miércoles, 2 de mayo de 2012

ESPAÑA, ENTRE EL PODER Y LA DEBILIDAD


El declive del poder español es un proceso íntimamente ligado a su modelo estatal (el del ogro filantrópico) y a la estrategia que España ha empleado para hacer valer sus intereses en el nuevo orden global.
Hace 10 años, durante el 'aznarismo', el prestigio de España se acrecentó de manera notable, en función a la expansión económica (gran parte de ella gracias al desembarco en Latinoamérica) y a un conato de 'entente cordiale' con Estados Unidos y sus potencias aliadas.
Basándose en premisas ideológicas, el Gobierno de Rodríguez Zapatero desmontó dicha relación incipiente, apostando por el euro-radicalismo y la ensoñación diplomática de la alianza de las civilizaciones. Se construyó así una estrategia a lo "cúpula de Barceló" centrada en lo contingente antes que en lo esencial, una postura decorativa e irreal, utópica, alejada de los imperativos geopolíticos y las necesidades geoeconómicas.
El poder y la debilidad de un país se traducen en hechos concretos y se materializan en un espacio-tiempo histórico. Lo de YPF en Argentina y lo que acaba de pasar con Red Eléctrica en Bolivia son ejemplos patentes de la debilidad de España en sus relaciones internacionales, una debilidad aprovechada por países con una concepción menos idealista del escenario multilateral.
Países dispuestos a hacer valer sus intereses violentando la seguridad jurídica, seguros del respaldo de su frente interno. La debilidad de España es manifiesta y contrasta con la apuesta de un sector de políticos y empresarios por una serie de regímenes populistas caracterizados por la precariedad institucional.
Las empresas españolas han repetido durante años el mantra de la estabilidad de ciertas inversiones en mercados sesgados por el autoritarismo, apostando por la relación directa con los caudillos populistas en desmedro de estrategias más realistas y globales. El resultado a este voluntarismo ingenuo es el que todos conocemos.
Si el poder español ha decaído en Latinoamérica —no confundamos imagen con potestas real— lo mismo sucede en otras regiones del mundo. La ambivalente respuesta de Estados Unidos ante la expropiación argentina nos confirma la vieja política de Washington de no mover un dedo por ningún país europeo, salvo Inglaterra.
Brasil y China apoyan a Buenos Aires, al igual que el bloque del ALBA. La Alianza del Pacífico, circunscrita a la dimensión comercial, nada puede hacer ante la ola soberanista que legitima los excesos del kirchnerismo. Frente a este panorama, España, si pretende recuperar protagonismo y cierto nivel de influencia regional y global debe renovar su estrategia apelando al realismo político y abandonando el maniqueísmo impuesto por ideologías híper-estatistas.
En Europa, por ejemplo, ante la reconfiguración electoral del eje franco-alemán, se trata de un asunto de vida o muerte. Ser realista pasa por evitar nuevas sorpresas en el plano empresarial y político, eliminando las distorsiones del voluntarismo. No basta con diseñar planes de emergencia que sirven para apagar incendios cuando todo ha sido consumado. Urge aplicar una estrategia preventiva, una auténtica política de prospección, pues son muchos los escenarios en los que nuestra debilidad es un fuerte incentivo para que los Estados populistas con los que negociamos intenten humillarnos otra vez. (El Mundo de España)





BOLIVIA ASESTA UN NUEVO GOLPE A ESPAÑA EN LATINOAMÉRICA

El Comercio de Ecuador (www.elcomercio.com/negocios)
                                                                           
El presidente de Bolivia, Evo Morales, confiscó los activos de la empresa española Red Eléctrica Corp. en el país y le ordenó a las fuerzas armadas que asumieran el control de sus instalaciones. La medida, que se produce después de que Argentina nacionalizara una participación de 51%, de un total de 57,4% que Repsol YPF SA tenía en la petrolera YPF, constituye el golpe más reciente contra una empresa española en América Latina. Morales anunció la decisión en la estación central del operador de redes eléctricas en Cochabamba, la tercera ciudad del país, como parte de una ceremonia televisada para conmemorar el primero de mayo, Día Internacional del Trabajo.
El mandatario acusó a la compañía española de no invertir lo suficiente. “Que viva el primero de mayo, que vivan los trabajadores, que vivan las nacionalizaciones”, declaró. En las cercanías, la sede central de Red Eléctrica estaba envuelto en banderas de Bolivia y la Wiphala, la bandera del movimiento indígena de Morales. Red Eléctrica, que posee y opera cerca de 85% de las redes de energía eléctrica de Bolivia, dijo que buscará la compensación apropiada por parte del gobierno. “Lamentamos la decisión del gobierno boliviano, basada en motivos que nos son desconocidos”, dijo el vocero de la empresa, Antonio Prada. “Estas acciones van contra el libre mercado y las leyes que deben gobernar la inversión internacional”.
Un vocero del gobierno español, que posee 20% de Red Eléctrica, dijo que el país seguía de cerca la situación. Un alto funcionario cercano a la oficina del presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, manifestó que el gobierno boliviano ha abierto canales de comunicación e indicado su disposición a compensar a Red Eléctrica. Es probable que la expropiación aumente la tensión en las relaciones entre España y algunos países latinoamericanos.
La expansión de las empresas ibéricas en la región ha ayudado a diversificar su economía en momentos en que el país está sumido en su mayor crisis económica en décadas. España ha hecho un llamado a los líderes europeos y globales para que apliquen sanciones contra Argentina en un esfuerzo por presionar al país sudamericano para que compense completamente a Repsol por la nacionalización de su filial argentina.
El anuncio de Morales coincidió con la presencia en el país de Antonio Brufau, el presidente de Repsol, quien asistiría a la inauguración de las instalaciones desde donde se exportará gas natural hacia Argentina. Un vocero de Repsol declinó referirse a la decisión de Bolivia. A pesar de las nacionalizaciones en Argentina y Bolivia, buena parte de América Latina no ha caído en la ola populista que empezó con la elección de Hugo Chávez en Venezuela en 1998.
Aunque Argentina, Bolivia, Ecuador, Nicaragua y Venezuela son dirigidos por líderes izquierdistas, gobiernos pragmáticos están a cargo en Brasil, México, Colombia, Chile y otros países. “La mayoría de la región ya dio vuelta la página”, dijo Michael Shifter, presidente de Diálogo Interamericano, un centro de estudios de Washington. Desde que asumió la presidencia en 2006, Morales ha aprovechado las celebraciones del Día del Trabajo para nacionalizar diferentes sectores de la economía. Hace exactamente seis años, nacionalizó los yacimientos de gas del país al ordenar a las empresas extranjeras a que entregaran su producción a la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos.
Hace dos años, Bolivia asumió el control de la mayoría de las operaciones de generación eléctrica al allanar las instalaciones de la empresa británica Ruralec, que entabló una demanda contra Bolivia en las cortes internacionales. En mayo de 2011, Morales fue blanco de un revés poco usual, cuando mineros independientes frenaron su campaña para nacionalizar varias minas operadas por multinacionales. El presidente, cuya popularidad ha caído en las encuestas, parece haberse sentido animado por la decisión de Cristina Fernández de Kirchner de nacionalizar la filial argentina de Repsol. La medida resultó ser bastante popular entre los argentinos y le dio a la presidenta un impulso en los sondeos. “Morales siempre ha estado tentado a apelar al sentimiento nacionalista, y eso es lo que ha hecho”, señaló Shifter. “Quiere apelar a su base”.





Políticas diferentes según sus intereses

LA CARA Y LA CRUZ DE EVO MORALES CON ESPAÑA
                                                       
El Mundo de España (www.elmundo.es/america)

En medio del jolgorio que provocó el anuncio sobre la nacionalización de Transportadora De Electricidad (TDE), una firma con fuertes capitales españoles, Evo Morales consultó a unos de sus asesores y éste le mostró su reloj.
El discurso con que el presidente había informado que todas las acciones que Red Eléctrica Española (REE) pasarían a manos de la ahora estatal TDE, había durado más de la cuenta. Avisado del retraso, Morales hizo una señal para que se plegaran las 'wipalas' (la bandera de los pueblos del altiplano) y que el público que saltaba rítmicamente, se comenzara a dispersar.
Debía acudir a otro acto que parecía el negativo fotográfico del primero. En el yacimiento gasífero de Campo Margarita, al sudeste del país, lo esperaba Antonio Brufau, titular de la también española Repsol. Juntos los dos, presidieron la ceremonia de inauguración de una planta de procesamiento del fluido que tanto aporta a la economía boliviana.
Si en el acto celebrado en el palacio presidencial, el líder indígena hizo responsable a una empresa española (REE) por la falta de inversión en el tendido eléctrico, en Campo Margarita felicitó a otra compañía de la misma nacionalidad por su contribución al crecimiento de la industria del gas.
"Quiero saludar al presidente de Repsol, su presencia y su trabajo como socio de YPFB (Yacimientos Petrolíferos Fiscales de Bolivia). Reconozco el liderazgo de Repsol, una de las empresas más grandes del mundo. Su inversión como socia siempre será respetada", exclamó Morales, como queriendo distanciarse de la actitud de su homóloga argentina, Cristina Kirchner, hacia la empresa de marras.
De su parte, Antonio Brufau se manifestó satisfecho de "haber llegado al primer hito del compromiso que asumimos con Bolivia". Al hilo de esa reflexión, Brufau calificó al Estado boliviano como a un socio estratégico, lo cual es rigurosamente cierto pues la producción de gas natural representa una de las grandes riquezas del país del altiplano.
A fines de marzo el estado y sus socios extranjeros lograron sobrepasar la los 48 millones de metros cúbicos por día y se espera que con la potenciación de Campo Margarita supere el umbral de los 50 millones de metros cúbicos, lo que consolidaría a Bolivia como el segundo mayor porductor de gas en Sudamérica, detrás de Venezuela. Y muy por encima de Argentina, un país donde abundan las napas de gas pero escasean los capitales necesarios para sacarles provecho.
Por una ironía del mercado regional de hidrocarburos, la flamante planta procesadora de Repsol permitirá a Bolivia aumentar de 30% a 40% el suministro de gas natural a Argentina, país que hace dos semanas dio la espalda a la empresa española.





OTRA ZONA DE ALTO RIESGO

Pese a la inseguridad, grandes compañías españolas como Abertis, BBVA  o Iberdrola están en Bolivia.  Los flujos comerciales son muy limitados
                                                                      
La Razón de España (www.larazon.es)

Desde que en mayo de 2006 Evo Morales decretase la nacionalización de los hidrocarburos, especialmente del gas, las expropiaciones se han sucedido año tras año en el país andino, con la única excepción del pasado ejercicio. Una circunstancia que, junto a los conflictos sociales y políticos, ha generado «un clima de inseguridad política poco propicio para la inversión en el país», como asegura la Oficina Económica de la embajada española en su más reciente resumen de inversiones en el país andino. En tono premonitorio, la legación diplomática añade que «esta tendencia que ya comenzó algunos años atrás se ha visto acentuada en los últimos años y nada hace prever que vaya a cambiar próximamente», como así lo demuestra el caso de Red Eléctrica.
Pese a estas condiciones adversas, algunas de las principales multinacionales españolas, además de Red Eléctrica, están presentes en Bolivia y expuestas al furor nacionalizador del líder bolivariano. BBVA, Repsol, Iberdrola, Técnicas Reunidas o Abertis son algunas de ellas.
Proyectos
La última en llegar fue Técnicas Reunidas –en 2010–, que invertirá 661 millones de dólares para ejecutar la ingeniería, aprovisionamiento y construcción de la segunda fase de una planta de tratamiento de gas en campo Margarita, un yacimiento en el que está presente Repsol. La petrolera española firmó en octubre de 2008 un acuerdo con la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) para iniciar la gestión compartida en YPFB-Andina, en la que la española tiene una participación minoritaria. En mayo de ese mismo año, el Estado boliviano había optado una vez más por la vía de la expropiación para hacerse con el 100% de Andina, entonces filial de Repsol.
Iberdrola llegó en 1995, cuando adquirió Electropaz y Elfe, mientras que BBVA entró en Bolivia un par de años después, en 1997, año en el que compró AFP Previsión.
La presencia de este nutrido e importante grupo de compañías españolas no se traduce, sin embargo, en unos flujos comerciales importantes entre ambos países. Hasta 2008, la balanza comercial era favorable a España, pero ese año se invirtió con unas exportaciones de 35,21 millones de euros frente a 50,25 millones de euros en importaciones, cantidades bastante modestas en ambos casos. De hecho, en 2010 España se situaba en el puesto decimoquinto de países origen de las importaciones bolivianas, con una cuota de mercado del 1,11%, muy lejos del primero del ránking, Brasil, con un 18,71%, o de Estados Unidos, con el 13,23%. Productos manufacturados como máquinas y aparatos mecánicos, vehículos automóviles y tractores o aparatos y material eléctrico son los que venden principalmente las empresas españolas a Bolivia.
Pese a los continuos desmanes de Morales, España siempre ha tratado de mantener una buena relación con Bolivia y la ha considerado uno de los países prioritarios para su cooperación. Además, nuestro país fue el segundo de todo el mundo que más dinero invirtió en el territorio andino en 2009, según las estadísticas del ICEX.
Nacionalizaciones
Las españolas no han sido las únicas compañías que han sufrido la oleada expropiadora de Morales. En 2008 y 2010 acometió dos grandes procesos con múltiples damnificados. En el primero, adquirió la Compañía Logística de Hidrocarburos, en manos alemanas y peruanas; la telefónica Entel, filial de la italiana Telecom; y otras tres compañías relacionadas con el sector de la energía en las que tenían intereses, además de Repsol, compañías de origen británico y holandés.
El de 2010 culminó con la nacionalización de cuatro compañías eléctricas en las que participaban empresas francesas y británicas.
Un continente peligroso
- Suramérica se ha convertido en una zona de algo riesgo para las compañías españolas, que han sufrido varias nacionalizaciones.
- Repsol no ha sido la única multinacional española a la que Argentina ha expropiado. Los Kirchner también nacionalizaron Aerolíneas Argentinas y los fondos de pensiones privados del BBVA. Otras compañías como Aguas de Barcelona abandonaron el país por sus problemas.
- En Venezuela, Hugo Chávez anunció en julio de 2008 la nacionalización de Banco de Venezuela, filial del Santander, aunque un año después se llegó a un acuerdo para que la entidad española se lo vendiera el Estado venezolano por 750 millones de euros.
- En 2008, el Ejecutivo de Ecuador anunció la cancelación anticipada de los contratos de Repsol por desavenencias en las negociaciones.





Morales expropia la filial de Red Eléctrica

ANÁLISIS: MÁXIMA ALERTA
                                                                        
La Razón de España (www.larazon.es/noticia)

Los tres países bolivarianos (Venezuela, Ecuador y Bolivia) y Argentina tienen problemas internos y sus dirigentes necesitan populismo nacionalista para ocultar la realidad. Un estudio geopolítico del continente suramericano hubiese desaconsejado invertir en ellos o, por lo menos, empezar un proceso de desinversión paulatino cuando los actuales dirigentes accedieron al poder. La única duda es si Perú virará hacia estas políticas o mantendrá la prudencia que ha mostrado Humala. Por contra, Brasil, Chile y Colombia son tres economías solventes y ofrecen garantías políticas.
- ¿Qué puede hacer España en estos momentos?
– Las respuestas españolas tienen que basarse en los acuerdos internacionales y en la fortaleza de sus aliados. Concretamente, la UE debe iniciar un política más agresiva para prevenir este tipo de situaciones. EE UU sería el aliado más fiable y, probablemente, más poderoso para prevenir las situaciones similares.
- ¿Era previsible esta reacción?
– Todas las empresas españolas de infraestructuras, minería y telecomunicaciones en las que los precios están regulados o suponen extracción de riqueza del suelo del país están en estos momentos bajo la amenaza del populismo. Sus departamentos de «public affairs» deben recoger la información, procesarla y crear planes contingentes.
- ¿Por qué las expropiaciones en estos tres sectores?
– Primero, en el sector de la minería, porque la impresión que da es que se saca riqueza del país para llevársela a otros lugares. Por tanto, es un sector proclive al populismo. Las infraestructuras son presa fácil porque es riqueza construida en el país, que los ciudadanos pueden considerar como propia. Las telecomunicaciones y servicios de precios regulados por el Estado están sujetas a negociaciones con los gobernantes, que tienen en la expropiación la amenaza para imponer precios bajos. Todos estos sectores son muy sensibles.
- ¿Qué países son fiables en Suramérica en estos momentos?
- Brasil, por su dimensión y estabilidad; Chile, por la seriedad que ha demostrado hace tiempo, y Colombia, en la que la inseguridad era física, pero no jurídica. Perú es una incógnita que todavía tiene que ser despejada.





"No tiene efecto relevante" en los resultados, asegura la compañía

RED ELÉCTRICA Y EL GOBIERNO QUITAN HIERRO A LA EXPROPIACIÓN
                                                                                                                                                                                                                         
Red Eléctrica se ha puesto del lado del Gobierno y ha minimizado el impacto de la expropiación de su filial en Bolivia. "Supone alrededor de un 1,5% de la cifra de negocio", explica, en un comunicado a la CNMV.
                                            
Cinco Días de España (www.cincodias.com)

Aquí no ha pasado nada. El Gobierno español ha reaccionado de una manera radicalmente distinta ante la expropiación de la filial de Red Eléctrica en Bolivia, Transportadora de Electricidad (TDE), a como lo hizo con la nacionalización de YPF, la participada de Repsol en Argentina. Pero también lo ha hecho la interesada.
En un comunicado a la CNMV remitido esta mañana, Red Eléctrica no solo se muestra conciliadora, sino que resta importancia a la decisión. "La aportación de TDE a la cifra de negocio del grupo se encuentra en el entorno del 1,5%", explica la comunicación. "Este hecho no tiene un efecto relevante en los negocios y la cuenta de resultados" de la compañía, añade.
Y eso pese a que la nacionalización ha sido una sorpresa tanto para el Gobierno de Mariano Rajoy como para Red Eléctrica. A diferencia del largo conflicto que enfrentó a la Argentina de Cristina Fernández de Kirchner con Repsol, la expropiación de TDE no ha tenido preámbulos. Simplemente, el presidente boliviano, Evo Morales, ha continuado con su política de recuperar la propiedad de las empresas que considera estratégicas y celebrar así el primero de mayo y esta vez le ha tocado a una compañía española y con capital estatal.
Pero también ha sido muy distinta la actitud del Gobierno boliviano en esta expropiación. Morales se ha mostrado dispuesto a pagar un precio justo y a reconocer las inversiones que Red Eléctrica, desde 2002, y Unión Fenosa, desde que compró TDE en 1997 y antes de vendérsela a la hoy expropiada, han realizado en la filial boliviana.
Las palabras, al menos, son más conciliadoras que las de Fernández de Kirchner en Argentina. La cifra de indemnización final, sin embargo, se desconoce: "Está pendiente la fijación del procedimiento por el que se llevará a cabo esta nacionalización y el modo en el que se fijará el precio de la participación que el Grupo Red Eléctrica mantenía en dicha compañía", señala la empresa española.
De todas formas, no todo son diferencias. Argentina utilizó como argumento la falta de inversiones de Repsol en YPF y lo mismo ha esgrimido Morales. "En 16 años, [Unión Fenosa y Red Eléctrica] apenas habían invertido 81 millones de dólares", explicó ayer el mandatario como justificación a su medida.
Claro que un punto importante para la diferencia de reacciones es que, efectivamente, el peso de TDE en la cuenta de resultados de Red Eléctrica es casi testimonial, mientras que YPF supone el 25% del beneficio de explotación de Repsol, más del 50% de su producción y por encima del 40% de sus reservas. Y también por sus perspectivas. TDE no deja de ser una empresa de transmisión de electricidad, con un negocio recurrente y previsible. YPF acababa de descubrir el ya famoso megayacimiento de Vaca Muerta...
También el Gobierno español ha sido consciente durante el conflicto con Argentina de que las amenazas y la escalada de tensión verbal han servido de poco en el resultado final, al igual que los intentos de sumar a las instituciones comunitarias e internacionales a su causa. Esta vez, se ha preferido asumir lo sucedido y poner el acento en lograr el mejor precio posible para Red Eléctrica. "No ha sido un ataque directo a España, como sí lo fue YPF", ha resumido el vicesecretario de Organización del PP, Carlos Floriano.
Sobre todo, el objetivo del Gobierno español es poner coto a la sensación de que cualquier empresa española en Latinoamérica puede ser nacionalizada porque el Ejecutivo no tiene capacidad para evitarlo. "No creemos que exista en absoluto una situación generalizada. Son situaciones independientes", han sido las palabras del ministro de Economía, Luis de Guindos, al referirse desde Bruselas a la expropiación, según han recogido varias agencias. Estas decisiones, ha añadido, "son negativas fundamentalmente para los países que las toman" y tienen "implicaciones a medio plazo" para ellas. Eso sí, ha reconocido que no es una decisión que haya gustado al Gobierno español.





EL GOBIERNO LLEGARÁ 'HASTA DONDE SE PUEDA LLEGAR' EN DEFENSA DE LAS EMPRESAS ESPAÑOLAS.

La Gaceta de España (www.gaceta.es)
                                                                          
El Gobierno español está dispuesto a llegar "hasta donde se pueda llegar" en defensa de los intereses de las empresas españolas en el exterior y de su seguridad jurídica, tras la expropiación de Red Eléctrica Internaconal (filial de Red Eléctrica Corporación) decretada por el Ejecutivo boliviano, han informado a Europa Press fuentes de Moncloa.
Las fuentes consultadas han indicado que el Gobierno mantiene "abiertos" los canales de comunicación con el Ejecutivo que lidera el presidente boliviano, Evo Morales, y que se ha puesto a disposición de lo que pueda solicitar la compañía española, Red Eléctrica, para defender su intereses y proteger la seguridad jurídica de las empresas españolas en el exterior.
Han recordado, además, que el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, habló el martes con su homólogo boliviano, David Choquehuanca, sobre la expropiación de la firma energética española y han reiterado que el Gobierno se mantiene "a disposición de lo que pida la empresa".
Las fuentes consultadas han recordado que el Gobierno ha fijado postura esta mañana con las declaraciones que ha realizado en Bruselas el ministro de Economía, Luis de Guindos, que ha definido la expropiación como una decisión "negativa" del Gobierno boliviano pero ha resaltado que La Paz ha garantizado que compensará a la compañía española por la nacionalización y las inversiones realizadas en el país iberoamericano.
"Lo que ha garantizado Bolivia es que se va a compensar a la empresa por los costes invertidos en la red de electricidad, lo cual evidentemente es un elemento que el Gobierno español va a vigilar" para que haya un "justiprecio" por la expropiación, ha asegurado De Guindos en declaraciones a la entrada de la reunión de ministros de Economía de la Unión Europea.
Las fuentes consultadas por Europa Press han incidido en el argumento expuesto por De Guindos al resaltar que el Gobierno vigilará la corrección de las compensaciones por la nacionalización de la filial de Red Eléctrica en Bolivia.
La expropiación de las acciones de Red Eléctrica Internacional en la empresa Transportadora de Electricidad (TDE) fue aprobada el martes por Morales, que además ordenó al comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, Tito Gandarillas, que tomara "las instalaciones de la administración y la operación" de la empresa española.
Red Eléctrica Internacional adquirió en 2002 el 99,94 por ciento de las acciones de la empresa boliviana TDE, propietaria y operadora del Sistema Interconectado Nacional boliviano (SIN), que atiende el 85 por ciento del mercado nacional.
En su comparecencia, Morales informó de que su Gobierno ha asumido esa decisión como un justo reconocimiento a los trabajadores y al pueblo boliviano, que "ha luchado por la recuperación de los Recursos Naturales y de los servicios básicos", según declaraciones recogidas por la oficial Agencia Boliviana de Información (ABI).
Declaraciones de De Guindos
El ministro de Economía, Luis De Guindos, ha tachado hoy de "negativa" la decisión de Bolivia de nacionalizar la filial de Red Eléctrica Corporación, pero ha resaltado que el Gobierno de Evo Morales ha garantizado que compensará a la compañía española por la expropiación y las inversiones realizadas en el país.
"Lo que ha garantizado Bolivia es que se va a compensar a la empresa de los costes invertidos en la red de electricidad, lo cual evidentemente es un elemento que el Gobierno español va a vigilar" para que haya un "justiprecio" por la expropiación, ha asegurado De Guindos en declaraciones a la entrada de la reunión de ministros de Economía de la UE.
"Este tipo de decisiones no gustan al Gobierno español porque creemos que es fundamental mantener la seguridad jurídica en el proceso de inversiones en países como Bolivia", ha afirmado De Guindos. También ha subrayado que Red Eléctrica "estaba dando un buen servicio desde el punto de vista de lo que es la economía de Bolivia y los ciudadanos de Bolivia".
Pese al precedente de la expropiación de la petrolera YPF, filial de Repsol, por parte de Argentina, De Guindos ha dicho que "no creemos que exista en absoluto ningún tipo de situación generalizada" en América Latina. "Son situaciones independientes", ha insistido.
"Son decisiones que son negativas fundamentalmente para los países que las toman, para los Gobiernos de los países que las toman", ha señalado.
"Tienen implicaciones a medio plazo desde el punto de vista de lo que es el desarrollo económico de estos países y de lo que es la garantía de las inversiones, y las inversiones son fundamentales", ha insistido.
En todo caso, el ministro de Economía ha apuntado que las empresas de capital español que trabajan en los países de América Latina "están haciendo una función y un servicio básico al desarrollo de estos países y también a lo que es el bienestar y la prosperidad de los ciudadanos".





EXPROPIACIONES EN AMÉRICA LATINA

El PSOE reclama 'una estrategia de defensa' para las empresas españolas
Valenciano: 'La política exterior debe ser un asunto de Estado'. Lamenta la falta de información y reclama a Rajoy que dé más explicaciones
                                                                              
El Mundo de España (www.elmundo.es/elmundo)

La vicesecretaria General del PSOE, Elena Valenciano, ha expresado una gran preocupación por las expropiaciones que están sufriendo las empresas españolas; la última, la filial de Red Eléctrica Española en Bolivia; tan sólo unas semanas después de la de Repsol-YPF en Argentina.
El PSOE está en "total desacuerdo" con la decisión del Gobierno de Evo Morales y reitera su respaldo a las actuaciones del Gobierno español y a los intereses de las empresas españolas. En este sentido, Elena Valenciano reclama al Gobierno "una estrategia de defensa de las empresas españolas en América Latina".
La vicesecretaria General del PSOE lamenta la falta de información por parte del Gobierno y reclama al Ejecutivo de Rajoy más explicaciones sobre la situación. Valenciano considera anómalo que el Gobierno no se haya puesto en contacto con los partidos de la oposición tras la decisión del Ejecutivo boliviano.
El PSOE cree que "la política exterior debe ser un asunto de Estado y reclama al Gobierno más atención a los países de América Latina", una región estratégica para las empresas españolas.





NACIONALIZACIÓN EN TIEMPOS DE TURBULENCIAS SOCIALES

Cinco Días de España (www.cincodias.com.es)

La nacionalización de la Transportadora de Electricidad, mediante el decreto número 1214, no es una decisión inesperada en Bolivia. Desde que asumió el poder hace seis años, Evo Morales ejecuta expropiaciones cada Primero de Mayo, siendo la estatalización de los hidrocarburos hasta ahora la más resonante de su gestión. Hasta ahora ha nacionalizado empresas de los sectores de hidrocarburos, telecomunicaciones, minería y energía eléctrica.
También avanzó con su modelo estatalizador en el sector de la aviación y de la producción agrícola. Queda pendiente aún el área de agua y de los recursos forestales. Todo es cuestión de tiempo para consolidar al Estado como el mayor actor de la economía boliviana.  
Sin embargo, las nacionalizaciones durante su gobierno ocurren en momentos y contextos cambiantes, pero con métodos similares. La primera y más espectacular fue ejecutada a pocos meses del inicio de su mandato. La expropiación de las acciones de empresas petroleras le sirvió para acumular más poder y conseguir un respaldo popular inédito. Lo mismo ocurrió dos años después con la nacionalización de la Empresa Nacional de Telecomunicaciones.
El presidente tenía un cheque en blanco de su electorado, sin importar las secuelas, como los costosos arbitrajes internacionales y los pagos de millonarias indemnizaciones. El contexto y la coyuntura de esta última estatalización es diferente. Mantiene el alcance inamistoso de las anteriores, por la intervención militar de las instalaciones de la empresa afectada, pero se ejecuta en uno de los momentos de mayor desgaste de la imagen del Gobierno. Morales necesitaba una iniciativa que le devuelva autoridad y confianza.
Desde hace un mes, Morales se enfrenta a una durísima huelga de la Sanidad. Desde hace dos semanas, la Central Obrera Boliviana exige aumentos salariales y la reconducción del llamado proceso de cambio que apoyaron antes. Aunque el presidente decretó el martes el aumento salarial en un 8% y un salario mínimo de 120 euros, se espera que el jueves próximo los trabajadores endurezcan sus protestas. El tercer conflicto, la novena marcha indígena de defensa del Parque Isiboro Sécure, amenaza con ponerle otra vez contra las cuerdas. Ni siquiera la inédita e improvisada festividad de dos días sirvió para aplacar las protestas callejeras en este Primero de Mayo.
Morales necesitaba un golpe de efecto que lo acercase a sus distanciadas bases electorales, que le reclaman recuperar su «espíritu revolucionario». Pero su acción no tiene relación directa con la conducta de Cristina Fernández. Paradójicamente, el mismo día en que Morales expropia a REE se reúne con el presidente de Repsol, Antonio Brufau, para anunciar juntos el aumento de la producción gasífera del campo Margarita, el mayor de Bolivia. Las relaciones del Gobierno boliviano con las petroleras, sobre todo la española, parecen estar mejor que nunca. El Estado tiene 180 días para definir el valor de las acciones expropiadas. En ese periodo también debe recuperar la calma social. La duda es si otra medida de shock permitirá al Gobierno recuperar la iniciativa en su relación con los movimientos sociales de Bolivia.





BOLIVIA CONTRATARÁ A UNA «EMPRESA INDEPENDIENTE» PARA FIJAR EL VALOR DE LA FILIAL DE REE

El Gobierno boliviano contratará a una "empresa independiente" para fijar el valor de la Transportadora de Electricidad (TDE), la filial de Red Eléctrica Española (REE) en este país, en una plazo de 180 días hábiles, según indica en el Decreto Supremo 1214 por el que se ratifica su expropiación.
                                                     
La Razón de España (www.larazon.es)

"Se instruye a la Empresa Nacional de Electricidad (ENDE) a pagar el monto correspondiente al total del paquete accionario de la Sociedad Red Eléctrica Internacional en la Empresa Eléctrica Transportadora de Electricidad y/o a los terceros, después de un proceso de valuación que se encargará a una empresa independiente contratada por ENDE en el plazo de 180 días hábiles a partir de la publicación de la norma", reza el texto.
En la exposición de motivos del decreto, el Ejecutivo boliviano recuerda varios artículos de la Constitución, como el que establece que el Estado puede intervenir en toda la cadena productiva de los sectores estratégicos para garantizar su abastecimiento.
También alude a otro artículo en el que señala que el Estado puede asumir el control y la dirección sobre la exploración, explotación, industrialización, transporte y comercialización de los recursos naturales estratégicos a través de entidades públicas.
Asimismo, menciona un decreto aprobado en julio de 2008 en el que el Gobierno boliviano dispuso que ENDE, en representación del Estado, adopta el rol estratégico para participar en toda la cadena productiva de la industria eléctrica, así como en actividades de importación y exportación de electricidad en forma sostenible, con criterios de promoción del desarrollo social y económico del país.
Morales ha informado de que su Gobierno ha asumido esa decisión como un justo reconocimiento a los trabajadores y al pueblo boliviano, que "ha luchado por la recuperación de los Recursos Naturales y de los servicios básicos".
Red Eléctrica Internacional adquirió en 2002 el 99,94% de las acciones de la empresa boliviana Transportadora de Electricidad, propietaria y operadora del Sistema Interconectado Nacional boliviano (SIN), que atiende el 85% del mercado nacional.
La Transportadora de Electricidad, fundada el 17 de julio de 1997, es agente transmisor en el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM) de la República de Bolivia y tiene 1.961,60 kilómetros de líneas y 22 subestaciones en todo el país.
El Estado español, a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), es el principal accionista de Red Eléctrica de España (REE), con el 20% del capital, ya que el resto está repartido en Bolsa.
Red Eléctrica de España está presente en dos países de América, Bolivia y Perú, a través de su filial Red Eléctrica Internacional. La empresa española facturó 45,7 millones de euros en 2011 por su negocio internacional, apenas el 3% del conjunto de la empresa, y de este porcentaje la mitad procede de la actividad en Bolivia.
En su último informe económico correspondiente al ejercicio 2011, REE asegura que TDE ha mantenido el año pasado "un ritmo sostenido de inversiones en el mercado eléctrico boliviano, iniciando la ejecución de cinco proyectos, con una inversión de 9,6 millones de dólares".
El presidente de Bolivia, Evo Morales, ha justificado la expropiación asegurando que "esa empresa internacional española en 16 años apenas ha invertido 81 millones de dólares, una inversión en término medio de cinco millones al año", que consideró insuficiente.





ESPAÑA ES EL SEGUNDO PAÍS INVERSOR EN BOLIVIA

El primer puesto lo ocupa Estados Unidos según datos del Instituto de Estadística Boliviano.

El Diario de Sevilla de España (www.diariodesevilla.es/article/economia)
                                                                                                                
España es el segundo país inversor en Bolivia con 112,9 millones de euros, sólo superado por Estados Unidos, con 127,7 millones, según datos del Instituto de Estadística Boliviano publicados por el ICEX.
Entre las empresas españolas que invierten actualmente en Bolivia están Red Eléctrica Española -de la que ayer se anunció la expropiación de su filial boliviana TDE-, Repsol, Iberdrola, Grentidem, Abertis y Aena, Unión Española de Explosivos, Santillana, el grupo BBVA y Técnicas Reunidas.
Repsol, presente en el país andino desde 1995, es una de las empresas petroleras más importantes, con un 45% de las reservas de gas y un 39% de las petrolíferas y con una presencia en seis de los nueve departamentos de Bolivia.
En mayo de 2008, Repsol llegó a un acuerdo con el gobierno boliviano por el que su filial, Andina, fue nacionalizada aunque con administración y gestión compartida. Iberdrola está presente en Bolivia desde 1996, tras la adquisición de las firmas bolivianas de Electropaz y ELFEO destinadas a la distribución de energía eléctrica al consumidor final.
Grentidem posee el 60 % de GSA, que ha invertido en la construcción de multicines en Santa Cruz y Cochabamba, y en un complejo de ocio y cines en La Paz. Abertis y Aena operan en Bolivia mediante la sociedad denominada Airport Concessions and Development Limited, adquirieron la empresa boliviana SABSA (Servicios de Aeropuertos Bolivianos, S.A.) y gestionan los tres aeropuertos de primer orden del país.
Unión Española de Explosivos ha creado junto con la empresa Cofadena del ejército boliviano la empresa FANEXA, dedicada al sector de los explosivos. También están Santillana Ediciones y el grupo BBVA que administra dos fondos de pensiones que representan el 53% del total de este tipo de fondos en el país.
Una de las últimas empresas españolas que ha invertido en Bolivia es Técnicas Reunidas, que el pasado año firmó contratos con la petrolera estatal YPFB para construir una planta de gas, y con la brasileña Setal, para crear dos plantas de zinc. La balanza comercial hispano-boliviana en 2011 arrojó un saldo positivo para España de 9,78 millones de euros, al exportar por valor de 59,88 millones e importar por 50,09 millones.
Los principales sectores exportadores fueron el de la tecnología industrial (6,93 millones de euros) y el de la industria química (1,64 millones). Según datos de la Cámara Oficial Española de Comercio e Industria en Bolivia, las comunidades españolas más exportadoras hacia este país andino son Cataluña (10,9 millones), Valencia (5,17 millones) y Madrid (5,14), mientras que las principales importadoras son Asturias (25 millones) y Valencia y el País Vasco, 3,1 millones cada una.





EL PP CREE QUE LA EXPROPIACIÓN DE REE NO ES UN ATAQUE DIRECTO A ESPAÑA

Carlos Floriano asegura que esta decisión es "muy negativa" aunque subraya que sólo afecta a los ciudadanos de Bolivia
                                                                
Estrategia Digital de España (www.estrelladigital.es/espana)

El vicesecretario de Organización y Electoral del PP, Carlos Floriano, ha asegurado que la decisión del presidente de Bolivia, Evo Morales, de nacionalizar las acciones que Red Eléctrica Internacional, filial de Red Eléctrica Española, posee en la empresa Transportadora de Electricidad (TDE), no supone un "ataque directo" a España como, ha puntualizado, sí lo fue la expropiación por parte de Argentina de YPF.
En una entrevista en RNE, Floriano ha reconocido que el mensaje que se ha lanzado con esta expropiación boliviana es "muy negativo" aunque ha subrayado que sólo afecta a los ciudadanos de Bolivia. En este sentido, el dirigente del PP ha recordado que el Gobierno argentino expropió las "acciones españolas" de la filial de Repsol, mientras que en Bolivia "se expropia toda la empresa". "En Argentina hubo un ataque directo a España porque se seleccionaron accionsitas españoles dentro de la filial y en el caso de Bolivia se expropia a toda la empresa", ha recalcado.
Dicho esto, Floriano ha insistido en que el mensaje en ambos casos es "igualmente negativo" para los dos países, y se ha preguntado que "quién va a invertir" en dichos estados si la voluntad jurídica es "violentada". Así, el dirigente del PP ha encuadrado estas decisiones en una forma de hacer política "basada en el populismo" que, a su juicio, "no es nada bueno" y benefician "muy poco" al país y a los ciudadanos a los que gobierna.
"Espero que se puedan ir dando los pasos para que este tipo de situaciones sean la excepción de la excepción porque, sinceramente, creo que no se consigue nada bueno ni para Bolivia, ni para los bolivianos, ni creo que salga beneficiado a fin de cuentas nadie", ha zanjado.





LA BOLSA DE ESPAÑA AGUDIZA SU DESPLOME: -3%

El índice Ibex 35 retrocede con fuerza, a contramano del resto de los mercados de Europa que operan con mínimas variaciones. Preocupa a los inversores ibéricos la decisión de Bolivia de nacionalizar la filial de la empresa Red Eléctrica Española.
                                                                
Infobae de Argentina (www.infobae.com/notas)

La Bolsa de España registraba esta mañana una importante baja, en medio de las repercusiones que generó la decisión del gobierno de Evo Morales, en Bolivia, de expropiar la filial local de la empresa Red Eléctrica Española.
El índice Ibex 35 bajaba 3 por ciento pasadas las primeras operaciones, según informó la agencia de noticias Reuters. De esta manera, la plaza ibérica operaba a contramano del resto de los mercados de Europa. 
Las Bolsas de esa región subían con cautela luego de conocerse en la víspera unos alentadores datos macroeconómicos en los Estados Unidos.
El índice paneuropeo FTSEurofirst 300 subía un 0,74 por ciento, con el referencial alemán y el francés CAC, que estuvieron cerrados ayer, subiendo en torno a un 1,4 por ciento.
El índice británico FTSE 100, que trepó un 1,3 por ciento la sesión previa tras unos datos manufactureros de los Estados Unidos mejores de los previstos que dieron impulso a las esperanzas sobre el crecimiento global, avanzaban un 0,1 por ciento. 






¿Qué vendrá ahora? Hago fervientes votos y mantengo la esperanza de que la UE avance más en serio.
                                                         
La Gaceta de España (www.gaceta.es)

Políticos y periodistas restan importancia a lo sucedido a Red Eléctrica en Bolivia: que si era pequeña, que si es poco en la facturación global de la matriz, que si pagaran lo correcto... Bendita manera de esconder el ala. Me han escupido, pero poco, jajajaja. El que no se consuela es porque no quiere. Hay que ser bobo.
El Gobierno, el mío, no dijo ayer nada. Si fue por madurar la respuesta, lo entiendo y acepto. Si fue por quitarle importancia al tema: vaya tropa. Por las declaraciones de hoy de Luis de Guindos: vaselina. No hace falta que entre en detalles, ¿verdad?.
Siete años en la oposición dan para preparase bastante; ver la inmediatez de tu victoria en momentos de gran penumbra te fuerzan a ello. ¿Que hicieron? El currículum de muchos de ellos daba fundada esperanza, su actuación más bien pena. ¿No hay en España nadie con cabeza?.
La tal Kirchner, expropio una empresa privada y toda España ofendida. Este, el Evo, expropia una empresa parte pública y no pasa nada. ¿En manos de quién estamos?.
¿Qué vendrá ahora? Hago fervientes votos y mantengo la esperanza de que la UE avance más en serio. Visto el percal de nuestros gobernantes, gobierno y oposición (ex-gobierno), el mirlo blanco tendrá que venir de fuera.  Aquí hay poco nivel y falta base. Vaya gremio de conformistas.





GESTO DE PODER BAJO UNA OLA DE PROTESTAS
                                                             
Clarín de Argentina (www.clarin.com/mundo)

Desde que el 1° de mayo de 2006 ocupara los campos gasíferos y petroleros con las Fuerzas Armadas y obligara a las empresas extranjeras a renegociar sus contratos, casi todos los Días del Trabajo siguientes Evo Morales nacionalizó alguna firma para consolidar su proyecto de “recuperación estatal de los recursos naturales y los servicios básicos”. Y ayer se repitió ese repertorio simbólico con la toma militar de la empresa eléctrica Transportadora de Electricidad.
Aunque esas nacionalizaciones fueron perdiendo fuerza por su previsibilidad y la importancia decreciente de las firmas “recuperadas”, este año la medida en perjuicio de capitales españoles creció en impacto luego de las repercusiones generadas por la estatización de las acciones de Repsol en Argentina.
Por estos días Evo Morales enfrenta una ola de conflictos sociales , cuya última expresión es una huelga de médicos –con ayunos colectivos y “crucifixiones”– en rechazo a la decisión del gobierno de aumentar la jornada laboral del sector de 6 a ocho horas. Desde el Palacio Quemado se decidió derrotar a esa huelga en toda la línea, para evitar más reclamos.
El alza del número de conflictos ha traído incómodas imágenes de la “vieja Bolivia” , con discapacitados enfrentándose con la policía en demanda de un bono social; pobladores linchando a supuestos delincuentes y colocándole carteles como “soy un ladrón peruano”; regiones enfrentadas con violencia por conflictos de límites; pobladores de El Alto agrediendo a choferes que aumentaron las tarifas del transporte público; y otras expresiones de lo que el economista Carlos Toranzo considera como una crónica anomia estatal. Por su parte, el analista Fernando Molina cree que la conflictividad social es “endémica” en Bolivia porque el Estado es el dueño de la principal riqueza –el gas– y los sectores sociales disputan en las calles el acceso a esas rentas a falta de empleo productivo.
En este clima de agitación se ha reactivado una nueva marcha en rechazo al suspendido proyecto gubernamental de construcción de una ruta que atraviesa el Territorio Indígena Parque Nacional Isidoro Sécure (Tipnis), oposición que cuenta con el respaldo de amplios sectores de las clases medias urbanas. Este conflicto ha llevado a Evo Morales a afianzar su discurso nacionalista y denunciar a las ONG ambientalistas implicadas en la marcha como el “nuevo colonialismo” que busca impedir el desarrollo del país.
Con todo, los alentadores resultados macroeconómicos son una fuente de legitimidad para el gobierno. Por ejemplo, desde 2005 el ingreso per capita –aunque aún bajo– se duplicó desde 1.000 a los actuales 2.000 dólares. Y a eso se suma la expansión de la construcción y el bajo desempleo, que ya motiva quejas de algunos paceños de que es difícil encontrar empleadas domésticas cama adentro.
Evo Morales no deja de lado el pragmatismo. En los últimos años se ha acercado al empresariado de Santa Cruz al tiempo que descabezaba a los gobernadores opositores (sólo el gobernador cruceño queda como recuerdo de aquel país dividido que pareció poner contra las cuerdas a Morales en su primer mandato). Incluso los empresarios participaron de la cumbre de evaluación mano a mano con campesinos e indígenas del MAS.
Pese al desgaste de Morales, evidente en las grandes ciudades, los críticos que se separaron del oficialismo pidiendo una “reconducción del proceso de cambio” desde la izquierda no lograron mayor influencia, y las oposiciones de centroizquierda y centroderecha aún son muy débiles para soñar con derrotarlo en 2014, cuando el mandatario intentará su re–reelección forzando una interpretación de la nueva Constitución.





LOS EMPRESARIOS ESPAÑOLES, INDIGNADOS CON LA ARGENTINA Y BOLIVIA POR LAS ESTATIZACIONES

La Confederación Española de Organizaciones Empresariales le exigió al gobierno de Mariano Rajoy medidas "más drásticas" contra Cristina Kirchner y Evo Morales
                              
La Nación de Argentina (www.lanacion.com.ar)

Los empresarios de España están en pie de guerra y temen por otras estatizaciones en Latinoamérica. Tras la decisión, ayer, del presidente de Bolivia, Evo Morales, de estatizar una empresa eléctrica española y la expropiación de YPF hace dos semanas por parte de Cristina Kirchner, la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) alzó su grito en el cielo y mostró su indignación por las medidas.
A través de su vicepresidente, Arturo Fernández, la CEOE apuntó hoy contra ambos mandatarios sudamericanos y le exigió al gobierno de Mariano Rajoy adoptar medidas "más serias" al considerar que las nacionalizaciones "pueden ser contagiosas" en la región.
"No es normal que primero la señora Kirchner haga lo que ha hecho en Argentina y ahora en Bolivia se permitan esta tomadura de pelo a los españoles, aunque la acción sea en menor medida", afirmó el representante de los empresarios madrileños y españoles en una entrevista televisiva, según consignó la agencia Europa Press.
Fernández sostuvo que la decisión del mandatario boliviano está íntimamente relacionada con el anuncio de la Presidenta de enviar al Congreso un proyecto de expropiación de la petrolera administrada por Repsol. "Morales se lleva muy bien con Kirchner", subrayó el empresario en diálogo con la Televisión Española.
Durante un acto por el día del Trabajador en La Paz, Evo Morales firmó ayer un decreto para tomar el control de la totalidad de las acciones de una filial local de transporte de energía del grupo español Red Eléctrica Internacional y ordenó al ejército de su país tomar sus instalaciones.
Hace dos semanas, Cristina Kirchner anunció desde la Casa Rosada el envío al Poder Legislativo de un proyecto de ley para que el Estado se haga con el 51 por ciento de las acciones que Repsol tiene en YPF. La propuesta ya tuvo media sanción en el Senado de la Nación, y se estima que mañana se convertiría en ley al ser votada en el recinto de Diputados.
El vicepresidente de la patronal de empresarios españoles sostuvo que la decisión del mandatario boliviano "no es propia del siglo XXI".
"Yo no veo que esto les suceda a los franceses o alemanes, parece que nos ha tocado a nosotros. Hemos invertido mucho dinero y trabajo, y hemos arreglado muchos problemas económicos en esos países para que ahora nos traten de esta manera", agregó. Aunque reconoció que los emigrantes "han hecho mucho por España", en una frase muy polémica afirmó: "Debemos dejar de decirles a estos países que somos hermanos y que nos queremos, ya que España está llena de bolivianos y de argentinos que son nuestros hermanos".
Por último, exhortó al gobierno de Mariano Rajoy -que ya interrumpió la compra de biocombustible argentino- a "tomar medidas más drásticas" contra ambos Estados latinoamericanos ya que, de no hacerlo, "luego podrían venir otros países, como Ecuador o Venezuela".







LATINOAMÉRICA: LA MARCA ESPAÑA DECLINA EN MAL MOMENTO.

Capital Madrid de España (www.capitalmadrid.com/2012/5/2)

En un momento en el que España necesita de los mercados externos para su recuperación económica y en el que el Gobierno y las principales empresas juzgan prioritaria una mayor presencia en Latinoamérica, la reputación de España como marca experimenta en esa región un inquietante declive. Un retroceso tanto más preocupante cuanto que se produce justo cuando las compañías españolas emprenden una tercera ola inversora, liderada por las grandes, pero esta vez con las pymes metidas de lleno. Y cuanto que tiene lugar en algunos de los mercados ascendentes del área y hacia los que hoy mira y se dirige la inversión empresarial. La imagen de nuestro país, su economía y sus valores progresa en Brasil y en México, las dos grandes economías regionales y dos de los focos de interés para las firmas hispanas, pero mengua en Colombia, Perú y Chile y cae en picado en Argentina, el país donde más empeoró la reputación de España en 2011 por delante de Alemania y Francia.
Según el último informe de la consultora Reputation Institute, la imagen de España registró en términos globales un notable deterioro el año pasado, cuando nuestro país fue el que más reputación cedió, sólo por detrás de Grecia. Y también acusó un sensible menoscabo en la percepción general del público de la región del Planeta que el Gobierno y las empresas hispanas se han fijado como prioridad económica, comercial e inversora: Latinoamérica.
De hecho, España, pese a los estrechos lazos con esa región, a una relación comercial privilegiada con la zona, a una presencia inversora que dura décadas y a ser uno de los principales socios de la mayoría de los países, ha visto degradarse su imagen hasta tal punto que actualmente la percepción que existe en Latinoamérica de nuestro país es peor que la se tiene en el G-8 (EEUU, Canadá, Reino Unido, Alemania, Francia, Italia, Japón y Rusia), algo que nunca había sucedido.
Aunque el sondeo se circunscribe sólo a ocho países latinoamericanos (Argentina, Brasil, Colombia, Bolivia, México, Perú, Chile y Puerto Rico), dentro de un sondeo elaborado en 51 naciones, ese grupo supone el 90% del PIB y de la población de la región y en él están incluidos los países a los que va dirigido primordialmente el interés económico y empresarial español. La reputación de la marca España, como la del resto de países, viene conformada, según el análisis definido por Reputation Institute, por un conjunto de variables que abarcan criterios racionales (tecnología, marcas conocidas, calidad institucional, marcha de la economía...) y atributos emocionales-perceptivos (estilo de vida, simpatía o amabilidad de la gente, sentimiento sobre el trato a los inmigrantes del área, estereotipos...).
Con todo, el retroceso global de reputación de España en la región no es uniforme. Mientras que la imagen de nuestro país mejora con fuerza en Brasil, el país con más entrada reciente de capital español, y en México, una de las naciones donde hay más inversión, se mantiene a duras penas en Chile (otro de los países con mayor presencia hispana y hasta hace poco centro de las operaciones de las firmas españolas en la región), baja en Colombia y en Perú y empeora con inusitado vigor en Argentina, y eso que el informe se realizó antes de que el Gobierno de Cristina Fernández desencadenara un duro enfrentamiento con el Gobierno Rajoy por la expropiación del 51% de la petrolera YPF a la española Repsol.
En Argentina miran mal a los "gallegos"
De hecho, Argentina es el país donde más ha caído la reputación española (casi un 12% con respecto a 2010) en términos globales, descenso superior al que España ha registrado en sus vecinos Alemania y Francia. Con toda seguridad, además, la imagen de España en Argentina habrá experimentado un retroceso aún mayor en los últimos meses, consecuencia de la política populista del Ejecutivo y de sus ataques a los intereses españoles, que han terminado con una intervención en YPF que ha suscitado la condena de Madrid y que ha granjeado a Buenos Aires críticas generalizadas en todo el mundo y en toda la región, con la excepción del eje bolivariano que lidera Venezuela. Consecuencia del conflicto por el affaire Repsol-YPF, cabe prever un aumento mutuo de la percepción negativa y daños a la reputación de Argentina, que desde el punto racional podría ser percibida como país sin seguridad jurídica para las inversiones.
Los propios expertos de Reputation Institute relacionan directamente el deterioro de la percepción de España en Argentina con la hostilidad del Gobierno Fernández de Kirchner hacia las empresas españolas que operan en el país y con una política deliberada de envío de mensajes antiespañoles que han calado en la población a través de los lemas populistas del Ejecutivo. De hecho, el quebranto de la reputación de España en Argentina, que seguramente ha crecido en 2012, se produjo en 2011, ya que en la encuesta de 2010 nuestro país se situaba entre los mejor valorados en la nación austral.
En el caso argentino, curiosamente, se trata de una percepción mutua, ya que las empresas españolas vienen reduciendo en los últimos años su interés y apuesta por Argentina, país percibido como cada vez menos amigable con el inversor y los negocios y donde la frecuente intervención estatal en la economía, las poco claras y cambiantes reglas de juego, la inseguridad jurídica y los choques del Gobierno con el sector privado han reducido la inversión foránea y han mermado el atractivo del país, como se destacaba en el último informe Panorama de la inversión española en Latinoamérica 2012 del IESE Business School. Curiosamente, y pese al fuerte retroceso, que para los autores del estudio tiene mucho que ver el halo emocional negativo que de España se tiene en Argentina y que ha sido amplificado por el actual Gobierno, en 2011 se mantuvo la buena percepción de Argentina en España, mientras que el país con peor percepción de Argentina fue Brasil, seguido de Bolivia, Chile y Colombia.
Deterioro en países que interesan
Pero casi más inquietante es la degradación de la percepción hacia la marca España en las estrellas económicas en ascenso de la región, Colombia y Perú, tendencia que su suma a la deteriorada percepción que se atisba en Chile y a la mala imagen que existe en Bolivia. Pese a la fructífera visita del presidente colombiano Juan Manuel Santos a España 2011, en la que animó a las empresas españolas a invertir más en Colombia, y a pesar de las buenas relaciones económicas entre ambos países, la visión que en el país se tiene de España no es positiva. Resta por saber si habrá mejorado tras la reciente gira por Colombia del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, una visita en la que las autoridades colombianas han vuelto a manifestarse a favor de una mayor presencia económica hispana. En Perú, y pese al crecimiento de la IED española en los últimos años y el buen entendimiento entre el presidente Ollanta Humala y Rajoy durante la visita que el primer cursó a Madrid en enero, la imagen de nuestro país también ha virado a la baja entre la población.
Por el contrario, en Brasil y México, los dos grandes focos de la inversión española, sube la imagen de España, si bien la valoración de nuestro país en ambos se sitúa por debajo de la que se tiene en China, la nación donde más mejoró la percepción de España en 2011.
En términos globales, la reputación de España avanzó en China, Brasil, México y Rusia y retrocedió especialmente en Alemania (-9% frente a 2010) y Francia (-8%) y Canadá, además de Argentina, según un informe en el que se afirma que la "imagen de España en Latinoamérica declinó especialmente si se compara con la percepción media de los países del G-8, los más ricos del mundo", si bien las varas de medir son diferentes. Porque, mientras que Alemania o Francia la pérdida de imagen puede vincularse directamente a la profunda crisis económica de España, y la degradación el G-8 se basa especialmente en valores emocionales como la simpatía y fiabilidad de las personas o el estereotipo de que España de que es un país bueno y seguro para vivir pero malo para trabajar o invertir, en Latinoamérica la causas de la pérdida de reputación obedecen a factores mixtos.
En la región, los atributos más valorados de España son entorno natural, ocio y entretenimiento (emocionales), pero también se destacan otros racionales como el sistema educativo, la calidad de los productos y servicios y el reconocimiento de las marcas y empresas. Por el contrario, las naciones latinoamericanas valoran la tecnología, la innovación y la calidad de los productos y servicios de España muy por debajo de la de países como Alemania, Francia y Reino Unido y, frente a la percepción europea (el G-8 está formado mayoritariamente por países europeos) de que España es tierra de gente amable y confiable, esos son los factores con peor valoración en Latinoamérica. Allí se duda, y mucho, de que los españoles sean simpáticos, educados y fiables y juzgan que España no es un país seguro. Detrás del deterioro de la valoración positiva hacia España, Reputation Institute cree ver una creciente ola de populismo en la región, los efectos de la creciente importancia de las empresas españolas en algunos países y la persistencia de estereotipos como el del conquistador y el colonizador.
Inquietante, pero tampoco tan mal
Dentro de una lista de 51 países incluidos en el informe, España retrocede a la posición 16, su peor puesto desde 2009, si bien continúa muy por encima de la media y a la par que naciones como Reino Unido e Italia. Aunque se ubica muy por debajo de la valoración que obtienen países como Alemania, se halla sensiblemente por encima de la que logran EEUU o Francia.
La consultora Reputation Institute compara también en su estudio la percepción de España en Latinoamérica frente a la de Brasil, el líder regional y ya sexta potencia económica del Planeta. Y en esta comparación, nuestro país sale ganando: España es considerado un país más seguro que Brasil, con un mejor sistema educativo y con mejores empresas, productos, tecnología y cultura. No obstante, los latinoamericanos perciben a Brasil como un país más respetado a escala internacional, con mejor entorno económico y bienestar social y sobre todo, con gente más simpática y más fiable.
El informe de Reputation Institute no difiere en sus líneas generales de los ejes expresados por el Real Instituto Elcano, que hace unas semanas señalaba que la imagen de España en el mundo se ha deteriorado en los tres últimos años debido en gran medida a la situación económica y al efecto contagio de la crisis de la deuda griega. "La pérdida de reputación de España se produce en un contexto general de deterioro de la mayoría de los países desarrollados a causa de los rescates de Grecia, Portugal e Irlanda", señalaba el análisis, que hacía hincapié en que la principal devaluación ha sido la de la marca España, entendiendo ésta no como imagen global sino sólo en su plano económico.
En cualquier caso, la inquietud por la pérdida de influencia e imagen en Latinoamérica es evidente entre las autoridades y entre las empresas españolas, conscientes de la correlación entre reputación y mejora económica. No en vano Reputation Institute, además de destacar que un país sólo puede disfrutar de una fuerte reputación si posee una economía avanzada, un entorno natural atractivo y un Gobierno eficaz, recuerda que un aumento del 10% en la reputación de un país implica un alza del 11% en el número de turistas y un crecimiento del 2% en el volumen de IED, por ejemplo.
Fruto de esa inquietud y del temor a ceder presencia en un mercado natural y vital para España, hace unos meses los líderes de algunas de las principales compañías españolas como Telefónica, Santander, Endesa o Bankia llamaron a actuar para evitar la pérdida de influencia económica y política hispana en Latinoamérica, una región en alza y cada día más estratégica para nuestro país, especialmente a la hora de intentar salir de una profunda crisis que dura desde 2008. Estas compañías apelaron entonces a desencadenar una tercera ola de inversión en la región que no se circunscriba a las grandes firmas y entrañe un efecto arrastre sobre medianas y pequeñas empresas. El Gobierno Rajoy ha recogido este llamamiento y ha convertido a Latinoamérica en eje prioritario de su política exterior, dando apoyo a una internacionalización de las pymes en el área para superar la grave contracción del mercado interno.
La misma preocupación ha expresado el Rey Juan Carlos, quien en un reciente encuentro con los presidentes de las grandes compañías integradas en el Consejo Empresarial para la Competitividad (CEC) llamó a impulsar la internacionalización de la empresa española con énfasis en una Latinoamérica donde los históricos vínculos económicos corren el riesgo de debilitarse frente a una competencia cada vez más feroz de otras naciones como EEUU, China, India, Alemania y Canadá. Tras pedir a los empresarios "arrimar el hombro" para ayudar a solventar los graves problemas de España, el monarca también les solicitó "más aportación en el exterior, ya que la internacionalización de la empresa española es un factor principal para crear riqueza".
Motor básico
La idea subyacente, que la implantación de estas firmas fuera, especialmente en Latinoamérica, es motor básico para arrastrar a las pequeñas y medianas y que puedan beneficiarse de las grandes para lograr contratos a su socaire la comparte también el presidente de Telefónica, César Alierta, quien a comienzos de año, en un debate para relanzar la marca España, indicó que "las grandes empresas pueden desempeñar un efecto tractor con las pymes, aportando su conocimiento sobre cómo salir a los mercados exteriores". En el debate, autoridades y empresarios coincidieron que la actual imagen de España es peor que la realidad.
Tanto las empresas como el informe de IE Business School coinciden en señalar que es el momento adecuado y propicio para esa tercera ola de inversión en Latinoamérica y que junto a esta ofensiva hay que tratar de recuperar la imagen de la marca España en la región. La intención de cruzar el charco está clara, aunque se da prioridad a Brasil, México, Colombia y Perú en la aventura inversora y se desconfía de Argentina, Bolivia, Ecuador y Venezuela. Según el informe Panorama de la Inversión española en Latinoamérica, publicado hace un par de meses, el 92% de las empresas de nuestro país prevé que en 2012 el peso de sus negocios crecerá en Latinoamérica y más del 50% juzga que en 2015 la parte de sus negocios en la región podría superar a la del mercado español.






ABC de España (www.abc.es/agencias/noticia.asp?noticia=1158337)
                                       
Una veintena de empresas valencianas ha realizado exportaciones a Bolivia en los últimos tres años, mientras que solo dos han importado productos de este país, con el que la Comunitat mantiene un saldo comercial positivo.
Según los datos de las cámaras de Comercio y la Agencia Tributaria, veintitrés empresas valencianas realizaron exportaciones a Bolivia en 2008 por un valor de 2,7 millones de euros, cifras que aumentaron progresivamente en 2009 (veintisiete empresas y 5,17 millones de euros) y 2010 (veintidós y seis millones).
Por el contrario, las importaciones realizadas por firmas valencianas procedentes de Bolivia se han reducido prácticamente de forma inversa, de modo que si en 2008 cuatro empresas de la Comunitat importaron productos por valor de 5,79 millones de euros, en 2009 solo fue una empresa (por 3,12 millones) y en 2010 dos (por 2,7 millones).
Estas dos empresas importadoras, según las mismas fuentes, son la alicantina Signes Grimalt Artesanía y Alimentos Varios SA, mientras que en la lista de exportadoras se encuentran industrias jugueteras, cerámicas, de maderas, instrumental sanitario o alimentación.
En opinión de los directivos de las firmas importadoras, la anunciada expropiación de la filial de Red Eléctrica Española por parte del Gobierno boliviano y la posible inestabilidad que de ello se pueda derivar apenas afectarán a sus actividades comerciales, puesto que no producen ni mantienen ningún tipo de infraestructura en ese país.
"Tenemos proveedores a quienes encargamos productos muy concretos. No creemos que nos afecte en absoluto lo sucedido", ha explicado a EFE Eva Signes, adjunta a la dirección de Signes Grimalt.
Según datos de la Cámara Oficial Española de Comercio e Industria en Bolivia, la Comunitat Valenciana fue en 2009 la segunda región española más exportadora hacia este país andino, por detrás de Cataluña y delante de Madrid (5,14); en 2010, el valor de las exportaciones valencianas se incrementó hasta los 6 millones de euros.

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