lunes, 27 de junio de 2016

EVO MORALES DESAFIA A CHILE A DESMINAR LA FRONTERA ANTES DE HABLAR DE PAZ


“Para presentar libro de vocación de paz, #Chile tiene que desminar frontera con Bolivia y cambiar inversión militar por inversión social”, escribió Morales en su cuenta oficial de Twitter (@evoespueblo).
En el marco de la Convención de Ottawa, Chile se comprometió al desminado, hasta el año 2012, de la totalidad de explosivos que fueron colocados durante la dictadura de Augusto Pinochet, en la frontera con Bolivia y Perú.
Sin embargo, en 2011 al ver que ese proceso iba lento o no le pusieron el empeño, Chile solicitó una ampliación al 2020. El Gobierno boliviano presentó el reclamo por esta petición.
De acuerdo con los datos oficiales, Chile habría desactivado el 69% de las minas, lo que quiere decir que les falta por completar un 31 por ciento.
El ministro de Defensa, Reymi Ferreira, al comenzar el año dijo que “en el proceso que va no le va a dar tiempo (a Chile), lo más probable es que lleve a decirle a ellos que el 2019 van a volver a postergar”. “Si no hicieron en 2012, el 2019 van a venir con esa misma política, de que después de 2020 van a continuar con el desminado”, señaló.
El Ministro señaló también que en “los últimos cinco años, Chile destinó 2% de su PIB (Producto Interno Bruto) que equivale a 8.230 millones de dólares por año” para sus Fuerzas Armadas.
“En el marco de su política de Estado están preparados para la guerra, no ven el factor militar como tema disuasivo”, dijo Ferreira.
Morales hizo alusión a estos dos factores al referirse al libro Vocación de Paz que mandó a elaborar el Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile.
El diario El Mercurio reportó que la “idea de este libro surgió luego de que el Gobierno constatara cómo, en todos los viajes de autoridades bolivianas, estas regalaban copias de El libro del mar, el documento con el que Palacio Quemado busca explicar a la comunidad internacional los fundamentos de su demanda marítima ante La Haya”.
El texto, que se intenta no sea definido como un “antilibro del mar”, está dividido en cinco capítulos: Chile en el sistema internacional; Chile en el mundo; Chile en la región; Chile y sus vecinos y Los desafíos del futuro.
Es en el capítulo sobre las relaciones vecinales donde se aborda el tema de la demanda marítima boliviana, radicada desde el 2013 en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) y que venció la objeción preliminar a la competencia que presentó La Moneda.
La noticia del libro, que es parte de la nueva estrategia comunicacional chilena y que será entregado el viernes, en la Cumbre Presidencial de la Alianza del Pacífico, en Puerto Varas, Chile, surgió en medio de las duras declaraciones del diputado chileno Jorge Tarud contra el presidente Morales y el vicepresidente Álvaro García Linera.
Tarud advirtió una “odiosidad permanente” de Morales y de García Linera, además dijo que ambos “no están a la altura de los cargos que ejercen” y que son “resentidos que están dividiendo a Latinoamérica”.
“Como bolivianos no buscamos odiosidad ni agresividad. Solo buscamos buena vecindad y hermandad respetando nuestros derechos”, replicó Morales por su cuenta de Twitter.
“Derecho a que se devuelva nuestro mar, derecho a que se respeten las aguas del manantial Silala y respeto por las aguas del río Lauca”, enfatizó.
Chile invadió el puerto boliviano de Antofagasta en 1879, y se apropió de 120.000 kilómetros cuadrados de territorio y 400 lineales de costas y con ello apartó a Bolivia de su cualidad marítima. Además, desde hace más de 100 años Chile se beneficia de las aguas del Silala sin dar ninguna compensación a Bolivia.
     





MORALES CUESTIONA A CHILE POR LIBRO ‘VOCACIÓN DE PAZ’ Y DEMANDA EL DESMINADO DE LA FRONTERA

En medio del juicio instaurado por Chile ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) por el Silala, el presidente Evo Morales cuestionó el texto, que resume todos los aspectos de la política exterior del vecino país, y demandó que antes ese país debe desminar la zona fronteriza e invertir más en políticas sociales que en armamento militar.
“Para presentar libro de vocación de paz, # Chile tiene que desminar frontera con # Bolivia y cambiar inversión militar por inversión social (sic)”, escribió el Mandatario boliviano en su cuenta de Twitter.
Según el diario El Mercurio, el libro “Vocación de Paz” es un texto de más de 250 páginas, el cual resume todos, los aspectos de la política exterior de Chile en cuanto a la historia, cultura, personajes destacados y relaciones con los países vecinos.
El texto será utilizado como parte de la estrategia comunicacional de Chile en materia de política exterior, esto, tras la campaña mediática que emprendió el presidente Morales con la demanda marítima junto al juicio que interpuso en La Haya en 2013. La entrega del material está prevista el próximo 1 de julio, en la nueva cumbre presidencial de la Alianza del Pacífico, integrada también por Perú, México y Colombia.  
La Convención de Ottawa establece en el parágrafo primero del artículo 5: “Cada Estado Parte se compromete a destruir, o a asegurar la destrucción de todas las minas antipersonal colocadas en los zonas minadas que estén bajo su jurisdicción o control, lo antes posible, y a más tardar en un plazo de 10 años (2012), a partir de la entrada en vigor de esta Convención para ese Estado Parte”. 
Chile, como signatario de la Convención de Ottawa, debía desactivar hasta 2012 las minas antipersonales sembradas en zonas de frontera en la década del 70, pero incumplió el plazo y pidió una prórroga hasta 2020.
En otro tuit, el mandatario continuó señalando que Bolivia tiene el derecho “a que se devuelva” el mar, en referencia al juicio radicado en La Haya desde 2013 y el  “derecho a que se respeten las aguas del manantial Silala y respeto por las aguas del río Lauca”.
“Como bolivianos, no buscamos odiosidad ni agresividad. Solo buscamos buena vecindad y hermandad respetando nuestros derechos (sic)”, escribió Morales en un tercer tuit.
Por su lado, el canciller Heraldo Muñoz, aseguró en una entrevista al diario La Tercera que “es el Gobierno boliviano el que ha preferido la confrontación”, y que en cambio Chile siempre prefirió el diálogo. “Bolivia rompió relaciones diplomáticas con Chile en 1962 y quién duda que con posterioridad a ese momento nuestro país, como ahora, siguió ejerciendo un papel constructivo regional”, añadió. (LA RAZON)






AGUAS DE VERTIENTES DE SACAYA VA HACIA EL TERRITORIO CHILENO

La árida y extensa región del suroeste potosino alberga ricos yacimientos de agua dulce, que se encuentran cerca de la frontera con Chile. No solo se trata de los bofedales del Silala, sino también de unas vertientes, incluso con más potencial acuífero, conocidas como Sacaya y cuyas aguas abastecen casi en su totalidad al vecino Chile. EL DIARIO, junto con el investigador Milton Lérida, visitó aquél lejano lugar.
CÓMO LLEGAR
El punto de partida es la población de Llica, capital de la provincia Daniel Campos, que está a orillas del salar de Uyuni, en el extremo norte de la región. También existe la posibilidad de ingresar por el cantón Canquella Sejcihua, relata Lérida que es el guía de esta expedición.
La ruta por Llica es tomando el camino hacia el norte que lleva a la comunidad de Challacollu. Aproximadamente a cinco kilómetros antes de llegar a destino, debe tomarse un desvío a la izquierda con dirección al Cerro Sillajhuay. Recorrer unos 40 kilómetros y desviar, con dirección sud, hasta tomar el camino de Bellavista a Sejcihua.
En esta ruta hay que tomar un desvío a la derecha con dirección oeste, que es el camino que lleva a Murmuntani. Dos kilómetros antes de llegar a esta comunidad, debe continuarse por el camino hacia el sud, subir una pequeña colina, girar hacia al noroeste y volver a desviar al sud, por lo menos unos siete kilómetros.
Una vez hecho este recorrido, subiendo una pequeña montaña, se podrá divisar un hito metálico sin número, denominado Hito Chanaloma, ubicado al lado oeste del camino, cerca del Rancho Upila (500 m). Se continúa el recorrido hacia el sud, donde se encontrarán con el hito metálico número XLIV, denominado Apacheta y según el Tratado de Paz y Amistad este Punto se denomina Cueva Colorada (45).
A mil metros al sud se divisará el rancho Cueva Colorada, actualmente conocida como Playa Verde, situada en una quebrada que baja de este a noroeste, dirección a la vega de Sacaya.
De Playa Verde se necesita recorrer por lo menos unos 15 minutos para llegar a las fuentes de Sacaya, es decir que hay que continuar por un camino que sale de Playa Verde en dirección sud, en forma paralela a la línea fronteriza, recorriendo por lo menos 9 kilómetros, luego girar al oeste con dirección a Tres Cerritos y a unos 6 kilómetros se puede divisar la quebrada de arena, donde están las fuentes de agua de Sacaya.
UBICACIÓN GEOGRÁFICA
Las aguas del Sacaya están situadas en la jurisdicción territorial del cantón San Pablo de Napa, provincia Daniel Campos, en el suroeste potosino, concretamente se encuentran en la parte norte del cantón, muy cerca de la línea fronteriza con Chile.
De acuerdo a la hoja cartográfica, denominada “Cerro Altamira”, del Instituto Geográfico Militar (IGM), No. 5833-I, editado en agosto de 1972, las aguas del Sacaya están ubicadas a 6.125 metros al este del punto de límite No. 42 tres Cerritos, de acuerdo al Tratado de Paz y Amistad, firmado entre Bolivia y Chile el 20 de octubre de 1904.
Según la ubicación georeferencial, las aguas del Sacaya están a 20º (grados) y 06’ (minutos), de latitud Sud y a 68º grados 38’ minutos longitud oeste, de acuerdo al sistema PSAT56, que emplea el IGM.
Las vertientes nacen en una quebrada de arena, en plena altiplanicie, llamada Pampa El Salto, aproximadamente a 120 metros de profundidad, respecto a la planicie. La quebrada de arena forma una especie de trapecio, cuando se lo mira de frente. Tiene dos lados más o menos iguales, de una altura aproximada de 120 metros, una base que varía 20 a 35 metros de ancho y en la parte superior tiene un ancho de 580 a 650 metros. El color de la arena de la quebrada es blanco, entremezclado con arbustos de tola y paja brava.
De acuerdo a la medición realizada en el terreno, en mayo de este año se constató que los ojos de agua nacen a una altura de 4.140 metros sobre el nivel del mar (msnm) y el líquido brota en un volumen aproximado de 300 a 500 litros por segundo; sin embargo, la cantidad de agua depende de la época.
AGUA DE SACAYA
Las aguas de Sacaya tienen las mismas características que las del Silala. El agua de Sacaya es potable, dulce y apta para el consumo humano, la agricultura y la ganadería. Al presente, en territorio boliviano, solo el ganado camélido aprovecha de este recurso. La temperatura promedio del recurso oscila entre 5 y 10 grados centígrados de día, pero en época de invierno desciende hasta por debajo de los cero grados.
CURSO DEL AGUA
El agua nace en el punto 20º (grados) y 06’(minutos) de latitud sud y a 68º grados 38’ minutos longitud oeste, recorre aproximadamente 6 kilómetros, de oeste a este, luego cambia su curso hacia el norte y recorre 4 kilómetros hasta cruzar la frontera e ingresar a territorio chileno.
En el correr del río, las aguas del río Sacaya, como se lo denomina en la hoja cartográfica del IGM, es alimentado por un pequeño río, que proviene de la parte sud, que proviene de otra fuente de agua denominada Chuculucuni, igualmente en territorio boliviano.
VOLUMEN
El volumen del agua de Sacaya, de acuerdo a cálculos promedio, es de 300 a 500 litros por segundo. Si se realiza una comparación de la cantidad de agua de este manantial con las aguas del Silala, se puede decir que es casi el doble.
Es decir que en el suroeste potosino existe un valioso recurso natural que el Estado boliviano no aprovecha y, aparentemente, hasta la fecha es desconocido por las autoridades departamentales y nacionales.
LÍMITE CON CHILE
De acuerdo con el Tratado de Paz y Amistad, firmado entre Bolivia y Chile el 20 de octubre de 1904, las aguas del río Sacaya se encuentran en la línea fronteriza con Chile. El texto del Tratado señala citando en números los puntos del límite:
“De este cerro irá en línea recta a la cumbre más alta de Tres Cerritos (42) y en seguida en línea recta al cerro Challacollo (43) y a la estrechura de la Vega de Sacaya (44), frente a Villacollo. De Sacaya, el límite irá en línea recta a las apachetas de Cueva Colorada (45) y de Santaile (46), donde seguirá al Noroeste por los cerros de Irruputuncu (47) y de Patalani (48). De esta cumbre irá el límite en línea recta al cerrito Chiarcollo (49), cortando el río Cancosa (50), y de ahí también en línea recta a la cumbre del cerro Pintapintani (51), siguiendo después de esta cumbre por el cordón de los cerros de Quiuri, (52), Pumiri (53) y Panantalla (54)”.
De acuerdo a esta definición del límite, las vertientes del Sacaya se encuentran situadas entre Tres Cerritos (42) y la Vega de Sacaya (44).
Por otro lado, las aguas del Río Sacaya ingresan a territorio chileno en el punto 44, denominado Vega de Sacaya (44). Este punto está demarcado con un hito metálico, marcado con el No. XLV, denominado Sululuni.
La actual población de Playa Verde, conocida anteriormente como Cueva Colorada, está a solo 50 metros de la línea fronteriza con Chile. Más al norte, a la distancia de un kilómetros de la población está el punto 45, denominado Cueva Colorada (45), que está al lado oeste del camino carretero que va de la comunidad de Murmuntani a Playa Verde.
CLIMA
El clima en el sector de Sacaya llega hasta menos 10 grados centígrados bajo cero o incluso más, tomando en cuenta la época del año.
La región tiene las características de un clima alpino, es decir predominan bajas temperaturas a causa de la altitud.
El clima alpino corresponde a las características climáticas de los territorios situados por encima de la línea de vegetación arbórea. (EL DIARIO)





CAPITALISMO, POSTCAPITALISMO, SOCIALISMO ¿ADÓNDE IR?

Prensa Latina de Cuba (www.prensa-latina.cu)
                                                               
Me decía mi talentoso amigo panameño Guillermo Castro, hurgador de las raíces y del abono que fertiliza a la sociedad contemporánea, que "más allá de una confrontación entre el capitalismo de ayer y el de hoy, no encuentra uno ninguna expresión clara de disposición de ir más allá de ese capitalismo".
No se crea que es una visión apocalíptica de las luchas sociales en Latinoamérica, ni mucho menos una expresión de desencanto racional y espiritual por lo que acontece en estos momentos en algunos países en esta parte de nuestro hemisferio que pone en duda hasta el concepto mismo de Socialismo del Siglo XXI.
Es una inquietud dramáticamente razonada que me llega por un artículo sobre la lucha de clases en Latinoamérica puesta muy de manifiesto en Venezuela, Brasil, Argentina, Bolivia, Ecuador e incluso Paraguay, lo cual no significa que alguna nación de nuestro hemisferio esté libre de ese fenómeno histórico-social.
Vistos esos casos, admito con Guillermo que, de forma general, en las circunstancias actuales "se lucha contra el neoliberalismo en nombre de reivindicaciones que finalmente sintetizan la demanda de un regreso al llamado Estado de bienestar/Estado desarrollista creado en su momento por un populismo liberal-nacionalista que hoy carece de asidero en la realidad".
Creo que hay allí un mensaje acerca del camino que las sociedades de nuestro tiempo no deben recorrer para evitar que lo que se ha podido avanzar en el contexto regional en materia de integración colectiva e independencia económica sea afectado por engañosos procesos semejantes a las tesis cepalinas del siglo pasado con Raúl Prebisch y Singer, o al New Deal estadounidense que no impidió la Segunda Guerra Mundial.
Impulsado por el expresidente de Estados Unidos Franklin Delano Roosevelt para paliar los graves efectos de la depresión de 1929 al que tanto sirvió la teoría de John Maynard Keynes sobre la intervención estatal en la economía para reactivar el consumo de las masas, el New Deal también estuvo en la base del acuerdo de Bretton Woods que consagró el keynesianismo y allanó el camino al Plan Marshall y al nacimiento de la Comunidad Europea.
Mi amigo decía que "todos estamos hoy en una circunstancia semejante, que nos obliga a imaginar nuestras alternativas de futuro a partir de los lenguajes del pasado".
Y esas palabras me recuerdan declaraciones recientes del exministro de Finanzas griego Yanis Varoufakis quien, a pesar de no ser reformista y estar a favor del cambio como desean las izquierdas en todos los continentes, estima que debemos estar dentro de la institución capitalista para poder cambiarla desde la confrontación.
Después de todo, asegura, así es como transcurre la historia, a través de la tesis y la antítesis, de las clases. Olvidó decir que también desde los extremos de la unidad y lucha de los contrarios.
En América del Sur los gobiernos progresistas de Argentina, Brasil, Ecuador, Paraguay y Bolivia, y en un grado muy especial Venezuela con una revolución social más definida, han intentado realizar cambios pero sin poder liberarse de la camisa de fuerza del capitalismo con sus largas y atenazadoras mangas financieras, en medio de una aguda lucha ideológica y una tenaz resistencia neoliberal que ha provocado innegables retrocesos de la izquierda.
Guillermo indica que "hacemos buen periodismo de denuncia, pero poco periodismo de análisis, y muy poco de propuesta práctica. Hacia allá nos lleva el despliegue de las nuevas realidades, sin embargo, como lleva a la playa al náufrago el sucederse de las olas de la marea que sube. Porque de lo que no cabe duda es que está subiendo".
Su conclusión es un verdadero reto: "Lo que para otros puede parecer una limitación, para nosotros es un desafío constante: ir más allá, incluso, de las percepciones de la realidad y de sí mismos que tienen los protagonistas del diario trajinar de nuestros pueblos".
Varoufakis, un marxista que suministró los santos óleos al socialismo pero al mismo tiempo diagnosticó la fase terminal del capitalismo, camina con botas europeas por un sendero semejante al indicado por Guillermo para América.
"Sabiendo que vamos a asistir a una descomposición del poder de las empresas, la cuestión consiste actualmente en saber qué es lo que va a reemplazarlas".
"¿Vamos hacia un escenario de segunda era del maquinismo, con un fracaso masivo en producir suficiente demanda para los productos de estas máquinas o encontraremos una vía en la que reestructuremos la forma en la que mantenemos relaciones entre nosotros y relaciones con las máquinas para producir y compartir la prosperidad que estas tecnologías hacen posible?"
¿Estas interrogantes del economista greco-australiano significan que no existe la posibilidad de un Socialismo del Siglo XXI o que ha dejado de ser una alternativa al capitalismo o una meta del difícil y complejo período de transición como algunos suelen denominar a los gobiernos progresistas? ¿Estamos en un limbo entre el capitalismo decadente y el socialismo inerte?
Varoufakis responde en estos términos: "Es una cuestión política. No se puede resolver por medio de abogados ni por medio de compradores ni de vendedores. Hace falta un esfuerzo por parte de los gobiernos, de los actores del mercado financiero, así como del mundo empresarial. Hay que crear algo nuevo, y acaso se le llame postcapitalismo. En todos los casos, el tipo de acuerdo que resulte de ello será enormemente inestable".
Guillermo, por su parte, acude a "una advertencia que José Martí dejó en su artículo sobre la conferencia monetaria de las repúblicas de América, en mayo de 1891: A lo que se ha de estar no es a la forma de las cosas, sino a su espíritu. Lo real es lo que importa, no lo aparente. En la política, lo real es lo que no se ve."
Hecha trizas la parafernalia antivenezolana en la OEA, guiémonos por Martí, vayamos al espíritu de las cosas y no a sus formas y, como Argos Panopte, tengamos bien abiertos los cien ojos para captar lo real e impedir que el brillo fementido de un nuevo Estado de bienestar nos deje ciegos.






Público de España (www.blogs.publico.es)
                                   
Por Antonio Palazuelos Manso.- A muchos lectores que siguen los acontecimientos de América Latina les puede sorprender lo que está ocurriendo en los últimos años y especialmente en los últimos meses, sobre todo si lo comparamos con las noticias que nos llegaban en años anteriores donde parecía que la región se encontraba “en el mejor de los mundos”: su economía crecía a un ritmo envidiable, sorteando mal que bien las crisis internacionales, a nivel social se evidenciaban avances en materia de empleo, reducción de la pobreza y mejora en la reducción de la desigualdad, se elevaba el acceso al consumo y los bienes básicos a las grandes mayorías a la vez que se ampliaba una clase media en ascenso. A nivel político parecía que la democracia se estaba consolidando si tenemos en cuenta la rotación en el acceso al poder y lo novedoso en la última década de la llegada al gobierno de movimientos, partidos y grupos políticos progresistas o de izquierdas.
Esta visión, pudiera parecer que ha dado un giro de ciento ochenta grados y lo que acontece hoy es prácticamente todo lo contrario, ya que la mayoría de las economías se encuentran estancadas o en clara recesión, nuevamente vuelve a incrementarse el deterioro social y la desigualdad, y sobre todo, la inestabilidad política se asienta de nuevo en el escenario.
Hay algunos aspectos que evidenciarían esos cambios tan drásticos que se están produciendo en la región, y que van a tener graves consecuencias en el medio plazo en numerosos sentidos.
Para ello me voy a referir a algunas reflexiones realizadas por el vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, en una conferencia que ofreció hace apenas unas semanas en la Universidad de Buenos Aires, bajo el título “Restauración conservadora y nuevas resistencias en Latinoamérica” donde el conferenciante opinaba, entre otras muchas cosas, que “después de diez años de irradiación de avances territoriales de gobiernos revolucionarios y progresistas, ese avance se detuvo… y estamos en un momento de inflexión histórica…donde las fuerzas conservadoras han triunfado en algunos países, y hay un acelerado proceso de reconstrucción de las viejas elites de los años 80 y 90, que nuevamente quieren asumir el control de la gestión estatal”
Entonces, nos preguntamos ¿hasta qué punto estamos realmente ante un cambio de ciclo en América Latina? ¿Cuáles son los signos más evidentes de dicho cambio? Sin tratar de responden pormenorizadamente a estas cuestiones, hoy me voy a detener simplemente en resaltar aquellos elementos, que desde mi punto de vista, estarían reflejando claramente cambios cualitativos que evidencia un paso atrás, un retroceso de casi dos décadas.
En primer lugar destacaría que, frente a los intentos de diversos países de asentar su soberanía, y una mayor independencia frente a la hegemonía estadounidense en la región – que pretendía no solo redefinir las relaciones bilaterales en términos de una mayor igualdad, sino también, y de forma muy significativa, reducir el protagonismo e intromisión de las organizaciones panamericanas bajo la égida de los EEUU (esencialmente la OEA, o el fallido ALCA), se crearon organismos económicos y políticos subregionales como MERCOSUR, UNASUR o CELAC, donde se buscaba no solo conseguir una mayor integración que permitiera la cooperación económica y el desarrollo, sino también la autonomía política para posicionarse como países, y como región, en el escenario internacional (BRICS, NNUU, OMC).
Significativo ha sido en las últimas semanas algunos hechos, como: el vergonzante papel jugado por el actual secretario general de la OEA (Luis Almagro), tratando de hacer resurgir la organización a través de imponer la denominada “Carta democrática” al legítimo gobierno venezolano, haciendo el papel de “vocero” de la más que discutible oposición “democrática” de ese país, o siguiendo las directrices de “no se sabe muy bien quien”. Pero quizás, más significativo e importante haya sido el giro copernicano que se ha producido en las relaciones externas del nuevo gobierno argentino y el nuevo gobierno golpista y corrupto de Brasil.
Pareciera que Macri está dispuesto a recuperar “las relaciones carnales con los EEUU”, así como el ¿cuasi abandono? de proyectos como MERCOSUR y UNASUR, dada la importancia y protagonismo que pretende asumir su integración al eje del Pacífico, amén de su protagonismo frente al “eje bolivariano”. En cuanto a Brasil, la nueva política de las provisionales autoridades parecen poner de manifiesto la supuesta – e idealizada por décadas – independencia y profesionalidad de Itamaraty (Ministerio de relaciones internacionales), pues la prisa que se ha dado su flamante ministro de exteriores en “recuperar” las relaciones privilegiadas con los EEUU, y “redefinir” el papel exterior de Brasil y sus prioridades así lo demuestran.
Un segundo aspecto de interés a resaltar es el cambio drástico impuesto no sólo a la política económica convencional que suele acompañar a todo nuevo gobierno, sino esencialmente, a la base del propio proceso de acumulación capitalista, donde se evidencia una vuelta a los noventa. Esto es enormemente claro en el caso argentino, donde el gobierno de Macri parece querer desandar en apenas seis meses todo lo realizado laboriosamente, con elementos de interés y muchos otros criticables, los gobiernos del matrimonio Kirchner en el país, en los últimos 16 años. El intento de construir un modelo económico basado en el mercado interno (consumo privado e inversión pública), pero fuertemente vinculado al mercado sudamericano e internacional, con gran preocupación por la redistribución de los frutos del crecimiento económico (significativo durante más de 10 años), y tratando de garantizar cierta independencia externa (esencialmente financiera), está dando paso – nuevamente – a potenciar la economía financiarizada, la llegada del capital especulativo y la inserción internacional (fundamentalmente financiera) lograda a través de los grandes consorcios y los mercados internacionales. Se trata de una vuelta al endeudamiento externo, a la competitividad espúrea, a la intromisión del FMI y a gobernar para las minorías, a partir de claras ayudas a los grandes consorcios nacionales e internacionales, subvenciones a los oligarcas agrarios e industriales o la amnistía fiscal.
Un tercer elemento a considerar tiene que ver con la nueva realidad política que evidencia una gran debilidad de los procesos democráticos en la región, que se refleja en los sucesivos golpes blandos o blancos que han acontecido en la última década (Venezuela 2002, Honduras 2009, Paraguay 2012, y el más significativo – por la importancia del país para América Latina, Brasil hace apenas unas semanas); y los innumerables intentos de desestabilización de gobiernos democráticamente elegidos (recuérdese los intentos secesionistas de Santa Cruz en Bolivia en 2008 o el alzamiento policial-militar en Ecuador en 2010). Parece que la oligarquía latinoamericana “no tiene paciencia”, tiene prisa por recuperar “su poder”, y no está dispuesta a esperar los tiempos de la alternancia democrática (tras sucesivas derrotas electorales), y cuando las perspectivas de cambio se hacen “demasiado largas”, se trata de alterar el orden constitucional y democrático de la manera que sea.
Esta realidad a nosotros (los europeos) no puede extrañarnos, si nos atenemos a lo acontecido en la democrática Europa, cuando las autoridades comunitarias llevan a cabo en 2011 sucesivos golpes políticos incruentos en la Grecia de Papandreu o la Italia de Berlusconi.
Un cuarto elemento a considerar tiene que ver con la debilidad e instrumentación política de las débiles instituciones latinoamericanas (poder judicial, policía, servicios de inteligencia, etc.), así como el enorme poder de “los Medias” a la hora de forzar los cambios políticos en los países a favor de las oligarquías conservadoras y los intereses que representan. Lo ocurrido en Brasil en los últimos meses hasta el supuesto impeachmet de la presidenta Dilma Rousseff pasara a la historia como “el manual del golpista democrático”. La implicación de ciertos jueces, cuerpos de policías, grupos evangélicos, y sobre todo, los grandes medios de comunicación O Globo y Folha en el golpe de estado es incuestionable y nos plantea una reflexión que atañe a la hipocresía de los gobiernos y la manipulación de los grandes medios de comunicación internacionales, incluyendo los españoles, a la hora de defender los derechos humanos y la libertad de prensa. ¿Dónde están los grandes titulares de la prensa ante lo que está aconteciendo en Brasil o Argentina, cuando se muestran “tan sensibles” a estos temas cuando ocurre en Venezuela, Ecuador o las políticas de comunicación de Cristina de Kirschner?
Por último, y en relación con lo anterior, resulta importante destacar el grave retroceso que se está produciendo en relación a los derechos individuales y las libertades si tenemos en cuenta ciertas leyes que se están aprobando o algunas políticas que se están aplicando por estos nuevos gobiernos conservadores en relación con hechos como la memoria histórica (en países que padecieron brutales dictaduras militares), el recorte de libertades civiles o laborales, la intromisión política en los órganos de gobierno de los jueces o la misma libertad de prensa.
Querría acabar haciendo una breve reflexión sobre “lo complicado, costoso y difícil que resulta avanzar en los países cuando existen gobiernos a favor de las mayorías sociales, donde no sólo debe existir voluntad política para cambiar las cosas, sino miles de factores favorables al proceso, y……. lo aparente sencillo que resulta tratar de desmantelar dichos avances en apenas unos meses, cuando un gobierno de las minorías oligárquicas se hace con el poder”, lo cual me hace volver a las reflexiones de García Linera en Buenos Aires, cuando decía que no hay que desesperar “ya que la revolución es un proceso por oleadas… y estamos ante el fin de la primera oleada y está viniendo el repliegue… pero más pronto que tarde habrá una segunda oleada, y lo que tenemos que hacer es prepararnos, debatiendo qué cosas hicimos mal en la primera oleada, dónde cometimos errores, qué nos faltó por hacer….Tocan tiempos difíciles, pero para un revolucionario los tiempos difíciles es su aire… y el tiempo histórico está de nuestro lado… ya que ellos no tienen alternativa… Nosotros somos el futuro, somos la esperanza”.
Analizar el por qué y el cómo se ha llegado a esta situación, así como las debilidades y virtudes de los procesos de cambio progresista exige un análisis pormenorizado de diferentes factores, pero eso será en otro momento.





BOLIVIA: CAE APROBACIÓN DE EVO MORALES POR ESCÁNDALO DE TRÁFICO DE INFLUENCIAS

Según la encuestadora Mercados y Muestras, apenas el 29% de los consultados calificó de "buena" la gestión del mandatario boliviano, mientras que en enero pasado el 54% de la muestra sostenía esa opinión.

http://www.latercera.com/noticia/mundo/2016/06/678-686596-9-bolivia-cae-aprobacion-de-evo-morales-por-escandalo-de-trafico-de-influencias.shtml

La aprobación del presidente boliviano,  Evo Morales, bajó del 54% al 29%, tras el escándalo que lo involucró en un  presunto tráfico de influencias, según una encuesta publicada este domingo por  el diario Página Siete. 
Por su parte, el 44% de la muestra evaluó como "regular" el desempeño de Morales y el 25% como "malo". A principios de año esas valoraciones alcanzaban  al 33% y al 11%, respectivamente. 
La ministra de Comunicación, Marianela Paco, cuestionó los resultados.  Anotó que según sondeos similares de otros medios de comunicación, el apoyo al  mandatario "sigue siendo el mismo y que son diez años de que el pueblo  boliviano respalda el liderazgo del presidente Evo Morales". 
El sondeo fue realizado entre el 17 y el 21 de junio en las nueve capitales  de departamento, la ciudad de El Alto, y varias ciudades intermedias. Tiene un  margen de error de 3,47% y una confiabilidad del 95%. El tamaño de la muestra  fue de 800 interrogados. 
Algunos analistas sostienen que la revelación de la  existencia de un hijo  secreto del presidente de Bolivia y un presunto caso de tráfico de influencias  le supusieron la derrota en un referéndum en el que Morales buscaba ser  autorizado a postularse a un cuarto mandato (2020-2025). 
Sin embargo, el mandatario argumentó que ese referendo fue "el primer  tiempo" y pidió a sus militantes prepararse para un "segundo tiempo", lo que la  oposición interpretó como el interés del jefe de Estado de intentar una nueva  postulación. 
Al respecto, el 65% de los encuestados opina que Morales debe aceptar el  resultado del referendo y adelanta que, ante la eventualidad de otra consulta  sobre una nueva postulación del gobernante boliviano, el 58% la rechazaría.





MOPC NO QUISO ESCUCHAR LA VOZ DE ALERTA SOBRE DRAMA EN EL PILCOMAYO

En repetidas oportunidades, a lo largo del 2015, se advirtió al Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones y a la Comisión del Pilcomayo de la tragedia que podría enfrentar el Chaco por la carencia de aguas del río. Inexplicablemente hicieron oídos sordos y las consecuencias son hoy miles de yacarés en riesgo de muerte por falta de alimentos y agua.

ABC de Paraguay (www.abc.com.py)
                                                                
A lo largo del 2015, en repetidas oportunidades, se advirtió al Ministerio de Obras Públicas y a la Comisión Nacional del Pilcomayo del riesgo de sequía en el valle de inundación del río, en el Chaco paraguayo.
El 9 de noviembre de 2015, por ejemplo, se publico en ABC Color un extenso artículo sobre el inicio del período de lluvias en Bolivia. Al comenzar las lluvias se produce el aumento de nivel de las aguas del Pilcomayo. Nuestro país estaba sumamente retrasado en la rehabilitación de canales y la embocadura paraguaya estaba taponada por sedimentos.
Comenzaron las lluvias y el canal paraguayo no estaba listo para recibir las aguas del río.
A través de un comunicado, el Ministerio de Obras Públicas se limitó a decir que el canal estaba listo.
La Comisión Nacional del Pilcomayo, por su parte, aseguró que se trabajó en tiempo oportuno para recibir al río.
El resultado lo tenemos hoy a la vista: el Chaco paraguayo enfrenta una tragedia por la carencia del Pilcomayo.
El río no ingresó en nuestro territorio porque los canales no estaban listos ni los cauces en el interior del Chaco se limpiaron.
Miles de yacarés pueden morir en las próximas semanas por desidia e irresponsabilidad de nuestras autoridades.
El Ministerio de Obras Públicas busca evitar el costo político y se limita a minimizar la situación diciendo que “no hay un desastre ecológico”.
Desidia y corrupción
En la Comisión Nacional del Pilcomayo, una auditoría permitió detectar un supuesto mal uso de 5 millones de dólares lo que explicaría por qué los trabajos no se cumplieron en forma.
El presupuesto de este año fue de 10 millones de dólares y el Ing. Daniel Garay, extitular de la comisión nacional, tiene que explicar dónde fue a parar la mitad de su presupuesto. Resulta evidente que no se utilizó para los fines que fueron entregados.
La Gobernación de Boquerón no escapa a este esquema de irresponsabilidad: el gobernador Edwin Pauls Friesen (ANR) mantuvo un silencio cómplice a lo largo de estos meses.
Cuando el MOPC resolvió intervenir y auditar la comisión nacional, desde la Gobernación de Boquerón pidieron a los pobladores de la zona del Pilcomayo que reclamaran el retorno del Ing. Daniel Garay.
En lugar de sumar su voz de protesta por la falta de transparencia y obras, la Gobernación pretendió que siga como titular uno de los responsables del fracaso.
En ningún momento reclamó que empresas menonitas asumieran la responsabilidad de trabajar en el Pilcomayo; la Gobernación apostó por mantener un esquema contrario a los intereses de su región.
No hay agua
Por segundo año consecutivo, el Pilcomayo no riega nuestra territorio. Sin agua no hay vida.
Resulta absurdo hasta el extremo leer el comunicado del MOPC publicado en diversos medios el pasado 25 de junio, que sostiene que “aún no puede catalogarse de desastre ecológico” lo que está sucediendo en el Pilcomayo.
Basta con recorrer el cauce seco de la cañada La Madrid para encontrarse con miles de animales apiñados en los pocos bolsones de agua, esperando la muerte.
Lo mismo se puede decir de los tajamares de productores, hoy día invadidos por yacarés que buscan alimentos para no morir.
Esta es la realidad, hoy, en el Pilcomayo.

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