lunes, 28 de marzo de 2016

EVO MORALES A CHILE: "NO SE DEFIENDE LA SOBERANÍA POR ALGO QUE ES ROBADO, INVADIDO O ASALTADO"


El Presidente Evo Morales, respondió al canciller de Chile, Heraldo Muñoz, y le recordó que no se puede defender como soberano algo que fue robado o usurpado, y calificó el hecho como un pecado espiritual y un delito jurídico. “Decir al pueblo boliviano, a algunas autoridades de Chile, pero al mundo entero, no se defiende la soberanía por algo que es robado, algo que es invadido, asaltado o saqueado”, aseveró.


El presidente de Bolivia, Evo Morales, ha subrayado que "no se defiende la soberanía por algo que es robado, invadido, asaltado o saqueado", en respuesta a las declaraciones del ministro de Exteriores de Chile, Heraldo Muñoz, sobre una disputa territorial.
Durante un acto en la localidad de Santa Cruz, el mandatario boliviano ha afirmado que "robar, asaltar, saquear y mentir jurídicamente es un delito, y espiritualmente es un pecado".
Las palabras de Morales han llegado apenas un día después de que Muñoz advirtiera de que Santiago no cederá "ni un metro cuadrado" de su soberanía a La Paz, independientemente del número de demandas que interponga Bolivia en relación a la propiedad y el uso de las aguas del río Silala.
"Si se materializa la anunciada demanda sobre el Silala, Chile contrademandará a Bolivia para confirmar nuestros derechos sobre las aguas de este recurso hídrico compartido y emprenderemos todas las acciones que sean necesarias para defender nuestros legítimos intereses nacionales", dijo.
La reacción de Muñoz se produjo poco después de que el presidente de Bolivia anunciara su intención de llevar este caso a la Corte Internacional de Justicia (CIJ), donde Santiago y La Paz ya están enfrentados por otra disputa territorial.
Un día antes, Muñoz había exhibido ante los medios de comunicación un mapa anexo al tratado bilateral sobre fronteras de 1904 en el que el Silala aparece identificado como un río internacional, en contra de lo que sostiene Bolivia, que asegura que sus aguas le pertenecen.
El Silala es un río que nace en Bolivia y recorre Chile hasta desembocar en el océano Pacífico, a cuya cuenca hidrográfica pertenece. La Paz denuncia que su vecino ha desviado las aguas a través de una conducción artificial, mientras que Santiago sostiene que es un cauce natural.





EVO INCREPA A CANCILLER CHILENO Y ORGANIZA INSPECCIÓN AL SILALA

“No se defiende la soberanía por algo que es robado, algo que es invadido, o asaltado, o saqueado. Quiero que sepa el canciller de Chile, invadir, robar, asaltar, saquear o mentir jurídicamente es delito, y espiritualmente es pecado”. Con esas palabras increpó ayer el presidente Evo Morales al canciller chileno, Heraldo Muñoz, luego de que este colaborador de la presidenta Michelle Bachelet anunciara que “Chile responderá con todo” a la nueva demanda que decidió hacer Bolivia ante La Haya por las aguas del manantial del Silala.
Y si el presidente Morales elevó el tono y personalizó el entredicho con Muñoz —dijo que hay errores de algunas autoridades chilenas pero que no son errores del pueblo chileno—, por otra parte, el ministro de Relaciones Exteriores, David Choquehuanca, usó expresiones más diplomáticas para indicar que la nueva demanda boliviana no es cuestión de una “política de permanente hostilidad” y que solo busca “ejercer soberanía sobre lo que nos pertenece”.
Aunque el primero en abordar el tema fue Choquehuanca, por medio de una entrevista concedida a la red de medios estatales, la aspereza del mensaje presidencial, pronunciado en una entrega de obras en Mairana (Santa Cruz), ganó ayer mayor atención de las agencias y cadenas internacionales de noticias.
El sábado, La Moneda respondió al anuncio de una segunda demanda boliviana ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya con otra advertencia. “Chile no cederá soberanía, que se entienda bien. Vamos a defender nuestros intereses nacionales con todo, si se materializa una demanda por el uso de las aguas del Silala, Chile va a contrademandar”, sostuvo Muñoz.
Bolivia sostiene que es dueña del manantial y alimenta sin costo con 180 litros de agua por segundo a regiones del norte chileno; mientras que Santiago asegura que este es un río internacional, reconocido como tal.
Inspección con prensa
El canciller Choquehuanca informó además de que el martes se trasladará hasta el bofedal del Silala (Potosí) a equipos de prensa nacionales y extranjeros para verificar en el lugar que sus aguas nacen de manantiales y no así que pertenecen a un río internacional, como dice Chile.
“El presidente Evo Morales nos instruyó organizar una visita donde van a acompañar medios internacionales y nacionales”, explicó Choquehuanca. Como si de un desafío se tratara, Morales dijo el sábado que invitaba a la presidenta Bachelet y a las autoridades nacionales de ese país, “si es que no conocen”.
El Gobierno sostiene que los periodistas podrán constatar in situ que las aguas del Silala fueron canalizadas artificialmente por Chile, luego de una autorización que se dio en 1908 para utilizarlas como aprovisionamiento de sus locomotoras







PERIODISTAS VISITARÁN MAÑANA EL SILALA

El canciller David Choquehuanca informó el domingo que el próximo martes periodistas nacionales y extranjeros visitarán el Silala, para verificar en el lugar que sus aguas nacen de manantiales y no así que pertenecen a un río internacional. "El presidente Evo Morales nos instruyó organizar una visita donde van acompañar medios internacionales y nacionales el martes para que ellos vayan al lugar", dijo en entrevista con medios estatales.
Choquehuanca manifestó que los periodistas podrán constatar que las aguas del Silala fueron canalizadas por Chile, luego de la autorización que se le dio de utilizarlas para alimentar sus locomotoras.
Indicó que se prevé que el jefe de Estado esté presente en esa inspección, alrededor de las 10 de la mañana, aunque señaló que es complicado llegar hasta el lugar, en el departamento de Potosí.
Nacidas en territorio boliviano andino, las aguas del manantial Silala abastecen sin contraprestación alguna hace más de 100 años a varias ciudades del norte de Chile y merced a un tratado de derecho privado, el curso de agua fue conducido al norte chileno por un sistema de acueductos artificial.
Ayer, el Gobierno de Bolivia decidió acudir a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya para demandar a Chile por el uso ilegal del Silala.
El jefe de la diplomacia boliviana aseguró que el Silala es un tema pendiente de resolución, que tiene que ser superado porque perjudica la construcción de una buena vecindad y hermandad entre los países.
CANCILLER: SERÍA "LAMENTABLE" QUE CHILE SE RETIRE DE UN PACTO CREADO PARA RESOLVER CONFLICTOS DE MANERA PACÍFICA
El canciller de Bolivia, David Choquehuanca, dijo el domingo por la noche que sería lamentable que Chile se retire del denominado Pacto de Bogotá, dejando atrás un mecanismo destinado a resolver problemas entre Estados de manera pacífica. El Canciller cuestionó que un posible retiro de ese pacto "cuál sería el mensaje" del país transandino a la región.
"Sería lamentable (un posible retiro) y ya ¿cuál sería el mensaje? si el Pacto de Bogotá es precisamente para resolver de manera pacífica todos los problemas", manifestó.
Recordó que ese pacto es una instancia para resolver problemas de manera pacífica a no ser que los países quieran resolver sus conflictos de otras formas.
Recientemente, políticos en Chile insistieron en dejar el Pacto de Bogotá luego que se conociera la confirmación de una nueva demanda de Bolivia contra el país trasandino, esta vez por las aguas del manantial Silala.
La demanda por las aguas del Silala sería la segunda que Bolivia instauraría en La Haya contra Chile, donde ya sigue su curso el proceso planteado por una salida soberana al mar.
El Pacto de Bogotá, también conocido como el Tratado Americano de Soluciones Pacíficas, es un tratado internacional suscrito en abril de 1948 por los países independientes de América.
El objetivo del tratado es imponer una obligación general a los signatarios para resolver sus conflictos a través de medios pacíficos.
También se les obliga a agotar los mecanismos regionales de solución de los asuntos antes de acudir al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Es uno de los tratados que confiere jurisdicción a la Corte Internacional de Justicia (CIJ).





HERALDO MUÑOZ: "UN PUNTO A CONSIDERAR ES QUE CHILE TAMBIÉN PUEDE DEMANDAR AL AMPARO DEL PACTO DE BOGOTÁ"

Aborda debate por acuerdo que da jurisdicción a La Haya. Sobre posible ofensiva por el Lauca, dice: "no sería responsable enunciar demandas eventuales". Explica que en la contrademanda por el Silala "demostraremos que Bolivia se ha negado a cooperar para una gestión conjunta de las aguas".

La Tercera de Chile (www.latercera.com)
                                                              
“Se han recolectado todas las evidencias sobre el carácter internacional de las aguas del Silala”, dice el canciller Heraldo Muñoz, quien aborda los siguientes pasos luego que Chile afirmara que contrademandará a Bolivia ante la Corte de La Haya tras la acción judicial anunciada por el Presidente Evo Morales. “Habrá que hacer designaciones, que consultaré con la Presidenta, y contactar expertos”, explica el ministro, junto con señalar que La Paz “precipitó” su decisión por dos motivos. “Bolivia sabe que la Corte no le otorgará la soberanía sobre el Pacífico que buscó en su demanda sobre acceso al mar, y esta demanda adicional será una distracción, que además les sirve para desviar la atención de sus enredos internos”, dice. Y,además, plantea que “la intensificación del debate en Chile sobre si permanecer o no en el Pacto de Bogotá probablemente incidió en que Bolivia anunciara la nueva demanda ahora”.
¿Cómo se preparará Chile para enfrentar esta nueva demanda?
Más que enfrentar una demanda, nos prepararemos para contrademandar a Bolivia en el caso del río Silala o Siloli. Plantearemos los hechos y el derecho que hemos sostenido, con antecedentes históricos, diplomáticos, actas y elementos técnicos para demostrar que Bolivia cambió su relato sobre el río sólo recientemente.
¿Se creará un equipo especial?
Ya existe una Unidad Río Silala en la Dirección de Fronteras y Límites (Difrol) de la Cancillería. Hemos venido reuniendo antecedentes desde hace bastante tiempo. De hecho, es un tema que se ha seguido desde hace 20 años por la Difrol, y se han recolectado todas las evidencias sobre el carácter internacional de las aguas del Silala. Por cierto, habrá que hacer designaciones, que consultaré con la Presidenta, y contactar expertos. 
¿A qué apuntará la contrademanda que usted anunció?
A demostrar que el Silala es un curso de agua que cruza naturalmente la frontera y que siempre hemos invitado a Bolivia a cooperar en su uso. Demostraremos que Bolivia se ha negado a cooperar para una gestión conjunta de las aguas del Silala, como corresponde a un recurso hídrico compartido. El preacuerdo negociado en 2009, del cual Bolivia se retiró a último minuto, es un ejemplo.
¿Por qué cree que Bolivia anuncia ahora la demanda y no lo hizo antes?
Probablemente Bolivia precipitó su anuncio por dos motivos. Uno, Bolivia sabe que la Corte no le otorgará la soberanía sobre el Pacífico que buscó en su demanda sobre acceso al mar, y esta demanda adicional será una distracción, que además les sirve para desviar la atención de sus enredos internos. Dos, la intensificación del debate en Chile sobre si permanecer o no en el Pacto de Bogotá probablemente incidió en que Bolivia anunciara la nueva demanda ahora. Sólo el jueves Morales había dicho que se estudiaría una demanda sobre el uso de las aguas del río Silala, y ya el sábado había concluido el supuesto estudio.
Los factores internos en Bolivia explican, según algunos, la arremetida de Morales.
¿Alguien puede dudar que la política interna está detrás de esta nueva demanda? Pero más que el Silala, Bolivia ha optado por un camino de odiosidad en contra de Chile. Ya no es sólo el mar, sino que los ríos y cualquier excusa para atacar a Chile. La comunidad internacional se está dando cuenta de que detrás del “demandismo” del régimen boliviano  hay una política premeditada de hostilidad hacia Chile, cuyo fundamento es la política interna.
¿Le sorprendió el anuncio?
No. Desde hace tiempo que las autoridades bolivianos venían diciendo que podrían demandar por el Silala y el Lauca. Por eso nos hemos venido preparando desde hace tiempo.
Si era un escenario previsible, ¿no habría sido conveniente acelerar una decisión sobre el Pacto de Bogotá y retirar a Chile de ese acuerdo?
Si se hubiese acelerado una decisión de retiro, como algunos han planteado, se habría acelerado la presentación de la demanda. Y así sucedió cuando Colombia se retiró del pacto y recibió, de inmediato, dos nuevas demandas de parte de Nicaragua. Lo otro es que el reciente fallo de la Corte de La Haya sobre el caso Nicaragua-Colombia también dejó establecido que el retiro no surte efecto de inmediato, sino que se mantiene el año de espera. Cualquier decisión respecto a un pacto que está vigente debería contar con el respaldo que garantice los derechos e intereses de Chile.
Si bien eso se hace efectivo un año después, plazo en el que pueden volver a demandarnos, se evitarían demandas a futuro. ¿Es ese un factor importante para evaluar una eventual salida del Pacto de Bogotá?
Todo lo que sea beneficioso para defender los intereses nacionales se puede discutir. Con firmeza y la debida serenidad.
Hay otro conflicto que ha reflotado Bolivia, el del río Lauca, lo que podría implicar una tercera demanda.
El Lauca es un río que nace en Chile y que se utiliza y seguirá utilizando para el bienestar de las comunidades de la región de Arica y Parinacota. Los antecedentes al respecto son claros y Chile ha respondido a todas las consultas y requerimientos que viene haciendo Bolivia desde hace 50 años.
 Tras el fallo de La Haya por el caso con Perú, se pensó que se terminarían los conflictos con Lima, pero ese país creó un distrito que incluye el triángulo terrestre, que es territorio chileno. En el caso de Bolivia, no sólo nos demandaron por un acceso al mar, ahora se suma el Silala y está latente el tema del Lauca. Pareciera que nos pueden demandar por cualquier tema, ¿no cree?
Hay muchos países que enfrentan demandas internacionales; países desarrollados y en desarrollo. Chile no tiene problema alguno en defender sus intereses fundamentales, donde sea y con los instrumentos que se requiera. Un punto a considerar es que Chile también puede demandar al amparo del Pacto de Bogotá.
Claro, fuera del Pacto de Bogotá Chile no podría presentar ninguna demanda en La Haya. ¿Hay alguna demanda pensada que incida en que nuestro país quiera permanecer en ese acuerdo? Existe la información de que se evalúa demandar a Bolivia por el río Lauca.
Como ya hemos dicho, Chile contrademandará a Bolivia por el caso del río Silala. Y no sería responsable enunciar demandas eventuales como quien hace una oferta pública. Así no es la política exterior de Chile.





LOS DETALLES DETRÁS DE LA CONTRAOFENSIVA AL ANUNCIO BOLIVIANO

Gobierno descartó pedir a la Corte que se declare inadmisible la acción paceña por el Silala. Se busca resolver disputa actual y fijar certeza, lo que podría incidir en que se demande por el Lauca.

La Tercera de Chile (www.latercera.com)

El sábado, luego que Bolivia oficializó que demandará a Chile ante La Haya por las aguas del Silala, en la Cancillería se comenzó a conversar sobre cómo organizar el trabajo para la contrademanda que se presentará. Varios consultaron si la Corte Internacional de Justicia establece alguna incompatibilidad para que el actual equipo que lidera José Miguel Insulza pueda involucrarse en este nuevo caso.
Integrantes del equipo dicen que no existe una norma que lo prohíba, aunque apuestan a que se incluirá a nuevos expertos. En todo caso, agregan que la base del trabajo ya se encuentra preparada por la “unidad Silala”, departamento especializado de la Dirección de Fronteras y Límites (Difrol) del Ministerio de RR.EE. 
En esa instancia se han recopilado todas las minutas bilaterales, documentos y estudios técnicos -incluido uno que se hizo en conjunto con Bolivia en 2001- para sustentar la posición chilena: que el Silala se trata de un río internacional que puede ser usado por ambos países.
En el equipo chileno dicen que el primer antecedente surgió en 1999. Ese año nuestro país envió a Bolivia la primera nota diplomática sobre este tema, luego que la Cámara de Diputados de ese país forzó a su gobierno a modificar los mapas para establecer al Silala como un manantial, y no como un río internacional. Esto, luego que surgieran las primeras voces disidentes.
Desde ese momento se empezó a recopilar la información para -explican- “sustentar” la posición chilena.
En la contrademanda se pedirá -dicen fuentes de Cancillería- ratificar al Silala como un río de curso internacional; y se apuntará al segundo artículo del Pacto de Bogotá, que establece que “las Altas Partes Contratantes reconocen la obligación de resolver las controversias internacionales por los procedimientos pacíficos regionales antes de llevarlas al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas”. Esto, para señalar que Bolivia no agotó todas las instancias internas, como, por ejemplo, la negociación de 2009, en la que -dicen en la Cancillería- incluso se redactó un preacuerdo. 
Además, se plantearán normas internacionales sobre uso de aguas que entregan a los “estados ribereños” los derechos de explotación de recursos. Esto, junto con otro elemento: el concepto de “uso efectivo” de las aguas que le ha dado Chile al Silala por más de cien años. Sin embargo, en Bolivia dicen que ese “uso efectivo” se debe a que nuestro país habría desviado artificialmente el curso de las aguas, ya que -sostienen- éste no correría naturalmente hacia Chile.
Las mismas fuentes dicen que en el texto del preacuerdo  -en el que el ex subsecretario Alberto van Klaveren jugó un rol clave- se hizo una definición implícita sobre el Silala como río internacional. Esto, al fijarse cuotas de uso binacional (50% para cada país), aunque sumado a otro elemento: realizar estudios sobre el tratamiento de las aguas. 
Pero Bolivia exigió un pago retroactivo por el uso que le ha dado Chile desde 1908 al Silala, lo que va entre US$ 8 mil y US$ 10 mil millones. Chile no aceptó pagar esa indemnización, y La Paz decidió no firmar el acuerdo.
Antes de tomar la decisión de presentar una contrademanda se evaluaron otras alternativas, como ingresar -cuando se concrete la demanda paceña- una objeción preliminar  para que se declare inadmisible la acción de Bolivia.
En el equipo chileno dicen que eso se descartó porque, por lo general, las objeciones preliminares basadas en el argumento de que no se agotaron todas las instancias internas constituyen un recurso débil. Y explican que en otros casos el tribunal internacional ha respondido convocando a los países a negociar. Además, agregan que Chile también busca resolver la disputa actual y establecer certeza para mantener los derechos sobre esas aguas.
Ese mismo criterio es el que está detrás de una nueva acción que podría incluir la contraofensiva chilena: demandar a Bolivia ante La Haya por el río Lauca, que nace en nuestro país y cruza hacia Bolivia. Actualmente, Chile sólo utiliza esas aguas en algunos tramos, para evitar conflictos con La Paz, que acusa una intervención del caudal.
En el equipo explican que las razones que llevan a contrademandar por el Silala son equivalentes a las que se podrían tener para presentar una acción por el Lauca. Y agregan que al interior de Cancillería se ha insistido en el concepto de establecer certeza jurídica. 
Si bien ese argumento se ha esbozado en el actual juicio en curso en La Haya, como una forma de evitar que se modifiquen los tratados de límites, con ello también apuntan a resolver prontamente y dejar zanjados de forma definitiva todos los puntos pendientes con otros países: en este caso, el Silala y también el Lauca.





ESTOS SON LOS TRES RÍOS INTERNACIONALES QUE LA REGIÓN COMPARTE CON BOLIVIA

En 1962, el vecino país rompió relaciones diplomáticas con Chile debido al Lauca y hoy, con la controversia del Silala, vicanciller Alurralde retoma el tema.

La Estrella de Arica (www.laestrella.com.cl)
                                                                        
El anuncio del Presidente de Bolivia, Evo Morales, sobre una nueva demanda a Chile ha generado diversos reacciones y debates en torno a su accionar político internacional. Las aguas del Silala es la actual disputa. Un río internacional que nace en Bolivia y culmina en Chile.
En la región hay tres ríos internacionales que se comparten con Bolivia, los cuales son el Uchusuma, el Lauca y el Caquena.
Estos han sido nombrados públicamente por el vicecanciller paceño Juan Carlos Alurralde, aludiendo que Chile los habría "desviado sin solicitar permiso".
Aguas internacionales
La Convención de las Naciones Unidas sobre el derecho de los usos de los cursos de agua internacionales para fines distintos de la navegación, de 1997, es el único tratado universalmente aplicable a los recursos de agua dulce compartidos. Este documento identifica como curso de agua a "un sistema de aguas de superficie y subterráneas que, en virtud de su relación física, constituyen un conjunto unitario que normalmente fluyen a una desembocadura común". Mientras que describe como un curso de agua internacional aquel que "algunas de cuyas partes se encuentran en estados distintos".
De acuerdo a la Convención, los países que comparten cursos de agua deben respetar los principios de equidad, que se refiere a la utilización y participación equitativa y razonable del recurso; el de responsabilidad por daños causados; el de cooperación; el de comunicación entre los estados, titulado Intercambio regular de datos e información; y el de no preeminencia de un uso determinado.
Aguas en cuestión
El vicecanciller Juan Carlos Alurralde ha sostenido en diversos medios de Bolivia que "todos los recursos hídricos" que están en la condición de internacionales, Chile los usa para minería. Específicamente en relación al uso de aguas de los ríos Lauca, Caquena y Uchusuma, aseguran que el Gobierno de Chile "en ningún momento de la historia solicitó a Bolivia el permiso para desviar las aguas que provienen de territorio nacional".
Estas diferencias respecto al Lauca hicieron que Bolivia rompiera relaciones diplomáticas con Chile de forma unilateral en 1962.
La cuenca del Lauca es tributaria de la hoya del salar de Coipasa, cuya mayor extensión se desarrolla en el altiplano boliviano en forma de una gran cuenca cerrada. La hoya del Lauca ocupa el altiplano chileno y sus cursos medio e inferior pertenecen al altiplano boliviano.
El río Uchusuma nace al sureste de Perú y atraviesa territorio chileno antes de pasar a Bolivia y desembocar en el río Mauri.
El río Caquena por su parte, nace en los nevados de Payachata, y hace su recorrido de sur a norte, sirviendo en un tramo como frontera entre Chile y Bolivia, donde recibe por su ribera izquierda al río Cosapilla.
La abogada y ex gerente de la Junta de Vigilancia del río Lluta, Gabriela Meza, comentó que Chile tiene más de 54 cuencas transfronterizas "y muy pocos tratados internacionales. Independiente de la discutibilidad de un tratado o no, es importante regular el tránsito de los cursos de agua desde nacimiento a su muerte, porque la crisis del cambio climático nos obliga a optimizar la eficiencia".
Posicionar mediterraneidad
El tema histórico del río Lauca se encuentra explicado de forma acabada en la memoria de Ximena Bastías Sepúlveda de 2006 "Ríos internacionales y las utilizaciones del río Lauca". En las conclusiones de este documento perteneciente a la Universidad de Chile, la autora indicó que "la posibilidad de abrir el conflicto con Bolivia, ciertamente tema no despreciable (...) Bolivia a través de los medios de comunicación evidencia claramente sus intenciones de formular un reclamo formal ante los organismos internacionales. Todo ello producto tanto del manejo poco apropiado de la materia a nivel internacional y de los vacíos que en esta materia existen en el Derecho Internacional en relación al uso de los cursos de agua internacionales para fines distintos de la navegación, como además, la clara búsqueda de un pretexto por parte de Bolivia para plantear ante la comunidad Internacional su tema: 'La mediterraneidad' ".





ALCALDE CRITICÓ POSTURA DE EVO MORALES POR EL USO DEL SILALA

Esteban Velásquez dijo que las aguas de este cauce, más que dividir, deberían de unir a los pueblos de Chile y Bolivia. También habló del Estado.

El Mercurio de Calama (www.mercuriocalama.cl)

Diversas repercusiones han tenido en el país las declaraciones del presidente de Bolivia, Evo Morales, del uso del agua del río Silala, en el marco del Día Nacional del Mar que dicho país celebró el pasado 23 de marzo, fecha en la que Calama conmemoró su 137 aniversario como parte del territorio chileno.
Un problema limítrofe que se sitúa precisamente en la región de Antofagasta y que no ha dejado indiferente al alcalde de Calama Esteban Velásquez, quien respondió duramente a los dichos del Presidente de Bolivia.
"Me parece que esta vez el Presidente Evo Morales, con todo el respeto que se merece, se ha equivocado en sus dichos. En mi primera reflexión yo diría que más bien la cultura, la Madre Naturaleza y la Madre Tierra, de las que él es muy cercano, nos unen y nos muestran caminos de integración" dijo el alcalde.
Velásquez agregó que "este río, afluente, vertiente o como se le quiera llamar, es un accidente geográfico que nos une como países. El agua es del mundo. Esta agua nace en Bolivia y pienso que el Presidente Morales debiera tener más bien una mirada de grandeza, entendiendo que la naturaleza nos une desde la tierra misma".
El alcalde dijo también que espera que no rebroten las propuestas que hubo en algún momento de sectores políticos de Bolivia de querer desviar las aguas de este cauce para llevarlas al interior del vecino país, ya que si eso llegara a producirse, sería una gran amenaza al ecosistema de la región de Antofagasta en general.
El alcalde además criticó al Estado de Chile, argumentado que "el 23 de marzo en Bolivia es el día del mar, y nosotros celebramos 137 años de incorporación al territorio chileno y no nos llegó ni siquiera un saludo o una reflexión desde el Gobierno Central", dijo, agregando que "a mí me parece que ahí hay una deuda grande del Estado de Chile con Calama, de no entender que nosotros necesitamos de atención por los recursos naturales que proveemos, como el cobre, el litio, el agua que es tan vital, además de lo que hoy comenzamos a entregar como lo son las energías alternativas renovables. Por todos estos recursos que son naturales y que se extraen y se succionan de la tierra calameña, no recibimos ninguna compensación".
Agregó que la industria minera es parte del ecosistema de la zona, además del caudal del río que riega bofedales, que aun cuando no son parte de la agricultura en su concepto más riguroso, también tienen directa relación con la vida en el desierto más árido del mundo.
En el caso de que Bolivia impidiera que las aguas del Silala pasen a territorio chileno, el alcalde fue categórico en manifestar que "el daño sería tremendamente mayor para la región y particularmente para el país, entonces me parece que el Gobierno debe hacerse presente en la zona de Calama y desde ya establecer una política de acercamiento y de integración verdadera con nuestros países vecinos".
"No se trata de echar gallitos, de ver quién grita más fuerte o quién da declaraciones más espectaculares por medio de los medios de comunicación, ya que siempre seremos países vecinos, y este tema no debe tomarse sólo como un conflicto", dijo el alcalde, que representa a una comuna que cuenta con gran cantidad de habitantes provenientes del vecino país, quienes buscan su fuente laboral en la industria minera que utiliza y necesita de las aguas del Silala.





"CHILE TIENE QUE DAR UN GOLPE DE AUDACIA Y PASAR A LA OFENSIVA"

El Mercurio de Calama (www.mercuriocalama.cl)
                                                                               
Ante el anuncio del Gobierno boliviano de acudir nuevamente a la Corte Internacional de Justicia (CIJ), esta vez para denunciar un supuesto uso abusivo de las aguas del río Silala por parte de Chile, el senador Francisco Chahuán (RN) solicitó a la Presidenta Bachelet mantener una postura firme para no ceder soberanía en el norte del país.
- ¿Cuál es la lectura de esta demanda que interpondrá el Presidente Evo Morales ante La Haya?
- Es una nueva acción de hostigamiento en contra de nuestro país. Con esto se le ha dado un portazo definitivo a la voluntad de diálogo que ha manifestado Chile (…) El conflicto respecto al río Silala dice relación con la naturaleza jurídica que ambos Estados le atribuyen a ese cauce de agua; para Bolivia es una vertiente y para Chile es un río internacional de carácter transfronterizo.
- La oposición ha evidenciado la necesidad de retirarse del acto de Bogotá. ¿Serviría de algo si en el periodo de latencia las demandas en la CIJ siguen su curso?
- Los efectos negativos de una renuncia del Pacto de Bogotá se diluyen debido a que Bolivia ha presentado las acciones que se creían (…) Es un tema de una gama amplia de opciones y hay que barajarlas todas. He planteado mi opinión al Ejecutivo, soy partidario de retirarnos del Pacto. Sin embargo, es una decisión que deberá tomar el Ejecutivo. Lo importante es que Chile defienda su soberanía firmemente.
- Si existen antecedentes de que Bolivia hacía un uso abusivo de las aguas del río Silala, ¿porqué Chile no tomó la iniciativa de manera ofensiva?
- Chile tiene que dar un golpe de audacia y pasar a la ofensiva, es por eso que la demanda previa es perfectamente posible. Los antecedentes que disponemos hablan de que este es un río internacional, las aguas tienen un cauce natural hacia territorio chileno y lo que se ha producido ha sido una canalización, por lo que es una posición que Chile puede defender perfectamente ante la Corte Internacional de Justicia.





RÍO SILALA: EXPERTOS ANALIZAN LA DEMANDA Y EXPLICAN HISTÓRICO CONFLICTO POR SUS AGUAS

Analistas advierten sobre 'populismo' en nueva ofensiva de mandatario altiplánico.

El Mercurio de Antofagasta (www.mercurioantofagasta.cl)
                                
La nueva demanda que anunció el Presidente de Bolivia, Evo Morales, contra Chile puso otra vez en el tapete el río Silala, afluente que muchos antofagastinos ni siquiera saben de su existencia en la Segunda Región.
El Silala -cuyo caudal medio alcanza los 0,23 metros cúbicos por segundo- es un cuerpo de agua natural conformado por 94 ojos de agua que nacen en territorio de Bolivia a cuatro kilómetros de la frontera con nuestro país. Hoy, las aguas que vienen desde el Potosí cruzan la frontera y son utilizadas por empresas mineras como Chuquicamata y también por comunidades de la región.
Según Morales, Chile hace un uso "ilegal" y "abusivo" de las aguas del Silala "sin pagar por ello".
Ese río, indicó el historiador Floreal Recabarren, nace de unos manantiales, pero técnicamente es un río. Éste fue entregado en 1908 al ferrocarril Antofagasta Railway Company.
"Ellos hablaron con el gobernador de Potosí. Ese manantial no le servía a nadie. Y se acordó entregarle la concesión al ferrocarril. En el protocolo siempre se habló de río y los bolivianos lo entregaron porque no les servía ya que estaba en un lugar desértico", dijo.
Acuerdo
Es importante mencionar que en el primer gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, Chile y Bolivia alcanzaron un acuerdo: Chile tendría que pagar por el 50% de las aguas. Sin embargo, el acuerdo no se concretó porque ese mismo año, el gobierno de Morales consultó a las comunidades de Potosí y el rechazo fue inminente.
Recabarren aseguró que el anuncio del Presidente de Bolivia es una medida populista que busca aumentar su aprobación como mandatario.
"Creo que Evo Morales está muy complicado internamente y políticamente. Con esos problemas perdió la votación que habría permitido una reforma constitucional para ser reelegido. Está mal políticamente", comentó.
Insistió que "su baja popularidad siempre va ser un problema muy serio para Chile".
El alcalde de Calama Esteban Velásquez, en tanto, sentenció que los dichos de Morales son equivocados y catalogó al Silala como un "accidente geográfico que nos une como países". "El agua es del mundo. Pienso que el Presidente Morales debe tener una mirada de grandeza, entendiendo que la naturaleza nos une desde la tierra misma", comentó.
Velásquez también dijo que espera que no rebroten las propuestas que hubo en algún momento de sectores políticos de Bolivia, de querer desviar las aguas de este cauce para llevarlas al interior de Bolivia. "Si eso llegara a producirse sería un amenaza al ecosistema de Antofagasta", precisó.
Por último sostuvo que "no se trata de quién grita más fuerte o quién da las mejores declaraciones, ya que siempre seremos países vecinos. Este tema no debe tomarse sólo como un conflicto".
Popularidad
Francis Espinoza, cientista política aseguró que Bolivia está teniendo una actitud hostil en temas territoriales.
"Es un tema complejo. Chile tiene razón. Estamos hablando de aguas internacionales. Independiente de los problemas políticos que tenga Evo Morales, nosotros no hemos resuelto los conflictos territoriales a través de una normativa clara. El problema es que estamos demasiado expuestos no sólo a la hostilidad de Bolivia sino que también de otros países vecinos", dijo Espinoza.





“ES MUY DIFÍCIL DAR MARCHA ATRÁS AL RELOJ SIN DAÑAR LOS CIMIENTOS DEL DERECHO INTERNACIONAL”

Aunque ve una “injusticia histórica” para Bolivia, Blair dice que no se debe forzar a Chile a devolver acceso soberano al mar.

Diario Financiero de Chile (www.df.cl/noticias)
                                                      
Por M. Gabriela Arteaga.- En el marco de la celebración, el pasado 23 de marzo, del Día Nacional de Mar de Bolivia y en medio de una posible nueva demanda por parte del presidente Evo Morales a Chile, pero ahora por las aguas de los manantiales de Silala, DF conversó con el autor de "150 Years of Solitude: Bolivia's Dreams of the Sea", Laurence Blair, para conocer la visión de un ciudadano británico sobre la guerra.
- ¿Cómo nació su interés por escribir sobre este tema?
- Había escuchado del conflicto marítimo antes de llegar a la región en 2014 para trabajar como periodista. Visitando el Museo del Mar en La Paz quedé intrigado al ver como una guerra de hace tantos años todavía es un evento emocional para los bolivianos. Luego, trabajando en Chile, tuve la oportunidad de conocer ese punto de vista.
Muchos periodistas extranjeros han escrito sobre la Armada de Bolivia en un tono poco serio o incluso en broma. Otros se han enfocado en el aspecto legal de la disputa internacional. Pero quería escribir algo justo y balanceado para ambas partes, que se adentrara en la historia y la utilizara para explicar la disputa contemporánea. Algo que pudiese atraer a los lectores a ese tan olvidado episodio de la historia mundial.
El supuesto papel de Gran Bretaña en el conflicto también me interesó. Aunque hay suficiente evidencia que compañías extranjeras estaban involucradas en la minería y el transporte en Atacama – la réplica del "Big Ben" en Antofagasta salta a la mente– no pude encontrar evidencia que sugiera que extranjeros iniciaron o quisieron la guerra. Gran Bretaña había invertido en proyectos en la región boliviana y detuvo el envío de armas a ambas partes después de que la guerra comenzó.
- ¿Cuál fue el significado histórico de La Guerra del Pacífico?
- Pienso que el significado inmediato de la Guerra del Pacífico estuvo limitado a Perú, Bolivia y Chile. Sin duda, el desierto de Atacama trajo grandes riquezas para Chile y la pérdida del acceso directo al mar perjudicó a Bolivia. Pero no hay garantía de que Bolivia pudo haberse convertido en una superpotencia con ambas cosas. Chile ha manejado, en general, muy bien sus recursos. Y creo que muchos de los problemas que han seguido a Bolivia después de su independencia – caudillismo, terrenos muy difíciles, decenas de pueblos diferentes– han sido más significativos para su subdesarrollo.
Incluso más allá, creo que la guerra es interesante porque estuvo adelantada en el tiempo. El uso de la tecnología bélica, minas, la propaganda, mujeres tomando parte en la lucha, guerra de guerrillas, estas fueron características de los conflictos en el siglo XX. Los argumentos, sobre la legitimidad de las fronteras, también tienen resonancia profunda en el actual Medio Oriente y África.
- ¿Cómo evalúa el papel de Bolivia en el conflicto?
- Bolivia tuvo derecho de ir a la guerra. Pero creo, sin embargo, que los bolivianos estuvieron mal guiados por Hilarión Daza. Un líder más efectivo (y menos corrupto) pudo haber prevenido el conflicto (por ejemplo, al no elevar los impuestos a los nitratos) o pudo haber conducido la campaña de manera más satisfactoria, para lograr una solución negociada.
Una parte de mí es comprensiva hacia la demanda marítima de Bolivia. Su pérdida de Atacama es, creo, una injusticia histórica, un castigo para todo un país por los errores de Daza. Pero esto no significa que Chile debería ser forzado a devolver el acceso soberano al mar. Es muy difícil dar marcha atrás al reloj sin dañar los cimientos del derecho internacional. Con quienes hablé en Atacama me dijeron que se sentían firmemente chilenos y creo que la autodeterminación es de vital importancia.
- ¿Cómo se ve desde Inglaterra la posición de los presidentes de ambos países?
- Sólo puedo hablar por mí y no por todos los británicos. Pero creo que el presidente Morales ha actuado bien al llevar el caso a la Corte Internacional de Justicia (CIJ), el organismo correcto para resolver este tipo de disputas de manera pacífica, sin embargo, algunos de sus más recientes comentarios sobre el caso han sido perjudiciales para su propia causa.
Pero creo que ambos, Morales y Bachelet, están limitados en lo que hacen y dicen por su situación interna. Ambos intentan corregir, a través de ambiciosos programas de reforma social y derecho, algunas de las injusticias del pasado. En este contexto, es muy difícil para ambos, hacer concesiones sobre el conflicto marítimo.
Chile y Bolivia serán vecinos por siempre y creo que tienen más en común que lo que los divide, así que es importante que ambas partes se mantengan respetuosas.
- ¿Debe Chile salir de la CIJ como anunció recientemente Colombia que hará?
- No. Creo que es importante destacar que Colombia, aunque no comparecerá ante la CIJ, aún estará ligada a una resolución. El artículo 94.1 de la Carta de la ONU obliga a los Estados miembros del organismo a cumplir los fallos de la CIJ.
En al menos 200 casos que se han llevado a la Corte, sólo un puñado de países se ha retirado cuando iban a "perder". Así que creo que darle la espalda a la CIJ es dañino y contraproducente. La opción más fuerte en este caso es dejar que el tribunal haga su trabajo. Apartarse puede sentirse bien pero no logra nada y sugiere una posición de debilidad más que de fortaleza.
- ¿Qué puede pasar ahora?
- Desafortunadamente para Bolivia y afortunadamente para Chile, el alcance de la CIJ en este caso es mucho más limitado que el fallo de 2012. La Corte ya ha dicho que no va a decidir sobre si Chile debe devolver o no territorio a Bolivia sino sobre si se ha creado una obligación de negociar. Así que, en el peor de los casos para Chile, la Corte dirá que tiene que hablar con Bolivia de buena fe. Esto no será desastroso ya que Chile tendría la libertad para alejarse de esas negociaciones.
- ¿Es posible una negociación que incluya soberanía?
- Hablando como periodista, no estoy seguro de poder hacer alguna conclusión. Tengo simpatía por ambas partes pero está en ellas la resolución del asunto. Hablando personalmente, espero que Chile y Bolivia puedan resolver la disputa de manera amistosa. Son países distintos y tienen un rango de diferentes culturas y pueblos dentro de ellos.
Pero Bolivia y Chile también han compartido historia, desde las civilizaciones precolombinas como Tiwanaku, pasando por el periodo colonial y la lucha por la independencia, hasta la más reciente experiencia de dictadura militar en el siglo XX. A largo plazo, se beneficiarán mucho más a través de la cooperación que a través del conflicto.
- ¿Cuánto tiempo le tomó escribir el ensayo?
- Desde que tuve la idea hasta verla publicada tomó al menos 18 meses. Hay mucha información allá afuera – en museos, arte, libros y online – pero el desafío fue establecer cuál era evidencia confiable y respaldada. William F. Sater ha escrito relatos muy completos y accesibles sobre el curso de la guerra. Añadiendo las entrevistas, espero haber logrado una perspectiva nueva y balanceada.





EL COMPLEJO MOMENTO POLÍTICO DE EVO MORALES

Presidente de Bolivia perdió el referendo en el que se decidía si podría presentarse a una nueva candidatura.

La Tercera de Chile (www.latercera.com)

El Mandatario boliviano, Evo Morales, vive sus días más difíciles. El 21 de febrero tuvo que afrontar la peor derrota que ha tenido en sus 10 años de gobierno, cuando perdió, por un estrecho pero significativo margen, el referéndum en el que se decidía si podría presentar una nueva candidatura para el período 2020-2025. 
Un 51,3% de la población votó por el No a una reforma constitucional que favorecía a Morales, mientras que un 48,7% le dio su apoyo. 
En los últimos tres comicios presidenciales, Morales ha ganado con amplio margen, por lo que los resultados del referéndum se consideran una dura derrota. En las elecciones presideciales de 2006, ganó con un 54% de apoyo; en 2009 con un 64%; y en 2014 con un 61%.
Los resultados del referéndum, además, bajaron de manera significativa su popularidad. Según una encuesta de equipos Mori, divulgada la semana pasada, el apoyo a Morales se desplomó de un 76%, en noviembre de 2015, a un 55% en marzo. A principios de 2015, su respaldo llegaba al 80%. 
Además del referéndum, Morales se vio afectado cuando se reveló la relación sentimental que tuvo entre 2005 y 2007 con Gabriela Zapata, la ex gerenta comercial de la firma china  CAMC, que mantuvo contratos millonarios con el Estado y que fueron adjudicados durante la gestión de Morales. Zapata se encuentra detenida en una cárcel hace un mes, acusada por el gobierno de enriquecimiento ilícito.  
La empresaria también reveló que ambos tendrían un hijo, lo que el Mandatariopaceño desestimó, aclarando que éste había muerto en 2007 y que desde su relación nunca más había visto a la mujer. 
La familia de Zapata niega la versión y dice que el hijo tiene entre ocho y nueve años, algo que no ha podido comprobarse.
La incógnita ha traído una ola de desconfianza hacia el Presidente boliviano. Incluso, el mismo sondeo Mori asegura que el 64% de los encuestados “cree que el Presidente miente” sobre su relación con Zapata y sobre si ese supuesto hijo entre ambos está vivo o muerto.





TERMINAL PUERTO ARICA SE CONSOLIDA COMO SOCIO ESTRATÉGICO DEL SECTOR CONSTRUCCIÓN DE BOLIVIA

Importaciones de acero para el sector se incrementaron en 36% el primer trimestre de este año

Mundo Marítimo de Chile (www.mundomaritimo.cl)
                                                                                                  
Aunque el movimiento del comercio exterior boliviano ha sido más lento que al inicio del año pasado, la importación de acero para la construcción ha superado todas las expectativas y ya se han descargado más de 56.000 toneladas en el primer trimestre, lo que representa un 36% de crecimiento en comparación con igual período de 2016. Con ello, se está alcanzando un promedio de 18.500 toneladas por mes, significativamente superior a la media de 13.000 toneladas registradas en 2015.
Gracias a este desempeño, Terminal Puerto Arica (TPA) se consolida como un socio estratégico del sector construcción boliviano, en particular respecto a la provisión de este importante insumo. También refleja un éxito de la logística de comercio exterior, porque tras arribar a puerto camiones con carga de origen boliviano como soya, mineral o contenedores, el 100% de camiones cuenta con carga disponible para su retorno a Bolivia. 
“El hecho de atender 18.000 toneladas al mes implica más espacio y más capacidad de atención, lo que no ha sido problema para nuestras áreas operativas, dado que clientes se han sumado a la modalidad del despacho directo de buque a camión, logrando adquirir todos los beneficios de contar con su mercancía a tiempo. Junto a ello, hace dos semanas tuvimos dos buques descargando fierro y despachando directo, lo cual como puerto multipropósito nos fijó nuevamente desafíos operativos para atenderlos de forma oportuna”, explicó el gerente comercial de TPA, Hermann Gratzl.
“Claramente ante un aumento en el volumen de carga masiva de importación nos hemos visto desafiados a enfrentar con compromiso la atención oportuna de esta carga y velar por asegurar calidad de servicio en la recepción, almacenamiento y despacho. TPA tiene capacidad para seguir creciendo y nos llena de orgullo que clientes nos sigan eligiendo para que seamos los principales operadores de sus cargas”, opinó el gerente general de Terminal Puerto Arica, Diego Bulnes.





EDITORIAL. LA DIPLOMACIA INTERVENCIONISTA BOLIVARIANA SE SACA LA MÁSCARA

La tormenta política que arrecia en Brasil, con la amenaza sobre la presidenta Dilma Rousseff de un juicio político de destitución en el Congreso por presunta manipulación de cuentas públicas y la investigación por presunta corrupción de su antecesor y padrino político, Lula da Silva, ha alarmado a los mandatarios bolivarianos de la región. El primero en pegar el grito al cielo y lanzar un desesperado grito de socorro en favor de la embretada Mandataria brasileña y su mentor ha sido el presidente de Bolivia, Evo Morales, quien propuso convocar una reunión de la Unasur “para defender la democracia en Brasil, para defender a Dilma, para defender la paz, para defender al compañero Lula... y evitar cualquier golpe congresional o judicial”. En plausible actitud diplomática, el gobierno del presidente Horacio Cartes ha tomado una actitud que reivindica el honor de la República al negarse a firmar cualquier declaración de apoyo a la Mandataria brasileña y a su antecesor que eventualmente se emita desde al Mercosur o el Unasur, respetando la soberanía de los países.

ABC de Paraguay (www.abc.com.py)

A medida que arrecia la tormenta política en Brasil, con la amenaza sobre la presidenta Dilma Rousseff de un juicio de destitución en el Congreso por presunta manipulación de las cuentas públicas, su antecesor y padrino político, Luis Inácio Lula da Silva, también está en la cuerda floja, investigado por un juez por supuesta participación en la trama de corrupción de la petrolera estatal Petrobras. Este inesperado deslizamiento de las placas tectónicas bolivarianas en el país continente ha provocado un tsunami que amenaza demoler el andamiaje virtual del socialismo del siglo 21 impulsado por Lula da Silva y Hugo Chávez, en connivencia con los hermanos Castro de Cuba.
Tan inesperado escenario de convulsión política en el bastión continental de la izquierda marxista ha alarmado a los gobernantes cofrades que restan en la región. El primero de ellos en pegar el grito al cielo ha sido el presidente de Bolivia, Evo Morales, quien el sábado 19 del corriente, en un acto público, lanzó un desesperado grito de socorro a favor de la embretada mandataria brasileña y de su antecesor, Lula da Silva. En dramático apelo a su par Tabaré Vázquez de Uruguay, país que ejerce la presidencia pro témpore de Unasur, urgió convocar a una cumbre de emergencia en Brasil a tal efecto.
“Algunos presidentes de Sudamérica deberíamos hacer una reunión de emergencia de Unasur en Brasil, para defender la democracia en Brasil, para defender a Dilma, para defender la paz, para defender al compañero Lula y a todos los trabajadores (…) Ojalá el hermano presidente de Unasur, presidente pro témpore, doctor Tabaré Vázquez, nos convoque rápidamente a Brasil, para expresar nuestra solidaridad y evitar cualquier golpe congresional o judicial. Ese es el gran deseo que tenemos”, expresó el exaltado gobernante boliviano (las negritas son nuestras).
Con su cinismo característico, Evo Morales no tuvo empacho en reivindicar como ejemplo de solidaridad bolivariana el atropello perpetrado contra el derecho de autodeterminación del pueblo paraguayo en ocasión de la destitución de su cofrade Fernando Lugo de la presidencia de la República por mal desempeño de funciones en 2012. Como era de esperar, se unieron al reclamo de Morales los presidentes de Ecuador, Rafael Correa; de Uruguay, Tabaré Vázquez, y Nicolás Maduro, de Venezuela. Quien tampoco quedó atrás fue el secretario general de Unasur, el colombiano Ernesto Samper, quien expresó a Lula su solidaridad acotando que él es víctima de un “linchamiento mediático”.
En plausible actitud diplomática, que contrasta con la que tuviera en ocasión de aceptar pasar bajo las horcas caudinas tendidas por las presidentas Dilma Rousseff y Cristina Fernández de Kirchner, vejatorias de la dignidad del pueblo paraguayo en represalia por la destitución del presidente Fernando Lugo, en esta oportunidad el Gobierno del presidente Horacio Cartes ha tomado una actitud que reivindica el honor de la República al negarse a firmar cualquier declaración de apoyo a la mandataria brasileña y a su antecesor Lula da Silva que eventualmente se emita desde el ámbito del Mercosur o la Unasur. “No intervenimos en los asuntos internos de los países. La postura del Gobierno paraguayo es respetar las instituciones del Brasil. Es un país modelo para el mundo en el respeto de sus instituciones. Paraguay no cree conveniente que se saque ningún tipo de pronunciamiento ni a favor ni en contra de nadie. Nos ajustamos al respeto de la soberanía de los países. No apoyamos ese tipo de comunicados”, declaró tajantemente al respecto el vicecanciller Óscar Cabello, quien interina el Ministerio de Relaciones Exteriores en ausencia del ministro Eladio Loizaga, de visita en Japón.
Según el vicecanciller, las autoridades de Mercosur y Unasur realizaron consultas para firmar una declaración de apoyo a la Presidenta brasileña ante la tormenta política que enfrenta. De hecho, la iniciativa diplomática de apoyo responde al pedido formulado inicialmente por el presidente boliviano Evo Morales, respaldado solidariamente por los mandatarios alineados con la vulgata bolivariana.
Más allá de la coyuntural crisis política brasileña, la postura del Gobierno paraguayo tiene una connotación diplomática relevante, pues la reciprocidad de actitud es la regla de oro de la diplomacia convencional entre los gobiernos con celo por la dignidad de su pueblo. En tal sentido, la presidenta Dilma Rousseff no merece ninguna muestra de simpatía de parte del soberano pueblo paraguayo, pues lo humilló injustamente con prepotencia y desprecio, junto con su exhomóloga Cristina Fernández de Kirchner y el uruguayo José “Pepe” Mujica.
Celebramos que, esta vez, el presidente Horacio Cartes ha interpretado correctamente el sentimiento del pueblo paraguayo y obrado en consecuencia. Ojalá que este cambio de actitud diplomática marque un antes y un después en la dinámica de las relaciones exteriores de nuestro país, en particular con nuestros mayores socios en el Mercosur, y se trasunte también en las usinas hidroeléctricas binacionales, donde somos un socio geopolíticamente indispensable.





AMÉRICA LATINA: ¿FIN DE CICLO O CONVERGENCIAS?

Clarín de Argentina (www.clarin.com/opinion)

Por Gabriel Gaspar.- Desde las elecciones presidenciales argentinas (diciembre 2015) hasta las peruanas (segunda vuelta en mayo 2016), se ha encadenado una cantidad significativa de hechos políticos que reconfiguran el cuadro político regional.
En efecto, luego de la alternancia en Argentina, la oposición ganó las elecciones legislativas venezolanas, y triunfó el No en Bolivia.  Todo indica que en Colombia se firmará la paz. Por su parte, peruanos y dominicanos elegirán a sus mandatarios.
En el sustrato económico, estos procesos se dan en el marco de la desaceleración de la economía global, que repercute en el fin del boom de las materias primas. Existen indicios de un proceso de reorganización del sistema productivo. Todo esto ha llevado a algunas economías a recesión y a otras, a una baja de su crecimiento. 
Es relativamente fácil caer en simplificaciones: el aumento de los recursos fiscales aumentaría la propensión al gasto y ello llevaría al populismo; así, el electorado estaría castigando un mal manejo económico. Pero la realidad es más compleja, porque en Bolivia, el oficialismo exhibe un estable desempeño económico y pese a ello perdió el referéndum. Chile por su parte, disminuyó su crecimiento pero mantiene buenos niveles de empleo y de atracción de inversión. El Perú mantiene tasas de crecimiento positivas, pero el oficialismo no repetirá en esta oportunidad. En suma, no son mecánicas razones economicistas las que explican el comportamiento de la ciudadanía. 
Son varias las verdades poco novedosas que estaría demostrando la nueva coyuntura: siempre es mejor no depender de un solo producto ni menos de un solo cliente.  Diversificar la economía, invertir en recursos humanos (o sea, en educación y tecnología). Al mismo tiempo, las políticas públicas pueden ser muy sensatas, pero si la institucionalidad es débil y la inseguridad campea en las calles, el escenario es poco propicio para la inversión, el crecimiento y el desarrollo. Chile es parte de la economía global, mas, afortunadamente, durante generaciones, ha aprendido a construir y fortalecer la institucionalidad, y al mismo tiempo, ha diversificado su relacionamiento con la economía mundial. Ha abierto las ventanas y las puertas al mundo. No escapa a las vicisitudes de la economía mundial, pero aprende a sobrellevar sus vaivenes preservando la democracia y la redistribución creciente, asegurando un futuro estable para sus habitantes.  Chile democrático, ya ha vivido sin drama la alternancia. Su estabilidad no depende de la reelección perpetua de nadie.  Por cierto, existen desafíos, pero afortunadamente tiene un campo reconocido para procesarlos: el respeto a su institucionalidad, de capitán a paje. Es un país confiable, que aspira a la modernidad inclusiva y sustentable. 
Pero este modelo no quedaría completo si no se basara también en el respeto a las diferentes estrategias de desarrollo que cada país ha elegido. De aquí el lema de la “convergencia en la diversidad”, que no es mera retórica, sino una formula práctica, como lo han comprendido los gobiernos de la región. La integración con diversidad es el verdadero desafío de la América Latina del siglo XXI.





Obama redibuja el mapa de América con una política no intervencionista

Estados Unidos redefine su posición en el continente americano y sienta las bases de una nueva relación con Latinoamérica



De la Patagonia al Ártico, de la Amazonia al Caribe, Estados Unidos redefine su posición en el continente americano y sienta las bases de una nueva relación, basada menos en los rencores históricos que en la cooperación, con el coloso del norte. En las dos últimas semanas, Obama ha consagrado al canadiense Justin Trudeau y al argentino Mauricio Macri, como aliados privilegiados. Ha viajado a Cuba para enterrar, como dijo el presidente en La Habana el martes, el último vestigio de Guerra Fría en las Américas. Y su secretario de Estado, John Kerry, ha dialogado con miembros de la guerrilla colombiana de las FARC, para impulsar las negociaciones que pueden llevar al fin de la guerra civil más larga del mundo. Con diplomacia, repudiando el intervencionismo del pasado, el presidente de EE UU redibuja el mapa de América.
Cuando Obama comenzó su segundo y último mandaro, imaginar la reapertura de embajadas entre EE UU y Cuba se encuadraba en el género de la política ficción. Hugo Chávez, el líder venezolano que encabezó el frente antiestadounidense en la década pasada en América Latina, vivía. En Argentina gobernaba Cristina Kirchner, una presidenta que también jugaba la carta anti-'yanqui' y a quien los estadoundienses veían como una líder errática y poco fiable. La posibilidad de un acuerdo entre el Gobierno colombiano y las FARC era una hipótesis lejana. En Canadá el primer ministro era Stephen Harper, un conservador cuyas relaciones con el demócrata Obama eran mejorables por motivos que iba de la reticencia de Harper a actuar contra el cambio climático a las diferencias en la política energética.
Cuando el 20 de enero de 2017 Obama abandone la Casa Blanca, América será distinta. En Argentina, un proestadounidense, Macri, en lugar de Kirchner. En Colombia, las FARC al borde de la normalización, hasta el punto de reunirse con Kerry. En Venezuela, sin Chávez y con un sucesor, Nicolás Maduro, debilitado. En Canadá, la 'trudeaumanía' traspasa fronteras, como se evidenció en los agasajos que Obama dedicó a Trudeau el 10 de marzo pasado. Y Obama desafió esta semana las inercias de la historia y viajó a Cuba para reconocer la soberanía de la isla –y la legitimidad del régimen castrista–, pero también para argumentar ante los cubanos, y ante el presidente Raúl Castro, por qué la democracia es el mejor sistema para garantizar la prosperidad.
Obama regresó el viernes a Washington tras un viaje de cinco días a Cuba y Argentina que ha reordenado las fichas de la geopolítica americana.
"Aunque simbólico y con pocos anuncios concretos, sin duda el viaje de Obama a Cuba fue histórico y consolidó el deshielo hacia Cuba, que se anunció hace solo 15 meses", dice a EL PAÍS Michael Schifter, presidente del Diálogo Inter-Americano, el laboratorio de ideas de referencia en Washington sobre asuntos americanos. "En EE UU, las voces críticas cuestionaron el momento del viaje más que la visita en sí, lo que muestra cuánto se ha avanzado en este tema en muy poco tiempo. El próximo presidente podría mantener o no el entusiasmo de Obama por avanzar en las relaciones con Cuba, pero es casi imposible que se dé marcha atrás con la normalización diplomática".
Lógicamente la etapa argentina del viaje ha tenido menor proyección mediática, pero es fundamental en el 'reset' –la puesta a cero del contador– de Obama con América Latina.
"Que Argentina sea hoy uno de los principales aliados de los EE UU en el hemisferio muestra cuánto ha cambiado la política de la región en poco tiempo", dice Shifter. "En una América Latina repleta de dificultades económicas y serias crisis políticas para muchos presidentes, Obama envió un fuerte respaldo a la política de apertura económica del gobierno de Macri y a sus esfuerzos por normalizar la macroeconomía argentina. Aún falta tiempo para saber si las reformas servirán para impulsar el crecimiento en Argentina, pero esta visita es un buen comienzo para una etapa de mayor cercanía entre ambos países".
Todo puede cambiar cuando Obama abandone la Casa Blanca y le sustituya alguien con otras prioridades e intereses. Las relaciones de EE UU con Argentina son pendulares: en 1997, cuando el presidente Bill Clinton visitó Argentina, los titulares, muy parecidos a los de estos días, anunciaban una nueva alianza, que en la década siguiente se frustró. Y al aproximación a Cuba es una apuesta incierta: está por ver si el Gobierno cubano cumplirá los planes para abrir la economía al ritmo que desea Washington y menos claro está aún que el deshielo derive en una liberalización política.
Pero en La Habana, con Castro y con empresarios, hablando a los cubanos en un discurso televisado y recibiendo a disidentes del en privado, Obama parecía un líder cómodo en su papel, incluso disfrutando, como no se le ve cuando hace política en EE UU. Algo similar ocurrió en Buenos Aires.
Uno de los momentos del viaje donde se vio a este Obama fue una reunión con jóvenes en un centro cultural del popular barrio de La Boca, en Buenos Aires. Los jóvenes preguntaban lo que querían, sin guion, y Obama respondía. En una de las respuesta, ofreció un buen resumen de su visión política, más allá de las caricaturas y de las batallas ideológicas que han dividido a América Latina.
Obama puso un ejemplo de este sentido práctico. Explicó que en La Habana le había dicho a Castro que con su sistema había logrado elevar el nivel educativo y la esperanza de vida los cubanos, pero que la economía parecía estancada en los años cincuenta. Hay que ser práctico, le dijo Obama al mandatario, y reconocer que el libre mercado y la libertad individual producen más riqueza y oportunidades.
"En el pasado ha habido una división aguda entre izquierda y derecha, entre capitalismo y comunismo, o socialismo", dijo Obama a los estudiantes. "En especial en las Américas, ha sido un gran debate, ¿no? Son debates intelectuales interesantes, pero vuestra generación debería ser práctica y elegir lo que funciona".





ÁLEX AYALA: «EL PERIODISMO NARRATIVO CONSISTE EN FRACASAR CADA VEZ MENOS»

Álex Ayala Ugarte es uno de los nombres más destacados de la crónica en español, aunque él se niega a que le encasillen como cronista. «Hay que seducir y conmover», asegura el autor de «La vida de las cosas»

ABC de España (www.abc.es/cultura)
                                      
Álex Ayala Ugarte (Vitoria, 1979) aparece en la pantalla del ordenador. Son las veintidós horas de un domingo en La Paz, Bolivia. La familia de Ayala duerme, mientras él se da tiempo para teclear algunas respuestas. Convenimos esta entrevista por chat, porque Ayala no se lleva bien con el teléfono ni las videollamadas y, quien escribe, menos con las entrevistas por correo electrónico -aunque el interlocutor se encuentre a miles de kilómetros.
El entrevistado es una de las plumas destacadas del periodismo narrativo en Iberoamérica. Su trabajo ha sido reconocido por pesos pesados del oficio, como Alberto Salcedo Ramos o Jon Lee Anderson. Este último escribió sobre «Los mercaderes del Che: grandes hazañas de personajes minúsculos» (Libros del KO, 2012): «Álex Ayala es uno de los cronistas más originales y agudos que hay hoy en América Latina. Ha escogido Bolivia como base de operaciones y allí se ha convertido en un detective ameno y audaz de la condición humana…».
Ayala es también autor del volumen de crónicas «La vida de las cosas» (Libros del KO, 2015) y de varias piezas periodísticas memorables publicadas en «Etiqueta Negra», «Paula», «Internazionale», «Anfibia»,«FronteraD» y «Emeequis», entre otras revistas. En 2001, viajó a Bolivia por una beca de periodismo. Después de varios años, pasó a ser director del dominical del diario «La Razón», editor del semanario «Pulso» y fundador de la desaparecida «Pie Izquierdo», la primera revista boliviana de no ficción. A principios de 2015, ganó la beca para periodistas de viajes Michael Jacobs, que ofrece la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano. Su propuesta fue «Rigor mortis», un libro de crónicas sobre la cotidianidad de la muerte en distintas latitudes de Bolivia, en el cual trabaja actualmente.
¿Qué encontró en Bolivia que le motivó a quedarse?
Llegué con una beca que me concedieron en el último año de universidad, gracias a que gané un concurso de periodismo de investigación. La beca la dio PRISA y me vine acá, a La Razón, un periódico que por aquel entonces pertenecía al grupo. Llegué a un país lleno de historias irrepetibles, de esas que te las cuentan y a veces no te las crees. Tuve la oportunidad de viajar. Me ofrecieron responsabilidades que nunca me habrían dado en España siendo tan joven [llegó con veintidós años]. Cada reportaje era una aventura. ¿Quién no se hubiera quedado?
¿En algún momento dudó si dejar España y venir a Latinoamérica?
En Vitoria yo tenía muchos amigos latinoamericanos. Con algunos de ellos, como Hollman Morris [hoy un periodista colombiano reconocido], me reencontré después en sus países de origen. Y en la universidad muchos me decían que yo no me quedaría en España. Así ha sido.
Antes de viajar a Latinoamérica, ¿por qué decidió dedicarse a este oficio?
Siempre me gustó escribir. En el colegio ya había creado una revista llamada Rincón natural y científico, que incluía artículos copiados de las enciclopedias u otros lados. Esa revista la distribuíamos gratuitamente entre gente de nuestro curso o de otros. Y bueno, yo creo que todo viene de aquella época. También comencé a leer muy pronto. Mi padre leía, mi hermano lee. Y aunque ambos vienen más del mundo de las ciencias, esas cosas influyen bastante.
¿Cuándo dio el paso al periodismo narrativo?
Uno no da el paso de repente. Es poco a poco. La forma de contar de los periódicos es muy notarial. En mi caso fui conociendo revistas como El Malpensante, Gatopardo, Etiqueta Negra y otras. Y descubriendo que se podían contar las cosas de otra manera, que como periodista no era suficiente narrar los hechos. Además tenemos que seducir y conmover al lector. Intentar que cada línea que le ofrezcamos sea memorable. Intentarlo, porque la mayor parte de las veces fracasamos, y esto consiste, a mi modo de ver, en fracasar cada vez menos.
Antes de iniciar la entrevista, precisó que no se considera cronista, sino periodista.
Muchos periodistas lo dicen, entre ellos Leila Guerriero: la palabra cronista se ha puesto de moda. Es como que todo el mundo hoy es cronista. O quiere serlo. O piensa que por serlo está por encima del resto de periodistas, y no es así. Por eso, al igual que Leila y otros colegas, yo también prefiero que me llamen periodista. Tampoco me enfado cuando me dicen cronista, pero prefiero que me cataloguen como periodista, porque al final es lo que somos todos los que estamos en esto.
¿Aquella moda perjudica al periodismo?
La crónica sigue siendo minoritaria. Donde ha ganado espacio, al menos en lo referente al mundo hispanohablante, ha sido en las editoriales más que en los diarios. Se publican más libros de no ficción, lo que es una buena noticia, pero no tengo la sensación de encontrarme con más crónicas en los medios tradicionales. La crónica no es mayoritaria en el espectro de los medios, pero creo que es nece-saria, porque contribuye con su profundidad, con su mirada y con muchas cosas que para mí son indispensables.
La lógica de consumo de información hoy es otra: noticias despersonalizadas, directas, rápidas. En ese sentido, ¿la crónica puede resultar atemporal o a contracorriente respecto a las tendencias actuales?
Las tendencias de hoy no sabemos si serán las tendencias de mañana. Por lo tanto, pienso que los que consideramos que la crónica no puede desaparecer tenemos que seguir insistiendo con ella. El tiempo nos dirá si estamos equivocados. Pero el hecho de que revistas como Etiqueta Negra subsistan y tengan adeptos creo que quiere decir algo.
Cuando hablé con usted para pedirle una entrevista, me comentó que es tartamudo. ¿Esa condición ha influido en su trabajo?
Bueno, he tenido dificultades: me cuelgan el teléfono, alguna vez no falta el que te hace bromas tontas sin conocerte, el que te falta al respeto o el que no entiende lo que te pasa por más que se lo expliques. Pero yo siempre he intentado darle la vuelta a la tortilla. El no hacer nada por teléfono me obliga a ver a todo el mundo en vivo y en directo, por ejemplo, y con eso a veces gano. La gente me ve más vulnerable y se abre más fácilmente. Y siempre he intentado no tener miedo a cumplir con mi trabajo. Nunca he dejado de hablar por miedo, estuviera en un día mejor o peor; siempre he tirado hacia adelante. Gracias a Dios, la mayor parte de los días son buenos y no se me nota tanto, salvo por teléfono, un aparato con el que sigo peleándome.
¿Quiénes han sido sus maestros y qué ha aprendido de ellos?
Presenciales, Francisco Goldman, Alma Guillermoprieto, Jon Lee Anderson, Alberto Salcedo Ramos, Julio Villanueva Chang, entre otros. Pero también considero maestros a autores a los que sigo: Ander Izagirre, Gay Talese, Susan Orlean, Daniel Titinger, Juan Pablo Meneses y un larguísimo etcétera. También Martín Caparrós y Leila Guerriero, por supuesto. En los talleres presenciales aprendes gracias a su experiencia y, sobre todo, si sabes leer entre líneas, entre anécdota y anécdota. Le puedo decir que todos ellos o la inmensa mayoría son muy humildes. Una cualidad que deberíamos tener quienes nos dedicamos a esto.
¿La humildad ayuda a acercarnos a otras realidades?
La humildad ayuda en todos los aspectos de la vida. El que no es humilde suele meterse en muchísimos más problemas. Con todo, un arrogante también puede ser buen periodista. En la viña del señor hay de todo.
¿Qué elementos tiene en cuenta antes de trabajar en una historia?
Intento que las historias que cuento tengan algún ingrediente universal, que hablen de cosas que se puedan entender en cualquier país. Y siempre he pensado que los verdaderos protagonistas de nuestra Historia son la gente anónima. Por eso intento poner el foco en ella. Por otro lado, trato de escribir historias que se alejen de lo que vemos en la prensa habitualmente. A veces tardan en aparecer. Hay que tener paciencia.
¿A qué lugares le ha llevado la investigación de «Rigor mortis», el libro en el que está trabajando?
A pueblos fronterizos, ciudades, pueblos no tan fronterizos. El libro tendrá 23 textos, por lo que cada uno intentará responder a una pregunta concreta. El objetivo será contar la muerte desde la cotidianidad, a través de los pequeños detalles, de historias mínimas. En el resumen del proyecto hay algunas preguntas que intentaré responder: ¿Qué ocurre cuando es un perro el que pierde al dueño y no el dueño el que pierde al perro? ¿Existe la adicción a los velatorios? ¿Hay turismo en los cementerios? ¿Cómo afecta una ola de suicidios a una comunidad pequeña? ¿Cómo se anuncia un fallecimiento en los lugares donde no hay prensa? ¿Cómo funciona un grupo de duelo?...
¿Trabaja en otro proyecto, aparte de «Rigor mortis»?
Colaboro con varias revistas, algunas de crónica y otras no tanto. Pero por ahora estoy bastante centrado en el libro.
Volviendo a Bolivia, ¿siente que ese es su lugar en el mundo?
Bueno, nadie puede decir dónde acabará. De momento, como familia, estamos a gusto y no hay por qué cambiar de lugar.

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