lunes, 13 de octubre de 2014

SEDUCCIÓN DE LA LLAMADA MEDIA LUNA. EL MAS SUPO OCUPAR EL CENTRO POLÍTICO Y DERROTÓ A LOS MOVIMIENTOS AUTONOMISTAS DEL ORIENTE.



Desde su llegada al poder en 2006, el presidente Evo Morales viene consolidando un liderazgo reconocido incluso por sus adversarios. El mandatario boliviano revirtió en los últimos años una relación conflictiva con la región más rica del país, la llamada Media Luna –compuesta por los departamentos de Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando–, epicentro de los intentos desestabilizadores contra su gobierno. “Desde el inicio de su campaña, Evo se propuso ‘enamorar a Santa Cruz’, la plaza electoral más importante de Bolivia y la locomotora económica. Para ello, el MAS –el oficialista Movimiento al Socialismo– ha logrado acuerdos de largo alcance con el sector empresarial de Santa Cruz, que recibirá del gobierno créditos y protección legal para desarrollar sus actividades. Esto ha implicado el fin de la polarización porque el MAS ha ocupado el centro del campo político”, señaló a Página/12 Jorge Komadina Rimassa, analista político y sociólogo de la Universidad Mayor de San Simón.
En 2008, las aspiraciones autonomistas de la región oriental desembocaron en una crisis política, que incluyó un intento de golpe de Estado para derrocar a Morales, quien había sido ratificado en su cargo en el referendo del 10 de agosto de ese año con el 67,43 por ciento de los votos. Para terminar con los enfrentamientos, el presidente prometió entonces un mayor margen de maniobra a los gobiernos regionales.
“Los movimientos autonomistas han sido derrotados políticamente por el gobierno y la propia demanda de emancipación ha sido procesada por medio de la Ley de Autonomías y Descentralización, que establece los procedimientos para que las regiones logren formar sus gobiernos autónomos. Basado en la Constitución, que reconoce el régimen autonómico, el gobierno ha dado una respuesta relativa a la demanda, que está aún en proceso y debe sortear muchos escollos burocráticos. Este hecho ha desarticulado a los movimientos autonomistas de Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija, que estaban dirigidos por los sectores más conservadores de la burguesía agroindustrial”, explicó el especialista.
En este punto coincidió Hugo Moldiz, director del semanario La Epoca e intelectual cercano al gobierno de Morales, que marcó el fin de la crisis de 2008 como el momento en que el liderazgo del mandatario comenzaba a expandirse por todo el país. “Este momento de expansión hegemónica lo hace a partir no sólo de la derrota de la derecha en todos los niveles, sino de la imposibilidad de la oposición de presentar algo alternativo a lo que se ha logrado desde 2006. El exitoso modelo económico boliviano, que ha colocado al país en el primer lugar de la región en 2014, y que es la combinación de generación de excedentes y la redistribución a través de distintos mecanismos a favor de la mayor parte de la población, ha logrado seducir a los sectores sociales hasta hace poco reticentes al proceso de cambio. Bolivia tiene un nivel de inversiones, exportaciones, PBI, reservas internacionales y redistribución de la riqueza que nunca se dio en su historia”, aseguró a este diario.
“La derecha abandonó sus posiciones, la toma de instituciones y el corte de las rutas. Y el gobierno tomó las suyas, restableció el orden y los dirigentes más radicales de la derecha fueron huyendo del país ante los procesos judiciales que se les abrió”, subrayó Moldiz.
Por su parte, Komadina Rima-ssa afirmó que desde entonces Morales no tiene una oposición unida capaz de competir con el MAS, lo que explica el éxito electoral del oficialismo. “Es difícil hablar de la oposición en singular, prefiero hablar de oposiciones. De hecho, las oposiciones conforman un archipiélago de fuerzas y sensibilidades políticas desconectadas entre sí. No conforman un campo unificado en torno de un líder y un programa, como es el caso del MAS. Su carencia más importante es la ausencia de un programa alternativo. Las oposiciones se han limitado a glosar el discurso de Morales. Estas fuerzas no han logrado unirse por las disputas entre los diferentes líderes”, dijo.
Sin embargo, la popularidad del presidente radica esencialmente en la inversión pública realizada en sus dos gobiernos y en su trayectoria personal y política, un elemento que genera empatía con la sociedad boliviana. “Los recursos públicos han sido destinados principalmente a financiar una política social rentista, políticamente exitosa, que incluye bonos y subvenciones que benefician a los sectores más vulnerables de la población (mujeres, ancianos y niños), pero también han sido destinados a la construcción de escuelas, hospitales y caminos en todo el territorio nacional”, apuntó Komadina Rimassa.
“Morales es un líder cuyo carisma no ha sido erosionado por los conflictos sociales que se produjeron en su gobierno. Los bolivianos, sobre todo los de origen campesino, que son la mayoría de la población, se sienten identificados con él. Morales tiene la imagen de un hombre fuerte, providencial”, agregó el sociólogo boliviano.
La profundización del modelo económico y la extensión de la protección social, que neutralizaron cualquier descontento ciudadano de magnitud en los últimos años, son las claves para otro tercer mandato exitoso del MAS. “En el plano económico, el reto es mantener el ritmo de crecimiento económico de los años precedentes. Una de las promesas electorales ha sido el desarrollo industrial y la vertebración caminera del país. En el terreno social, el reto es profundizar la redistribución de la riqueza y consolidar un Estado que provea servicios de calidad a la población. Asimismo, es necesaria una profunda reforma del sistema de justicia, articulada a una estrategia de seguridad ciudadana y lucha contra el narcotráfico. Las instituciones públicas bolivianas –evaluó Komadina Rimassa– son frágiles y deben ser fortalecidas.” (www.pagina12.com.ar)





ESCRITOR BOLIVIANO: "EVO SE HA CONVERTIDO EN UN POLÍTICO PRAGMÁTICO Y HÁBIL"

La Tercera de Chile (www.latercera.com)
                                        
Christian Vera (La Paz, 1977) es uno de los escritores más vitales de la nueva narrativa boliviana, de la que también forman parte Liliana Colanzi, Wilmer Urrelo y Maximiliano Barrientos. Vera es autor de novelas como El profesor de literatura. En esta entrevista con La Tercera, el escritor habla sobre lo que podría ocurrir en Bolivia tras las elecciones.
¿Qué estuvo en juego ayer en Bolivia?
Me parece que la continuidad de ciertas políticas que este gobierno ha instaurado, pero diremos que se juega también la ilusión, en cuanto a si esas políticas cambiarán el rumbo del país. Si bien Evo ganó de forma avasalladora, también hay un cierto desencanto.
¿A qué se debe ese desencanto?
Evo tiene un voto tremendo, pero al mismo tiempo hay algo paradójico, en el sentido de que ciertas políticas se han desviado. Por ejemplo, antes el gobierno tenía un discurso indigenista y ecologista muy fuerte, pero ha habido políticas concretas que demuestran que eso se está dejando de lado.
Evo Morales gobernará hasta 2020 y completará 14 años en el poder. ¿Qué impacto tiene eso en la sociedad boliviana?
Es un tema, por supuesto. Más allá de la discrepancia que se pueda tener, finalmente es un gobierno que ha demostrado solidez. Por ejemplo, ha tenido un manejo político impresionante. Hasta 2005, Bolivia era uno de los países más inestables de la región. Y de 2006 en adelante, Bolivia tiene una estabilidad impresionante.
A eso se suma el inédito crecimiento económico. Bolivia es el país que más crece en Sudamérica (5,2%)…
Exacto. Por una parte, eso es muy bueno, pero por otra, asusta. Este gobierno tiene una cierta línea pragmática y dejó de lado ciertos principios, se ha aliado con sus antiguos enemigos. Es increíble el apoyo que tiene en Santa Cruz, que era de la oposición. Los voceros de la oposición ahora son sus aliados.
La oposición acusa a Morales de ser autoritario, de haber cooptado a los medios y a la justicia. ¿Pero eso tiene impacto en el electorado del presidente?
Por un lado, vemos que Evo se ha convertido en un político demasiado pragmático y hábil, y por otro, también ha sabido llegar a las zonas más desprotegidas y pobres. Tiene un carisma muy sólido y una imagen que cada vez se mitifica. Sigue siendo un rockstar.
¿Qué impacto podría tener la idea de la reelección indefinida?
Hay cierto espíritu mesiánico en Evo. Esa es una posibilidad muy latente, pensando en la votación del Congreso. Ahora, si en estos años no se genera otro líder, seguramente será una carta que el oficialismo va a manejar. En nueve años no se cuajó una oposición.





LAS RAZONES DEL TRIUNFO

Página 12 de Argentina (www.pagina12.com.ar)
                                                       
La aplastante victoria de Evo Morales tiene una explicación muy sencilla: ganó porque su gobierno ha sido, sin duda alguna, el mejor de la convulsionada historia de Bolivia. “Mejor” quiere decir, por supuesto, que hizo realidad la gran promesa, tantas veces incumplida, de toda democracia: garantizar el bienestar material y espiritual de las grandes mayorías nacionales, de esa heterogénea masa plebeya oprimida, explotada y humillada por siglos. No se exagera un ápice si se dice que Evo es el parteaguas de la historia boliviana: hay una Bolivia antes de su gobierno y otra, distinta y mejor, a partir de su llegada al Palacio Quemado. Esta nueva Bolivia, cristalizada en el Estado Plurinacional, enterró definitivamente a la otra: colonial, racista, elitista, que nada ni nadie podrá resucitar.
Un error frecuente es atribuir esta verdadera proeza histórica a la buena fortuna económica que se habría derramado sobre Bolivia a partir de los “vientos de cola” de la economía mundial, ignorando que poco después del ascenso de Evo al gobierno aquélla entraría en un ciclo recesivo del cual todavía hoy no ha salido. Sin duda que su gobierno ha hecho un acertado manejo de la política económica, pero lo que a nuestro juicio es esencial para explicar su extraordinario liderazgo ha sido el hecho de que con Evo se desencadena una verdadera revolución política y social cuyo signo más sobresaliente es la instauración, por primera vez en la historia boliviana, de un gobierno de los movimientos sociales.
El MAS no es un partido en sentido estricto sino una gran coalición de organizaciones populares de diverso tipo que a lo largo de estos años se fue ampliando hasta incorporar a su hegemonía a sectores “clasemedieros” que en el pasado se habían opuesto fervorosamente al líder cocalero. Por eso no sorprende que en el proceso revolucionario boliviano (recordar que la revolución siempre es un proceso, jamás un acto) se hayan puesto de manifiesto numerosas contradicciones que Alvaro García Linera, el compañero de fórmula de Evo, las interpretara como las tensiones creativas propias de toda revolución. Ninguna está exenta de contradicciones, como todo lo que vive, pero lo que distingue la gestión de Evo fue el hecho de que las fue resolviendo correctamente, fortaleciendo el bloque popular y reafirmando su predominio en el ámbito del Estado. Un presidente que cuando se equivocó –por ejemplo durante el “gasolinazo” de diciembre del 2010– admitió su error y tras escuchar la voz de las organizaciones populares anuló el aumento de los combustibles decretado pocos días antes. Esa infrecuente sensibilidad para oír la voz del pueblo y responder en consecuencia es lo que explica que Evo haya conseguido lo que Lula y Dilma no lograron: transformar su mayoría electoral en hegemonía política, esto es, en capacidad para forjar un nuevo bloque histórico y construir alianzas cada vez más amplias pero siempre bajo la dirección del pueblo organizado en los movimientos sociales.
Obviamente que lo anterior no podría haberse sustentado tan sólo en la habilidad política de Evo o en la fascinación de un relato que exaltase la epopeya de los pueblos originarios. Sin un adecuado anclaje en la vida material todo aquello se habría desvanecido sin dejar rastros. Pero se combinó con muy significativos logros económicos que le aportaron las condiciones necesarias para construir la hegemonía política que ayer hizo posible su arrolladora victoria. El PIB pasó de 9525 millones de dólares en 2005 a 30.381 en 2013, y el PIB per cápita saltó de 1010 a 2757 dólares entre esos mismos años. La clave de este crecimiento –¡y de esta distribución!– sin precedentes en la historia boliviana se encuentra en la nacionalización de los hidrocarburos. Si en el pasado el reparto de la renta gasífera y petrolera dejaba en manos de las transnacionales el 82 por ciento de lo producido mientras que el Estado captaba apenas el 18 por ciento restante, con Evo esa relación se invirtió y ahora la parte del león queda en manos del fisco. No sorprende por lo tanto que un país que tenía déficit crónicos en las cuentas fiscales haya terminado el año 2013 con 14.430 millones de dólares en reservas internacionales (contra los 1714 millones de que disponía en 2005). Para calibrar el significado de esta cifra basta decir que las mismas equivalen al 47 por ciento del PIB, de lejos el porcentaje más alto de América latina. En línea con todo lo anterior, la extrema pobreza bajó del 39 por ciento en el 2005 al 18 por ciento en 2013, y existe la meta de erradicarla por completo para el año 2025.
Con el resultado de ayer Evo continuará en el Palacio Quemado hasta el 2020, momento en que su proyecto refundacional habrá pasado el punto de no retorno. Queda por confirmar si retiene la mayoría de los dos tercios en el Congreso, lo que haría posible aprobar una reforma constitucional que le abriría la posibilidad de una re-reelección indefinida. Ante esto no faltarán quienes pongan el grito en el cielo acusando al presidente boliviano de dictador o de pretender perpetuarse en el poder. Voces hipócritas y falsamente democráticas que jamás manifestaron esa preocupación por los 16 años de gestión de Helmut Kohl en Alemania, o los 14 del lobbista de las transnacionales españolas, Felipe González. Lo que en Europa es una virtud, prueba inapelable de previsibilidad o estabilidad política, en el caso de Bolivia se convierte en un vicio intolerable que desnuda la supuesta esencia despótica del proyecto del MAS. Nada nuevo: hay una moral para los europeos y otra para los indios. Así de simple.





Dirigentes y agrupaciones del kirchnerismo saludaron el triunfo de Evo Morales

“ES UN GRAN EJEMPLO PARA LA REGIÓN”

Página 12 de Argentina (www.pagina12.com.ar)
                                                     
El triunfo electoral de Evo Morales en Bolivia despertó anoche muestras de satisfacción en el oficialismo. “Los pueblos originarios, gobernando con democracia plena, han logrado transformar el país”, destacó el gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, precandidato presidencial del Frente para la Victoria. Por su parte, el ex canciller Jorge Taiana –también precandidato a la presidencia desde el kirchnerismo– señaló que la segunda reelección conseguida por el presidente de Bolivia es “un triunfo que recompensa una militancia comprometida y honesta” y que, a su vez, significa “un gran ejemplo para la región”. En el gobierno nacional estaban a la espera del anuncio oficial de los cómputos definitivos, que se esperaban para la medianoche.
- Sergio Urribarri (gobernador de Entre Ríos): “Bolivia es un gran ejemplo para todos. Los pueblos originarios, gobernando con democracia plena, han logrado transformar el país. El compañero Evo Morales ha hecho de Bolivia una nación muchísimo más justa, recuperando muchos derechos para el pueblo. Y es un proceso revolucionario realizado con profundas convicciones y en paz. Bolivia, un país único y admirable de nuestra América latina. Soy un convencido de que las transformaciones de nuestros países de la Patria Grande no tienen marcha atrás. Aunque los grupos económicos intentarán siempre desestabilizarnos, meternos palos en la rueda, pero nuestro destino histórico es irreversible. Integrarnos, ser fuertes, defender los intereses de las mayorías populares para avanzar en bloque hacia un mundo más equilibrado y justo”.
- Jorge Taiana (legislador porteño del FpV): “El gran triunfo de Evo reafirma la voluntad de transformación del pueblo boliviano y la definitiva inclusión política de los pueblos indígenas en la vida política y social del hermano país. Es un triunfo de Evo y del MAS que recompensa una militancia comprometida y honesta, que ha recuperado el rol del Estado para organizar la producción y distribuir la renta social. Este triunfo es un gran ejemplo para la región”.
- Nuevo Encuentro (declaración de la mesa nacional del partido liderado por Martín Sabbatella): “La victoria del compañero Evo es la expresión de un pueblo que elige seguir siendo soberano, que fortalece el rumbo de transformación que ha puesto a Bolivia de pie, reivindicando sus tradiciones, sus culturas y orígenes, y que se hace uno con el pueblo de la Patria Grande, esa que soñaron nuestros próceres y que hoy se hace realidad de la mano de líderes como Evo Morales y Cristina Fernández de Kirchner. Nos sentimos felices y orgullosos de que Bolivia siga en esta senda maravillosa que nosotros asumimos como propia”.
- Milagro Sala, dirigente de la agrupación Túpac Amaru y diputada provincial: “Por primera vez en muchísimos años, un presidente en Bolivia trabaja para resolver las necesidades insatisfechas del pueblo y hoy está a un paso de eliminar la pobreza extrema en el país. Evo supo encolumnar a Bolivia en una posición de privilegio en la corriente popular, nacional y latinoamericana. Además logró consolidar el Estado Plurinacional, donde todos los hermanos de los pueblos originarios tienen hoy los mismos derechos que el resto de los habitantes”.





LOS DESAFIOS PARA EL TERCER MANDATO DE MORALES

LA PROMESA, BOLIVIA POTENCIA
                                                                                                                                                                            
El gobierno se propone industrializar los recursos hidrocarburíferos y minerales que actualmente se exportan sin mayor proceso y construir un reactor nuclear. Las perspectivas de que su programa se concrete.

Página 12 de Argentina (www.pagina12.com.ar)
                                                    
“Cuando lleguen los 200 años de la patria, allá en 2025, habremos convertido en realidad viva los sueños supremos que hoy tenemos. Entonces podremos mirar orgullosos el rostro pintado de nuestros antepasados, pues les mostraremos una patria convertida en potencia continental”, dijo el vicepresidente Alvaro García Linera en la ciudad de Sucre en agosto pasado. Una Bolivia “potencia” aparece una y otra vez en los discursos del presidente Evo Morales y sus funcionarios. Lo muestran como un futuro palpable, que además obsesiona a los máximos mandatarios.
“El primer mandato del presidente Evo (2006-2010) sirvió para nacionalizar los recursos naturales y hacer la Asamblea Constituyente. En este segundo gobierno, logramos que Bolivia tenga una economía sólida. En el tercer mandato, vamos a llegar a tener una Bolivia potencia”, dijo el vicepresidente en un programa mañanero de la Red Unitel.
Para hacerlo posible, el gobierno nacional se propone industrializar los recursos hidrocarburíferos y minerales que actualmente se exportan sin mayor proceso.
“Estamos pasando de una economía basada en las materias primas a una industrial”, dijo el presidente Morales al diario El País, de España. Para el vicepresidente, el techo de Bolivia está en lograr el viejo anhelo de una patria sudamericana.
“Nuestro sueño es un Estado continental plurinacional, pero que en cada país se respete su régimen de gobierno, su sistema cultural. Que en un segundo piso tengamos instituciones financieras, judiciales y económicas comunes como continente. El destino del mundo es el de los estados continente”, vaticinó.
Para alcanzar esta aspiración, América latina debería resolver dos conflictos que arrastra desde hace siglos: la falta de una salida al mar soberana para Bolivia y la ocupación inglesa de las islas Malvinas.
“Resueltos esos dos temas, el continente está destinado a grandes logros y progresos. También a reorientar los procesos de mundialización que hoy nos sobrepasan”, consideró García Linera.
Pablo Villegas es investigador del Centro de Documentación e Información Bolivia (Cedib). Vive, más que nada, de analizar datos económicos, comerciales y de desarrollo emitidos por los ministerios del gobierno de Morales. Su visión no es tan optimista.
“No hay perspectiva de industrialización de los minerales. La nueva ley de Minería (aprobada en mayo pasado) no obliga a industrializar los minerales, que en gran parte salen de Bolivia en concentrado”, indicó.
Entre sus compromisos de campaña, el presidente Morales adelantó que en su tercer mandato ordenará la construcción de un reactor nuclear, el primero de Bolivia.
Según la Ley 1008, en Bolivia es legal el cultivo de 12 mil hectáreas de coca para el consumo tradicional. El gobierno reconoce que actualmente hay 23 mil hectáreas. Y aseguró que este número baja permanentemente por las tareas de eliminación de cultivos ilegales. Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), el PBI de Bolivia crecerá este año en un 5,2 por ciento, el más alto de América latina.
Para el analista Hugo Moldiz, “Morales está demostrando que el Estado en manos de una dirección revolucionaria es un instrumento que, conducido con honestidad, es capaz de administrar eficientemente los bienes comunes para la búsqueda del bien común”.





EVO GANÓ Y TENDRÍA LOS DOS TERCIOS

Página 12 de Argentina (www.pagina12.com.ar)
                                                               
En esta ciudad (La Paz), como en casi toda Bolivia, las elecciones transcurrieron en tranquilidad. En las calles, vacías de vehículos, las familias vestidas de domingo caminaron desde la mañana hasta las escuelas donde se votaba. De ahí, buscaron entre los pocos lugares abiertos para comer y disfrutaron de la tarde de sol, una rareza para esta época de lluvias en La Paz. Al anochecer, miles de militantes del Movimiento Al Socialismo (MAS) se reunieron ante los escenarios preparados en las ciudades de Santa Cruz, Cochabamba y aquí, sede del órgano ejecutivo. Según los primeros resultados, el presidente Evo Morales fue reelegido para un tercer mandato con el 61 por ciento de los votos. Segundo quedó Samuel Doria Medina, de Unidad Demócrata, con el 24 por ciento.
Anoche, ante la repleta plaza Murillo, Morales dijo las palabras del caso. “A nombre de quienes luchamos por la liberación de toda Bolivia agradecemos por este nuevo triunfo del pueblo boliviano. Hay un profundo sentimiento no sólo en Bolivia, sino en toda América latina y el Caribe; un sentimiento de liberación de nuestros pueblos, para no seguir sometidos al imperio norteamericano o al sistema capitalista. Este triunfo es de los anticolonialistas, de los antiimperialistas, del pueblo boliviano”, dijo Morales con una sonrisa que no le cabía en el rostro. “Aquí estaban en debate dos programas: la nacionalización frente a privatización. Y nuevamente, con más del 60 por ciento de los votos, gana la nacionalización”, exclamó el presidente ante la multitud.
“Olé, olé, olé... Evo... Evo”, coreaba en la plaza un grupo de turistas argentinos que justo pasaba por la ciudad.
Como en todas las elecciones, hubo incidentes mínimos, como el extravío de papeletas o el sortilegio de que alguien ya había votado antes de que se presentara en la mesa correspondiente. Además de un error presente en las más de seis millones de papeletas de votación: decía “Estado Plurinominal”, en lugar del “Estado Plurinacional”, que es Bolivia, según la Constitución.
En tercer lugar quedó Jorge “Tuto” Quiroga, del Partido Democrática Cristiano (PDC), con el 9 por ciento de los votos; le siguen Fernando Vargas, del Partido Verde de Bolivia, y Juan del Granado, del Movimiento Sin Miedo (MSM), ambos con el 3 por ciento.
Ayer por la tarde, el paseo de El Prado fue tomado por niñas, niños, perros de departamento, ciclistas y skaters. Superado el (generalmente) breve trámite del voto, las familias volvieron a entrar a sus casas solamente cuando las obligó el frío del atardecer. Entonces esperaron el resultado pero sin tensiones, porque de antemano se sabía quién seguirá gobernando Bolivia hasta 2020, o quizás más tiempo si el MAS avanza en su plan de remodelar la Constitución de 2010. De confirmarse estos resultados, el MAS continuaría dominando la Asamblea Legislativa Plurinacional en sus dos tercios. Así podría aprobar las leyes que (Morales) quisiera, sin depender de alianzas con otras fuerzas políticas, que en el próximo Parlamento serán ínfimas.
Entre la población dominguera y los turistas que satisfechos tomaban fotos, en las veredas de El Prado se habían asentado decenas de puestos de choripán, helados, humintas, refrescos, películas truchas, anticuchos. Quienes atendían representaban a la gran parte de bolivianos y bolivianas que viven de lo que ganan cada día, integrantes del enorme mercado laboral informal.
“Voté por el Evo porque vemos que las cosas están bien. La gente anda con plata y nos compra”, dijo Clara Mamani, que tiene un puesto de venta de gelatinas de pata y flanes de leche, frente al Obelisco.
“Iba a votar al Movimiento Sin Miedo, pero al final me decidí por el Doria, porque va a sacar más votos y va a tener más lugar en el Parlamento”, comentó Diego Gutiérrez, quien salía de votar del Instituto Americano, en el barrio paceño de Sopocachi.
La Paz fue el departamento con mayor cantidad y porcentaje de votos para el MAS. El 70 por ciento de sus 1.600.000 electores cimentaron el triunfo de ayer. Segundo quedó UD, con el 14 por ciento. En Chuquisaca, Morales obtuvo el 62 por ciento de los votos. Allí quedó segundo Tuto Quiroga, con el 18 por ciento. En Cochabamba, el MAS consiguió el 66 por ciento. Le siguió el partido de Doria Medina, con el 20 por ciento. En Oruro, el oficialismo sacó el 65 por ciento. Le siguió UD, con el 14 por ciento.
En Potosí, el 66 por ciento votó por Morales. Por Dorio Medina lo hizo el 21 por ciento. En Tarija, el MAS cosechó el 52 por ciento de los votos. Le siguió UD con el 26 por ciento.
En Santa Cruz, sufragaron por Morales el 49 por ciento de las y los votantes. Allí Doria Medina consiguió el 38 por ciento, sobre un total de 1.500.000 electores. Este departamento junto a La Paz concentran el 53 por ciento del padrón. En la amazónica Pando, Morales consiguió el 53 por ciento. UD, el 39 por ciento. Beni es el único departamento donde no ganó el MAS. Aquí se impuso Doria Medina, con el 49 por ciento de los votos. Morales quedó con el 43 por ciento.
Estos resultados fueron tomados a boca de urna por la consultora Mori. Efectuar esta tarea costó la detención a cuatro de sus trabajadores en la ciudad beniana de Riberalta, porque habrían hecho la consulta a menos de 100 metros del centro de votación.
De acuerdo con estas cifras, el Senado quedaría conformado con 25 legisladores del MAS, sobre un total de 36 escaños. Para UD serían 9 asientos. Y los dos últimos para el PDC. En la Cámara de Diputados, 111 escaños serían para el MAS. A UD le corresponderían 41 espacios, 12, al PDC, y un asiento para el Partido Verde y otro para el MSM.
Luego de hablar en La Paz, Morales se tomó el avión hasta la ciudad de Santa Cruz, la más habitada de Bolivia, para festejar con sus militantes en el Cambódromo. Así empezó la fiesta en distintas partes del país, la fiesta que estaba prohibida desde el viernes pasado por el Auto de Buen Gobierno.





EVO AFIANZÓ SU PODER EN BOLIVIA CON UN CONTUNDENTE TRIUNFO: 60%

Batirá el récord de permanencia en el cargo y gobernará hasta 2020; su principal rival de centroderecha, Doria Medina, logró 25%, mejor de lo esperado

La Nación de Argentina (www.lanacion.com.ar)
                                                            
La falta de suspenso no empañó la alegría. Miles de enfervorizados seguidores de Evo Morales inundaron anoche la plaza Murillo, frente al palacio de gobierno, para celebrar la aplastante victoria de Evo Morales por una diferencia de 35 puntos. Así, el primer presidente indígena de América latina batirá un récord de permanencia en el poder en su país y gobernará hasta 2020.
La bonanza económica, su giro hacia una política conciliadora con el empresariado y la ausencia de una oposición política fuerte fueron las claves de su triunfo, con 60% de los votos, según las encuestas en boca de urna.
La sorpresa de la votación fue el 25% que habría obtenido el principal candidato opositor, el empresario de centroderecha Samuel Doria Medina, más de lo que le daban los sondeos previos. El ex presidente Jorge "Tuto" Quiroga se ubicó en un tercer lugar con el 9%.
Los masivos festejos en las calles y el clima que se palpó durante la jornada pusieron en evidencia que Bolivia dejó bien atrás los tiempos convulsionados del pasado, caracterizados por la inestabilidad institucional, con decenas de gobiernos que duraron menos de un año en el poder.
La votación transcurrió sin denuncias graves de la oposición ni de los observadores.
Evo fue el primer candidato en votar, en el Chapare, Cochabamba. Y en una señal de que su gobierno seguirá el camino de la moderación de los últimos meses, su vicepresidente, Álvaro García Linera, fue el encargado de enviar una señal a Estados Unidos: dijo que Bolivia está dispuesta a reanudar las relaciones diplomáticas, interrumpidas desde 2008.
Evo luego habló con la prensa y mencionó como un logro especial de estos comicios el sufragio de los bolivianos en el exterior, 122.000 en la Argentina, el país con mayor cantidad de votantes bolivianos (ver aparte). "Después de tantos años de espera, el llamado voto en el exterior se ha cumplido esta vez con mucha efectividad", dijo Morales.
Aunque el voto en el exterior se estrenó en 2009, en aquel momento solamente votaron los residentes en la Argentina, Brasil, España y Estados Unidos. Para estos comicios, se amplió a otros 29 países.
Las urnas abrieron a las 8 de la mañana y por una particular legislación local a partir desde ese momento quedó prohibida totalmente la circulación de vehículos. Con las calles vacías, sólo se podían ver en La Paz unos pocos autos oficiales autorizados. Los votantes debieron trasladarse a pie o en bicicleta hasta los centros de votación. La norma, con más de 50 años de antigüedad, apunta a impedir la tramposa costumbre que tenían los partidos políticos de ofrecer el traslado "gratuito" en colectivos a los votantes.
En la Escuela República del Perú, del barrio Sopocachi, en pleno centro de la ciudad, a unas pocas cuadras de la Universidad Mayos San Andrés, dos jóvenes llegaron a las 11 de la mañana en una bicicleta y la ataron con cadena y candado a un poste antes de prestarse a hablar con LA NACION.
Adriana Flores, de 20 años y que estudia Ingeniería en la Universidad Católica, valoró especialmente del gobierno de Evo el logro de un mayor acercamiento entre bolivianos de distintos sectores sociales.
"Mi familia de clase media vive mucho mejor. Además me alegra poder ir a una oficina pública y ser atendida por una empleada con ropa indígena", dijo Adriana.
Su amigo Mariano Giménez, de la misma edad, no coincidió totalmente. "Yo veo que muchas veces son ellos los que ahora nos discriminan a los blancos. Además, los únicos indígenas que están mejor son los amigos del gobierno. Para el resto nada cambió", argumentó.
Su frase corrobora una de las características que surgían de las investigaciones previas de las consultoras electorales. Evo Morales no tiene un voto cautivo en ningún sector social ni etario. Aunque algunos jóvenes apoyan al gobierno, otros ponen el foco en reclamar una mayor atención al problema de la desocupación juvenil (estimada en un 20%), muy superior al 3,2 % del nivel general.
Pero ni siquiera los pobres y los indígenas votaron ayer en masa por el Movimiento al Socialismo (MAS). En estos nueve años, el gobierno se enfrentó varias veces con los reclamos de esos sectores.
En enero pasado la principal agrupación de comunidades indígenas bolivianas, la Conamaq (Consejo Nacional de Ayllus y Marqas del Qullasuyo) denunció que el gobierno estaba marchando hacia "la consolidación de una dictadura política".
A esa denuncia le siguió la intervención del gobierno en el organismo y la designación de autoridades leales al MAS.
De hecho, varios líderes indígenas, como la candidata a vicepresidenta de la Unión Demócrata, Tomasa Yarhui, se volcaron directamente a la oposición.
Pero la jornada electoral de ayer demostró también que este tercer mandato de Evo Morales que se inicia en enero próximo puede estar marcado por el signo de la conciliación, incluso con los peores demonios del pasado.
Tras votar en La Paz, el vicepresidente Álvaro García Linera dijo que el gobierno estaría dispuesto a restablecer las relaciones con Estados Unidos si Washington se comprometiera a "respetar" la soberanía de Bolivia y no "entrometerse" en asuntos internos.
Los dos países dejaron de tener relación diplomática a nivel de embajadores en 2008, cuando Morales expulsó al representante norteamericano Philip Goldberg por supuestas injerencias en la política nacional durante la crisis del gobierno con el oriente del país. Y Washington respondió con una medida similar.
"El momento en que tengamos la certidumbre de que Estados Unidos no se entromete en nuestros asuntos internos, la mano está extendida con respeto, con sencillez, pero siempre con firmeza en la defensa de nuestra soberanía", dijo ayer García Linera.
El vicepresidente hizo también un guiño al "imperio". "Admiramos su ciencia, admiramos su tecnología, y nos impresionan su grandes logros tecnológicos", dijo.
El acercamiento a Estados Unidos podría ser el último paso que le resta dar al gobierno de Morales para abandonar el discurso del "socialismo del siglo XXI" con el que llegó al poder en 2005.
Desde 2008 en adelante Morales inició una política de acercamiento al mundo empresarial y al oriente del país, que le permitió ayer consagrarse como vencedor también en esa región y asegurarse cinco años de gobierno para conducir la segunda entre las economías de mayor crecimiento de América latina.





ACIERTOS POLÍTICOS Y CUENTAS PENDIENTES

La Nación de Argentina (www.lanacion.com.ar)

Todos sabían que iba ganar por un amplio margen, pero no todos tienen tan en claro las razones del triunfo de Evo Morales. Cinco expertos políticos bolivianos analizaron para LA NACION las claves de los comicios de ayer.
-¿Por qué Evo Morales ganó tan fácilmente la elección?
-"El principal factor es la bonanza económica. Bolivia vive el mejor momento económico de su historia", dijo Carla de la Torre, analista de la consultora Ipsos. "Otra clave de su victoria son las exitosas medidas distributivas de la riqueza (bonos sociales, regulaciones laborales de incremento y salarial entre otros), algo que la población percibe en sus propios bolsillo", agregó. "Un tercer factor que incide en la popularidad del presidente son las obras de infraestructura que está haciendo el gobierno: caminos, puentes, teleféricos en La Paz. Hay un boom de la construcción tanto por las obras del gobierno como por los emprendimientos privados, y eso es algo que la gente ve", señaló De la Torre.
-¿Por qué la oposición está tan debilitada?
-"Básicamente no hay nuevos líderes. Es la tercera vez que se presenta Samuel Doria Medina, y nunca había obtenido más del 10%, y es la segunda vez que el ex presidente Jorge "Tuto" Quiroga se postula como candidato", explicó el analista político Iván Paredes, del diario El Deber, de Santa Cruz de la Sierra. "Además, por intereses personales, la oposición no logra unirse para enfrentar a Evo. Y de todas maneras no tienen un plan alternativo. La campaña opositora se basó en denunciar la corrupción del gobierno y sus supuestos vínculos con el narcotráfico, pero básicamente proponían seguir con los mismos lineamientos políticos y económicos", agregó Paredes.
-¿En qué cambió Evo desde 2005 hasta ahora?
-Evo Morales cambió su discurso polarizador por otro más conciliador, según el sociólogo Jorge Komadina, autor del libro El poder del movimiento político. "El programa de 2005 enfatizaba mucho el tema de la autonomía indígena, el socialismo comunitario y el socialismo del siglo XXI. Estas cuestiones han sido desplazadas por un discurso más de centro, pro empresarial. Hoy tiene un programa inclusivo, que abarca incluso a todos los sectores económicos. Estamos ante un discurso que ya no pretende la construcción de un socialismo del tipo venezolano", indicó Komadina.
-¿Cuáles son los puntos más débiles del gobierno?
-Los analistas y el propio Evo Morales coinciden en que la persistencia de niveles altos de pobreza y pobreza extrema (hasta la cuarta parte de la población) es la principal deuda del gobierno con la gente. Además, pese a los enormes beneficios que está dejando la venta de gas natural a la Argentina y a Brasil, por ahora se trata sólo de exportación de materia prima. Bolivia debe avanzar aún hacia la industrialización del gas (fertilizantes, plásticos). Por otra parte, el ex ministro de Hidrocarburos en los años 90 Carlos Miranda Pacheco advierte otros riesgos. "Bolivia es mucho más que gas. No se puede pretender industrializar a un país con un solo producto", dijo el ex ministro, que mencionó el potencial agropecuario y también el de la industria del litio, un mineral que Bolivia posee en abundancia y con el que se fabrican las baterías de todos los electrónicos.
-¿Cuáles son ahora los desafíos hasta 2020?
-"El primer desafío es mantener la estabilidad económica y llevar sus beneficios a los sectores más carenciados. Un segundo reclamo muy fuerte es la justicia. El sistema judicial boliviano es corrupto y está hecho para favorecer al gobierno y a quien tiene más plata", dice el analista político Marcelo Silva. "Es necesario iniciar un proceso de reformas, y esto abarca desde cuestiones de seguridad ciudadana que no son atendidas hasta casos de corrupción gubernamental", agregó. Silva recordó también que el propio presidente, en su informe de gestión 2013, mencionó entre los dos peligros que opacan los logros de su gestión el narcotráfico y la corrupción. "El gobierno debe luchar para erradicar los cultivos excedentes de coca y también enfrentar el comercio de drogas", dijo Silva.





DE LA ÉPICA CHAVISTA A LA PRUDENCIA CHILENA, LA METAMORFOSIS DE EVO

La Nación de Argentina (www.lanacion.com.ar)
                                            
Se parece al brasileño Lula da Silva en su infancia pobre y su pasado gremial. Del venezolano Hugo Chávez, según sus propias palabras, aprendió a "perderle miedo al imperio". Pero especialmente en los últimos años Evo Morales fue manejando la cuestión macroeconómica con una prolijidad y un equilibrio que recuerda a los mejores presidentes chilenos. Y este último factor es el que finalmente lo tornó invencible frente a la oposición.
"Tengo la presidencia, pero no tengo el poder", confesó con cierta timidez al poco tiempo de asumir el mandato en enero de 2006. Y en un país como Bolivia, donde 36 presidentes duraron un año o menos en el cargo, la diferencia entre una cosa y la otra no es retórica. Pero en estos nueve años este líder, que no tiene la secundaria completa y pasó su infancia pastoreando llamas en el Altiplano, supo rodearse de la gente adecuada para sacarle jugo a la mejor coyuntura económica de la historia boliviana y será ahora el presidente en desempeñar durante más tiempo el cargo.
"Cuando Evo asume se inicia una metamorfosis en su interior. Ese jinete que al comienzo no sabía bien cómo montar a caballo aprendió a tener un control y dominio absoluto del escenario", comenta a LA NACION el periodista Roberto Navia, autor del libro Un tal Evo, la biografía no autorizada del presidente.
Navia sintetiza la vida del mandatario con una paradoja: "Evo fue bendecido por su destino gris. Todas las bofetadas de la vida y de sus enemigos se volcaron a su favor".
Este hijo de indígenas aimaras agricultores nacido en 1959 tuvo seis hermanos, pero cuatro murieron antes de llegar a los dos años, por enfermedades totalmente curables.
Por culpa de una terrible helada que en 1980 quemó el 70% de los campos de su tierra natal y mató el 50% de los animales, junto con su padre decidieron trasladarse sólo con lo puesto a la región del Chapare, donde el principal cultivo es la coca.
"Por cuestiones del destino, esa bofetada que le dio una cuestión climática lo llevó a la región donde se convertiría luego en líder gremial, la actividad que lo catapultó a los primeros planos de la vida política nacional", recuerda Navia.
"Cuando en 2002, siendo diputado, lo expulsaron del Parlamento por un confuso incidente en la zona del Chapare, su imagen creció enormemente. Y, gracias a que los gobiernos les metieron bala a él y a su gente, su figura trascendió en el ámbito mundial", explicó Navia.
Paralelismos
Si la primera parte de su vida tiene muchos paralelismos con la de Lula da Silva, sus inicios en la presidencia se asemejan más al gobierno de Chávez.
En un país donde el 48% de la población se reconoce "indígena", la llegada de Evo al Palacio Quemado encarnó las esperanzas de millones de bolivianos que a lo largo de la historia se habían sentido excluidos del poder. Hoy no llama la atención ver funcionarios y legisladores vestidos con ropa indígena. La legislación establece además severas sanciones para quien discrimine por raza o vestimenta, y desde 2009 Bolivia es un "Estado plurinacional" con más de 40 etnias reconocidas.
Pero además de parecerse a Chávez en cuanto a haber concitado la esperanza de millones de personas históricamente excluidas, Evo tomó también el estilo autoritario de su mentor.
El oriente boliviano, de población mestiza y blanca, donde se concentra la riqueza gasífera y agropecuaria, consideró que muchas de las reformas impulsadas por Evo buscaban beneficiar a la región andina occidental, de mayoría indígena y con una economía basada en la minería.
El enfrentamiento armado entre el gobierno y el Oriente puso al país al borde de la guerra civil en 2008. La estrategia vencedora de Evo se basó en aquello de dividir para reinar. Con los empresarios y comerciantes del Oriente se sentó a dialogar y accedió a sus reclamos. Y a la oposición política la persiguió con procesos judiciales hasta desarmarla. Hoy hay en el exterior 750 refugiados políticos bolivianos, y Morales se sigue consolidando en el manejo hegemónico del poder.
"Cuando algún jurista me dice: «Evo, te estás equivocando jurídicamente, eso que estás haciendo es ilegal», bueno, yo le meto por más que sea ilegal. Después les digo a los abogados: «Si es ilegal, legalicen ustedes, ¿para qué han estudiado?»", dijo el presidente hace algunos años.
Pero, al mismo tiempo, en este último tramo es cuando aparece la faceta "chilena" de Evo, con su extrema prolijidad en el manejo de las finanzas.
La lluvia de 6000 millones de dólares anuales por efecto de las ventas de gas a la Argentina y a Brasil no impulsó, como en Venezuela, una vorágine de gasto. Y Bolivia constituye hoy, junto con Paraguay, un islote de naciones de la región con superávit fiscal.
"Evo supo rodearse de buenos equipos, pero el poder hoy es sólo él. No hay sucesores a la vista. Finalmente aquel indígena tímido se convirtió en el hombre más poderoso de la historia boliviana", concluye Navia..





EL LÍDER COCALERO DEL CHAPARE QUE SUPO APROVECHAR SU OPORTUNIDAD

Morales se benefició con los altos precios de las materias primas y la inversión social.

Clarín de Argentina (www.clarin.com/mundo)
                                                      
Nacido hace 54 años en el seno de una familia de pastores aymaras Evo Morales se dedicó desde chico a la crianza de llamas en la comunidad de Isallavi, en la desértica zona andina. En su adolescencia debió mudarse a la ciudad de Oruro, donde para sobrevivir fabricó ladrillos, fue panadero y hasta trompetista de una banda de música folclórica.
Tras migrar a la región tropical del Chapare, centro del país, luego de que las heladas destruyeran los cultivos de sus padres, Morales comenzó a destacar jugando al fútbol y pronto fue elegido dirigente deportivo del sindicato de campesinos cocaleros en el Chapare.
Precisamente el Chapare lo catapultó como diputado regional en 1995, convirtiéndose en el líder indiscutido de esa región. Tras su sorpresiva victoria en las elecciones de 2005 con una votación de 54%, el mandatario comenzó a desarrollar una política con fuerte contenido indigenista y estatista, una constante crítica hacia EE.UU. y estableció fuertes lazos políticos con Cuba, Venezuela e Irán.
Morales nacionalizó los recursos hidrocarburíferos el día del trabajo, en 2006, que estaban bajo control de empresas españolas, británicas, brasileñas y francesas.
En 2009 fue reelecto para el período 2010-2015 con el 64%, el mayor porcentaje en el último medio siglo, de los votos, con los que pasó a controlar el Congreso y definir leyes sin necesidad del apoyo de la oposición.
A ocho años de esa medida, Bolivia se nutre económicamente de la nacionalización de sus principales empresas productivas, mientras, a la par, Morales obtiene buenos réditos políticos por una decisión que le dio grandes fondos al Estado provenientes de las exportaciones de gas, para programas sociales e inversión en infraestructura.
El buen contexto económico permitió que la pobreza moderada se reduzca del 63% en 2002 al 45% en 2011, mientras que el índice de Gini de desigualdad cayó de 0.60 a 0.46 en el mismo período.
Estos resultados se deben a que los segmentos más pobres de la población se han beneficiado en mayor medida de la bonanza económica. Por ejemplo, entre 2002 y 2011, el ingreso promedio del 40% más pobre de la población creció tres veces más rápido que el ingreso promedio.
Acostumbrado a dormir pocas horas, Morales inicia su jornada a las 5 de la mañana y las concluye pasada la medianoche. El actual presidente afirma que sus recorridos por el país son los que le dan su popularidad.
Uno de sus cambios más marcados se vio en la relación que tiene con los empresarios y políticos de la zona de Santa Cruz, opositores a su gestión y quienes en 2008 azuzaron con la separación de Bolivia. En estos años acortó distancias y firmó acuerdos que generaron ganancias a las compañías de esa región. Esta semana, el cierre de campaña de Morales en esa ciudad convocó a unas 300.000 personas, más masiva incluso que la que se organizó en La Paz.





SE IMPONE EVO, PERO LA PELEA ES POR EL CONTROL DEL CONGRESO

El Clarín de Argentina (www.clarin.com)
                              
Como preveían todas las encuestas del último mes en Bolivia, Evo Morales conseguía ayer su re reelección por un amplio margen y restaba saber si tendría el control del Congreso. Sin datos oficiales, el líder de origen aymara accedía a su tercer mandato, tras imponerse al candidato de la centroderecha el empresario cementero Samuel Doria Medina.
A pesar de la masividad de sus cierres de campaña y que nadie dudaba de que ganaría en la primera vuelta, no se veía tan claro que logre su objetivo de controlar dos tercios de los escaños legislativos, lo que le permitiría sacar adelante una reforma electoral que facilitaría su reelección indefinida.
Hasta ahora, el oficialismo contaba con 88 de los 130 diputados y 26 de los 36 senadores. Como la renovación en las dos cámaras es completa una gran elección facilitaría mucho las tareas parlamentarias. Pero en el caso de no conseguir esa cantidad de diputados, ésta será su última gestión y la reforma constitucional deberá pasar por un referéndum.
"Me siento uno más de los ciudadanos cumpliendo su deber y llamo a todos a participar de las elecciones'', dijo Evo a los periodistas en Villa 14 de Septiembre, un pequeño poblado del Chapare donde conserva sus tierras y sembradíos, incluyendo coca. Llegó a una escuela a sufragar rodeado de dirigentes cocaleros y periodistas. Besó a los nenes que se le acercaban y recibió aplausos.
La estabilidad económica y política que vivió Bolivia bajo su gestión, obras de gran impacto, derroche de propaganda y su retórica antiimperialista son las bases de su popularidad, aunque los analistas sostienen que en la práctica Morales es menos radical que algunos de sus aliados latinoamericanos.
Buenos ingresos por materias primas (sobre todo gas y minerales) trajeron una bonanza que Bolivia no vivió en décadas, al punto de que los ingresos por exportaciones se incrementaron nueve veces desde 2005. Morales creó subsidios para los más pobres y emprendió obras importantes como la compra del primer satélite, aeropuertos, carreteras, teleféricos e inició la construcción de una planta de fertilizantes.
En promedio Bolivia creció 5% al año desde 2006, por encima de la media en América Latina (3,7%), según la CEPAL (Comisión Económica para América Latina), y acumuló las mayores reservas internacionales del mundo en proporción al tamaño de su economía.
Medio millón de personas salieron de la pobreza pero 20% de la población todavía vive bajo esos umbrales. Entre 2002 y 2011, el ingreso promedio del 40% más pobre creció tres veces más rápido que el ingreso medio, según el Banco Mundial.
El ministro de Economía, Luis Arce, atribuye el éxito a políticas "soberanas" sin injerencia del FMI, un rol más activo del Estado en la economía, "apropiación del excedente económico" y redistribución del ingreso.
Gracias a este desempeño y al alivio de la deuda externa, la deuda pública disminuyó del 94% del Producto Interno Bruto (PIB) en 2003 a menos del 40% en 2013. Las reservas internacionales aumentaron desde $S 1.000 millones a más de U$S 14.000 millones en los últimos años. Los depósitos y los créditos bancarios se han más que triplicado en los últimos siete años y los bancos han reforzado su solvencia y liquidez.
A pesar de esos logros, Bolivia permanece como la nación más pobre de Sudamérica y varios indicadores sociales aún están por debajo de estándares regionales. La economía es dependiente de las materias primas, que representaron el 82% del total exportado el primer semestre de 2014, y es vulnerable a la variación de precios.
La inversión privada tiene que desarrollarse más y los grandes proyectos de inversión en industrias extractivas impulsados por el Gobierno están retrasados. La informalidad es alta, traduciéndose en una menor productividad.
El auge, por otro lado, también está alimentado por la economía vinculada al cultivo de coca que mueve unos 2.300 millones de dólares al año, según estimaciones de expertos, aunque el gobierno afirma que sólo representa el 1,5% del PIB. Las críticas en este rubro sobrevuelan por las sospechas de vínculos con el narcotráfico.
Si bien hay interesantes logros en desarrollo productivo en el área rural, donde vive un tercio de la población, estos son obstaculizados por una precaria infraestructura productiva y de servicios.
Los intentos de Morales por industrializar las materias primas avanzan mejor en hidrocarburos, pero en litio, cuyas reservas están entre las mayores del mundo, se estancaron por la negativa del mandatario a asociarse con transnacionales.
Cuando asumió en 2006, Morales prometió austeridad y acabar con la corrupción, pero su gobierno se vio envuelto en denuncias de sobornos en empresas estatales, tráfico de influencias. Rara vez los casos se esclarecen en la justicia y ése es uno de los focos a los que apunta la oposición.





EVO MORALES Y LA ETERNIDAD

La Tercera de Chile (www.voces.latercera.com)
                             
El triunfo de Evo Morales en primera vuelta estaba anunciado. Nueve años después de su primera victoria, es ya un poder hegemónico al que no hay forma democrática de limitar y un presidente reeleccionista que ha puesto las instituciones al servicio de su eternización. En 2009 refundó el país con ese propósito y en 2013 hizo que el Tribunal Constitucional interpretara la nueva Carta Magna, que prohíbe más de dos mandatos consecutivos, de tal modo que el primer mandato no se tuviera en cuenta porque aquel era, literalmente, otro país. Ya veremos qué recurso emplea en 2019 para prolongar su mandato más allá de 2020, fecha en que habrá sido el gobernante más longevo de la historia republicana.
De todos los países populistas autoritarios, la Bolivia de Evo es, junto con la Nicaragua de Ortega, el que más estabilidad y hegemonía política ha conseguido simultáneamente. Le sigue de cerca Rafael Correa. Muy lejos están Venezuela y Argentina, donde no se da ni en sueño esa combinación perfecta (en el primer caso hay hegemonía sin estabilidad, en el segundo semi hegemonía con inestabilidad). La razón es obvia: los ingresos por exportaciones, en gran parte gracias al gas natural, han pasado de US$ 1.600 millones a US$ 11.000 millones en una década y el gobierno ha multiplicado por 10 la captación de regalías. Con ese dinero ha utilizado una combinación de métodos persecutorios, intimidatorios o comerciales para reducir a la oposición y mantener a amplios sectores del país en estado de gratitud por los “bonos” de distinto tipo que reparte.
Ha conseguido incluso domesticar a los empresarios de Santa Cruz, sus enemigos más enconados, con quienes pactó en 2013 y que mientras ganen dinero no parecen dispuestos a inmolarse por un propósito político que ven imposible.
A todo ello hay que añadir que Evo ha utilizado astutamente el reclamo marítimo contra Chile. No sólo movilizó el sentimiento nacional con la demanda en La Haya basada en los “derechos expectaticios”: también logró captar/cooptar a adversarios como Carlos Mesa, vocero de la causa.
¿Qué cabe esperar? Por lo pronto, más de lo mismo, sólo que peor: los contratos de gas con Brasil no vencen hasta 2019 (y otro con Argentina, hasta 2027), lo que garantiza unos ingresos suculentos para el gobierno aun en este contexto internacional complicado para América Latina. Da una idea de la distorsión que los hidrocarburos producen en la economía boliviana, que tiene escasa inversión privada, el hecho de que este año ese país sea el segundo en crecimiento en toda la región. La bancada parlamentaria apabullante con la que Morales sale de estos comicios, el control directo que ha establecido sobre los medios de comunicación, la cooptación de muchas organizaciones de base, la desmotivación del empresariado cruceño en la lucha democrática y la división opositora permiten presagiar que Palacio Quemado seguirá siendo una aplanadora.
Ello dará a Evo vía libre para la política exterior que le gusta: la esporádica provocación a Chile, la hostilidad contra la Alianza del Pacífico, la campaña para que Cuba esté en la Cumbre de las Américas y el alineamiento con los dos países populistas cuyos gobiernos están en problemas por la magnitud de la crisis que soportan: Venezuela y Argentina. Esa política exterior, por cierto, no irá demasiado lejos, dada, precisamente, la limitación que imponen a Venezuela y Argentina sus respectivas recesiones y divisiones internas. Para no hablar del revés que sufriría si Aécio Neves logra desalojar a Dilma Rousseff de Planalto y se debilita el soporte que Brasil ha dado a los amigos del Alba en distintos momentos y de distinta forma.
Por eso no quita lo importante: desde Palacio Quemado, Evo otea su propia eternidad presidencial.





MÁS EVO

Evo Morales, presidente de Bolivia desde 2006, no sufrió el desgaste de los años en el poder. Con la estabilidad que le aportó a su país, que durante su gestión dejó de ser el más pobre de América Latina y está alcanzando fuertes niveles de crecimiento, se ganó a los sectores empresariales y ya no sólo los indígenas y trabajadores. Encuestas a boca de urna de las empresas Ipsos y Equipos Mori publicadas anoche por medios bolivianos concluían que Morales fue reelecto ayer con 60% de los votos.

La Diaria de Uruguay (www.ladiaria.com.uy)
                                          
Ayer, 12 de octubre, en Bolivia era oficialmente el “Día del Luto por la Miseria, Enfermedades y Hambre que trajo la invasión europea a América” -declarado así por un gobierno que ha rechazado la herencia colonial del país-, y también de votar en elecciones presidenciales, legislativas y para designar representantes en organismos de integración regional. Desde el exterior votaron unos 272.000 bolivianos en 33 países, entre ellos Uruguay, donde eran 129 los ciudadanos habilitados.
El voto consular entró en vigencia en 2009, pero ese año se implementó sólo en cuatro países, entre ellos Argentina, donde ayer se encontraba la mayor comunidad de bolivianos en el exterior habilitados para votar (unos 120.000). “Después de tantos años de espera, el llamado voto en el exterior se ha cumplido esta vez con mucha efectividad, gracias al trabajo conjunto de nuestra cancillería con el Tribunal Supremo Electoral”, dijo Morales.
También se refirió a que hackearon la cuenta de Twitter de la estatal Agencia Boliviana de Información; en esa cuenta, el sábado, se dio la información falsa de que él había sufrido un atentado y había muerto. “Esta clase de informaciones por redes sociales busca perjudicar la participación del pueblo boliviano”, dijo el presidente, y pidió a los votantes que no se dejen confundir.
El gobierno dispuso que el Tribunal Supremo Electoral investigue ese ciberataque; del mismo modo, reaccionó con fuerza cuando el viernes, la empresa Embotelladoras Bolivianas Unidas (Embol), que comercializa la marca Coca-Cola, anunció que pensaba aumentar sus precios. “La medida de la Coca-Cola cae en un acto abiertamente político y un atentado contra el bolsillo de los bolivianos, debido a que lanza esta medida justamente a dos días de las elecciones generales”, dijo la ministra de Desarrollo Productivo, Teresa Morales. Acto seguido, las autoridades se reunieron de emergencia con representantes de la empresa, y el sábado ésta anunció que la medida quedaba suspendida hasta encontrar un acuerdo con el gobierno. Coca-Cola es una de las bebidas sin alcohol más consumidas en el país y, de acuerdo con la agencia de noticias Efe, las ventas de la marca aumentaron 7,5% en 2013. Por otra parte, el alza de precios es una de las principales preocupaciones de los bolivianos.
Para todos los gustos
Morales lideró la campaña electoral sin que los otros cuatro candidatos pusieran en peligro su reelección en ningún momento. Su principal rival, el empresario cementero Samuel Doria Medina, del partido centroderechista Unidad Nacional, se postulaba a la presidencia por tercera vez. En 2005 había llegado tercero con 7,81% de los votos, y en 2009 quedó en el mismo lugar con 5,65%. Ayer, según las encuestas a boca de urna, quedó segundo con 24% o 25% de los votos.
También competían ayer el ex presidente Jorge Quiroga (2001-2002), el abogado defensor de derechos humanos socialdemócrata Juan del Granado y el indígena y ex aliado de Morales Fernando Vargas. En las elecciones de 2005, la oposición obtuvo 44% de los votos frente a 57% del gobernante Movimiento al Socialismo (MAS), y en 2009, la oposición cayó a 34% mientras que el MAS reunió 65% de los sufragios.
Morales, que se destacó por su defensa de la soberanía nacional, la nacionalización de la producción energética y el comienzo de su carrera política como líder cocalero, logró en nueve años de gestión no sólo convertirse en el presidente democrático que más tiempo permaneció en el cargo en la historia del país, sino también seducir a sectores que antes eran oposición.
“Con Evo los empresarios han ganado más que nunca” es una frase que los oficialistas señalan como algo positivo, mientras que la oposición la usa como reproche, señaló la BBC. En los dos casos apunta a la bonanza económica que atraviesa el país desde 2006 (ver http://ladiaria.com.uy/UFi). Era en este contexto que Morales era favorito ayer, incluso en la ciudad de Cochabamba, tradicional feudo opositor, donde fue persona no grata durante los primeros años de su mandato. Si ayer ganaba en ese distrito, el oficialismo tenía previsto festejar allí su victoria, en el mismo lugar donde ya había cerrado su campaña.
Para un próximo mandato los planes de Morales apuntan a lograr la industrialización del país, con grandes proyectos para darle valor agregado a la producción nacional: dos plantas de tratamiento de gas natural, una productora de amoníaco y urea, otra de propileno y polipropileno, y una más de etileno y polietileno. Por esto, el académico John Crabtree, autor del libro Bolivia: proceso de cambio, le dijo a la BBC que “hay tensión entre la explotación de recursos naturales y el respeto por los derechos de la tierra de los indígenas [...] particularmente en la zona en la que se encuentran las tierras bajas, en las que están las reservas de gas y petróleo”.





LOS CHICOTAZOS ERAN LAS COLAS PARA VOTAR

Achacachi celebra la jornada electoral en un ambiente festivo y solo con algunos problemas de organización en las mesas

El País de España (www.internacional.elpais.com)
                                                    
“¿Es cierto que intentaron matar al presidente?”. Juan Roque anda intranquilo desde que la noche del sábado escuchó la falsa noticia. La cuenta de Twitter de Bolivia Tv, la cadena estatal, fue hackeada y difundió un mensaje en el que se aseguraba que Evo Morales había sido asesinado. “Ríos de sangre hubiesen corrido”, afirma este zapatero aymara de 76 años, sin apenas dientes y con la tez morena y rígida, curtida por el sol del altiplano. “Mucho ha cambiado con él, mucho. Ahora tenemos viviendas, agua, antes los presidentes se llevaban la plata fuera”, celebraba antes de votar en un colegio de Achacachi, a unos 100 kilómetros de La Paz, al este del lado Titicaca.
En un ambiente festivo, con las calles repletas de puestecitos de venta de comida y un mercado junto a la plaza principal atestado de gente, Achacachi votaba mayormente azul, blanco y negro, los colores del oficialista Movimiento al Socialismo. Donde ahora hay edificios modernos de hasta cuatro plantas, con salones de eventos, antes apenas había edificaciones de un piso. Pese a que la pobreza aún es latente, los vecinos consideran que la llegada de Morales ha contribuido a su mejora.
En este feudo del presidente -en Omasuyos, la provincia a la que pertenece Achachi, surgió la milicia indígena de los Ponchos Rojos- la duda estaba tanto en a quién votar, sino cómo y dónde hacerlo. Los vecinos se iban congregando en uno de los centros habilitados para los comicios media hora antes de que abriesen oficialmente las urnas, a las ocho de la mañana. Grupos de cholas preguntaban carné en mano a qué mesas se tenían que dirigir para, después, aguardar con asombrosa disciplina la larga cola que les separaba de su turno. Para evitar suspicacias, cada vez que llegaba un nuevo votante el interventor de turno mostraba la papeleta con los cinco candidatos sin marca alguna.
La sombra del voto corporativo en zonas rurales y los chicotazos a quien no eligiese al candidato decidido por la comunidad pululó durante semanas en la campaña electoral. Lejos de cualquier atisbo de ello, en Achacachi la mañana electoral transcurrió sin mayores complicaciones. Lo más latoso era ubicar a cada votante en la mesa correspondiente. Así, la señora Ramos se acercaba a una periodista brasileña mostrándole su credencial para ver si esta podía decirle dónde debía votar. Como ella, muchos iban resignados de mesa en mesa tratando de encontrar su nombre. Los observadores internacionales andaban sorprendidos por la presencia de militares en los colegios. Según les habían comunicado estos deberían estar siempre fuera de ellos. Sin embargo, una cosa son las ciudades y otra los núcleos rurales. Desarmados, su función era más de acompañamiento que de vigilancia.
En el camino de regreso a La Paz se puede contemplar la hilera de personas que caminan durante kilómetros por la carretera. El voto en Bolivia es obligatorio, pero durante la jornada electoral está prohibido circular si no es con un vehículo autorizado. El sol, que no el calor, apremia en el altiplano. Ya en El Alto, el pitido del coche se hace inevitable. La muchedumbre, a mediodía, copa las calles. Antes o después de votar, las familias se juntan a comer en torno a los mercadillos que se montan. A falta de resultados, no es un día cualquiera en Bolivia.





EVO MORALES ARRASA Y ES REELECTO EN BOLIVIA

El Presidente boliviano consiguió su segunda reelección, que le permitirá gobernar hasta 2020. Según las primeras proyecciones, Morales obtenía un 59,5%, seguido del empresario Samuel Doria Medina (25,3%).

La Tercera de Chile (www.latercera.com)
                                                      
Lo anticiparon todas las encuestas y hasta sus propios rivales políticos. Evo Morales ganó por amplio margen las elecciones presidenciales, consiguiendo así su segunda reelección, para gobernar hasta 2020. En total, el jefe de Estado boliviano sumará 14 años en el poder, aunque tras los comicios, su partido -el Movimiento Al Socialismo (MAS)-, pretende impulsar la reelección indefinida, tal como ocurrió en su momento con Hugo Chávez.
Según las primeras proyecciones anunciadas por la televisión boliviana, Morales obtenía un 59,5%, mientras que el empresario cementero Samuel Doria Medina lograba un 25,3%. Más atrás quedó el ex presidente Jorge “Tuto” Quiroga, con 9,6%. 
El favoritismo por Evo se vio reflejado en que ganó en 8 de los 9 departamentos del país. Doria Medina ganó en Beni.
El actual presidente boliviano conseguía un inédito triunfo en el oriente del país, que desde que llegó al Palacio Quemado en 2006, se opuso a su política de nacionalización de los hidrocarburos y otras reformas. Sin embargo, en los últimos años, gobierno y empresariado han tenido un insospechado acercamiento, que en parte explica la bonanza económica que vive el país. Este año, Bolivia tendrá un crecimiento económico de 5,2%, hecho que lo sitúa en el primer lugar de Sudamérica.
Hasta anoche, el MAS conseguía mayoría en el Congreso, con un discurso mucho más inclusivo y no tan “antiimperialista”. Alrededor de 6,2 millones de bolivianos fueron convocados para votar, en las octavas elecciones consecutivas en 32 años de democracia. La jornada electoral se desarrolló sin mayores contratiempos. Los bolivianos tuvieron que acudir a pie o en bicicleta a sus centros de votación, ya que la ley electoral prohíbe que circulen vehículos, ya sean del transporte público o privado.
“Evo es nuestro. Es de nosotros. El Presidente debe continuar”, señaló a La Tercera Lourdes Mamani, joven estudiante en la ciudad de El Alto, después de emitir su voto en las escuela Tarapacá. Las palabras de Lourdes resumían el sentimiento mayoritario entre los seguidores de Morales, mientras la oposición se resignaba a una nueva derrota.
La profunda crisis de la oposición
Se suponía que tenían un acuerdo. Que el tercero en las encuestas renunciaría a favor del segundo. Pero nada de aquello sucedió. La oposición boliviana acudió a las elecciones de ayer profundamente dividida, con posiciones irreconciliables entre Samuel Doria Medina y Jorge “Tuto” Quiroga. Además, en los comicios se presentó el ex alcalde de La Paz y ex aliado de Evo Morales, Juan del Granado (Movimiento Sin Miedo), y Fernando Vargas, indígena del Partido Verde.
Los analistas estiman que tras las elecciones la oposición no tendrá mayor margen de maniobra en el Congreso y transcurridos seis meses comenzarán a realizar su oposición a través de los medios de comunicación.
Se espera que Doria Medina vuelva a sus negocios y Quiroga a su trabajo de consultor en Estados Unidos. Esta fue la tercera vez en que el empresario cementero postuló a la Presidencia, mientras que Quiroga lo intentó sin éxito en 2005.
Entre las nuevas figuras de la oposición, para las elecciones de 2019 ya se perfila Waldo Albarracín, el rector de la Universidad Mayor de San Andrés (Umsa), conocido defensor de causas relacionadas con derechos humanos.
La oposición espera conseguir algunas gobernaciones y municipios claves en las elecciones de marzo del próximo año, pero todo dependerá de la nueva configuración de las fuerzas políticas que surjan de los comicios de ayer.





MORALES SE DECLARA GANADOR; DORIA RECONOCE DERROTA

El Nuevo Herald de EEUU (www.elnuevoherald.com)
                                                                         
El presidente Evo Morales se declaró ganador en las elecciones presidenciales y legislativas del domingo y dedicó su victoria a Fidel Castro y al fallecido Hugo Chávez luego de que los conteos rápidos de las cadenas de televisión le dieran un 60% de los votos.
"Estoy sorprendido, es un triunfo de los anticolonialistas y antiimperialistas", dijo desde el balcón del palacio de gobierno en La Paz ante centenares de partidarios que celebraron la victoria de su partido el Movimiento al Socialismo el domingo en la noche. "Seguimos creciendo y vamos a seguir con el proceso de liberación económica".
Su fácil triunfo le da un tercer mandato sin precedentes en la historia de Bolivia en buena medida debido al crecimiento económico del país y a la estabilidad política que el dirigente cocalero ha traído al país andino.
"El país optó por la continuidad de un gobierno y por el caudillismo", dijo el ex vicepresidente boliviano Víctor Hugo Cárdenas.
Su principal contendiente, el empresario de centroderecha Samuel Doria Medina, de la alianza de centroderecha Unidad Demócrata, admitió su derrota. "Vamos a seguir trabajando para hacer un mejor país", dijo al finalizar la jornada.
La encuestadora Ipsos informó para la red de televisión ATB que Morales obtuvo el 59,7% de los votos con base en un conteo rápido sobre el 100% de las mesas contabilizadas. El opositor de centroderecha, Samuel Doria Medina, logró el 25% de los votos.
El Tribunal Supremo Electoral anunció que se tendrán resultados parciales oficiales para las primeras horas del lunes. Según los sondeos, el oficialismo tiene 104 de los 166 escaños del legislativo y no controlará los dos tercios del parlamento, lo que impediría a Morales de reformar la Constitución e incluir una relección indefinida como temía la oposición.
Morales no podrá presentarse a una nueva relección en 2020 y pese a que emprendió una millonaria campaña presidencial, los resultados son agridulces: no pudo superar el 64% de votos que obtuvo en 2009, pero logró ganar en ocho de las nueve regiones del país incluyendo Santa Cruz, bastión de la oposición y motor de la economía.
Indígena aymara de 55 años oriundo de la pobre meseta boliviana acechada por vientos feroces, Morales no ha dicho si buscará un cuarto mandato, y que respetara la Constitución. En una entrevista televisiva ofrecida la semana pasada dijo que no creía que los mayores de 60 años no deberían ser presidentes.
Su triunfo también fue posible al pobre desempeño de la oposición que no tuvo la capacidad de plantear una candidatura única ni un proyecto alternativo sólido, según analistas consultados.
"El modelo político que tiene Bolivia hoy le debe mucho al papel que desempeñó la oposición que no se perfila como una alternativa ni es creíble", dijo Eduardo Gamarra, profesor de política internacional de la Florida International University.
El gobernante, primer indígena que preside como jefe de estado de Bolivia, asumirá el 22 de enero de 2015 y se convertirá en el mandatario que más años ha gobernado en forma ininterrumpida al país andino. Así eclipsará al Mariscal Andrés de Santa Cruz, uno de los fundadores de la república, que estuvo en el poder desde 1829 hasta 1839.
Conocido internacionalmente por su retórica anti-imperialista y de corte socialista, Morales ha sacado partido de un auge en los precios de las materias primas, que permitió aumentar los ingresos por exportaciones en nueve veces, acumular 15.500 millones de dólares en reservas internacionales y un crecimiento económico que ha promediado el 5% anual, muy por encima del promedio de la región.
El mandatario también es muy popular por haberle llevado a las masas el gas natural y la riqueza mineral de Bolivia.
"Yo voté por Morales; no confío en otro candidatos, todos los demás se quemaron (fallaron). Morales no es lo mejor que tenemos, hay corrupción pero confío en él y creo que tiene malos colaboradores", dijo Ronal Velásquez, un profesional de 38 años.
La desaceleración de Brasil, el mayor socio comercial del país, no ha afectado a la economía boliviana pero expertos dicen que el buen momento está declinando. El panorama económico pinta "razonablemente bueno" para 2015, pero "lo que vaya a ocurrir del 2016 en adelante es otra historia", escribió el ex presidente Carlos Mesa en su columna de prensa el domingo.
Medio millón de personas han salido de la pobreza desde que Morales llegó al poder en 2006. Su mandato también se ha caracterizado por la construcción de obras públicas, incluyendo un satélite diseñado para ofrecer Internet a las escuelas rurales, una planta de fertilizantes y reluciente sistema de teleférico en La Paz. Su más reciente promesa es generar luz usando energía nuclear.
"De confrontador ha pasado a benefactor con los empresarios y eso le ha permitido consolidar su victoria a nivel nacional", comento a la AP el analista Gustavo Pedraza.
Sus críticos dicen que ha gastado decenas de millones del gobierno en su campaña, lo que le ha dado una ventaja injusta mientras que los defensores de la libertad de prensa lo acusan de silenciar gradualmente a los medios críticos a su mandato ayudando a sus aliados a comprar esos medios, una fórmula que también ha sido usada por los herederos del mandato del fallecido Hugo Chávez.
Morales ha sacado ventaja de su imagen hombre común y corriente mientras que su partido ha afianzado su control de las instituciones del Estado. También ha sido exitoso en astillar a la oposición, nacionalizar los servicios públicos y renegociar los contratos de gas natural para dar al estado una mayor participación en sus utilidades.
Sin embargo, ha roto con los ecologistas y muchos de sus antiguos aliados indígenas por promover la minería y una carretera que atravesará la selva a través de una reserva indígena.
Pese a los avances económicos, Bolivia todavía se encuentra entre los países más pobres de América del Sur. Casi uno de cada cinco bolivianos vive con menos de un dólar al día.
Muchos economistas también creen la economía boliviana depende demasiado de la explotación de los recursos naturales y que es susceptible a la flexibilización de la demanda de materias primas de China.
En el primer semestre de 2014, el gas natural y la explotación de minerales representaron el 82 por ciento de los ingresos del país por exportaciones.
La economía subterránea de la coca también se lleva parte del crédito por el auge económico. Morales promueve los usos tradicionales de la coca pero no permite el uso de la cocaína.
A lo largo de los años, los creadores de su imagen han construido un culto a su personalidad. En estadios, mercados, escuelas, empresas estatales e, incluso, un pueblo lleva el nombre de Morales, que ha gobernado desde 2006 virtualmente sin sobresaltos ni contrapesos, con pleno dominio de la Asamblea Legislativa e influencias en el Poder Judicial, según opositores.
Los obispos católicos han denunciado un sesgo "autoritario" del gobernante y muchos líderes opositores han sido arrinconados con juicios y varios de ellos salieron del país tras denunciar ser objeto de persecución.
Su plan apunta a impulsar la industrialización de las materias primas, acabar con la pobreza que afecta a poco más del 40% de la población y asegurar servicios básicos para todos los bolivianos hasta finalizar la década. Sueña convertir sus reservas de litio en fábricas de baterías y tiene planes para crear una importante acería para fundir hierro.





BOLIVIA: EVO FUE REELECTO PRESIDENTE

Jornada Online de Argentina (www.jornadaonline.com)
                                    
Evo Morales ganó con el 60% de los votos las elecciones bolivianas realizadas ayer y en su tercer mandato consecutivo desde 2006 gobernará Bolivia hasta 2020, mientras que el Movimiento Al Socialismo (MAS) volverá a controlar dos tercios de la bicameral Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP).
El presidente indígena Morales fue reelecto con casi dos tercios de los votos, alrededor de 5,1 millones de sufragios emitidos en Bolivia, sin contar los 200.000 de bolivianos en el extranjero, de acuerdo con los resultados extraoficiales.
El MAS ocupará 24 de las 36 bancas en el Senado y 80 de las 130 en Diputados, es decir 104 de los 156 escaños de la ALP, siempre de acuerdo con cálculos fundados en datos extraoficiales.
Morales en 2020 se convertirá en el hombre que más tiempo gobernó su país, 14 años, ganó en 8 de los 9 departamentos de Bolivia.
Por su parte, el empresario Samuel Doria Medina obtuvo el 25,1% de los votos con los que ocupa el segundo lugar y su partido Unidad Demócrata será la principal fuerza de oposición a Morales.
Mientras que el ex presidente, Jorge Quiroga, resultó tercero con 9,6%.
En un discurso pronunciado anoche, el Presidente reelecto próximo a cumplir 55 años, convocó a la oposición a dejar de lado la confrontación y sumarse al trabajo conjunto por Bolivia.
"Muchas gracias hermanas y hermanos por este nuevo triunfo del pueblo boliviano. ¿Qué siento? Hay un profundo sentimiento, no solamente en Bolivia, si no en América Latina, un sentimiento de liberación. ¿Hasta cuando seguir sometido al imperio norteamericano y un sistema capitalista? Este es el triunfo de los anticolonialistas y anticapitalistas", aseguró el presidente.
"¡Qué tan importante ha sido buscar la integración de nuestros pueblos y del pueblo boliviano. Nuevamente se ha ratificado de manera democrática, que en Bolivia no hay media luna, sino luna llena! Eso expresó el pueblo boliviano con su voto", agregó.
"Pero también aquí estaba en debate dos programas: la nacionalización, frente la privatización. Nuevamente, por más del 60% gana la nacionalización. Hermanas y hermanos, el esfuerzo de ustedes, de compañeros de base, de los dirigentes de base y nacionales, el compromiso de nuestros ministros y nuestras instituciones no ha sido en vano. Ese esfuerzo, esa unidad del pueblo, demuestra que seguimos este proceso de liberación económica, política y tecnológica", aseguró.
"Siempre hay que escucharnos, debatir entre nosotros, discutir nuevas propuestas. Hay que pensar en grande y no en pequeño. ¿Por qué les digo esto? ¿Se acuerdan cuando nos propusimos el satélite? Ahora tenemos un satélite de comunicación. Cuando nos propusimos ir a la energía atómica con fines pacífico también nos decían que era para países desarrollados y otra vez lo pudimos hacer. ¿Cuando dijimos que vamos a ser el centro energético de Sudamérica? Vamos a garantizar que Bolivia lo va a ser", prometió desde el balcón Evo Morales.
Luego, el mandatario resaltó los resultados de las elecciones en Argentina, en donde según los datos oficiales su partido se impuso por un 87%. "Hay una generación Evo, lo que falta es una generación Eva", bromeó con el público, en clara referencia a Eva Perón.
Luego, prosiguió enumerando los lugares en donde según su información hizo una buena elección, como en Brasil y otros 33 países.
La última parte de su discurso se la dedicó al resto del arco político boliviano, a quienes invitó a trabajar en conjunto. "Tienen derecho a discrepar, pero que propongan. Yo he convocado desde el palacio a todos los alcaldes para trabajar y hemos trabajados. Así nos hemos ganados la confianza de toda Bolivia".
"Yo no he respondido a nuestros opositores, pero casi todos dijeron que querían sumarse a la Alianza del Pacífico. Eso es que vuelva el ALCA, que gracias que nuestros hermanos de Argentina, a Néstor Kirchner, hemos derrotado. En otras palabras, quieren privatizar nuestros recursos", aseguró.
"Quienes decimos que los servicios básicos son un derecho humano, hemos ganado estas elecciones", concluyó.
Finalmente, el reelecto presidente dedicó este nuevo triunfo "a todos los pueblos de Sudamérica y del mundo que luchan contra el imperialismo y anticapitalismo. Se lo dedico a Fidel Castro, a Hugo Chávez y a todo gobierno que luche contra el imperialismo y el capitalismo".





BOLIVIA ESTÁ EN CAMINO DE CONSTRUIR UNA NUEVA CLASE MEDIA

Gestión de Perú (www.gestion.pe/economia)
                                                                                   
Bolivia, que históricamente ha sido uno de los países más desiguales de Latinoamérica, ha logrado reducir sus niveles de pobreza moderada y extrema al punto de que ya está en camino de construir una nueva clase media.
Hoy, al menos, el 53% de la población boliviana se autodefine como de clase media, aunque el Banco Mundial calcula que ese sector solo alcanza el 17%. El referido organismo sostiene, además, que casi la mitad de los ciudadanos (cinco millones) está entre la clase media baja y la clase media.
Los reflejos del auge
De hecho, KFC, Starbucks, TGI Friday’s, Hard Rock Café son algunas franquicias norteamericanas que están llegando a Bolivia. Pronto llegará un grill y un café Juan Valdez a una zona ubicada en la estación Qhana Pata, la última que llega a El Alto en la línea amarilla del teleférico que el presidente Evo Morales inauguró hace pocos meses.
Ciudades como Santa Cruz, La Paz, entre otras, ya perciben la bonanza económica, que se refleja en el crecimiento de departamentos, en la inauguración de nuevos restaurantes, centros comerciales, cines, etc. El creciente poder adquisitivo de la población boliviana se observa incluso en materia de megaconciertos, algo que ha comenzado a florecer: en abril, se presentó la mítica banca Guns N’ Roses en el Estadio Hernando Siles.
Una relación de causa-efecto
Todo ello responde al crecimiento económico –que alcanza un promedio de 5% durante la era de Evo Morales-, al aumento de los ingresos y al despliegue de políticas sociales, refiere un informe de La Tercera de Chile.
Y es que de 2006 a la actualidad los ingresos por la exportación de hidrocarburos aumentaron de US$ 400 millones a US$ 6,000 millones; durante el mismo periodo, el PIB se triplicó de US$ 9.500 millones a US$ 30 mil millones; el ingreso per cápita se remontó de US$ 1,010 a US$ 2,750.
Esas cifras son las que han permitido que casi el 25% de la ciudadanía salga de la pobreza; en momentos en que el salario mínimo subió de US$ 72 a US$ 206 con respecto a 2006.
Por su parte, para Carlos Toranzo, analista político, aunque la clase media boliviana alcanza el 17%, “pienso que la cifra es más cercana al 40%”. “Lo que pasa es que el Banco Mundial juzga con una idea muy tradicional de clase media”.
El objetivo al 2025
En conversación con La Tercera, el ex ministro boliviano Carlos Romero destacó que la pobreza moderada haya descendido de 62% a 38% en los últimos nueve años y la pobreza extrema haya pasado de 40% a 20%. En ese sentido, reveló que la meta consiste en que después de 2025 la clase media supere el 70% de la población.
“Una eliminación de la pobreza extrema nos permitiría continuar con un promedio de 200 mil personas que se incorporan a la clase media cada año”, comentó Romero. “Es innegable que la clase media está mejor que antes y que nuevas personas se han incorporado a este estrato”, puntualizó, por su parte, el analista Carlos Cordero.





ESPAÑA FELICITA A EVO MORALES POR SU REELECCIÓN Y APUESTA POR INTENSIFICAR LAS RELACIONES

El Economista de España (www.eleconomistaamerica.com)
                                                                        
El Gobierno español ha felicitado al presidente de Bolivia, Evo Morales, por su reelección en la primera vuelta de las elecciones presidenciales celebradas ayer y le ha trasladado su voluntad de "intensificar" las relaciones bilaterales.
En un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, el Ejecutivo de Mariano Rajoy desea a Morales "los mayores éxitos" en su próximo mandato presidencial, "en beneficio de todos los bolivianos y de las relaciones" entre los dos países.
El Gobierno español se ha congratulado por la "normalidad" con la discurrió la jornada electoral, "ilustrativa del espíritu cívico y democrático que caracteriza al conjunto de la sociedad y de los ciudadanos bolivianos". También ha saludado la participación de los ciudadanos bolivianos residentes en España en los comicios.
El Ejecutivo ha aprovechado la ocasión para trasladar su "voluntad de continuar trabajando conjuntamente con el Gobierno boliviano en favor del desarrollo y de la prosperidad en su país y de la intensificación de las relaciones en todos los ámbitos entre España y Bolivia".









INGRESO DE BOLIVIA AMERITA NUEVO PROTOCOLO

Para que Bolivia sea parte del Mercosur tiene que haber un protocolo nuevo de adhesión, manifestó el ministro sustituto de Relaciones Exteriores, Rigoberto Gauto.

ABC de Paraguay (www.abc.com.py)
                                                                             
El diplomático dijo que en el ingreso de Bolivia al Mercosur hay un inconveniente de carácter jurídico. Recordó que el ingreso y la firma del protocolo de adhesión de Bolivia al Mercosur se produjo en ausencia de Paraguay, que fue suspendido como socio del Mercosur tras la destitución del presidente Fernando Lugo.
Manifestó al respecto que nuestro país y Bolivia trabajan juntos para elaborar una solución jurídica y que todavía algunos países no se han pronunciado sobre esa posibilidad.
Comentó que ya en la cumbre del Mercosur de Caracas, Paraguay presentó su propuesta de cómo se podría solucionar la situación. “A nosotros nos parece una buena solución, pero todavía está en estudio de parte de otros países y Bolivia está muy interesada y lo ha manifestado en que culmine este proceso y pueda entonces ir avanzando en su propuesta de incorporación plena. No obstante, Bolivia ya ha participado de la reunión del Grupo Mercado Común, ha participado en las negociaciones y de las deliberaciones”, expresó.
Preguntado si la solución pasa por la aprobación de un nuevo protocolo de adhesión, contestó: “Claro, tiene que haber un protocolo nuevo de adhesión sin lugar a dudas”.
Eso debe implicar que los otros países acepten firmar de nuevo, se le insistió. “Exactamente, que los otros países acepten firmar con esa fórmula. Según mi entender, todos están de acuerdo en firmar un nuevo protocolo. Qué va a decir el nuevo protocolo, esa es la cuestión, el contenido es el problema. Pero yo entiendo que el enfoque de firmar un nuevo protocolo es una cuestión en la cual estamos de acuerdo”, respondió.
Preguntado si en la próxima cumbre del Mercosur (Paraná, Argentina, 15 y 16 de diciembre) se podría resolver el tema Bolivia, manifestó que hay muchos temas que esperan que se puedan resolver para entonces. Entre ellas, el relacionamiento externo, el avance de las negociaciones con la Unión Europea, etc.







ECUADOR Y BOLIVIA: LOS MEJORES DISCÍPULOS DE CHINA

Infolatam de Argentina (www.infolatam.com)

En los últimos años China se ha convertido en el primero o segundo socio comercial de Brasil, Chile, Perú, Uruguay, Cuba y Venezuela y es también la principal fuente de crédito para Argentina, Venezuela y Cuba, que tienen restringido el acceso a los mercados de capitales internacionales.
Pero esa influencia no ha tenido un correlato económico paralelo. No es extraño. Pese a que el modelo chino de desarrollo es universalmente admirado por su capacidad para generar elevadas tasas de crecimiento, ninguno de los países de la región, casi todos exportadores de materias primas, tienen el tejido industrial, la capacidad tecnológica y financiera –y los valores culturales– necesarios para replicar el milagro econ efinitorio explica el clintelar dientes de lonomñoia de mercado lmente admirado por su capacidad para producir altas tasasómico chino.
Sin embargo, su modelo de capitalismo de Estado regido por un poder político autoritario es más fácil de adaptar. Venezuela lo ha intentado, pero se ha demostrado incapaz de emular los rasgos definitorios del éxito chino: la disciplina económica y el rigor fiscal.
A la hora de aclimatar el modelo chino a las latitudes suramericanas, mejor suerte han tenido dos de los discípulos predilectos de Hugo Chávez: Rafael Correa y Evo Morales. Ecuador y Bolivia se han convertido en imanes para la inversión internacional por sus políticas económicas de impulso al crecimiento y control de la inflación y el déficit, con lo que han transformado su matriz populista original en algo mucho más sofisticado, pero también peligroso para la democracia: un capitalismo autoritario.
Ambos han consolidado su hegemonía política reduciendo las libertades públicas y aherrojando poco a poco a los medios de comunicación, la magistratura, las autoridades electorales y las organizaciones de la sociedad civil. Esa estrategia ha tenido éxito en múltiples frentes. Pero el más importante ha sido desmovilizar a la oposición, que se muestra incapaz de formular propuestas alternativas.
Paralelamente, sus gobiernos han engrasado eficientes maquinarias partidarias para colonizar la burocracia estatal y crear un aparato clientelista de enorme eficacia entre los sectores populares, con lo que han dado a sus mandatos una cierta áurea de permanencia. Y quizá hasta de perpetuidad, como indican las reformas constitucionales que han sacado adelante para garantizar sus respectivas reelecciones indefinidas.
Mientras que la popularidad de Correa se mantiene sobre el 61%, el triunfo electoral Morales en las elecciones del pasado 12 octubre, sacando una considerable ventaja sobre su principal rival, el conservador Samuel Doria Medina, son una clara demostración del éxito de esa especie de “chavismo corregido” que ambos practican.
Populismo político, ortodoxia económica
Al eludir las desastrosas políticas intervencionistas de los gobiernos de Caracas y Buenos Aires, Quito y La Paz han logrado tasas de crecimiento que parecen hoy utópicas en Venezuela y Argentina: mientras la región en su conjunto creció en 2013 un 2,4%, Ecuador lo hizo un 4% y Bolivia un 6,8%, la mayor tasa en 38 años.
El marco legal boliviano para la inversión extranjera se parece más al de Chile que al de Venezuela. Los resultados están a la vista: según la Cepal, debido a las inversiones en el sector hidrocarburos el crecimiento podría rondar este año el 5,5%, con lo que el PIB alcanzará los 36.000 millones de dólares, frente a los 9.500 millones de 2005, el año anterior a la llegada de Evo Morales al paceño Palacio Quemado.
La pobreza extrema en Bolivia ha bajado del 34 al 18% mientras que la deuda externa apenas llega al 17% del PIB. En 2006 era el 52%. Las reservas de divisas suman unos 15.000 millones de dólares, con un superávit por cuenta corriente del 3,3% del PIB.
Con esas cifras, hasta el FMI y el Banco Mundial se han rendido ante la evidencia, elogiando efusivamente la gestión macroeconómica del gobierno del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS). Según el propio Luis Barbery, presidente de la patronal Cainco, “Bolivia está viviendo el mejor momento de su historia”, felicitándose por las fluidas relaciones que tiene el sector privado con el Estado. En varias ocasiones el gobierno ha enviado a la policía a impedir invasiones de tierras y detener a los cabecillas, con lo que ha enviado una clara señal de su respeto a la propiedad privada.
Pero no solo del PIB vive la democracia. Los cuatro candidatos opositores enfrentan hoy juicios penales alentados por el oficialismo. La Conferencia Episcopal Boliviana ha denunciado la “evidente desigualdad” en la campaña electoral por la enorme disponibilidad de recursos públicos del gobierno.
Morales arremete contra todos: contra la Iglesia, las ONG, sus rivales políticos y los medios, pese a que ninguno de ellos representa una amenaza política real. El Tribunal Supremo Electoral, responsable exclusivamente ante el ejecutivo, ha limitado la propaganda electoral opositora a los últimos 27 días de la campaña.
La propia candidatura de Morales para un tercer mandato es en sí misma producto de una dudosa maniobra legal. En 2008, Morales cambió la constitución para autorizarse un tercer mandato consecutivo esgrimiendo que su primer mandato no contaba dado que tuvo lugar antes de que Bolivia fuera “refundada” como un “Estado plurinacional”.
Pero el hecho de ser el primer presidente indígena de Bolivia, confiere a Evo Morales un grado de legitimidad difícil de contrarrestar por los políticos criollos conservadores, que no han logrado articular un discurso alternativo al del “Estado plurinacional” del MAS.
“Revolución ciudadana” sin sociedad civil
Ecuador no le va a la zaga a Bolivia. La Cepal estima que este año el crecimiento del país llegará al 5% debido al aumento de las exportaciones –un 7,4% en el primer semestre– y del consumo (3,7%). Pero no todo se debe al petróleo. La agricultura y la pesca crecerán este año un 21%, el refino de combustibles un 21,1%, la minería un 12,2%, la hostelería un 10,3% y la construcción un 8,5%.
En el primer trimestre, Ecuador registró un superávit comercial de 621,3 millones de dólares, frente a un déficit de 758,4 millones en el mismo periodo del año pasado. En agosto, Standard & Poor’s elevó la calificación crediticia de Ecuador de B a B+ debido a su “flexibilidad fiscal, sólida posición de liquidez y mejoras en el entorno para la inversión”. En esos mismos días, el FMI subrayó que el crecimiento –del 4,5% medio anual en la última década, con una inflación del 3%– es fruto de una gestión económica “saludable y sostenible”.
Y todo ello pese a que en 2008 Quito declaró un default por 3.900 millones de dólares de su deuda externa, calificándola de “ilegitima”. Luego la recompró por 35 centavos de dólar sobre su valor nominal. El gobierno se apresta ahora a aprobar un sueldo básico de 340 dólares, un seguro social obligatorio, una nueva reforma laboral, la redistribución de las utilidades de empresas como las telefónicas y nuevos impuestos a las plusvalías de tierras urbanas y rurales.
Los medios a disposición de Correa parecen imbatibles: una formidable maquinaria electoral, un poderoso conglomerado de medios de comunicación públicos, un gasto público masivo en programas sociales e infraestructuras que han cambiado el rostro de un país que hasta 2007 había empujado a la emigración al 10% de su población. Hoy, según el Banco Mundial, la pobreza ha caído al 28%, frente al 64% de 2000.
La administración pública ha pasado de 16.000 a 90.000 empleados, incluidos 40 ministros. Gracias a los ingresos del petróleo, que representan el 60% de las exportaciones y el 30% de la recaudación tributaria, el país está hoy atravesado por 7.000 kilómetros de carreteras y autopistas de dos, tres y cuatro carriles en cada sentido, con puentes, intercambiadores y señalización donde antes solo habían caminos de tierra.
Desde 2007, las inversiones en infraestructuras viales suman más de 5.000 millones de dólares. Quito va a tener pronto su primera línea de metro y un nuevo aeropuerto internacional. Escuelas en zonas rurales que no tenían ni cristales ni puertas, tienen hoy ordenadores. Las comidas, útiles escolares y uniformes para sus alumnos son gratuitos.
El gobierno ha multiplicado por tres el presupuesto de salud y educación. Para financiar el gasto social, Correa ha aprobado sucesivas reformas tributarias que han aumentado los ingresos fiscales en un 136% y logrado que China le conceda 7.000 millones de dólares en créditos a cambio de entregas de petróleo a futuro.
Pero todo tiene un precio. Ecuador tiene hoy un déficit fiscal del 9% del PIBincluido el servicio de la deuda, de 9.200 millones de dólares, y la deuda pública más grande de la región después de Venezuela. Pero la democracia es la que ha sufrido los efectos más devastadores de la “revolución ciudadana”. La prensa opositora denuncia sistemáticamente la opacidad gubernamental en la concesión de contratos públicos y en el manejo del dinero público.
El gobierno ha reestructurado el sistema judicial para controlar la selección de jueces.
Como ciudadano privado, Correa ha demandado a periódicos, periodistas y bancos e incluso a humoristas gráficos por caricaturas que no le han gustado y a tuiteros por “faltarle al respeto”. Entre los objetivos de sus críticas se encuentran el movimiento indígena, los sindicatos, la vieja clase política, los banqueros y la prensa.
En agosto Correa logró que el Congreso aprobara una ley que sanciona hasta con siete años de cárcel la “publicación, emisión y difusión” de noticias que puedan generar “pánico económico”. En julio, la Superintendencia de Información y Comunicación de Ecuador citó a una audiencia a los directores de los diarios El Universo, El Comercio y Hoy por no haber informado sobre un viaje a Chile de Correa para recibir un doctorado honoris causa. Correa había denunciado días antes el “silencio” de esos diarios sobre su viaje.





EL FENÓMENO ADUVIRI: LO QUE NO SE QUIERE VER

Los Andes de Perú (www.losandes.com.pe)
                                                            
Las recientes justas electorales regionales han evidenciado un fenómeno sociocultural significativo trasuntado a la política: la otredad cultural que disputa el espacio oficial de la política tradicionalmente manejado por las élites criollo mestizas urbanas; condensada en la persona de Aduviri. Lo sociocultural originario andino con sus propias entelequias que busca sus propias representaciones políticas en un medio regional donde la globalización y el neoliberalismo están profundizando, más allá de un capitalismo distorsionado y linfático, una raigal condición heteroestructural de Puno, una mayor integración segmentaria al mercado, la diversificación productiva, la persistencia de una pobreza que no amaina estratégicamente con las políticas paternalistas del Estado ni menos con la escasa inversión privada, el daño al medio ambiente y una interculturalidad asimétrica que fortalece la desigualdad y el dominio elitario de los núcleos de poder tradicionales en la Región de Puno.
No podemos olvidar que la parte sur de Puno, de predominio aimara casi absoluto, es la parte más integrada y móvil de la economía andina originaria, tanto en lo económico como en lo social, cultural y político. Además, históricamente, existe en este espacio territorial una enorme tradición de rebeldía y desafección hacia un Estado que escasamente se ha ocupado de esta parte del sur peruano; lo que ha pergeñado durante muchos años una predisposición a la demanda, al reclamo y a la exasperación social que eclosionan con cierta intermitencia luego de sosegadas coyunturas de espera y promesas incumplidas. La cercanía a la Bolivia de Evo indudablemente que acentúa los rasgos señalados que Aduviri y adláteres, en consecuencia, resumen con notable actualidad.
La derecha política regional aterrorizada y con incontinencia urinaria. indistintamente ha convergido con el inconfundible apoyo mediático de cierto periodismo epidérmico, en esta campaña electoral y ante el meteórico ascenso del Movimiento Democracia Directa de Aduviri, en acribillarlo con frases descalificadoras como las de “incendiario”, “antisistema”, “violentista”, “antiminero” y, un poco más, de “terrorista”, para bloquear cualquier posibilidad de triunfo del líder aimara. Se ha recurrido a la clásica inyección subliminal de fuertes dosis de aprensión y pánico desestabilizadores del sistema nervioso y digestivo en una clase media acostumbrada a las adiposidades de una vida burocrática y al sentido común del repetivismo cotidiano palúdico; para rechazar al candidato de La Casita y posibilitar la victoria de cualquier “prosistema” aunque venga con un cargado tufo de corrupción e incapacidad.
La derecha política regional apuntalada por la derecha mayor capitalina, no han descansado en recordar a la población la experiencia del “aymarazo” donde Aduviri tuvo indudable protagonismo en defensa de recursos naturales puestos en capilla por el capitalismo minero; la “invasión” de la ciudad de Puno por huestes aymaras “irrespetuosas” de la dignidad y honorabilidad de la clase media citadina acostumbrada a los modales finos; y, en el colmo de la estulticia indígena, cual torquemadas, la destrucción e incendio del local de la SUNAT y de la Aduana. Se observa, así, como tras una rejilla, los efectos pero no las causas del fenómeno social; lo grotesco pero no lo sistémico y denso del comportamiento social que están más allá de lo que parece. Se observa, analiza y repulsa con los lentes del etnicismo y el racismo que inficiona cada una de las neuronas de los defensores del orden y la higiene urbana. Con aquellos lentes que añoran el pasado incaico pero se sienten más que cómodos en la República capitalista; que desvarían por el indio abstracto y su cultura, pero abjuran del indio de carne y hueso y su vida cotidiana. Psicología hipocritona que dice mucho de la personalidad contradictoria y acomodaticia de quien no ha sabido entender todo el drama social del Perú republicano y menos aún entenderse como sujeto histórico activo en la superación de esta realidad.
El enfilamiento de la protesta social, en aquella ocasión, hacia determinados edificios, constituía la protesta desembrollada contra determinados hitos del poder nacional que proverbialmente ha operado contra los pobres y no contra los ricos; contra los que menos tienen y son humildes pero no contra los tagarotes de buen vivir y buenas relaciones con el poder central. Ha sido una protesta social invasiva que transportó componentes varios tras la emblemática lucha por la defensa de los recursos naturales y el medio ambiente, donde brotaron en las frases, las consignas y los actos la animadversión hacia la forma como se ejerce y está distribuido el poder económico y político; la aversión por la desigualdad social y cultural que las políticas sociales del segundo humalismo no han podido siquiera disimular; y el repudio a un sistema político y económico que está ahondando la inequidad social, cultural y territorial especialmente en esta parte del sur peruano. La turbamulta oficial y oficiosa contra Aduviri no es sino, entonces, la coartada canalla del sempiterno poder nacional y regional que busca esconder las partes más pudendas del organismo social y político; así como lo quieren hacer en Cajamarca con Gregorio Santos, o en Moquegua con Zenón Cuevas Pare.





EN BOLIVIA, HAY MÁS MUJERES EN POLÍTICA, PERO LA VIOLENCIA SEXUAL ES ALARMANTE

El Economista de España (www.ecodiario.eleconomista.es)
                                                             
Las mujeres bolivianas nunca han estado más presentes en política y en las elecciones del domingo se aplicó por primera vez el principio de equidad y de alternancia. Sin embargo, la violencia de género no cesa, y el número de víctimas es alarmante.
Desde el 5 de enero, 93 mujeres han sido asesinadas en Bolivia por sus parejas o ex parejas, según cifras publicadas el fin de semana por el Centro de Información y de Desarrollo de las Mujeres (Cidem), una ONG que agrupa a mujeres de todas las regiones del país.
En los últimos años, Bolivia se convirtió en el país latinoamericano en el que se concentra la mayor violencia física contra las mujeres, y el segundo, después de Haití, en materia de violencia sexual, según informes de la Organización Panamericana de la Salud.
De acuerdo al representante local del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU, Denis Racicot, la situación creada por la violencia de género es "muy fuerte y preocupante".
"Si estas muertes se hubieran debido al dengue o a otra epidemia o enfermedad, el Estado hubiera decretado un alerta epidemiológico a nivel nacional", deplora Gloria Tapia, portavoz del Cidem.
"Llegó el momento de lanzar un alerta nacional, estas cifras de mujeres asesinadas no pueden pasar desapercibidas para las autoridades", dijo Tapia a la AFP.
"Pero lamentablemente, como en todo proceso electoral, los derechos de las mujeres fueron politizados", comentó.
En las últimas semanas, centenares de activistas de los derechos humanos manifestaron en La Paz para reclamar la renuncia de todos los candidatos que hayan efectuado declaraciones machistas.
Bajo el eslogan "Machista, sal de la lista", organizaciones bolivianas colocaron el tema de la violencia de género en el centro de la campaña electoral.
- Violencias conyugales -
La movilización de estas organizaciones feministas en las calles, las redes sociales o la prensa tuvo como resultado el retiro de dos aspirantes al Congreso.
Un candidato del MAS (Movimiento al Socialismo), el partido de Evo Morales, que aspiraba a ser electo senador en la región de Cochabamba, Adolfo Mendoza, fue obligado a retirarse tras haber sido acusado por su mujer de violencia conyugal.
Jaime Navarro, candidato a diputado cercano al opositor Samuel Doria Medina, el principal rival de Morales para la presidencia, también se retiró de escena por denuncias de su esposa por maltrato.
El escándalo llegó a afectar a Doria Medina, quien en una grabación de una conversación telefónica difundida públicamente aparece aconsejando a la esposa de su allegado a que se calle y tratándola de "imbécil".
Otro candidato del MAS en Cochabamba, Ciro Zabala, se destacó al aconsejar a las mujeres "cómo comportarse" para evitar ser agredidas. Les recomendó, por ejemplo, que eviten "ciertas vestimentas o actitudes".
El alcalde de Santa Cruz, la mayor ciudad de Bolivia, Percy Fernández, se ha hecho famoso por sus insistentes "toqueteos" a periodistas mujeres durante manifestaciones públicas, en completa impunidad.
También el presidente Morales ha exhibido actitudes machistas en sus discursos, que sus seguidores encuentran risueñas, según han denunciado organizaciones feministas.
Una ley votada el año pasado, incluyó por primera vez el "feminicidio" en el código penal, sancionado con treinta años de prisión.
"Pero esta ley no ha sido prácticamente nunca aplicada", se lamenta Mónica Novillo, de la Coordinadora de la Mujer, al igual que las "normas de paridad aprobadas en la Constitución de 2009".
Esta última elección contó con 52% de mujeres candidatas, tres de ellas a la vicepresidencia, y el nuevo parlamento podría llegar a incluir 40% de legisladores mujeres, en función de la aplicación, por primera vez, de los principios de paridad y de alternancia.
"El ministerio de Justicia debe hacer respetar las leyes. Reclamamos al nuevo gobierno que cree un ministerio que haga visibles estos problemas", insiste María Angela Sotelo, otra responsable de la Coordinadora.

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