La Alianza
Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA), que hoy celebra su primera
década, se conmemoró ayer en Buenos Aires con un amplio programa. Los festejos
incluyen una muestra de cine y una conferencia en la Cancillería que presidirá
el actual secretario ejecutivo de la organización, el venezolano Bernardo
Alvarez, junto al vicecanciller argentino, Eduardo Zuaín.
La organización
de países bolivarianos surgió el 14 de diciembre de 2004 por un acuerdo
suscripto en La Habana entre los entonces presidentes de Venezuela, Hugo
Chávez, y de Cuba, Fidel Castro, pero fue propuesta por primera vez en ese
mismo mes de 2001 por el mandatario venezolano.
La propuesta
inicial de Chávez surgió como respuesta al Area de Libre Comercio para las
Américas (ALCA) que impulsaba Estados Unidos y que finalmente fue rechazada por
América latina en la cumbre de Mar del Plata en 2005. Al año siguiente se sumó
a la iniciativa Bolivia; en 2007, Nicaragua; y en 2008 lo hicieron la isla
caribeña de Dominica y Honduras.
Ecuador, San
Vicente y las Granadinas y Antigua y Barbuda formalizaron su adhesión en 2009,
y en enero de 2010 Honduras abandonó el bloque tras el golpe de Estado que
derrocó al presidente Manuel Zelaya.
La escasa
diversificación de la oferta regional existente ponía en evidencia que el ALCA
no podría ser la oportunidad para alcanzar un tipo de desarrollo en que se
armonizara el crecimiento económico con una buena calidad de vida y grado de
bienestar para los países latinoamericanos, de acuerdo con Chávez y los demás
líderes regionales que dieron vida al bloque bolivariano.
El embajador
venezolano en Argentina, Carlos Martínez, señaló que el ALBA nació sobre la
base de una integración que va más allá de los esquemas “puramente comerciales
y mercantilistas”, a una alianza entre pueblos. “No representa una competencia
para los otros mecanismos de integración en la región, sino que brinda la
posibilidad de complementarlos”, dijo. “No es un instrumento regional
economicista, sino más bien político y social”, añadió Martínez.
Los países del
ALBA cuentan en su conjunto con un Producto Interno Bruto de 600.000 millones
de dólares y más de 80 millones de habitantes, según datos del VII Consejo
Económico de la Alianza, que se celebró en abril de 2012 en Quito. Entre los
principales proyectos del ALBA figuran el Tratado de Comercio de los Pueblos
(TCP); el Banco del ALBA y el Sistema Unico de Compensación Regional (Sucre),
para sustituir el dólar en los intercambios comerciales del bloque.
La propuesta de
crear el sucre como mecanismo financiero de integración regional para reducir
la dependencia del dólar había sido considerada durante una cumbre
extraordinaria del ALBA, en noviembre de 2008 en Caracas. “Estamos dando un
paso de grandes proporciones tomando en cuenta la crisis mundial y la
vinculación de ésta con el debilitamiento del dólar como símbolo de valor;
avanzamos hacia la nueva reorganización de la arquitectura financiera mundial”,
explicó el entonces ministro de Economía Alí Rodríguez.
En tanto, el
Tratado de Comercio de los Pueblos (TCP) reivindica un comercio “justo”,
“complementario” y “solidario”. Fue propuesto por el gobierno boliviano y
firmado el 29 de abril de 2006 por Bolivia, Venezuela y Cuba. El bloque también
creó empresas “grannacionales” como ALBA-Alimentos, para la producción y
distribución de alimentos en la región y, en 2005, por iniciativa de Venezuela
–quinto exportador mundial de petróleo–, Petrocaribe, que provee crudo y
derivados a cambio de bie-nes y servicios y en condiciones financieras
ventajosas.
Gloria Vidal,
la embajadora de Ecuador en Argentina, resaltó que el ALBA fomenta el
desarrollo y el crecimiento con inclusión, no sólo entre los países que lo
componen, sino que abre sus puertas al resto de la región.
Sobre los retos
que afronta en la actualidad el bloque, el embajador de Bolivia, Liborio
Flores, expresó que radican en la lucha para erradicar la pobreza y avanzar en
el desarrollo humano y social armónico. “El ALBA tiene que replantearse los
objetivos y los planes de acción de forma más eficiente y responsable para dar
respuesta a las necesidades históricas de los pueblos”, señaló.
Según los
objetivos manifiestos del ALBA, su finalidad es ofrecer mecanismos que
produzcan ventajas cooperativas entre las naciones y que permitan compensar las
asimetrías existentes entre los países del hemisferio. “Se basa en la
cooperación de fondos compensatorios para corregir las disparidades que colocan
en desventaja a los países débiles frente a las primeras potencias”, definió el
bloque entre sus principios el día de su fundación.
De hecho, la
organización centra su atención en la lucha contra la pobreza y la exclusión
social. Uno de sus programas más exitosos es el de formación de médicos, que surgió
en el año 2005 –en el marco del ALBA–, a partir de una idea de Fidel Castro y
Chávez, y desde entonces se graduaron unos 18 mil jóvenes. El presidente
venezolano, Nicolás Maduro, resaltó recientemente la “tradición solidaria” del
pueblo cubano, ya que sólo en Venezuela unos 30 mil médicos cubanos forman
parte de la Misión Médica Cubana, prestando servicios en Venezuela, además de
asumir tareas docentes y de asesoramiento técnico y profesional.
El ALBA también
trabaja por el pluralismo y la diversidad, apuntando contra la concentración de
los medios de comunicación y los procesos de desregulación, privatización y
disminución de las capacidades del Estado. (www.pagina12.com.ar)
Argenpress
de Argentina (www.argenpress.info)
Los jóvenes
aborígenes pasan en sus espaldas entre 80 y 100 bolsas de harina por día para
ganar 200 pesos en la frontera de Argentina con Bolivia entre las ciudades de
Salvador Mazza y Pocitos. Para hacer diferencia en el cobro por bolsa por la
devaluación del peso argentino cobran en moneda boliviana.
El trabajo es
inhumano y describe la explotación del hombre por el hombre, en la actualidad.
Las altas temperaturas deshidratan a los jóvenes que se desmayan para ser
trasladados al Hospital de Salvador Mazza, donde luego de compensarlos pasan
entre uno y dos días para recuperarse y volver al puente la bagallear.
Cristian Cesar Panda, es un joven guaraní de 23 años, juntado y con una hija de meses, no tiene casa, y vive en una tapera construida con sus manos en la Misión la Bendición ubicada a las afueras de la ciudad fronteriza de Salvador Mazza. No tiene servicios básicos para vivir dignamente como el agua potable.
Cristian Cesar Panda, es un joven guaraní de 23 años, juntado y con una hija de meses, no tiene casa, y vive en una tapera construida con sus manos en la Misión la Bendición ubicada a las afueras de la ciudad fronteriza de Salvador Mazza. No tiene servicios básicos para vivir dignamente como el agua potable.
Cristian
trabaja descargando camiones con harina y mercadería que transporta en sus
espalda desde la ciudad de Salvador Mazza a Pocitos, Bolivia, por lo que
percibe entre 1,50 y 2 bolivianos por bolsa. “A veces nos rematamos llevando
-en sus espaldas- una bolsa que pesa entre 70 y 80 kilos, para llevar un pedazo
de pan para nuestros hijos” dice Cristian Cesar Panda, agregando: “El trabajo
depende de los camiones que lleguen por toneladas o por bolsas. La bolsa se está
pagando a dos pesos con cincuenta y la tonelada a veces llega a cincuenta y
sesenta pesos es lo máximo que se paga”.
Sobre el pago
por bolsa, Cristian Panda aclara que les conviene cobrar en bolivianos, ya que
La bolsa cobrada en Bolivia sale dos bolivianos, “con el cambio le hacemos
cinco pesos argentinos”. Dice a la Agencia de Noticias Copenoa el joven
guaraní.
Los ingresos
por deshidratación de bagalleros al Hospital e Salvador Mazza es constante por
estar expuestos a temperaturas que oscilan entre 40 y 50 grados.
Cristian
también sufrió de deshidratación y vómitos por lo que debió ser trasladado al
Hospital, no pudo trabajar por dos días lo que tardo su recuperación.
Cristian
Cesar Panda y Cristian Fernández ambos guaraníes bagalleros narraron a Marco Díaz
Muñoz periodista y Director de la Agencia de Noticias Copenoa, la explotación
diaria a la que deben someterse pasando bolsas de harina y trigo que pesan
entre 70 y 80 kilos en sus espaldas, como las necesidades insatisfechas con las
que confrontar diariamente. (www.argenpress.info)
ALTIPLANO
BOLIVIANO: MÉTODO PREDICE LLUVIAS EXTREMAS
Scidev
de Argentina (www.scidev.net)
Una nueva
herramienta metodológica podría ayudar a predecir la llegada de lluvias
extremas en la zona de los Andes Centrales (Altiplano boliviano) con dos días
de anticipación, indica un trabajo publicado en Nature Communications
(14 de octubre).
De acuerdo
con la investigación —realizada por investigadores del Instituto Potsdam para
la Investigación del Impacto Climático
de Alemania, entre otros organismos—, el método podría aplicarse a otros
eventos meteorológicos en diferentes regiones.
Uno de los
científicos del estudio, José Marengo, del Instituto Nacional de Investigación
Espacial de Brasil, señaló a SciDev.Net que lo que predice esta
metodología “específicamente son aquellas lluvias extremas que vienen del sur
(con los frentes fríos) y que dos días después pueden llegar a Bolivia y producir
lluvias intensas allá”.
Otro de los
autores, Niklas Boers, explicó que desarrollaron una metodología general y
luego la aplicaron a una serie de datos de alta resolución obtenidos por
satélite para una zona de Sudamérica.
“Encontramos
que hay tormentas que se inician en Buenos Aires y viajan sobre el noroeste
argentino hacia los Andes bolivianos, en contra del viento. (En ese recorrido)
suman una gran cantidad del total de precipitaciones de temporada, y también en
ocasiones provocan inundaciones y deslizamientos en las laderas de las
montañas”, dijo.
Luego agregó:
“Tratamos de entender la razón de la propagación desde un punto de vista
meteorológico y explicado por una interacción de flujo de humedad desde el
Amazonas, la topografía de Los Andes y los sistemas frontales que llegan desde
el sur”.
En base a
esta comprensión, el grupo formuló una regla de predicción basada en la
precipitación inicial en el área de Buenos Aires, y bajas presiones anómalas en
el noroeste argentino. Boers espera que instituciones locales puedan mejorar
este esquema predictivo, que ahora funciona con poca anticipación.
“De todos
modos, incluso con esta regla simple, podemos predecir 60 por ciento de las
lluvias extremas en las laderas de los Andes centrales, y 90 por ciento durante
temporada El Niño”, agregó.
Sin embargo,
Carolina Vera, investigadora del Conicet argentino en el Centro de
investigaciones del Mar
y la Atmósfera (CIMA), que no participó en el estudio, no está convencida de la
efectividad de la metodología propuesta y de la interpretación física que hacen
a partir de ella y prefiere otros senderos de investigación para predecir
eventos extremos.
“Tengo mis
dudas sobre la relevancia o efectividad de uso de redes
para pronosticar con dos días de antelación algo que sea mejor que lo que hacen
los modelos dinámicos actualmente”.
GREMIOS
DE BOLIVIA LLEGARÁN A PUNO PARA EXIGIR RETIRO DE LA CANDELARIA ANTE UNESCO
Su posición contradice a su gobierno que no teme
postulación.
La República de Perú (www.larepublica.pe)
Pese a que el
gobierno boliviano, encarnado en su embajador ante la UNESCO, Sergio Cáceres,
admitió que la nominación de la Candelaria no representa un peligro para la
cultura boliviana, varias organizaciones culturales del país vecino sostienen
lo contrario. Anunciaron su arribo el sábado a Puno, para pedir a las
autoridades peruanas el retiro de la postulación de la festividad ante la
Unesco.
La delegación
la integrarían los folcloristas, representantes departamentales,
fraternos de las principales entradas del país e historiadores,
informaron medios bolivianos.
"El
sábado en Puno tendremos una audiencia con el alcalde y las autoridades que
promovieron la postulación. Les pediremos que revisen su carpeta y si tiene
algo de Bolivia retiren la postulación”, dijo Antonio José Peñaloza, presidente
de la Federación Folclórica Departamental de La Paz.
Mientras
tanto en Puno, diversas organizaciones culturales se organizan para impedir
cualquier reunión con las autoridades, porque creen que ningún extranjero tiene
el derecho de solicitarle nada a ninguna autoridad peruana.
Para Edwin
Nahuincha, promotor del folclore puneño y dueño de bordados “Sajra Moreno”,
“los bolivianos están viniendo a provocar. El tema está zanjado. Ya se ha
reconocido que la nominación no afectará el patrimonio cultural de su país”,
precisó.
Al cierre de
la presente edición ninguna autoridad confirmó si recibirían o no a la
delegación boliviana.
ALCALDE
DE PUNO: “NO HABRÁ REUNIÓN CON LA DELEGACIÓN DE BOLIVIANOS”
Los
Andes de Perú (www.losandes.com.pe)
Frente a la
anunciada llegada de bolivianos para reunirse con autoridades peruanas a fin de
frenar la postulación de la Festividad Virgen de la Candelaria, como Patrimonio
Inmaterial de la Humanidad ante la UNESCO, las autoridades puneñas aseguraron
que no habrá reunión.
En la
víspera, medios de comunicación de Bolivia anunciaron para el sábado, el arribo
a la Ciudad Lacustre de integrantes de conjuntos y folkloristas bolivianos con
la intención de reunirse con las autoridades puneñas, a fin de instarlos a que
retiren la postulación ante la UNESCO.
Al respecto,
el alcalde de la Municipalidad Provincial de Puno, Javier Humpiri Yucra, señaló
no haber recibido ningún documento oficial que solicite alguna entrevista o
reunión con algún representante boliviano.
“Solamente
llegó al despacho un comunicado (firmado por el diputado Alejandro Zapata), enviado
al correo de la alcaldía, indicando el arribo de una delegación boliviana de 10
personas a la Municipalidad; sin embargo, no indican el motivo de la visita”,
detalló el burgomaestre.
Humpiri
Yucra, declaró que tiene previsto otras actividades en la agenda provincial,
por lo que respondió mediante el mismo correo, no tener la disponibilidad de
tiempo para recibir a la delegación; así quedó cerrado cualquier posibilidad de
reunión.
Por su parte,
integrantes del Comité de Salvaguardia de la Festividad Virgen de la Candelaria
rechazaron la posición de bolivianos que exigen el retiro de la postulación,
“la Festividad Virgen de la Candelaria y su nominación a la lista
representativa del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad no se negocia, no hay
nada que conversar”, coincidieron.
Enfatizaron
además que la intención de la delegación boliviana sería generar discusión y
controversia, mostrando así la desesperación del gobierno vecino ante la
inminente declaratoria de la festividad puneña en la lista de la UNESCO, cuya
reunión ordinaria está prevista entre el 24 y 28 de noviembre.
De otro lado,
el diputado boliviano Alejandro Zapata, que lideraría la delegación, contradijo
al embajador boliviano Sergio Cáceres, quien reconoció que los bolivianos ya
nada pueden hacer para impedir que la fiesta de la Candelaria esté inscrita en
la lista de la UNESCO
“Rechazamos
las declaraciones hechas por nuestro embajador ante la Unesco… por este motivo
este 15 de noviembre una comisión nos dirigiremos hasta Perú para poner las cartas
sobre la mesa y demostrar que esta riqueza es de origen boliviano”, manifestó
el parlamentario boliviano.
Radio
Pachamama de Perú (www.pachamamaradio.org)
El embajador
de Bolivia ante la UNESCO, Sergio Cáceres, señaló que la nominación de la
Festividad de la Candelaria como Patrimonio Cultural e Inmaterial de la
Humanidad, no afectará a su país, según declaró a medios bolivianos. Además
refirió que la nominación no pone en riesgo el patrimonio nacional de Bolivia.
“Bolivia no
se verá afectada en nada. No perderá ninguna danza. El Carnaval de Oruro no
perderá su estatus de Obra Maestra del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
Lo único que sucederá es que la fiesta de la Candelaria podrá portar el logo
oficial de patrimonio inmaterial”, señaló Cáceres.
Cabe
mencionar que desde Puno se ha señalado ya que la nominación no reconoce origen
de las danzas, pues la nominación está basada en el significado que tiene la
Festividad para el pueblo peruano y en especial para el puneño.
PROMUEVEN
EN CHINA COMERCIO E INVERSIONES EN BOLIVIA Y DOMINICANA
Prensa
Latina (www. latina.cu/index.)
Bolivia y
República Dominicana presentaron hoy al empresariado de Beijing las
oportunidades de comercio e inversiones en esos países latinoamericanos,
durante un seminario organizado de conjunto con la entidad Mingxinghong Yu,
perteneciente a la Empresa china de Comunicación Internacional.
Celebrado en
uno de los salones del Pabellón Técnico de China, ubicado en una de las
arterias principales de esta capital, el embajador boliviano, Guillermo Chalup,
y la jefa de la Oficina de Desarrollo Comercial de República Dominicana, Rosa
Ng Báez, explicaron detalles del comercio e inversiones respectivas.
Las políticas
y legislaciones existentes en Bolivia, el avance de esa nación andina en los
últimos 10 años, con sostenido incremento en infraestructura y proyectos
sociales, fueron abordadas por Chalup, quien habló de las posibilidades de
inversiones en gas, energías limpias, minería y turismo.
El
diplomático dijo que están abiertos al capital extranjero los sectores de
infraestructura, en particular carreteras y ferrocarriles, y que otras áreas
como la de minerales, tejidos de alpaca y llama, cerámica, cereales como la
quinua y los vinos aparecen asimismo entre las posibilidades de negocios.
Mencionó en
especial la riqueza de Bolivia en oro, plata, cobre, litio, estaño, su variedad
de piedras semipreciosas excelentes para trabajos de joyería, como amatista,
topacio y la bolivianita, oriunda de esa nación. Por su parte, la representante
dominicana ofreció una amplia panorámica de las perspectivas de negociar con su
país, de las leyes existentes, de las facilidades y la experiencia en
manufactura de ropas de las principales marcas del mundo, en calzado y la
prioridad con que cuentan sectores como la generación eléctrica.
También
Dominicana ofrece ventajas para inversiones en energía renovable, dijo Ng Báez,
quien expresó la disposición a crear una zona franca exclusiva para empresas
chinas que quieran establecerse en su país y sobre el tema propuso una serie de
negocios viables en varios sectores.
Además, se refirió
a proyectos para energía eléctrica y energía limpia, en piedras semipreciosas
como larimar y ámbar azul, éste último de gran popularidad y reclamo
internacional hasta el punto que un gramo de esa resina natural que ofrece
reflejos azulados es cotizado más alto que igual cantidad en diamantes.
Expresó que
existen otras áreas de gran atractivo como la red de telecomunicaciones y el
turismo, en un país que recibe cada año cinco millones de visitantes para
disfrutar sus bellezas naturales y patrimonio cultural, y que desencadena otros
muchos negocios allende la hotelería y los restaurantes.
La cita, en
la que también habló Diana Lei, de la Empresa china de Comunicación
Internacional, tuvo entre sus encantos traductoras vestidas con trajes típicos
de Bolivia y Dominicana, una exhibición de sus productos más atractivos y un
buen ambiente de intercambios que convirtieron al seminario en un éxito.
"CHICAS MUERTAS", UNA HISTORIA SOBRE EL
FEMICIDIO
Selva Almada es una escritora entrerriana
con un interés genuino por el tema de la violencia de género.
La joven que viene dando que hablar.
Revista Mujeres de Argentina (www. mujeres.elsol.com.ar)
Parece ser que
en Villa Elisa, el pueblo entrerriano donde Selva Almada nació y vivió hasta
los 17 años, no había una sola librería. En su entorno había, en cambio, un
abuelo inmigrante suizo muy lector, y una madre maestra que soñaba con que la
nena leyera primero y fuera a la universidad después. Selva se entusiasmó
temprano con los libros, tuvo un periódico en la escuela primaria, creyó que
sería periodista y cursó la carrera de Comunicación cuando se mudó a la ciudad
de Paraná. Pero la lectura y el impulso por escribir cuentos pudieron más, y a
los 20 años ya estaba encaminando una segunda carrera: el Profesorado de
Literatura.
De aquellos
años hoy recuerda con nitidez las reuniones con compañeros que, como ella,
decidieron desoír a los docentes que los desalentaban con aquello de “acá no se
viene a ser escritor sino profesor”. Fuera de clase, entre amigos armaban
cadáveres exquisitos ya no con versos (como los poetas surrealistas) sino en
prosa; historias breves que uno empezaba para que a esa trama la siguiera otra
y así hasta que cada uno volvía a su hoja en blanco y se encaminaba en su
propio relato.
En esta casa
del barrio de Flores, Selva, que ya cumplió 41 años, sigue haciendo más o menos
lo mismo que entonces y pasa horas sentada en una vieja silla, las manos
imparables sobre el teclado de la computadora. Durante días, sin rutinas
prefijadas, pergeña tramas, persigue intuiciones y así edifica relatos cortos y
novelas que la hicieron conocida no solo en Buenos Aires sino en países como
Francia, México o Italia. En ferias literarias como las de Guadalajara, París,
Lima o Lisboa, muchos se preguntaron quién era esta chica que se convirtió,
raudamente, en la voz preferida de libreros, críticos y lectores con un libro
breve, El viento que arrasa (2012). Además, hasta hoy, muchos jóvenes llegan a
tocarle la puerta para ser parte de los talleres de escritura que dicta en este
mismo espacio (a veces en el living, otras veces en la terraza), junto a otro
nombre potente de la nueva narrativa argentina, Julián López (Una muchacha muy
bella).
¿Y cómo empezó
todo? Selva llegó a Buenos Aires a los 26 años y lo primero que hizo fue
anotarse en el taller de escritura que el escritor Alberto Laiseca dictaba en
el Centro Cultural Rojas. El autor de Los Sorias devendría su maestro, su
profesor y amigo hasta hoy. Prueba de ello es que días atrás, el escritor le
dejó a su gata, Cenizas, para que conviva (si puede) con Chao Mien, la gata de
Selva y su pareja.
A simple vista
en la casa no hay chicos, y más tarde Selva confirmará que no, que chicos no.
Lo que hay seguro son estantes de libros, montones de textos y también
juguetes, fotos y los títulos que Selva supo publicar: antes de El viento que
arrasa (2012), escribió Mal de muñecas (2003) y Una chica de provincia (2007).
Más tarde vendrían Ladrilleros (2013) y la reciente novela Chicas muertas
(2014), publicado por Random House, donde se metió con un tema complejo y
penosamente actual: el de la violencia de género, el maltrato y la impunidad. A
través de un relato de no ficción –inspirado en hechos reales–, rescató los
asesinatos de tres mujeres de Entre Ríos, Córdoba y Chaco que tenían la misma
edad que ella cuando estaba saliendo al mundo, en los años ochenta.
–En todos los
casos, tus textos están ambientados en paisajes suburbanos. ¿Por qué esta
apuesta por los escenarios de provincia y por el realismo?
–Crecí en el
pueblo de Villa Elisa, cerca de Colón, en Entre Ríos, y siempre me llamó la
atención que los provincianos veamos a Buenos Aires como una ciudad violenta,
difícil. También que los porteños tuvieran la idea bucólica de que en el
interior todo es apacible y que la gente es buena. Quise contar que no, que el
interior también esconde un mundo violento. Trabajo con el realismo, con lo que
está en el plano de lo real pero a la vez está atravesado por atmósferas
extrañas, con todo eso que me impacta, con lo que está debajo y me da
curiosidad.
–Un colega se
refirió a los lugares de tus cuentos como del “interior salvaje”...
–En realidad,
cuando empecé a escribir, mis relatos eran súper urbanos, no tenían nada que
ver con lo que comencé a contar después. Pero en el último tiempo en que vivía
allá, me volqué por una literatura ambientada en el interior. Pensaba en un
pueblo cercano al mío y allí transcurren varios cuentos… El libro Una chica de
provincia es autobiográfico y reúne tres relatos. En “Niños”, el primero que
escribí, cuento mis memorias de infancia. Y también está “Intemec”, un relato
largo que transcurre en Villa Elisa.
–¿Qué elementos
de Villa Elisa te dieron más tela para cortar?
–La vida de
pueblo tiene un ritmo particular y eso les marca un pulso a las narraciones. Y
siempre está esta cosa del secreto: eso que no se dice pero todo el mundo sabe,
o eso de lo que nadie habla pero todos están al tanto. Eso ominoso y oscuro del
pueblo, lo subterráneo que está latente, como si en un lugar donde
aparentemente pasan pocas cosas, hubiera algo a punto de explotar.
–¿Guardás
también recuerdos luminosos de los primeros años?
–Sí, de la
infancia, porque la adolescencia ya fue diferente. Fue muy feliz poder vivir
los primeros años en el pueblo y eso está en el relato “Niños”. Crecí entre
chicos, cerca de mi hermano mayor y de un primo que tenía mi edad y fue mi gran
compañero de aventuras. Vivíamos en un lugar que todavía era casi campo. Con el
tiempo el barrio quedó incorporado a la ciudad. Mis padres siguen viviendo ahí,
igual que uno de mis hermanos.
–¿La
adolescencia fue una etapa más difícil?
–Sí, no me
gustó tanto porque no compartía tener que ir a determinados lugares o hacer
cosas que “había” que hacer, como tener un novio a los 15 y casarte después.
Había pautas muy marcadas sobre lo que era ser mujer que no me interesaban; me
escapaba de todo eso. Y estaba esa maledicencia de pueblo, el chisme, la cosa
contenida u oculta que empezó a hacerse más patente y asfixiante.
–Leyendo tus
libros y algunas notas anteriores aparece un registro entre poético e
hiperrealista, e influencias como Flannery O’Connor, Carson McCullers, Rulfo,
Onetti, Sara Gallardo. ¿Cuáles son tus autores faro?
–A Sara
Gallardo la leí menos que a los demás, pero me interesa mucho. Y Onetti fue una
revelación cuando empecé a escribir. Después aparecieron otros autores con los
que me sentía cerca, como Daniel Moyano u Horacio Quiroga, a quien recuperé de
mis lecturas de la infancia. Las autoras norteamericanas que me gustan son, sí,
Carson McCullers y Flannery O’Connor. A los cuentos de Flannery vuelvo siempre;
es una gran narradora breve: sus cuentos me gustan más que sus novelas. De
McCullers, mi novela favorita es El corazón es un cazador solitario.
–¿Y por qué
escribís? ¿Qué les decís a los más jóvenes cuando te lo preguntan?
–Escribo porque
me gusta, me interesa, y si no me pasara eso, no lo haría. No soy de los
escritores que se quejan y dicen que cuando no escriben lo pasan mal. Necesito
una conexión con lo que hago, y escribir es solo una parte de mi vida diaria.
Hay épocas en las que escribo mucho y semanas en las que no escribo una página.
Chicas muertas es un libro que escribí en dos o tres meses luego de años de
juntar material y hacer entrevistas. Ahora estoy reescribiendo una novela.
–¿Cómo nació
Chicas muertas? ¿Por qué esta novela sobre femicidios?
–El disparador
fue el asesinato de una chica en Entre Ríos, que me impactó mucho cuando yo
también era adolescente. Me había quedado esa historia en la cabeza y tuve que
volver ahí, a ese crimen que había quedado sin resolución. Tenía un interés
genuino por el tema de la violencia de género y sobre todo por ese tipo de
violencia más solapada, doméstica, tantas veces impune.
–¿Cuál es tu
intención con la publicación del libro?
–Quería contar
estos casos de violencia y también contar escenas más pequeñas y cotidianas que
no llegan al extremo del femicidio, pero que están presentes todos los días.
Muchas veces pienso en cómo los responsables de esos crímenes siguen viviendo
entre los parientes, en esas mismas calles. Fuera de eso, mi única pretensión
era conservar la memoria de estas chicas. Durante años, cuando una mujer era
asesinada por una cuestión de género, pensaba: “ Podría haber sido yo” .
–¿Tuviste
alguna respuesta especial tras la publicación del libro ?
–Hace poco pasó
algo que me gustó: me convocaron para presentar el libro en la Librería de las
Mujeres. Fue interesante que un grupo de feministas como ellas hubieran leído
el libro, y nos pusimos a charlar. Me dijeron que, de esta manera, el tema
podría llegar a otro público o a más personas.
–A partir del
éxito de El viento que arrasa y de Ladrilleros, ¿sentís la presión de seguir
entusiasmando a los lectores?
–No siento
presión; lo de El viento que arrasa nos tomó por sorpresa a mí y a mis
editores, y me alegra seguir publicando. Es innegable que a partir de ese libro
el reconocimiento llegó y me posicionó en otro lugar. Antes tal vez no decía
que era escritora y no me invitaban a ninguna parte. ¡Ahora me invitan a todos
lados! El año pasado fui a Guadalajara, este año fui al Salón del Libro de
París, a Lisboa, Italia, Perú. Ahora me voy a Bolivia y a Chile.
–¿Podés vivir
de los libros?
–No. Los libros
se venden bien, pero son best sellers solo para mi editorial, que es chiquita.
Vivo de los talleres de escritura donde hago seguimiento de obra. Doy uno en
Espacio Enjambre y otros en mi casa con Julián López. Obviamente la gente que
llega se interesa después de haber leído los libros o por las notas que van
saliendo. Antes de eso, trabajé como profesora en un colegio secundario, y como
administrativa en un hospital.
–¿Cómo sigue el
camino?¿Estás reescribiendo una novela? ¿Una historia urbana esta vez?
–No. La
historia transcurre otra vez en Entre Ríos. Empecé con una anécdota de
pesca que me contaron y ahí estoy, en una isla de Paraná.
–¿No nos vas a
contar nada más?
–Es que no sé
mucho, la retomé después de un tiempo y ahí estamos. A medida que escribo voy
descubriendo de qué se trata. Y muchas veces me preguntan por qué los paisajes
del interior. En una época quería escribir relatos que transcurrieran en la
ruta y así escribí “Intemec” y El viento que arrasa. Hay algo fascinante en los
relatos de ruta. Debe ser esto de moverse de un lado a otro.
¿SE
ESTÁ IMPONIENDO EL SUEÑO CHINO AL SUEÑO AMERICANO?
BBC
Mundo de Londres (www.bbc.co.uk/mundo)
Fuegos
artificiales, el presidente Obama vestido con un chaqueta de Mao, China
impulsando instituciones económicas y de seguridad que pasan por alto el orden
regional suscrito por Estados Unidos.
La impresión
abrumadora de la reciente cumbre del Foro de Cooperación Económica
Asia-Pacífico (APEC) fue de que el presidente Xi Jinping estaba dando símbolos
y substancia a su "sueño chino" y de que comenzó el gran partido
entre la superpotencia existente y la aspirante.
El último
gran juego estadounidense en Pekín antes de la llegada de Obama fue entre los
Brooklyn Nets y los Sacramento Kings.
La Asociación
Nacional de Baloncesto de Estados Unidos, la NBA, genera pasión en Pekín. En lo
que respecta a entretenimiento y energía, es difícil de igualar.
Las porristas
en sus bikinis con lentejuelas, las mascotas de los equipos que abrazan a la
multitud. Aquí hay una generación que se crió con el deporte estadounidense,
Hollywood y perros calientes.
¿Qué es lo
que tiene EE.UU. que embelesa a esta audiencia?
"Las
estrellas. Kobe Bryant. Kevin Durant. LeBron James".
"Michael
Jackson, Vanilla Ice, MC Hammer".
"La
música, las películas, Hollywood, el deporte, la comida".
Hace 35 años,
China restableció relaciones diplomáticas con EE.UU., parte de su travesía
desde el aislamiento para reincorporarse a la economía global.
Washington
creía que después de décadas de exposición al sueño americano, China sucumbiría
a sus valores, incluidos la libertad de expresión y la democracia.
Pero hasta
ahora China se ha quedado con el deporte y el entretenimiento, descartando el
resto.
Tomando
impulso
Una tarde de
domingo por encima de un emporio de té en el oeste de Pekín, niñas de siete
años en vestidos de seda de colores brillantes tocan antiguas cítaras chinas.
Muchas entre la audiencia también visten atuendos tradicionales.
La Asociación
de Vestidos Han se reúne semanalmente para preservar un legado que sus miembros
creen es más rico que cualquier cosa que Hollywood tenga para ofrecer.
Resplandeciente
en su túnica roja bordada, Liu Baokun dice que grupos como éste están tomando
impulso en todo el país.
"El
mundo se está desarrollando de un modo extremadamente rápido y el Partido
(Comunista Chino) está hablando de construir una sociedad armoniosa",
afirma.
"La
cultura china tiene miles de años, nos la pasaron nuestros ancestros y sigue
siendo central en nuestras vidas. Promover esta cultura es una meta para el
partido y es un objetivo que nosotros, el pueblo chino, comprende y
comparte".
Una tarde de
poesía y canción de la dinastía Tang recuerda a la audiencia que la edad de oro
de China, en el Siglo VIII, está muy en armonía con el mensaje que llega de
arriba.
El lema del
presidente Xi es el gran rejuvenecimiento de la nación china, lo cual incluye
la cultura, tradiciones políticas, poesía y paternalismo.
El profesor
Wang Yiwei, de la Escuela de Estudios Internacionales de la Universidad de
Renmin, advierte que la China del presidente Xi desafía una cosmovisión mundial
estadounidense.
"Soñamos
el sueño chino ahora. Antes, todos soñaban el sueño americano. EE.UU. es un
país construido sobre el excepcionalismo americano, la idea de que los
estadounidenses son el pueblo escogido de Dios, una potencia insuperable.
"Pero
ahora, lo sentimos, ustedes los estadounidenses están en segundo lugar después
de China. ¿Podrá EE.UU. aceptar esto? ¿Podrá reconfigurar su identidad y
sentimiento de superioridad?"
Mucho en
común
En la cumbre
del APEC en China, el presidente Obama demostró que estaba preparado para
probarse la ropa.
Es una
tradición de APEC que se use el traje típico del país anfitrión, y Obama usó su
traje de seda de cuello alto de Mao con gracia, mientras parecía disfrutar los
fuegos artificiales y la actuación predeciblemente épica de danzas y tambores.
El hecho es
que China y EE.UU. tienen mucho en común. Ambos son países que creen en su
propio destino especial y que ven su cultura como un regalo excepcional a la
humanidad.
Los dos son
enormes potencias continentales, uno que dirige al mundo ahora y el otro que lo
ha hecho en el pasado y espera volver a hacerlo.
Por supuesto,
hay tantas diferencias como similitudes. EE.UU. es una joven democracia a la
que le gusta discutir, mientras que China es un antiguo estado burocrático.
Al terminar
la cumbre de APEC y comenzar la cumbre entre EE.UU. y China, la pregunta
inquietante en ambos eventos, en Pekín, es: ¿cuál gigante es más resistente
para los desafíos del Siglo XXI?
LA
EFEDRINA, TEMA ARGENTINO EN WASHINGTON DC
Las
causas judiciales que comprometen a la Administracion Kirchner resultan un
problema en la eventual retirada del poder. O las intentan cerrar antes de
marcharse o apuestan a no marcharse: esa parece ser la disyuntiva para
personajes influyentes de la Administración K. Douglas Farah, investigador
senior del International Assessment and Strategy Center, de Washington DC,
especializado en enfoques de mediano y largo plazo que impactan en la política
de seguridad de USA, sus intereses principales y alianzas, ya es conocido por
la opinión pública argentina, ya que realizó varios reportes acerca de la
Administración Kirchner, que provocaron un gran enojo entre los integrantes del
Frente para la Victoria.
Urgente
24 de Argentina (www.urgente24.com)
El llamado
'clan Zacarías' lo integran quien fue el secretario de Granero, Miguel
Zacarías; el ex empleado de la obra social PAMi, Máximo Zacarías; Rubén
Zacarías (ex subsecretario de Protocolo y Ceremonial de Presidencia de la
Nación hasta 2013); y Luis Zacarías (quien trabaja en la secretaría privada de
Cristina Fernández de Kirchner).
Este 'clan
Zacarías' nada tiene que ver con el 'clan Zacarías Irún', de Paraguay (Javier
Zacarías Irún es el principal referente político del Alto Paraná; y su mujer
Sandra McLeod es la alcalde de su bastión, Ciudad del Este).
Los Zacarías
argentinos se encuentran en la mira por la participación probada de alguno de
ellos en la importación y comercialización de efedrina.
Informe Farah
La efedrina
en la Administración K es otro tema abordado por Douglas Farah, investigador
senior del International Assessment and Strategy Center, de Washington DC, USA.
Farah explicó
que su nuevo documento, elevado al Senado estadounidense, "es una
actualización sobre el tráfico de drogas y la corrupción en el gobierno de
Fernández de Kirchner, que enfoca la investigación de químicos precursores que
han llevado a la presentación cargos judiciales en contra de algunos de los
socios más cercanos de la Presidenta. (...)".
Hay algunos
párrafos que no son novedosos para la opinión pública argentina pero sorprende
encontrarlos en la literatura que circula sobre la Administración K en la
capital federal estadounidense.
Por ejemplo:
"(...)
Ha recibido alguna atención internacional el rápido crecimiento de tráfico de
cocaína y la violencia que lo acompaña, especialmente cerca de la porosa
frontera con Bolivia, y cuyo centro es la ciudad de Rosario. La cocaína pasa de
contrabando desde Bolivia y Perú hacia la Argentina, transita el país en
camiones para luego ser transportada por mar hacia mercados en el extranjero,
especialmente en Europa, lo que ha resultado en una explosión de asesinatos en
una región anteriormente pacífica.
Los niveles y
métodos de violencia eran desconocidos en la Argentina moderna hasta hace tres
años.
Sin embargo,
son los escándalos y la corrupción que rodean a la industria de efedrina en el
país, prácticamente sin reglamentación, que siguen enturbiando al gobierno de
Fernández de Kirchner y sus personas cercanas a él. La efedrina es una
sustancia precursora importante en el floreciente tráfico de metanfetamina, y
ha sido importada a la Argentina en cantidades masivas en los últimos
años.
Gran parte de
la efedrina es transportada luego a Méjico y otros lugares para la elaboración
de metanfetamina, lo que beneficia directamente al lucro del cartel de Sinaloa
y varias organizaciones colombianas, como por ejemplo, la Oficina de Envigado.
(...)
La
participación de Zacarías es de particular importancia.
Al igual que
Granero, Zacarías y sus tres hermanos gozan de una larga relación con la
familia Kirchner, y habían desempeñado una variedad de cargos en los gobiernos
del matrimonio.
Dos de los
hermanos de Miguel, Rubén y Luis, fueron altos funcionarios en la oficina de
protocolo de la presidencia. Durante años los hermanos decidían quién viajaría
en el avión presidencial y quienes recibirían pago de viáticos por viajar con
asuntos del gobierno.
Según
investigaciones oficiales e informes en los medios de comunicación, Miguel
Zacarías era el funcionario en la oficina de Granero que supervisaba la
importación de efedrina. Hizo llamadas frecuentes a la Casa Rosada (así se
conoce la casa presidencial argentina), y a agencias de seguridad responsables
por la aprobación de los cargamentos, para asegurar su llegada sin dificultades.
La jueza Servini cita dichas llamadas específicamente en su indagación de los
registros telefónicos de las oficinas presidenciales. (...)
(...) Hay otra situación judicial que deja
empañada la oficina del Fiscal General de la República.
La oficina
está a cargo de otro funcionario leal a la presidenta quien inició una
investigación
de las
actividades de un juez que investigaba agresivamente la ruta que siguieron
fondos ilícitos que parecía dirigirse directamente hacia la presidenta.
(...) La Presidenta y Gils Carbó iniciaron un
movimiento llamado “Justicia Legítima,” formado por jueces, fiscales, y
abogados cercanos al gobierno, en respuesta a las numerosas investigaciones
sobre la corrupción de sus funcionarios. El movimiento aboga por “justicia
popular” mucha mayor injerencia del Poder Ejecutivo en el Poder Judicial, y
menos independencia judicial. El grupo dirigió el ataque en contra de
Campagnoli.
En un giro de
eventos inesperado, el juicio de Campagnoli, el cual fue prolongado por meses, finalmente
le costó al gobierno capital político de consideración con un resultado
vergonzoso.
El jurado de
jueces y abogados que llevaban el juicio tuvo que levantar la sesión al
encontrarse en un punto muerto después de que un miembro del jurado saliera con
baja médica por una condición nerviosa. Estando todavía bajo investigación,
Campagnoli fue restituido a su puesto. Enfrentados con un torrente de apoyo
público para el fiscal, el gobierno también aceptó sus demandas de reconstituir
su equipo de investigación legal que había sido desmantelado. (...)"
Proceso
El ex
secretario de la Lucha contra el Narcotráfico de Argentina, José Ramón Granero,
será juzgado en 2015 por su complicidad en el tráfico de 40 toneladas de
efedrina, que es utilizada por narcotraficantes para fabricar metanfetaminas.
La efedrina
es de origen vegetal, principio activo aislado originalmente de Ephedra
distachya, conocida en extremo oriente como Ma huang, hierba ampliamente
utilizada en la medicina tradicional china.
Este
alcaloide también puede encontrarse en menor concentración en la planta Sida
cordifolia y en la Ephedra funerea, que es conocida como "té
mormón" en USA.
La molécula
de la efedrina fue originalmente el precursor químico para la síntesis de la
anfetamina
Un precursor
químico es una sustancia indispensable o necesaria para producir otra mediante
una reacción química. Y es un tema muy delicado en la Argentina el acceso
relativamente sencillo a precursores químicos indispensables para la producción
de narcóticos.
Por ejemplo,
el ingeniero químico Javier Lagares se encuentra detenido por la explosión de
la fábrica Raponi Industrial Química, en barrio Alta Córdoba (de la ciudad de
Córdoba).
Lagares es el
responsable técnico de la firma que estaba autorizada a la manipulación de
productos no inflamables, pero en el que se habrían hallado recipientes de
formol, bolsas de nitrato de sodio y amoníaco, un conocido precursor químico
utilizado por el narcotráfico para la elaboración de droga, y que sólo puede
ser usado con permiso del Sedronar.
El
procesamiento del extitular de la Secretaría de Prevención de la Drogadicción y
Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar) se enmarca en “la ruta de la efedrina”,
el entramado que armaron narcotraficantes mexicanos y empresarios y funcionarios
argentinos.
Según la
investigación, la Sedronar permitió que, entre 2004 y 2008, se importaran 47.6
toneladas de efedrina, de las cuales 40.9 toneladas fueron desviados a manos de
narcotraficantes que estaban en México o que ya operaban en varias provincias
argentinas.
La Sala I de
la Cámara Federal confirmó el procesamiento del ex titular de la Sedronar, José
Ramón Granero y de Gabriel Abboud y Julio De Orué, ambos ex funcionarios de la
Sedronar, como "partícipes necesario del delito de haber introducido al
país materias primas destinadas a la fabricación de estupefacientes".
Sin embargo,
la Sala I revocó los procesamientos y les dictó la falta de mérito a 3
directores técnicos de las droguerías involucradas en la maniobra.
Entrevista
a la socióloga Maristella Svampa
CRISTINA,
EL ‘MALDESARROLLO’ Y EL PROGRESISMO SUDAMERICANO
Rebelión
de España (www.rebelion.org)
Los libros de
y ensayos de Maristella Svampa no ocupan un lugar central en las bateas
promocionadas por los gobiernos progresistas sudamericanos. Indudablemente
piezas como 15 mitos y realidades de la minería transnacional argentina, o la
novela Donde están enterrados nuestros muertos, van a contramano de la
narrativa de época gubernamental.
—Venís
acuñando la categoría “consenso de los commodities” para referirte a un modelo
productivo y cultural regional invisibilizado en el relato político de los
gobiernos progresistas, ¿Qué hechos, datos o acontecimientos de la actual
coyuntura sudamericana te parecen que refuerzan o resignifican tu tesis sobre
la “ilusión (neo) desarrollista”?
—Creo que, en
los últimos años hubo una suerte de “blanqueo” del consenso de los commodities.
Me explico. La expansión del neoextractivismo, y la conflictividad asociada a
éste, hay que leerlas desde una perspectiva dinámica. En esa línea, el consenso
de los commodities tiene varios momentos. La primera fase es la del período de
auge económico, de apertura política, pero también de no reconocimiento de los
conflictos asociados a la dinámica extractiva. Esta fase se extiende
aproximadamente desde 2002-2003 hasta 2008-2010, época en la cual varios
gobiernos progresistas, consolidados en sus respectivos mandatos (algunos en un
contexto de reelección) fueron admitiendo una matriz explícitamente
extractivista, debido a la virulencia y la visibilidad a nivel nacional que
adquirieron ciertos conflictos territoriales y socioambientales: ahí los casos
del Tipnis (Bolivia); la construcción de la megarrepresa de Belo Monte
(Brasil), la pueblada de Famatina (Argentina) y las resistencias contra la
megaminería (Argentina), la suspensión final de la propuesta Yasuní (Ecuador),
el conflicto por el proyecto megaminero de Aratirí (Uruguay), entre ellos. La
respuesta de los diferentes gobiernos progresistas fue la estigmatización de la
protesta ambiental y la deriva hacia una lectura conspirativa. Optaron por un
lenguaje nacionalista y el escamoteo de la cuestión, negando la legitimidad del
reclamo y atribuyéndolo, sea al “ecologismo infantil” (en Ecuador), al accionar
interesado de Ong extranjeras (en Brasil y Bolivia) o incluso al “ambientalismo
colonial” (según el vicepresidente García Linera, en Bolivia). Ni que hablar de
Argentina, donde se minimizó el conflicto en Famatina, se buscó su
reencapsulamiento en la esfera provincial y la megaminería fue finalmente
blanqueada; esto es, presentada como parte legítima del proyecto kirchnerista.
Se abrió,
entonces, lo que llamo una segunda etapa que nos interna en un período de
blanqueo u oficialización del consenso de los commodities, a raíz de los
conflictos en los territorios. Esta corresponde también a una época en la cual
los gobiernos progresistas redoblaron la apuesta, a través de la multiplicación
de los proyectos extractivos, paradójicamente utilizando un discurso
industrialista. Para el caso de Brasil, el Plan de Aceleración del Crecimiento
multiplica el número de represas en la Amazonia. En Bolivia es la promesa del
“gran salto industrial”, fórmula lanzada en 2010 y basada en la multiplicación
de los proyectos extractivos (gas, litio, hierro, agronegocios, entre otros).
Para el caso de Ecuador, es el avance de la megaminería y el final de la
moratoria del Proyecto Yasuní (2013). Por su parte Venezuela formuló en 2012 el
plan estratégico de producción del petróleo, que implica un avance de la
frontera de explotación en la faja del Orinoco, donde se hallan los crudos
extrapesados (no convencionales). Argentina lanzó el Plan Estratégico
Agroalimentario 2010-2020, que proyecta un aumento de la producción de granos,
al tiempo que avanza en la explotación de los hidrocarburos no convencionales,
a través del fracking. Entre 2013 y 2014 Uruguay anuncia de modo unilateral dos
aumentos en la producción de la pastera Upm (ex Botnia); y el conflicto por
Aratirí se profundiza.
Además, como
afirma Martínez Alier en un artículo reciente, la balanza comercial de países
como Argentina, Colombia, Brasil, Perú y Ecuador ya presenta un saldo negativo.
Se exporta mucho y sin embargo no se cubre el costo de las importaciones. Esto
no sólo conlleva más endeudamiento sino también más extractivismo, a fin de
cubrir el déficit, con lo cual entramos ya en una espiral perversa.
—¿Qué líneas
de continuidad o ruptura tiene el actual desarrollismo con el modelo
desarrollista de sustitución de importaciones pregonado en la década del 60 en
la región.
—Veo escasas
continuidades y claras rupturas. Más allá de la retórica nacionalista en boga,
uno de los elementos clave es la asociación con los capitales privados
multinacionales, cuyo peso en las economías regionales, lejos de atenuarse, se
fue acentuando a medida que se expandían y multiplicaban las actividades
extractivas. Un nuevo desarrollismo, más pragmático y en clave extractivista,
no necesariamente ligado a las formas del estatismo propio de los años cincuenta-setenta,
asoma como rasgo central de la práctica dominante, y configurando la nueva
hegemonía. Además, el efecto de reprimarización de las economías se profundiza
con el rol cada vez mayor que tiene China en América Latina.
El
“maldesarrollo” no tiene que ver solamente con modelos de producción sino
también con modelos de consumo que prevalecen tanto en el Norte como en el Sur
global, con lo cual estamos frente a un problema de fondo, de orden
civilizatorio. Esto no significa desresponsabilizar a los gobiernos
latinoamericanos, cuando vemos que éstos promueven activamente dichos modelos
de maldesarrollo a través de políticas públicas y los presentan como la
panacea. Es lo que hizo el kirchnerismo en la última década, a través del
modelo sojero, el de megaminería y ahora con el de hidrocarburos.
Tomemos el
modelo sojero: en vez de pensar en una transición y salida del monocultivo, el
gobierno redobla la apuesta a través del Plan Estratégico Agroalimentario
2010-2020, que plantea un aumento del 60 por ciento de la producción de soja,
con los efectos que esto tiene en términos de deforestación, corrimiento de la
frontera agropecuaria y, por ende, de mayor criminalización y represión de
poblaciones campesinas e indígenas. A esto sumaría los efectos socio-sanitarios
que se están haciendo públicos y los nuevos convenios con la trasnacional
Monsanto y los conflictos desatados en la provincia de Córdoba, que también
ilustran la relación entre modelo sojero y regresión de la democracia. Por
último, agreguemos el proyecto de la nueva ley de semillas, que avanza en el
sentido de la mercantilización. Así, pese al fuerte imaginario agrario que hay
en Argentina, la visibilidad del agronegocio como modelo de maldesarrollo es
cada vez mayor.
—Los
gobiernos de la región aducen que China, o muchos de los países del Brics
(grandes inversores en el área de los commoditites), ejercen una suerte de
dominación suave, ya que como hegemón no se entrometen en la agenda doméstica
gubernamental, en contraste con el injerencismo estadounidense. ¿Qué te parece
esta lectura política?
—Creo que es
de una gran ingenuidad. Lejos de la autodefinición como “país en desarrollo”,
China constituye hoy una gran potencia económica, con un ascenso vertiginoso y
una diversificada presencia a nivel global. El ingreso a un mundo multipolar
tiene a China como uno de los candidatos firmes a convertirse en posible
hegemón en el moderno sistema-mundo. Según el Consejo Nacional de Inteligencia
de Estados Unidos, para el año 2030 Asia habrá superado a América del Norte y a
Europa combinadas en términos de un poder global basado en el nivel de Pib,
población, gasto militar e inversión tecnológica. En este marco, en los últimos
años los intercambios entre América Latina y China se intensificaron
notoriamente. Tal es así que China ocupa el primer puesto como país de destino
de sus exportaciones para Brasil, Chile y Perú; el segundo para Uruguay,
Venezuela y Colombia, el tercero para Argentina. Asimismo, es el principal país
importador para Brasil y Paraguay, y el segundo para Argentina, Bolivia, Chile,
Colombia, Costa Rica, Ecuador, Honduras, México, Perú, Panamá y Venezuela.
Así, en el
sector de hidrocarburos, están presentes en la región las cuatro grandes
empresas de origen chino: Sinopec, la Corporación Nacional de Petróleo de
China, la China National Offshore Oil Company y Sinochem. Por otra parte, no
podemos dejar de mencionar la participación conjunta en explotaciones por parte
de Sinopec con Repsol Brasil, y de Sinochem con Statoil Brasil (ambas de origen
europeo) y la adquisición del 50 por ciento del grupo Bridas (Argentina) por
parte de Cnooc. Bridas, que es la propietaria del 40 por ciento de las acciones
de Pan American Energy, explota el yacimiento petrolífero más importante de
Argentina, Cerro Dragón, en Chubut. También están presentes capitales chinos en
Vaca Muerta, para la explotación de hidrocarburos no convencionales. Puede
concluirse que el tipo de inversiones que la región latinoamericana recibe de
China no tiende a desarrollar capacidades locales, ni actividades intensivas en
conocimiento o encadenamientos productivos. Tiende a potenciar las actividades
extractivas en detrimento de aquellas con mayor valor agregado, lo cual genera
un efecto reprimarizador de las economías de América Latina.
Más allá de
las expresiones de deseo que podemos encontrar en los documentos de la Cepal, o
en ciertos analistas (Mónica Bruckmann, por ejemplo), estamos lejos de una
relación de cooperación Sur-Sur. Antes bien, estamos asistiendo a la
consolidación de nuevas y vertiginosas relaciones asimétricas entre América
Latina y China. La emergencia de una nueva dependencia, cuyos contornos –en
término de ordenamiento económico y jurídico– y condiciones de subordinación (y
de desarrollo) se estarían definiendo, hacen plausible la hipótesis del pasaje
del consenso de los commodities al consenso de Beijing, lo que traerá aparejado
nuevas consecuencias políticas, sociales, ambientales y culturales.
—Muchos
intelectuales orgánicos del rumbo progresista regional, como el vicepresidente
boliviano García Linera, defienden el modelo extractivista con dos ejes bien
claros: que la captura de renta posnacionalización de recursos permite fomentar
planes sociales y, por otro lado, recuerdan que los países periféricos deben
completar la senda del desarrollo económico para luego, sí, poder dar un salto
cualitativo en la matriz productiva.
—Bolivia es
uno de los países en los cuales la política de planes sociales está
directamente atada a la renta extractiva. Sin embargo, creo que se exagera la
relación entre planes sociales y reducción de la desigualdad. En realidad, a la
hora de hacer un balance ya se está viendo que en países como Ecuador y
Argentina, en la última década, la disminución de las desigualdades fue mínima
y la concentración económica mayor. Sucede que si el patrón de distribución de
riqueza no es afectado, como afirma el ecuatoriano Alberto Acosta, “los ricos
seguirán siendo más ricos, y los pobres, pueden en algún caso mejorar sus
condiciones de vida, gracias a una serie de ejercicios clientelares del Estado,
pero seguirán siendo marginados y dependientes”. Tengamos en cuenta que el 19
por ciento de la población latinoamericana, según estimaciones de la Cepal,
recibe planes sociales. Podemos compartir la medida, pero de ninguna manera
podemos afirmar que esto se traduzca en una reducción significativa de las
brechas de desigualdad. Los excluidos siguen siendo excluidos y, más que nunca,
dependientes de las políticas gubernamentales.
Por otro
lado, es un error seguir creyendo que hay una senda evolutiva que conduce del
subdesarrollo al desarrollo. El extractivismo no conduce a un modelo de
desarrollo industrial o a un salto de la matriz productiva, sino a más
reprimarización y a la consolidación del maldesarrollo, insustentables en
diferentes niveles y dimensiones, que abren a una fase de criminalización y
violación de derechos humanos. Por último, hay que pensar de modo más global,
no quedarnos en la cuestión nacional y regional: los sucesivos informes sobre
los límites del crecimiento, la huella ecológica, el calentamiento global,
entre otros, nos envían claras señales hacia los países del Sur de que el
modelo de desarrollo industrial propio de los países del Norte no puede ser
universalizable, ya que tenemos un solo planeta, y queremos conservarlo.
—El
agronegocio sojero y la megaminería ganaron cierto consenso social y un
significativo apoyo gubernamental gracias a su alta renta en divisas. ¿Los
promotores petroleros del fracking recorren la misma estructura narrativa que
las anteriores oleadas extractivistas para promocionar la viabilidad del gas
shale?
—Para
comenzar, no es lo mismo el agronegocio, en términos de renta en divisas, que
la megaminería. En el libro mostramos las limitaciones de esta lectura respecto
de la megaminería, contestando punto por punto los argumentos y datos de la
Cámara Empresarial Minera. No los voy a repetir acá. Por otro lado, el libro
tiene un capítulo largo sobre el fracking donde analizamos la construcción de
lo que llamamos el “consenso sobre el fracking”, el cual se monta sobre una
campaña nacionalista (la expropiación parcial de Ypf), y en la asimilación
entre soberanía hidrocarburífera y soberanía energética.
No es casual
que esta campaña haya arrancado luego de la aprobación del convenio con la
multinacional estadounidense Chevron. A partir de ahí, la estrategia
comunicacional del gobierno se propuso minimizar todas las irregularidades e
ilegalidades cometidas, colocando un manto de olvido sobre las múltiples dudas
que había respecto del citado convenio. Más aun, buscó construir un consenso en
torno del fracking, mostrando que de la mano de Ypf éste no es sólo “seguro” y
“necesario”, sino además altamente “beneficioso” para el país. Así que, si bien
encontramos una narrativa “eldoradista”, ésta se hace en clave fuertemente
nacionalista; algo que el gobierno argentino explotó al máximo, al punto de
identificar la selección de fútbol con Ypf, y el valor de la recuperación de
Ypf con la figura de Messi.
—¿A qué te
referís cuando hablás de urbanismo neoliberal?
—Me refiero
al modelo de ciudad que hoy se impone en nuestro país, expresado en el
vertiginoso proceso de especulación inmobiliaria que mercantilizó hasta el
paroxismo las condiciones de acceso a la vivienda, cuestionando la tradición de
los espacios públicos. Enrique Viale lo denomina también “extractivismo
urbano”. Lejos de salir del modelo de ciudad neoliberal, en los últimos diez
años los diferentes gobiernos profundizaron la acción del mercado de la mano de
los grandes agentes económicos. También incluimos en el libro la expansión de
los megaemprendimientos residenciales –al estilo de los countries–, comerciales
y turísticos, que se reactivaron de la mano de desarrolladores y grandes grupos
inmobiliarios a partir de 2004. Un ejemplo de ello son las urbanizaciones
cerradas acuáticas que construyen su oferta en torno a paisajes asociados al
agua y que hoy amenazan ecosistemas estratégicos y frágiles, como los humedales
y las cuencas de los ríos, imprescindibles para la sustentabilidad del
aglomerado metropolitano.
—En clave
regional, organismos como la Unasur han dado debates y acciones soberanas muy
interesantes en el capítulo de la defensa (Consejo de Defensa Sudamericano), en
materia política (desconexión de la Oea), e incluso antinarcóticas (despegue de
la doctrina del Comando Sur). ¿Por qué te parece, entonces, que el proceso de
integración regional no aborda de manera encendida cómo desconectarse de las
grandes cadenas de valor mundial que profundizan el perfil primarizante de nuestra
economía?
—La Unasur
defiende una perspectiva neoestructuralista, desarrollada por la Cepal, que
parte del reconocimiento de que la acumulación se sostiene en el crecimiento de
las exportaciones de commodities o bienes primarios. Ya en 2010 el brasileño
Bresser Pereira escribió sobre el neodesarrollismo señalando que “en la era de
la globalización, el crecimiento liderado por las exportaciones es la única
estrategia sensata para los países en desarrollo”. El neoestructuralismo
aparece así como la base conceptual de los gobiernos progresistas en cuanto a
la concepción del desarrollo. Esta posición, hoy sostenida por la Cepal, fue
presentada oficialmente en la Unasur en la reunión de Caracas, en junio de
2013, centrada en el tema “Recursos naturales para un desarrollo integral de la
región”, que subraya las condiciones privilegiadas que ofrece América Latina en
la actual fase, en términos de “capital natural” o de recursos naturales
estratégicos, demandados por el mercado internacional, muy especialmente Asia.
El
neoestructuralismo tiene una concepción sobre los bienes naturales que instala
un campo de ambigüedad entre la noción de commodities y recursos naturales
estratégicos. Si bien la política de desarrollo se orienta al crecimiento de
las exportaciones y la asociación con grandes corporaciones trasnacionales,
también busca un control mayor por parte de los estados de la renta extractiva,
en materia de hidrocarburos y energía. En una suerte de wishful thinking, la
región propone como estrategia industrializar los recursos naturales, que
algunos avizoran a través de la relación estratégica con China (véase Mónica
Bruckmann). Otros autores consideran que a partir de la primera parte del siglo
XXI ya no es posible hablar de deterioro de los términos de intercambio (tal
como lo hacía Raúl Prebisch en décadas pasadas al criticar la estructura
productiva de los países latinoamericanos y dar cuenta de las relaciones
asimétricas del intercambio comercial con los países desarrollados). Pero los
deseos no pueden contra la realidad, ya que lo que tenemos es un escenario
crecientemente reprimarizador. Y, además, pareciera que la caída de los precios
de los commodities en los últimos tiempos no les darían la razón.
—La Alianza
del Pacífico, en caso de ensancharse a nivel regional, ¿implicaría una
profundización del modelo productivo extractivista?
—Es cierto
que tres de los cuatro países que componen esa alianza (Perú, Chile, Colombia),
son exportadores de commodities y son extractivo-dependientes (a excepción tal
vez de México, el cuarto socio). Pero la profundización del extractivismo
también se ha venido dando en un contexto de gobiernos progresistas. La
industria retrocede en Argentina, e incluso en Brasil, frente a la demanda de
commodities.
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