nada que conversar”, coincidieron.
Enfatizaron además que la intención de la delegación boliviana sería generar discusión y controversia, mostrando así la desesperación del gobierno vecino ante la inminente declaratoria de la festividad puneña en la lista de la UNESCO, cuya reunión ordinaria está prevista entre el 24 y 28 de noviembre.
De otro lado, el diputado boliviano Alejandro Zapata, que lideraría la delegación, contradijo al embajador boliviano Sergio Cáceres, quien reconoció que los bolivianos ya nada pueden hacer para impedir que la fiesta de la Candelaria esté inscrita en la lista de la UNESCO
“Rechazamos las declaraciones hechas por nuestro embajador ante la Unesco… por este motivo este 15 de noviembre una comisión nos dirigiremos hasta Perú para poner las cartas sobre la mesa y demostrar que esta riqueza es de origen boliviano”, manifestó el parlamentario boliviano.






Radio Pachamama de Perú (www.pachamamaradio.org)
                                                                         
El embajador de Bolivia ante la UNESCO, Sergio Cáceres, señaló que la nominación de la Festividad de la Candelaria como Patrimonio Cultural e Inmaterial de la Humanidad, no afectará a su país, según declaró a medios bolivianos. Además refirió que la nominación no pone en riesgo el patrimonio nacional de Bolivia.
“Bolivia no se verá afectada en nada. No perderá ninguna danza. El Carnaval de Oruro no perderá su estatus de Obra Maestra del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Lo único que sucederá es que la fiesta de la Candelaria podrá portar el logo oficial de patrimonio inmaterial”, señaló Cáceres.
Cabe mencionar que desde Puno se ha señalado ya que la nominación no reconoce origen de las danzas, pues la nominación está basada en el significado que tiene la Festividad para el pueblo peruano y en especial para el puneño.





PROMUEVEN EN CHINA COMERCIO E INVERSIONES EN BOLIVIA Y DOMINICANA

Prensa Latina (www. latina.cu/index.)
                                                                  
Bolivia y República Dominicana presentaron hoy al empresariado de Beijing las oportunidades de comercio e inversiones en esos países latinoamericanos, durante un seminario organizado de conjunto con la entidad Mingxinghong Yu, perteneciente a la Empresa china de Comunicación Internacional.
Celebrado en uno de los salones del Pabellón Técnico de China, ubicado en una de las arterias principales de esta capital, el embajador boliviano, Guillermo Chalup, y la jefa de la Oficina de Desarrollo Comercial de República Dominicana, Rosa Ng Báez, explicaron detalles del comercio e inversiones respectivas.
Las políticas y legislaciones existentes en Bolivia, el avance de esa nación andina en los últimos 10 años, con sostenido incremento en infraestructura y proyectos sociales, fueron abordadas por Chalup, quien habló de las posibilidades de inversiones en gas, energías limpias, minería y turismo.
El diplomático dijo que están abiertos al capital extranjero los sectores de infraestructura, en particular carreteras y ferrocarriles, y que otras áreas como la de minerales, tejidos de alpaca y llama, cerámica, cereales como la quinua y los vinos aparecen asimismo entre las posibilidades de negocios.
Mencionó en especial la riqueza de Bolivia en oro, plata, cobre, litio, estaño, su variedad de piedras semipreciosas excelentes para trabajos de joyería, como amatista, topacio y la bolivianita, oriunda de esa nación. Por su parte, la representante dominicana ofreció una amplia panorámica de las perspectivas de negociar con su país, de las leyes existentes, de las facilidades y la experiencia en manufactura de ropas de las principales marcas del mundo, en calzado y la prioridad con que cuentan sectores como la generación eléctrica.
También Dominicana ofrece ventajas para inversiones en energía renovable, dijo Ng Báez, quien expresó la disposición a crear una zona franca exclusiva para empresas chinas que quieran establecerse en su país y sobre el tema propuso una serie de negocios viables en varios sectores.
Además, se refirió a proyectos para energía eléctrica y energía limpia, en piedras semipreciosas como larimar y ámbar azul, éste último de gran popularidad y reclamo internacional hasta el punto que un gramo de esa resina natural que ofrece reflejos azulados es cotizado más alto que igual cantidad en diamantes.
Expresó que existen otras áreas de gran atractivo como la red de telecomunicaciones y el turismo, en un país que recibe cada año cinco millones de visitantes para disfrutar sus bellezas naturales y patrimonio cultural, y que desencadena otros muchos negocios allende la hotelería y los restaurantes.
La cita, en la que también habló Diana Lei, de la Empresa china de Comunicación Internacional, tuvo entre sus encantos traductoras vestidas con trajes típicos de Bolivia y Dominicana, una exhibición de sus productos más atractivos y un buen ambiente de intercambios que convirtieron al seminario en un éxito.





"CHICAS MUERTAS", UNA HISTORIA SOBRE EL FEMICIDIO

Selva Almada es una escritora entrerriana con un interés genuino por el tema de la violencia de género. La joven que viene dando que hablar.

Revista Mujeres de Argentina (www. mujeres.elsol.com.ar)
                                                                              
Parece ser que en Villa Elisa, el pueblo entrerriano donde Selva Almada nació y vivió hasta los 17 años, no había una sola librería. En su entorno había, en cambio, un abuelo inmigrante suizo muy lector, y una madre maestra que soñaba con que la nena leyera primero y fuera a la universidad después. Selva se entusiasmó temprano con los libros, tuvo un periódico en la escuela primaria, creyó que sería periodista y cursó la carrera de Comunicación cuando se mudó a la ciudad de Paraná. Pero la lectura y el impulso por escribir cuentos pudieron más, y a los 20 años ya estaba encaminando una segunda carrera: el Profesorado de Literatura. 
De aquellos años hoy recuerda con nitidez las reuniones con compañeros que, como ella, decidieron desoír a los docentes que los desalentaban con aquello de “acá no se viene a ser escritor sino profesor”. Fuera de clase, entre amigos armaban cadáveres exquisitos ya no con versos (como los poetas surrealistas) sino en prosa; historias breves que uno empezaba para que a esa trama la siguiera otra y así hasta que cada uno volvía a su hoja en blanco y se encaminaba en su propio relato. 
En esta casa del barrio de Flores, Selva, que ya cumplió 41 años, sigue haciendo más o menos lo mismo que entonces y pasa horas sentada en una vieja silla, las manos imparables sobre el teclado de la computadora. Durante días, sin rutinas prefijadas, pergeña tramas, persigue intuiciones y así edifica relatos cortos y novelas que la hicieron conocida no solo en Buenos Aires sino en países como Francia, México o Italia. En ferias literarias como las de Guadalajara, París, Lima o Lisboa, muchos se preguntaron quién era esta chica que se convirtió, raudamente, en la voz preferida de libreros, críticos y lectores con un libro breve, El viento que arrasa (2012). Además, hasta hoy, muchos jóvenes llegan a tocarle la puerta para ser parte de los talleres de escritura que dicta en este mismo espacio (a veces en el living, otras veces en la terraza), junto a otro nombre potente de la nueva narrativa argentina, Julián López (Una muchacha muy bella). 
¿Y cómo empezó todo? Selva llegó a Buenos Aires a los 26 años y lo primero que hizo fue anotarse en el taller de escritura que el escritor Alberto Laiseca dictaba en el Centro Cultural Rojas. El autor de Los Sorias devendría su maestro, su profesor y amigo hasta hoy. Prueba de ello es que días atrás, el escritor le dejó a su gata, Cenizas, para que conviva (si puede) con Chao Mien, la gata de Selva y su pareja.
A simple vista en la casa no hay chicos, y más tarde Selva confirmará que no, que chicos no. Lo que hay seguro son estantes de libros, montones de textos y también juguetes, fotos y los títulos que Selva supo publicar: antes de El viento que arrasa (2012), escribió Mal de muñecas (2003) y Una chica de provincia (2007). Más tarde vendrían Ladrilleros (2013) y la reciente novela Chicas muertas (2014), publicado por Random House, donde se metió con un tema complejo y penosamente actual: el de la violencia de género, el maltrato y la impunidad. A través de un relato de no ficción –inspirado en hechos reales–, rescató los asesinatos de tres mujeres de Entre Ríos, Córdoba y Chaco que tenían la misma edad que ella cuando estaba saliendo al mundo, en los años ochenta.  
–En todos los casos, tus textos están ambientados en paisajes suburbanos. ¿Por qué esta apuesta por los escenarios de provincia y por el realismo?  
–Crecí en el pueblo de Villa Elisa, cerca de Colón, en Entre Ríos, y siempre me llamó la atención que los provincianos veamos a Buenos Aires como una ciudad violenta, difícil. También que los porteños tuvieran la idea bucólica de que en el interior todo es apacible y que la gente es buena. Quise contar que no, que el interior también esconde un mundo violento. Trabajo con el realismo, con lo que está en el plano de lo real pero a la vez está atravesado por atmósferas extrañas, con todo eso que me impacta, con lo que está debajo y me da curiosidad.  
–Un colega se refirió a los lugares de tus cuentos como del “interior salvaje”...
–En realidad, cuando empecé a escribir, mis relatos eran súper urbanos, no tenían nada que ver con lo que comencé a contar después. Pero en el último tiempo en que vivía allá, me volqué por una literatura ambientada en el interior. Pensaba en un pueblo cercano al mío y allí transcurren varios cuentos… El libro Una chica de provincia es autobiográfico y reúne tres relatos. En “Niños”, el primero que escribí, cuento mis memorias de infancia. Y también está “Intemec”, un relato largo que transcurre en Villa Elisa.  
–¿Qué elementos de Villa Elisa te dieron más tela para cortar? 
–La vida de pueblo tiene un ritmo particular y eso les marca un pulso a las narraciones. Y siempre está esta cosa del secreto: eso que no se dice pero todo el mundo sabe, o eso de lo que nadie habla pero todos están al tanto. Eso ominoso y oscuro del pueblo, lo subterráneo que está latente, como si en un lugar donde aparentemente pasan pocas cosas, hubiera algo a punto de explotar. 
–¿Guardás también recuerdos luminosos de los primeros años? 
–Sí, de la infancia, porque la adolescencia ya fue diferente. Fue muy feliz poder vivir los primeros años en el pueblo y eso está en el relato “Niños”. Crecí entre chicos, cerca de mi hermano mayor y de un primo que tenía mi edad y fue mi gran compañero de aventuras. Vivíamos en un lugar que todavía era casi campo. Con el tiempo el barrio quedó incorporado a la ciudad. Mis padres siguen viviendo ahí, igual que uno de mis hermanos. 
–¿La adolescencia fue una etapa más difícil? 
–Sí, no me gustó tanto porque no compartía tener que ir a determinados lugares o hacer cosas que “había” que hacer, como tener un novio a los 15 y casarte después. Había pautas muy marcadas sobre lo que era ser mujer que no me interesaban; me escapaba de todo eso. Y estaba esa maledicencia de pueblo, el chisme, la cosa contenida u oculta que empezó a hacerse más patente y asfixiante.  
–Leyendo tus libros y algunas notas anteriores aparece un registro entre poético e hiperrealista, e influencias como Flannery O’Connor, Carson McCullers, Rulfo, Onetti, Sara Gallardo. ¿Cuáles son tus autores faro? 
–A Sara Gallardo la leí menos que a los demás, pero me interesa mucho. Y Onetti fue una revelación cuando empecé a escribir. Después aparecieron otros autores con los que me sentía cerca, como Daniel Moyano u Horacio Quiroga, a quien recuperé de mis lecturas de la infancia. Las autoras norteamericanas que me gustan son, sí, Carson McCullers y Flannery O’Connor. A los cuentos de Flannery vuelvo siempre; es una gran narradora breve: sus cuentos me gustan más que sus novelas. De McCullers, mi novela favorita es El corazón es un cazador solitario. 
–¿Y por qué escribís? ¿Qué les decís a los más jóvenes cuando te lo preguntan? 
–Escribo porque me gusta, me interesa, y si no me pasara eso, no lo haría. No soy de los escritores que se quejan y dicen que cuando no escriben lo pasan mal. Necesito una conexión con lo que hago, y escribir es solo una parte de mi vida diaria. Hay épocas en las que escribo mucho y semanas en las que no escribo una página. Chicas muertas es un libro que escribí en dos o tres meses luego de años de juntar material y hacer entrevistas. Ahora estoy reescribiendo una novela. 
–¿Cómo nació Chicas muertas? ¿Por qué esta novela sobre femicidios?  
–El disparador fue el asesinato de una chica en Entre Ríos, que me impactó mucho cuando yo también era adolescente. Me había quedado esa historia en la cabeza y tuve que volver ahí, a ese crimen que había quedado sin resolución. Tenía un interés genuino por el tema de la violencia de género y sobre todo por ese tipo de violencia más solapada, doméstica, tantas veces impune. 
–¿Cuál es tu intención con la publicación del libro? 
–Quería contar estos casos de violencia y también contar escenas más pequeñas y cotidianas que no llegan al extremo del femicidio, pero que están presentes todos los días. Muchas veces pienso en cómo los responsables de esos crímenes siguen viviendo entre los parientes, en esas mismas calles. Fuera de eso, mi única pretensión era conservar la memoria de estas chicas. Durante años, cuando una mujer era asesinada por una cuestión de género, pensaba: “ Podría haber sido yo” .
–¿Tuviste alguna respuesta especial tras la publicación del libro ? 
–Hace poco pasó algo que me gustó: me convocaron para presentar el libro en la Librería de las Mujeres. Fue interesante que un grupo de feministas como ellas hubieran leído el libro, y nos pusimos a charlar. Me dijeron que, de esta manera, el tema podría llegar a otro público o a más personas. 
–A partir del éxito de El viento que arrasa y de Ladrilleros, ¿sentís la presión de seguir entusiasmando a los lectores? 
–No siento presión; lo de El viento que arrasa nos tomó por sorpresa a mí y a mis editores, y me alegra seguir publicando. Es innegable que a partir de ese libro el reconocimiento llegó y me posicionó en otro lugar. Antes tal vez no decía que era escritora y no me invitaban a ninguna parte. ¡Ahora me invitan a todos lados! El año pasado fui a Guadalajara, este año fui al Salón del Libro de París, a Lisboa, Italia, Perú. Ahora me voy a Bolivia y a Chile. 
–¿Podés vivir de los libros? 
–No. Los libros se venden bien, pero son best sellers solo para mi editorial, que es chiquita. Vivo de los talleres de escritura donde hago seguimiento de obra. Doy uno en Espacio Enjambre y otros en mi casa con Julián López. Obviamente la gente que llega se interesa después de haber leído los libros o por las notas que van saliendo. Antes de eso, trabajé como profesora en un colegio secundario, y como administrativa en un hospital. 
–¿Cómo sigue el camino?¿Estás reescribiendo una novela? ¿Una historia urbana esta vez?
–No. La historia transcurre otra vez en Entre Ríos.  Empecé con una anécdota de pesca que me contaron y ahí estoy, en una isla de Paraná.
–¿No nos vas a contar nada más? 
–Es que no sé mucho, la retomé después de un tiempo y ahí estamos. A medida que escribo voy descubriendo de qué se trata. Y muchas veces me preguntan por qué los paisajes del interior. En una época quería escribir relatos que transcurrieran en la ruta y así escribí “Intemec” y El viento que arrasa. Hay algo fascinante en los relatos de ruta. Debe ser esto de moverse de un lado a otro.





¿SE ESTÁ IMPONIENDO EL SUEÑO CHINO AL SUEÑO AMERICANO?

BBC Mundo de Londres (www.bbc.co.uk/mundo)
                                    
Fuegos artificiales, el presidente Obama vestido con un chaqueta de Mao, China impulsando instituciones económicas y de seguridad que pasan por alto el orden regional suscrito por Estados Unidos.
La impresión abrumadora de la reciente cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) fue de que el presidente Xi Jinping estaba dando símbolos y substancia a su "sueño chino" y de que comenzó el gran partido entre la superpotencia existente y la aspirante.
El último gran juego estadounidense en Pekín antes de la llegada de Obama fue entre los Brooklyn Nets y los Sacramento Kings.
La Asociación Nacional de Baloncesto de Estados Unidos, la NBA, genera pasión en Pekín. En lo que respecta a entretenimiento y energía, es difícil de igualar.
Las porristas en sus bikinis con lentejuelas, las mascotas de los equipos que abrazan a la multitud. Aquí hay una generación que se crió con el deporte estadounidense, Hollywood y perros calientes.
¿Qué es lo que tiene EE.UU. que embelesa a esta audiencia?
"Las estrellas. Kobe Bryant. Kevin Durant. LeBron James".
"Michael Jackson, Vanilla Ice, MC Hammer".
"La música, las películas, Hollywood, el deporte, la comida".
Hace 35 años, China restableció relaciones diplomáticas con EE.UU., parte de su travesía desde el aislamiento para reincorporarse a la economía global.
Washington creía que después de décadas de exposición al sueño americano, China sucumbiría a sus valores, incluidos la libertad de expresión y la democracia.
Pero hasta ahora China se ha quedado con el deporte y el entretenimiento, descartando el resto.
Tomando impulso
Una tarde de domingo por encima de un emporio de té en el oeste de Pekín, niñas de siete años en vestidos de seda de colores brillantes tocan antiguas cítaras chinas. Muchas entre la audiencia también visten atuendos tradicionales.
La Asociación de Vestidos Han se reúne semanalmente para preservar un legado que sus miembros creen es más rico que cualquier cosa que Hollywood tenga para ofrecer.
Resplandeciente en su túnica roja bordada, Liu Baokun dice que grupos como éste están tomando impulso en todo el país.
"El mundo se está desarrollando de un modo extremadamente rápido y el Partido (Comunista Chino) está hablando de construir una sociedad armoniosa", afirma.
"La cultura china tiene miles de años, nos la pasaron nuestros ancestros y sigue siendo central en nuestras vidas. Promover esta cultura es una meta para el partido y es un objetivo que nosotros, el pueblo chino, comprende y comparte".
Una tarde de poesía y canción de la dinastía Tang recuerda a la audiencia que la edad de oro de China, en el Siglo VIII, está muy en armonía con el mensaje que llega de arriba.
El lema del presidente Xi es el gran rejuvenecimiento de la nación china, lo cual incluye la cultura, tradiciones políticas, poesía y paternalismo.
El profesor Wang Yiwei, de la Escuela de Estudios Internacionales de la Universidad de Renmin, advierte que la China del presidente Xi desafía una cosmovisión mundial estadounidense.
"Soñamos el sueño chino ahora. Antes, todos soñaban el sueño americano. EE.UU. es un país construido sobre el excepcionalismo americano, la idea de que los estadounidenses son el pueblo escogido de Dios, una potencia insuperable.
"Pero ahora, lo sentimos, ustedes los estadounidenses están en segundo lugar después de China. ¿Podrá EE.UU. aceptar esto? ¿Podrá reconfigurar su identidad y sentimiento de superioridad?"
Mucho en común
En la cumbre del APEC en China, el presidente Obama demostró que estaba preparado para probarse la ropa.
Es una tradición de APEC que se use el traje típico del país anfitrión, y Obama usó su traje de seda de cuello alto de Mao con gracia, mientras parecía disfrutar los fuegos artificiales y la actuación predeciblemente épica de danzas y tambores.
El hecho es que China y EE.UU. tienen mucho en común. Ambos son países que creen en su propio destino especial y que ven su cultura como un regalo excepcional a la humanidad.
Los dos son enormes potencias continentales, uno que dirige al mundo ahora y el otro que lo ha hecho en el pasado y espera volver a hacerlo.
Por supuesto, hay tantas diferencias como similitudes. EE.UU. es una joven democracia a la que le gusta discutir, mientras que China es un antiguo estado burocrático.
Al terminar la cumbre de APEC y comenzar la cumbre entre EE.UU. y China, la pregunta inquietante en ambos eventos, en Pekín, es: ¿cuál gigante es más resistente para los desafíos del Siglo XXI?





LA EFEDRINA, TEMA ARGENTINO EN WASHINGTON DC
                                                                                    
Las causas judiciales que comprometen a la Administracion Kirchner resultan un problema en la eventual retirada del poder. O las intentan cerrar antes de marcharse o apuestan a no marcharse: esa parece ser la disyuntiva para personajes influyentes de la Administración K. Douglas Farah, investigador senior del International Assessment and Strategy Center, de Washington DC, especializado en enfoques de mediano y largo plazo que impactan en la política de seguridad de USA, sus intereses principales y alianzas, ya es conocido por la opinión pública argentina, ya que realizó varios reportes acerca de la Administración Kirchner, que provocaron un gran enojo entre los integrantes del Frente para la Victoria.

Urgente 24 de Argentina (www.urgente24.com)
                                                  
El llamado 'clan Zacarías' lo integran quien fue el secretario de Granero, Miguel Zacarías; el ex empleado de la obra social PAMi, Máximo Zacarías; Rubén Zacarías (ex subsecretario de Protocolo y Ceremonial de Presidencia de la Nación hasta 2013); y Luis Zacarías (quien trabaja en la secretaría privada de Cristina Fernández de Kirchner).
Este 'clan Zacarías' nada tiene que ver con el 'clan Zacarías Irún', de Paraguay (Javier Zacarías Irún es el principal referente político del Alto Paraná; y su mujer Sandra McLeod es la alcalde de su bastión, Ciudad del Este).
Los Zacarías argentinos se encuentran en la mira por la participación probada de alguno de ellos en la importación y comercialización de efedrina.
Informe Farah
La efedrina en la Administración K es otro tema abordado por Douglas Farah, investigador senior del International Assessment and Strategy Center, de Washington DC, USA.
Farah explicó que su nuevo documento, elevado al Senado estadounidense, "es una actualización sobre el tráfico de drogas y la corrupción en el gobierno de Fernández de Kirchner, que enfoca la investigación de químicos precursores que han llevado a la presentación cargos judiciales en contra de algunos de los socios más cercanos de la Presidenta. (...)".
Hay algunos párrafos que no son novedosos para la opinión pública argentina pero sorprende encontrarlos en la literatura que circula sobre la Administración K en la capital federal estadounidense.
Por ejemplo:
"(...) Ha recibido alguna atención internacional el rápido crecimiento de tráfico de cocaína y la violencia que lo acompaña, especialmente cerca de la porosa frontera con Bolivia, y cuyo centro es la ciudad de Rosario. La cocaína pasa de contrabando desde Bolivia y Perú hacia la Argentina, transita el país en camiones para luego ser transportada por mar hacia mercados en el extranjero, especialmente en Europa, lo que ha resultado en una explosión de asesinatos en una región anteriormente pacífica.
Los niveles y métodos de violencia eran desconocidos en la Argentina moderna hasta hace tres años.
Sin embargo, son los escándalos y la corrupción que rodean a la industria de efedrina en el país, prácticamente sin reglamentación, que siguen enturbiando al gobierno de Fernández de Kirchner y sus personas cercanas a él. La efedrina es una sustancia precursora importante en el floreciente tráfico de metanfetamina, y ha sido importada a la Argentina en cantidades masivas en los últimos años. 
Gran parte de la efedrina es transportada luego a Méjico y otros lugares para la elaboración de metanfetamina, lo que beneficia directamente al lucro del cartel de Sinaloa y varias organizaciones colombianas, como por ejemplo, la Oficina de Envigado. (...)
La participación de Zacarías es de particular importancia.
Al igual que Granero, Zacarías y sus tres hermanos gozan de una larga relación con la familia Kirchner, y habían desempeñado una variedad de cargos en los gobiernos del matrimonio.
Dos de los hermanos de Miguel, Rubén y Luis, fueron altos funcionarios en la oficina de protocolo de la presidencia. Durante años los hermanos decidían quién viajaría en el avión presidencial y quienes recibirían pago de viáticos por viajar con asuntos del gobierno.
Según investigaciones oficiales e informes en los medios de comunicación, Miguel Zacarías era el funcionario en la oficina de Granero que supervisaba la importación de efedrina. Hizo llamadas frecuentes a la Casa Rosada (así se conoce la casa presidencial argentina), y a agencias de seguridad responsables por la aprobación de los cargamentos, para asegurar su llegada sin dificultades. La jueza Servini cita dichas llamadas específicamente en su indagación de los registros telefónicos de las oficinas presidenciales. (...)
 (...) Hay otra situación judicial que deja empañada la oficina del Fiscal General de la República.
La oficina está a cargo de otro funcionario leal a la presidenta quien inició una investigación
de las actividades de un juez que investigaba agresivamente la ruta que siguieron fondos ilícitos que parecía dirigirse directamente hacia la presidenta.
 (...) La Presidenta y Gils Carbó iniciaron un movimiento llamado “Justicia Legítima,” formado por jueces, fiscales, y abogados cercanos al gobierno, en respuesta a las numerosas investigaciones sobre la corrupción de sus funcionarios. El movimiento aboga por “justicia popular” mucha mayor injerencia del Poder Ejecutivo en el Poder Judicial, y menos independencia judicial. El grupo dirigió el ataque en contra de Campagnoli.
En un giro de eventos inesperado, el juicio de Campagnoli, el cual fue prolongado por meses, finalmente le costó al gobierno capital político de consideración con un resultado vergonzoso.
El jurado de jueces y abogados que llevaban el juicio tuvo que levantar la sesión al encontrarse en un punto muerto después de que un miembro del jurado saliera con baja médica por una condición nerviosa. Estando todavía bajo investigación, Campagnoli fue restituido a su puesto. Enfrentados con un torrente de apoyo público para el fiscal, el gobierno también aceptó sus demandas de reconstituir su equipo de investigación legal que había sido desmantelado. (...)"
Proceso
El ex secretario de la Lucha contra el Narcotráfico de Argentina, José Ramón Granero, será juzgado en 2015 por su complicidad en el tráfico de 40 toneladas de efedrina, que es utilizada por narcotraficantes para fabricar metanfetaminas.
La efedrina es de origen vegetal, principio activo aislado originalmente de Ephedra distachya, conocida en extremo oriente como Ma huang, hierba ampliamente utilizada en la medicina tradicional china. 
Este alcaloide también puede encontrarse en menor concentración en la planta Sida cordifolia y en la Ephedra funerea, que es conocida como "té mormón" en USA.
La molécula de la efedrina fue originalmente el precursor químico para la síntesis de la anfetamina
Un precursor químico es una sustancia indispensable o necesaria para producir otra mediante una reacción química. Y es un tema muy delicado en la Argentina el acceso relativamente sencillo a precursores químicos indispensables para la producción de narcóticos.
Por ejemplo, el ingeniero químico Javier Lagares se encuentra detenido por la explosión de la fábrica Raponi Industrial Química, en barrio Alta Córdoba (de la ciudad de Córdoba).
Lagares es el responsable técnico de la firma que estaba autorizada a la manipulación de productos no inflamables, pero en el que se habrían hallado recipientes de formol, bolsas de nitrato de sodio y amoníaco, un conocido precursor químico utilizado por el narcotráfico para la elaboración de droga, y que sólo puede ser usado con permiso del Sedronar. 
El procesamiento del extitular de la Secretaría de Prevención de la Drogadicción y Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar) se enmarca en “la ruta de la efedrina”, el entramado que armaron narcotraficantes mexicanos y empresarios y funcionarios argentinos.
Según la investigación, la Sedronar permitió que, entre 2004 y 2008, se importaran 47.6 toneladas de efedrina, de las cuales 40.9 toneladas fueron desviados a manos de narcotraficantes que estaban en México o que ya operaban en varias provincias argentinas.
La Sala I de la Cámara Federal confirmó el procesamiento del ex titular de la Sedronar, José Ramón Granero y de Gabriel Abboud y Julio De Orué, ambos ex funcionarios de la Sedronar, como "partícipes necesario del delito de haber introducido al país materias primas destinadas a la fabricación de estupefacientes".
Sin embargo, la Sala I revocó los procesamientos y les dictó la falta de mérito a 3 directores técnicos de las droguerías involucradas en la maniobra.





Entrevista a la socióloga Maristella Svampa

CRISTINA, EL ‘MALDESARROLLO’ Y EL PROGRESISMO SUDAMERICANO

Rebelión de España (www.rebelion.org)
                                                  
Los libros de y ensayos de Maristella Svampa no ocupan un lugar central en las bateas promocionadas por los gobiernos progresistas sudamericanos. Indudablemente piezas como 15 mitos y realidades de la minería transnacional argentina, o la novela Donde están enterrados nuestros muertos, van a contramano de la narrativa de época gubernamental.
—Venís acuñando la categoría “consenso de los commodities” para referirte a un modelo productivo y cultural regional invisibilizado en el relato político de los gobiernos progresistas, ¿Qué hechos, datos o acontecimientos de la actual coyuntura sudamericana te parecen que refuerzan o resignifican tu tesis sobre la “ilusión (neo) desarrollista”?
—Creo que, en los últimos años hubo una suerte de “blanqueo” del consenso de los commodities. Me explico. La expansión del neoextractivismo, y la conflictividad asociada a éste, hay que leerlas desde una perspectiva dinámica. En esa línea, el consenso de los commodities tiene varios momentos. La primera fase es la del período de auge económico, de apertura política, pero también de no reconocimiento de los conflictos asociados a la dinámica extractiva. Esta fase se extiende aproximadamente desde 2002-2003 hasta 2008-2010, época en la cual varios gobiernos progresistas, consolidados en sus respectivos mandatos (algunos en un contexto de reelección) fueron admitiendo una matriz explícitamente extractivista, debido a la virulencia y la visibilidad a nivel nacional que adquirieron ciertos conflictos territoriales y socioambientales: ahí los casos del Tipnis (Bolivia); la construcción de la megarrepresa de Belo Monte (Brasil), la pueblada de Famatina (Argentina) y las resistencias contra la megaminería (Argentina), la suspensión final de la propuesta Yasuní (Ecuador), el conflicto por el proyecto megaminero de Aratirí (Uruguay), entre ellos. La respuesta de los diferentes gobiernos progresistas fue la estigmatización de la protesta ambiental y la deriva hacia una lectura conspirativa. Optaron por un lenguaje nacionalista y el escamoteo de la cuestión, negando la legitimidad del reclamo y atribuyéndolo, sea al “ecologismo infantil” (en Ecuador), al accionar interesado de Ong extranjeras (en Brasil y Bolivia) o incluso al “ambientalismo colonial” (según el vicepresidente García Linera, en Bolivia). Ni que hablar de Argentina, donde se minimizó el conflicto en Famatina, se buscó su reencapsulamiento en la esfera provincial y la megaminería fue finalmente blanqueada; esto es, presentada como parte legítima del proyecto kirchnerista.
Se abrió, entonces, lo que llamo una segunda etapa que nos interna en un período de blanqueo u oficialización del consenso de los commodities, a raíz de los conflictos en los territorios. Esta corresponde también a una época en la cual los gobiernos progresistas redoblaron la apuesta, a través de la multiplicación de los proyectos extractivos, paradójicamente utilizando un discurso industrialista. Para el caso de Brasil, el Plan de Aceleración del Crecimiento multiplica el número de represas en la Amazonia. En Bolivia es la promesa del “gran salto industrial”, fórmula lanzada en 2010 y basada en la multiplicación de los proyectos extractivos (gas, litio, hierro, agronegocios, entre otros). Para el caso de Ecuador, es el avance de la megaminería y el final de la moratoria del Proyecto Yasuní (2013). Por su parte Venezuela formuló en 2012 el plan estratégico de producción del petróleo, que implica un avance de la frontera de explotación en la faja del Orinoco, donde se hallan los crudos extrapesados (no convencionales). Argentina lanzó el Plan Estratégico Agroalimentario 2010-2020, que proyecta un aumento de la producción de granos, al tiempo que avanza en la explotación de los hidrocarburos no convencionales, a través del fracking. Entre 2013 y 2014 Uruguay anuncia de modo unilateral dos aumentos en la producción de la pastera Upm (ex Botnia); y el conflicto por Aratirí se profundiza.
Además, como afirma Martínez Alier en un artículo reciente, la balanza comercial de países como Argentina, Colombia, Brasil, Perú y Ecuador ya presenta un saldo negativo. Se exporta mucho y sin embargo no se cubre el costo de las importaciones. Esto no sólo conlleva más endeudamiento sino también más extractivismo, a fin de cubrir el déficit, con lo cual entramos ya en una espiral perversa.
—¿Qué líneas de continuidad o ruptura tiene el actual desarrollismo con el modelo desarrollista de sustitución de importaciones pregonado en la década del 60 en la región.
—Veo escasas continuidades y claras rupturas. Más allá de la retórica nacionalista en boga, uno de los elementos clave es la asociación con los capitales privados multinacionales, cuyo peso en las economías regionales, lejos de atenuarse, se fue acentuando a medida que se expandían y multiplicaban las actividades extractivas. Un nuevo desarrollismo, más pragmático y en clave extractivista, no necesariamente ligado a las formas del estatismo propio de los años cincuenta-setenta, asoma como rasgo central de la práctica dominante, y configurando la nueva hegemonía. Además, el efecto de reprimarización de las economías se profundiza con el rol cada vez mayor que tiene China en América Latina.
El “maldesarrollo” no tiene que ver solamente con modelos de producción sino también con modelos de consumo que prevalecen tanto en el Norte como en el Sur global, con lo cual estamos frente a un problema de fondo, de orden civilizatorio. Esto no significa desresponsabilizar a los gobiernos latinoamericanos, cuando vemos que éstos promueven activamente dichos modelos de maldesarrollo a través de políticas públicas y los presentan como la panacea. Es lo que hizo el kirchnerismo en la última década, a través del modelo sojero, el de megaminería y ahora con el de hidrocarburos.
Tomemos el modelo sojero: en vez de pensar en una transición y salida del monocultivo, el gobierno redobla la apuesta a través del Plan Estratégico Agroalimentario 2010-2020, que plantea un aumento del 60 por ciento de la producción de soja, con los efectos que esto tiene en términos de deforestación, corrimiento de la frontera agropecuaria y, por ende, de mayor criminalización y represión de poblaciones campesinas e indígenas. A esto sumaría los efectos socio-sanitarios que se están haciendo públicos y los nuevos convenios con la trasnacional Monsanto y los conflictos desatados en la provincia de Córdoba, que también ilustran la relación entre modelo sojero y regresión de la democracia. Por último, agreguemos el proyecto de la nueva ley de semillas, que avanza en el sentido de la mercantilización. Así, pese al fuerte imaginario agrario que hay en Argentina, la visibilidad del agronegocio como modelo de maldesarrollo es cada vez mayor.
—Los gobiernos de la región aducen que China, o muchos de los países del Brics (grandes inversores en el área de los commoditites), ejercen una suerte de dominación suave, ya que como hegemón no se entrometen en la agenda doméstica gubernamental, en contraste con el injerencismo estadounidense. ¿Qué te parece esta lectura política?
—Creo que es de una gran ingenuidad. Lejos de la autodefinición como “país en desarrollo”, China constituye hoy una gran potencia económica, con un ascenso vertiginoso y una diversificada presencia a nivel global. El ingreso a un mundo multipolar tiene a China como uno de los candidatos firmes a convertirse en posible hegemón en el moderno sistema-mundo. Según el Consejo Nacional de Inteligencia de Estados Unidos, para el año 2030 Asia habrá superado a América del Norte y a Europa combinadas en términos de un poder global basado en el nivel de Pib, población, gasto militar e inversión tecnológica. En este marco, en los últimos años los intercambios entre América Latina y China se intensificaron notoriamente. Tal es así que China ocupa el primer puesto como país de destino de sus exportaciones para Brasil, Chile y Perú; el segundo para Uruguay, Venezuela y Colombia, el tercero para Argentina. Asimismo, es el principal país importador para Brasil y Paraguay, y el segundo para Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Honduras, México, Perú, Panamá y Venezuela.
Así, en el sector de hidrocarburos, están presentes en la región las cuatro grandes empresas de origen chino: Sinopec, la Corporación Nacional de Petróleo de China, la China National Offshore Oil Company y Sinochem. Por otra parte, no podemos dejar de mencionar la participación conjunta en explotaciones por parte de Sinopec con Repsol Brasil, y de Sinochem con Statoil Brasil (ambas de origen europeo) y la adquisición del 50 por ciento del grupo Bridas (Argentina) por parte de Cnooc. Bridas, que es la propietaria del 40 por ciento de las acciones de Pan American Energy, explota el yacimiento petrolífero más importante de Argentina, Cerro Dragón, en Chubut. También están presentes capitales chinos en Vaca Muerta, para la explotación de hidrocarburos no convencionales. Puede concluirse que el tipo de inversiones que la región latinoamericana recibe de China no tiende a desarrollar capacidades locales, ni actividades intensivas en conocimiento o encadenamientos productivos. Tiende a potenciar las actividades extractivas en detrimento de aquellas con mayor valor agregado, lo cual genera un efecto reprimarizador de las economías de América Latina.
Más allá de las expresiones de deseo que podemos encontrar en los documentos de la Cepal, o en ciertos analistas (Mónica Bruckmann, por ejemplo), estamos lejos de una relación de cooperación Sur-Sur. Antes bien, estamos asistiendo a la consolidación de nuevas y vertiginosas relaciones asimétricas entre América Latina y China. La emergencia de una nueva dependencia, cuyos contornos –en término de ordenamiento económico y jurídico– y condiciones de subordinación (y de desarrollo) se estarían definiendo, hacen plausible la hipótesis del pasaje del consenso de los commodities al consenso de Beijing, lo que traerá aparejado nuevas consecuencias políticas, sociales, ambientales y culturales.
—Muchos intelectuales orgánicos del rumbo progresista regional, como el vicepresidente boliviano García Linera, defienden el modelo extractivista con dos ejes bien claros: que la captura de renta posnacionalización de recursos permite fomentar planes sociales y, por otro lado, recuerdan que los países periféricos deben completar la senda del desarrollo económico para luego, sí, poder dar un salto cualitativo en la matriz productiva.
—Bolivia es uno de los países en los cuales la política de planes sociales está directamente atada a la renta extractiva. Sin embargo, creo que se exagera la relación entre planes sociales y reducción de la desigualdad. En realidad, a la hora de hacer un balance ya se está viendo que en países como Ecuador y Argentina, en la última década, la disminución de las desigualdades fue mínima y la concentración económica mayor. Sucede que si el patrón de distribución de riqueza no es afectado, como afirma el ecuatoriano Alberto Acosta, “los ricos seguirán siendo más ricos, y los pobres, pueden en algún caso mejorar sus condiciones de vida, gracias a una serie de ejercicios clientelares del Estado, pero seguirán siendo marginados y dependientes”. Tengamos en cuenta que el 19 por ciento de la población latinoamericana, según estimaciones de la Cepal, recibe planes sociales. Podemos compartir la medida, pero de ninguna manera podemos afirmar que esto se traduzca en una reducción significativa de las brechas de desigualdad. Los excluidos siguen siendo excluidos y, más que nunca, dependientes de las políticas gubernamentales.
Por otro lado, es un error seguir creyendo que hay una senda evolutiva que conduce del subdesarrollo al desarrollo. El extractivismo no conduce a un modelo de desarrollo industrial o a un salto de la matriz productiva, sino a más reprimarización y a la consolidación del maldesarrollo, insustentables en diferentes niveles y dimensiones, que abren a una fase de criminalización y violación de derechos humanos. Por último, hay que pensar de modo más global, no quedarnos en la cuestión nacional y regional: los sucesivos informes sobre los límites del crecimiento, la huella ecológica, el calentamiento global, entre otros, nos envían claras señales hacia los países del Sur de que el modelo de desarrollo industrial propio de los países del Norte no puede ser universalizable, ya que tenemos un solo planeta, y queremos conservarlo.
—El agronegocio sojero y la megaminería ganaron cierto consenso social y un significativo apoyo gubernamental gracias a su alta renta en divisas. ¿Los promotores petroleros del fracking recorren la misma estructura narrativa que las anteriores oleadas extractivistas para promocionar la viabilidad del gas shale?
—Para comenzar, no es lo mismo el agronegocio, en términos de renta en divisas, que la megaminería. En el libro mostramos las limitaciones de esta lectura respecto de la megaminería, contestando punto por punto los argumentos y datos de la Cámara Empresarial Minera. No los voy a repetir acá. Por otro lado, el libro tiene un capítulo largo sobre el fracking donde analizamos la construcción de lo que llamamos el “consenso sobre el fracking”, el cual se monta sobre una campaña nacionalista (la expropiación parcial de Ypf), y en la asimilación entre soberanía hidrocarburífera y soberanía energética.
No es casual que esta campaña haya arrancado luego de la aprobación del convenio con la multinacional estadounidense Chevron. A partir de ahí, la estrategia comunicacional del gobierno se propuso minimizar todas las irregularidades e ilegalidades cometidas, colocando un manto de olvido sobre las múltiples dudas que había respecto del citado convenio. Más aun, buscó construir un consenso en torno del fracking, mostrando que de la mano de Ypf éste no es sólo “seguro” y “necesario”, sino además altamente “beneficioso” para el país. Así que, si bien encontramos una narrativa “eldoradista”, ésta se hace en clave fuertemente nacionalista; algo que el gobierno argentino explotó al máximo, al punto de identificar la selección de fútbol con Ypf, y el valor de la recuperación de Ypf con la figura de Messi.
—¿A qué te referís cuando hablás de urbanismo neoliberal?
—Me refiero al modelo de ciudad que hoy se impone en nuestro país, expresado en el vertiginoso proceso de especulación inmobiliaria que mercantilizó hasta el paroxismo las condiciones de acceso a la vivienda, cuestionando la tradición de los espacios públicos. Enrique Viale lo denomina también “extractivismo urbano”. Lejos de salir del modelo de ciudad neoliberal, en los últimos diez años los diferentes gobiernos profundizaron la acción del mercado de la mano de los grandes agentes económicos. También incluimos en el libro la expansión de los megaemprendimientos residenciales –al estilo de los countries–, comerciales y turísticos, que se reactivaron de la mano de desarrolladores y grandes grupos inmobiliarios a partir de 2004. Un ejemplo de ello son las urbanizaciones cerradas acuáticas que construyen su oferta en torno a paisajes asociados al agua y que hoy amenazan ecosistemas estratégicos y frágiles, como los humedales y las cuencas de los ríos, imprescindibles para la sustentabilidad del aglomerado metropolitano.
—En clave regional, organismos como la Unasur han dado debates y acciones soberanas muy interesantes en el capítulo de la defensa (Consejo de Defensa Sudamericano), en materia política (desconexión de la Oea), e incluso antinarcóticas (despegue de la doctrina del Comando Sur). ¿Por qué te parece, entonces, que el proceso de integración regional no aborda de manera encendida cómo desconectarse de las grandes cadenas de valor mundial que profundizan el perfil primarizante de nuestra economía?
—La Unasur defiende una perspectiva neoestructuralista, desarrollada por la Cepal, que parte del reconocimiento de que la acumulación se sostiene en el crecimiento de las exportaciones de commodities o bienes primarios. Ya en 2010 el brasileño Bresser Pereira escribió sobre el neodesarrollismo señalando que “en la era de la globalización, el crecimiento liderado por las exportaciones es la única estrategia sensata para los países en desarrollo”. El neoestructuralismo aparece así como la base conceptual de los gobiernos progresistas en cuanto a la concepción del desarrollo. Esta posición, hoy sostenida por la Cepal, fue presentada oficialmente en la Unasur en la reunión de Caracas, en junio de 2013, centrada en el tema “Recursos naturales para un desarrollo integral de la región”, que subraya las condiciones privilegiadas que ofrece América Latina en la actual fase, en términos de “capital natural” o de recursos naturales estratégicos, demandados por el mercado internacional, muy especialmente Asia.
El neoestructuralismo tiene una concepción sobre los bienes naturales que instala un campo de ambigüedad entre la noción de commodities y recursos naturales estratégicos. Si bien la política de desarrollo se orienta al crecimiento de las exportaciones y la asociación con grandes corporaciones trasnacionales, también busca un control mayor por parte de los estados de la renta extractiva, en materia de hidrocarburos y energía. En una suerte de wishful thinking, la región propone como estrategia industrializar los recursos naturales, que algunos avizoran a través de la relación estratégica con China (véase Mónica Bruckmann). Otros autores consideran que a partir de la primera parte del siglo XXI ya no es posible hablar de deterioro de los términos de intercambio (tal como lo hacía Raúl Prebisch en décadas pasadas al criticar la estructura productiva de los países latinoamericanos y dar cuenta de las relaciones asimétricas del intercambio comercial con los países desarrollados). Pero los deseos no pueden contra la realidad, ya que lo que tenemos es un escenario crecientemente reprimarizador. Y, además, pareciera que la caída de los precios de los commodities en los últimos tiempos no les darían la razón.
—La Alianza del Pacífico, en caso de ensancharse a nivel regional, ¿implicaría una profundización del modelo productivo extractivista?
—Es cierto que tres de los cuatro países que componen esa alianza (Perú, Chile, Colombia), son exportadores de commodities y son extractivo-dependientes (a excepción tal vez de México, el cuarto socio). Pero la profundización del extractivismo también se ha venido dando en un contexto de gobiernos progresistas. La industria retrocede en Argentina, e incluso en Brasil, frente a la demanda de commodities.

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