lunes, 25 de noviembre de 2013

"LLUVIA BLANCA" DE DROGA EN EL NOA: CÓMO PENETRAN LOS CARTELES NARCOS



La cocaína es como un camión cargado de ladrillos: por donde transita, va dejando el polvillo. Y acá en la quebrada que separa a la boliviana Yacuiba de la argentina Salvador Mazza se pueden ver claramente los pasillos por donde pasa el “bagayeo” tradicional de cualquier frontera del mundo junto al ahora incesante narcotráfico. Las cargas, en el lado boliviano, se acopian en galpones o simples cobijos armados con ramas y tirantes de algarrobos y palos blancos. Y comienza el juego del gato y el ratón.
Los “bagayeros” esperan el descuido del gendarme para atravesar la cañada por donde pasa un hilo de aguas servidas y correr entre la basura que ellos mismos tiran para impedir el paso de las patrullas. En apenas segundos están del lado argentino. Y allí van acopiando otra vez, medio kilo, dos kilos, un kilito más de pasta base o cocaína ya depurada.
Unos días más tarde el cargamento está listo. Un auto con 50 kilos camuflados donde antes estaba el air bag o el sistema de movimiento del asiento, los paragolpes, o simplemente dentro de latas de aceite, diluida en gasolina, embadurnada de dulce de leche, adentro de mil zapatillas. Si es posible lo recubren todo con resina plástica para evitar que los perros las detecten. Y allí comienzan a bajar tratando de sortear todos los controles que les pone Gendarmería y que convergen en el antiguo puesto de Aguaray.
Ahí, a 22 kilómetros de la frontera por la ruta 34, la ruta blanca, los gendarmes se convierten en verdaderos mecánicos expertos en armar y desarmar en minutos autos, camiones, motos y carritos. Para eludir el control, algunos bajan la carga, la pasan con “muleros” por entre los campos y la vuelven a cargar unos kilómetros después tratando de eludir las numerosas patrullas y baquianos.
A veces entregan un cargamento para llevarse otros tres. El que logra pasar va directo por esta ruta para entregar la carga a las bandas que operan en Santa Fe, Córdoba o el Gran Buenos Aires. La meta final es estar en menos de un mes en Madrid o Lisboa con 500 kilos de cocaína pura, el equivalente a unos 100 millones de euros. El primer bagayero recibirá veinte pesos por el tramo inicial del cruce de la cañada.
Los cuatriciclos de los gendarmes a vanzan a toda velocidad por la quebrada binacional. Pasan el puente internacional por debajo y siguen hasta el límite máximo del paralelo 22. Ahí, en la punta misma, en el hito uno, en el paraje El Sauzal, en tierra de nadie, una banda de bolivianos, argentinos y colombianos había levantado hace un año una “cocina” en la que usaban el “método colombiano” de triturar las hojas de coca, pasarlas por acetona y gasolina hasta lograr la pasta base de la que, luego, se purifica y obtiene la cocaína.
Se necesitan 500 kilos de hojas para lograr un kilo de cocaína.
En El Sauzal se encontraron dos “montañas” de casi diez metros de alto de hojas de coca desechadas después de ser trituradas y que se les sacara el jugo. De todos modos, esta “cocina” fue una excepción. Los grandes centros de elaboración de la pasta base están en Bolivia y Perú. Por detrás, siempre, aparece la conexión con algún cartel colombiano, particularmente el de Cali, o los mexicanos de Sinaloa. Y cuando quieren pasar un cargamento grande de cocaína pura que ya tienen colocado en España o Portugal (los principales mercados de entrada a Europa) utilizan la vía aérea.
“Los aviones grandes van a campos de Santiago del Estero, donde muchos productores son cómplices, dicen que no se enteran de los aterrizajes pero por debajo reciben sus buenos billetes. Y los aviones más chicos vienen acá a Salta, a la zona de Anta, donde hay varias fincas buenas para bajar. Ya tienen todo montado. No se olvide que acá sólo en la zona de Orán residen unos 4.000 colombianos y algunos mexicanos que se dedican a controlar los envíos”, explica un ex agente de la DEA, la agencia antinarcóticos estadounidense, que trabajó haciendo inteligencia en el norte argentino hasta que el gobierno nacional decidió no continuar con los acuerdos de cooperación.
Los aviones sobrevuelan, lanzan su carga blanca y regresan a Bolivia. “Aquí hubo verdaderas lluvias blancas, de paquetes de cocaína. Yo tengo tres casos. Pero hubo muchos más en Jujuy, Santiago, Tucumán”, agrega el juez federal de Orán, Raúl Reynoso, que tiene a su cargo casi 7.000 casos relacionados con el narcotráfico.
Es que en esta frontera confluyen todos los elementos necesarios para el narcotráfico. Del lado boliviano se produce la coca, unas 45.000 toneladas de hojas al año. De éstas, 20.000 toneladas son utilizadas por la población para el mascado de una bola de hojas, y para otros usos medicinales. “Las otras 25.000 se desvían para el narcotráfico”, denunció la última semana el diputado opositor de la Convergencia Nacional boliviana, Adrián Oliva.
En Perú se producen 70.000 toneladas de hojas. Es el mayor productor mundial. Del lado argentino no crece el arbusto.
Una vez que se pasa la línea de Santiago del Estero, los cargamentos llegan en forma muy fácil hasta los puertos de salida de la producción de granos en toda la costa del Paraná y Buenos Aires. “Buscan barcos de cargas medianos y puertos donde no haya buzos tácticos.
De esa manera, antes de arribar colocan la carga de drogas adosadas a la quilla con grandes sopapas o imanes. Cuando los inspectores suben al barco no encuentran nada.
La cocaína está debajo del agua y la sacan por la noche con la anuencia de algún vigía corrupto de algún puerto del Mediterráneo”, explica el profesor Edgardo Buscaglia, presidente del Instituto de Acción Ciudadana de México, quien elaboró un estudio sobre el narcotráfico en la Argentina en 2011 para Naciones Unidas.
Y a todo esto hay que sumarle los precursores y químicos varios con los que se refina la pasta base o se producen otras drogas como las metanfetaminas y que abundan en Argentina. De acuerdo con la consultora DataMyne, que recopila información sobre exportaciones e importaciones en el mundo, al país llegan 17 veces más químicos de los que necesita la industria local para su producción.
Sobrevolamos en helicóptero el tupido bosque salteño. Por la ruta 34 avanzan autos antiguos recargados hasta lo imposible con bolsas plásticas multicolores. Los gendarmes se suceden en tres puestos cada diez kilómetros hasta los scanners de última generación en Aguaray. Por la radio del piloto se escuchan informes de que hace un momento se decomisaron 60.000 dólares camuflados en una cubierta de repuesto; hacia el sur, por la ruta 34 detuvieron un Corsa con los paragolpes reforzados con 11 kilos de cocaína; en Rosario de la Frontera detectaron una Hilux robada en Buenos Aires para ser cambiada por droga junto a un BMW y un Audi, también robados en el conurbano. A éstos ya los conocían, pertenecen a la banda de César Villatalco conectado con narcos bolivianos y colombianos.
De todos modos, los gendarmes celebran otra victoria después de meses de seguimiento de uno de los carteles más poderosos. El miércoles 20 lograron secuestrar cuatro avionetas que habían llegado a Santo Tomé, en Corrientes. Lo hicieron a través de Paraguay. Esa es ahora otra frontera caliente. En la última semana hubo tres enfrentamientos a tiros en el cruce del río Pilcomayo. “Argentina aún no tiene un nombre como país narco pero ya es un lugar importante para las operaciones de todos los grandes carteles internacionales y sus actividades aumentan a ritmo vertiginoso”, comenta desde Washington Luis Sierra, el subdirector para investigaciones en el Hemisferio Occidental del Departamento de Seguridad Interior (Homeland Security).
Abajo, en San Salvador de Jujuy, está el juez Carlos Olivera Pastor que tuvo un clásico ejemplo del accionar de los narcos mexicanos y colombianos. Hace unos meses, un guardia del juzgado número dos encontró una caja clásica donde se archivan los expedientes. Se la alcanzó a Olivera Pastor creyendo que se la había olvidado. Cuando el juez la abrió encontró una cabeza humana. Al mes siguiente, dos hombres golpearon salvajemente al secretario del juzgado. Olivera Pastor está desde entonces de licencia.
En julio del 2012 fue asesinado en Barrio Norte, Héctor Jairo Saldarriaga, “El Daga”, que había trabajado como sicario de Daniel “el loco” Barrera, el capo del cartel de Guaviare y el narco más importante de Colombia, hasta que fue arrestado hace unos meses en Venezuela. Ambos están relacionados tanto con la guerrilla de las FARC como con los paramilitares.
Una semana más tarde también fue arrestada en Nordelta, Ruth Martínez Rodríguez, ex esposa de El Loco Barrera que intentaba enviar a Asia 280 kilos de cocaína dentro de unos muebles estilo Louis XV.
El “Chapo” Guzmán, el capo mexicano más célebre, que ocupa la lista de la revista Forbes como el hombre más rico de su país con una fortuna de al menos mil millones de dólares, también tuvo su intento de penetración en Formosa, cerca de la frontera paraguaya. Envió a una mujer, María López Madrid, que puso en funcionamiento tres sedes de una llamada Iglesia Evangélica del Nuevo Milenio desde la que organizaban la entrada de cocaína y marihuana por Paraguay y la sacaban en lanchones de carga a través del Paraná.
“En Argentina hay seis carteles narcos ya instalados”, dice Claudio Izaguirre de la Asociación Argentina Antidrogas. “Todo el este, con los puertos de Rosario, San Lorenzo, Ramallo, etc. está controlado por los colombianos; los mexicanos dominan el norte de Buenos Aires y son netos exportadores de cocaína a Europa; los bolivianos transportan desde el norte, controlan en Salta y operan desde el barrio de Liniers; los peruanos hacen lo mismo desde Jujuy hasta el bajo Flores; los dominicanos mezclan el menudeo con la prostitución y los garitos clandestinos con epicentro en Constitución; los argentinos pueden ser mediadores en todos estos negocios y hay una banda importante que se maneja desde Villa Soldati”.
El helicóptero avanza hacia Orán. Debajo, frente a la terminal de ómnibus está el primer centro de acopio de los “bagayeros”, un enorme tinglado desde donde parten centenares de vehículos con todo tipo de mercadería para vender en las ferias como La Saladita. Entre medio están operando los narcos para seguir dejando el polvillo por todos los caminos hasta los puertos donde ese tonto ladrillo blanco se convierta en una fortuna o los lleve a la cárcel.
“Sólo un ojo entrenado y una mente no corrupta pueden revertir esta situación”
Los expedientes están repartidos entre las sillas, cada rincón del enorme escritorio, el piso, los estantes y ya tapan el televisor. Cada dos horas entran los secretarios con más pilas de carpetas. Las de color celeste son las de los casos de narcotráfico. De esas tiene casi 7.000. Así es el despacho del juez Raúl Reynoso de la ciudad de Orán, el juzgado con mayor cantidad de causas relacionados con drogas en todo el país. “En los últimos ocho años decomisamos 18.000 kilos de droga, la gran mayoría responsabilidad de organizaciones transnacionales con gente de hasta 40 países”, cuenta el juez. Esta es la primera línea de fuego de la guerra contra el narcotráfico. Reynoso no sólo está preocupado por la droga que pasa hacia Buenos Aires sino por la que dejan. “Hay miles de nuestros chicos con adicciones. Consiguen un gramo de coca por 10 pesos y paco por cinco.
Me vienen a ver todos los días las Madres del Dolor. Es un flagelo tremendo”, cuenta el juez. Por la radio Güemes 106.3 el periodista Roberto Meri habla de varios robos en las últimas horas en esta ciudad de 140.000 habitantes. Cuenta de los lugares donde se vende la droga y la relación que tienen los robos con la narcodependencia de los chicos. “Y es en todo el norte, no solamente acá”, advierte Reynoso.
Desde las esferas oficiales se admite que estamos ante un problema grave. Un alto funcionario de Seguridad dice que está más preocupado por el narcotráfico hormiga y las consecuencias que produce en la población argentina que los grandes cargamentos que parten para Europa u otros países latinoamericanos. “Ese pasa a ser un problema de los europeos, pero cuando queda acá nos destruye a nosotros”, comenta. Y aclara que de todos modos está contenido con una gran presencia del Estado en todo el territorio. Pone como ejemplo los retenes de contención de la Gendarmería que están repartidos en todas las salidas de quebradas y caminos que llevan a las grandes rutas de acceso. El profesor Edgardo Buscaglia, de Columbia University, asegura que el problema no está en jueces y fiscales que, en general, son eficientes sino en “un sistema federal desarticulado y corrompido”.
“Argentina incumple el 84% de las reglas del protocolo anticorrupción de la Convención de Palermo de la ONU”, asegura Buscaglia en una conversación desde Beirut donde está asesorando al gobierno libanés. Desde el gobierno nacional dicen tener muchas veces las manos atadas para actuar y se quejan de fiscales generales como el de la Cámara Federal de Casación que sostiene en el caso “Machado” (descubierto en Rosario con un cargamento de marihuana) que es “inconstitucional” revisar las pertenencias del interior de un automóvil cuando se busca drogas.
Luis Sierra, el subdirector adjunto para investigaciones del Homeland Security estadounidense, cree que más allá de toda consideración hay que “evitar por todos los medios que los narcotraficantes terminen asimilándose en el resto de la población.
Buscan instalarse en ciudades afines y comienzan a corromper todo a su paso ”. El juez Reynoso está convencido de que para combatir el narcotráfico es fundamental contar con “el factor humano”. Los gendarmes, policías y fiscales mejor preparados para detectar lo que los scanners, perros y retenes no pueden.
“Un ojo entrenado y una mente no corrupta pueden revertir esta situación”, sentencia antes de quedar nuevamente escondido entre los expedientes. (www.rafaela.com)





EL MITO DEL DERRIBO DE AVIONES

La Nación de Argentina (www.lanacion.com.ar)
                                                            
Existe un dato elocuente e innegable: la Argentina dejó de ser un actor marginal en la geopolítica de las drogas. Hay suficiente evidencia acumulada que indica el creciente lugar del país en el lucrativo negocio transnacional de los narcóticos, así como el avance de una criminalidad organizada que cuenta con el contubernio activo de ciertos policías y políticos. Eso puede prenunciar el encumbramiento de una pax mafiosa en diferentes espacios geográficos; es decir, la eventual consolidación de una nueva clase social criminal, con capacidad hegemónica en su territorio ante el debilitamiento del Estado, la desorientación de las elites dirigentes y el desdén de la sociedad civil.
Frente al tamaño del desafío, una parte de la dirigencia política viene sugiriendo que la solución está en aprobar y aplicar una ley de derribo de aviones civiles . Aunque las voces que están a favor no comulgan ideológicamente con los gobiernos "bolivarianos" de la región, invocan que Venezuela ya tiene legislación en la materia y que Bolivia avanza en una ley de interceptación de aeronaves civiles ilícitas u hostiles. Además, aducen que otros países de América del Sur ya tienen, desde hace años, leyes de derribo. No se toma en consideración la inexistencia de ese tipo de medidas en democracias avanzadas.
Instalado el tema, lo importante es propender por una deliberación razonada sobre el derribo de aviones. Hay varios asuntos por tener en cuenta. En primer lugar, desde el punto de vista del derecho internacional no hay acuerdos o tratados que legitimen aquella práctica, tal como lo indican el Convenio Internacional sobre Aviación Civil de 1944, el Convenio para la Represión de Actos Ilícitos contra la Seguridad de la Aviación Civil de 1971 y el protocolo relativo a una enmienda al Convenio Internacional sobre Aviación Civil de 1984. Distintos incidentes de derribo -entre otros, el de la Unión Soviética a un avión de Korean Airlines, el de Israel a un avión de Libyan Airlines y el de Estados Unidos a un avión de Iranian Airlines- motivaron mayores restricciones al uso de la fuerza contra aeronaves civiles. Aún en el marco actual de la llamada "guerra contra el terrorismo", no existe un instrumento que habilite y le otorgue legalidad internacional al abatimiento de aviones no militares.
En segundo lugar, la experiencia regional en este tema debe ser evaluada con detenimiento. Los primeros países sudamericanos en recurrir a esa táctica en el contexto de la "guerra contra las drogas" fueron Perú y Colombia. Las "victorias" proclamadas, en parte invocando el uso del derribo de aviones, han sido pírricas. Por ejemplo, por algunos años se argumentó el "triunfo" peruano de principios de los años 90. Fue evidente que por un tiempo se redujo el plantío de coca en Perú y se interrumpió el envío de pasta de coca a Colombia, donde usualmente era procesada y convertida en cocaína. Ello derivó en que Colombia aumentara su propia superficie de siembra de hoja de coca y desarrollara toda la cadena productiva -cultivo, procesamiento y tráfico- en su territorio. Los más recientes incrementos de erradicación de coca en Colombia llevaron a que, en los últimos años, el área cultivada de coca y su procesamiento creciera, otra vez, en Perú y Bolivia. Esto es lo que los especialistas llaman "efecto globo": se aprieta mucho al narcotráfico en un país, hay logros transitorios, el negocio aumenta en otro país y tiempo después retorna o se expande en nuevos ámbitos. El fenómeno de la coca no se entiende en el mundo andino si no se comprende la lógica del "efecto globo".
En tercer lugar, al tratar el tema del derribo de aviones escasamente se analiza el comportamiento de los barones de las drogas y sus organizaciones. Usualmente, suceden dos cosas: adaptan el transporte de las drogas y optan, temporalmente, por vías fluviales o terrestres y elevan su disposición a corromper e infiltrar a los cuerpos de seguridad. El crimen organizado es más flexible, innovador y sofisticado de lo que las autoridades suelen reconocer. Apuntar a un medio -una avioneta- en vez de a los protagonistas -los capos del narcotráfico- es una táctica casi pueril.
En cuarto lugar, derribar aviones no implica que no haya errores funestos. Algunos pueden ser, incluso inducidos por el propio narcotráfico: por ejemplo, saturar con desinformación para que el Estado termine abatiendo aviones que transportan personas y no mercancías ilegales. En otros casos, los pésimos protocolos de derribo llevan a tumbar aviones equivocados.
En quinto lugar, es importante examinar las políticas de derribo de aviones civiles de pares cercanos y de países que no tienen cultivo de sustancias ilegales, tales como coca o amapola. Es relevante destacar que esa táctica en nada ha cambiado la situación de consumo, violencia y tráfico en naciones como Brasil. Si el núcleo más crítico del asunto de los narcóticos y el avance del crimen organizado en ese país está en las favelas, el abatimiento de aviones es inútil como mecanismo para enfrentar ambos retos.
En sexto lugar, adoptar la táctica de derribo lleva, más temprano que tarde, a depender de Estados Unidos. La CIA, la DEA, el Comando Sur y el Pentágono pasan a ser actores clave en la política antidrogas de un país, y con ello se va perdiendo la diferencia y separación entre seguridad y defensa.
Finalmente, el derribo de aviones hace parte del arsenal represivo en la lucha contra las drogas; arsenal que ya ha probado ser ineficaz. Un muy reciente estudio muestra que a pesar de los ingentes recursos destinados al control de la oferta de drogas ilícitas, éstas tienen hoy precios más bajos y una pureza superior en comparación a la década de los años 90.
En síntesis, ¿tiene la Argentina un problema serio de drogas? Sí. Entonces, ¿es el derribo de aviones civiles una buena alternativa para ir superando ese problema? No.





COCAÍNA: DE AMÉRICA A EUROPA VÍA ÁFRICA

El Economista de México (www.eleconomista.com.mx)
                                                                   
En los últimos diez años, 30% de la cocaína que de Colombia, Perú y Bolivia va a Europa pasa por África occidental y España, que por su cercanía con las costas africanas se ha convertido en la zona clave para el arribo de esa droga al continente europeo, según un informe elaborado por la Comunidad de Policías de América (Ameripol).
El Análisis situacional del narcotráfico. Una perspectiva policial, realizado en colaboración con la Unión Europea (UE) indica, con todo, que el otro 70%de la cocaína que se introduce a Europa sigue la “tradicional” ruta marítima, que va de Sudamérica a diversos puertos europeos. Las Islas Canarias es ahora una de las más importantes puertas de entrada.
Los países de África a donde llega la cocaína, para después trasladarla a Europa, son Burkina Faso, Cabo Verde, Gambia, Ghana, Guinea-Bissau, Liberia, Costa de Marfil, Mali, Mauritania, Niger, Nigeria, Senegal, Sierra Leona y Togo.
Los narcotraficantes utilizan más unos que otros, dependiendo de la situación política que impere en ellos.
El informe presenta datos novedosos que prueban que los narcotraficantes están utilizando Argentina, Brasil y Venezuela como el “primer puente” para hacer los envíos a África, que luego llegan a Europa. La evidencia revela que España es el principal punto de entrada de la cocaína y la mariguana al continente europeo.
Las rutas más claramente identificadas son las que utilizan los narcotraficantes colombianos. Se ubican cinco de éstas.
Las tres tradicionales: la primera va del Caribe a Portugal y España.
La segunda va de Brasil o Venezuela a Cabo Verde y de ahí a las Islas Canarias y de ahí se distribuye a toda Europa.
La tercera va a distintos países de África occidental a España y de ahí se coloca en toda Europa.
Y ahora se han descubierto dos nuevas: la primera va de Sudamérica a África por el Canal de Suez y de ahí saca la droga por Sudáfrica y entra a Europa por Rumanía.
La segunda va también por el Canal de Suez y luego pasa por Turquía, Rumania, Bulgaria e Italia.
La Ameripol advierte que crece la cooperación entre las policías de América y Europa y que cada vez son más las incautaciones que se realizan en las fronteras de los países productores, que ascienden a unas 170 toneladas, de las 1,000 que ahora se producen anualmente.
El estudio también plantea que “cada vez hay más mercados, nuevas rutas, nuevas organizaciones delictivas que buscan socios y, sin la cooperación policial internacional conjunta, no se podrá dar una respuesta adecuada y firme a este fenómeno delictivo”.
El informe no se cuestiona el paradigma prohibicionista y punitivo, que ha fracasado. Queda claro que los narcotraficantes mexicanos son marginales en la introducción de cocaína a Europa. Les basta el amplio mercado de Estados Unidos.




PRO MUJER: MÁS QUE MICROFINANZAS
                                                                         
El sistema crediticio fundado en Bolivia en 1990 para el empoderamiento económico femenino es hoy un programa promotor de la conciencia y la salud de miles de trabajadoras latinoamericanas.

Milenio de México (www.milenio.com)

El patriarcado, con sus roles tradicionales de género, ha hecho que la mayoría de las mujeres del planeta dependan de los hombres haciéndolas vulnerables a la discriminación y por ende, a la pobreza y a la violencia. En Latinoamérica habitan 330 millones de mujeres de las que 200 millones viven en pobreza extrema, la mayoría de ellas trabaja sin reconocimiento o pago.
Hace 23 años, Lynne Patterson, una estadunidense especialista en educación temprana, junto con la psicóloga boliviana Carmen Velasco, formularon una plataforma de capacitación laboral y de liderazgo para un grupo de madres sin recursos de una zona periurbana cercana a la capital de Bolivia. Crearon reuniones para que las mujeres intercambiaran ideas, se apoyaran y dieran aliento. Con el tiempo, su programa se convirtió en Pro Mujer, organización que en Latinoamérica a ayudado a un millón 600 mil mujeres a volverse dueñas de su destino.
Sobre esta organización y sus acciones conversé con Lynne Patterson y con la regiomontana Leila Freedman, ahora Directora de Alianzas Estratégicas de Pro Mujer.
Cómo surgió Pro Mujer
Patterson relata que llegó a Bolivia con su marido, contratado para trabajar en La Paz como economista. UNICEF tenía organizados en ese país tres mil clubes de madres a través de los que se repartía alimento a niños menores de seis años. La psicóloga Carmen Velasco desarrollaba un programa de educación infantil para ellos. Lynne conoció a Carmen y decidieron irrumpir activamente en el ciclo perpetuo de pobreza y desigualdad entre los géneros.
Lynne cuenta sus dudas: ¿Qué hacer con estas mujeres?, ¿cómo presentarles información ya que carecían de educación formal? Estas consideraciones determinaron que debían implantar una metodología participativa para que las madres se "volvieran expertas en sus propias vidas".
Empezaron con cuatro clubes con cerca de 30 mujeres cada uno en la Ciudad El Alto. Cada semana se reunían con las madres en escuelas, jardines o casas, para que las mujeres pensaran y hablaran de sí mismas mientras encargaban a los niños con una cuidadora.
Lo primero fue hacer que las mujeres respondieran a la pregunta ¿quién soy yo? Lo que sucedió las dejó atónitas. "Nadie les había hecho antes esa petición". Hasta entonces, "siempre habían sido utilizadas como medio para otro fin". Por primera vez, se les pedía pensar en sus propias vidas. Hacerlo, les hizo darse cuenta que no habían tenido oportunidades para desarrollar sus propias destrezas. Lloraban recordando que cuando sus hermanos se iban a la escuela, ellas se quedaban en casa ayudando a sus madres en los quehaceres del hogar.
Las conversaciones llevaron al establecimiento de metas propias, al conocimiento de sus derechos y a soñar en quiénes querían ser y cómo debían cambiar la crianza de sus hijas. "Ese fue y es el motor de Pro Mujer. Después de 23 años, yo creo que ahora vemos un cambio generacional".
Patterson comenta que después de seis meses de pláticas, ellas expresaron su deseo de ganarse la vida. Pero no estaban capacitadas para trabajar y aún si lo hubieran estado, no existían empleos disponibles. La solución fue ayudarlas a crear negocios propios. Por esta razón integraron a las reuniones un programa de capacitación enfocado en la independencia económica, además de un sistema de pequeños préstamos. "Otorgar préstamos y créditos en lugar de donaciones de alimento fue un gran acierto. Al empezar a crear negocios que producían ingreso, al ganar dinero, las mujeres dejaban de ser dependientes e iban mejorando su autoestima".
Para otorgar préstamos, Lynne y Carmen se vieron en la necesidad de adquirir fondos y convertir el programa de ayuda en una organización formal que nombraron Pro Mujer y que registraron en Washington. Adquirieron dinero de los gobiernos de Bolivia y Estados Unidos y luego de instituciones privadas de varios países.
Dado que las mujeres que acudían a la organización eran tan pobres que no tenían ninguna pertenencia que sirviera de aval, adoptaron la metodología de Yanus. Lynne especifica: "Los pagos de los préstamos se garantizaban con su propio trabajo y en forma comunal". Es decir, aunque los préstamos eran individuales, cuando una mujer no podía hacer un pago, su grupo le cubría la diferencia.
Este sistema, aclara Lynne, se sigue usando en Pro Mujer porque funciona: protege a las mujeres de pérdidas. Cabe mencionar que también protege de pérdidas a la organización. Pero Patterson subraya que aún más importante es que "hace a las mujeres responsables" y "el asegurar que los préstamos se paguen entre ellas, comunalmente, promueve la solidaridad del grupo". Las consecuencias son profundas.
Cuando empezaron a dar préstamos, los problemas de salud de las mujeres se interponían en sus esfuerzos para generar ingresos y cuidar a los hijos. Para sobrepasar este obstáculo, hicieron que el centro de superación personal y financiero funcionara también como un lugar de atención médica y de impartición de talleres sobre salud.
Intentaron formar alianzas con las agencias de salud pero fue "decepcionante: los servicios públicos eran malos, mal atendidos, había discriminación". Por eso, decidieron dar servicios de salud en sus centros ofreciendo consultas con servicios básicos de salud reproductiva. "Las mujeres estuvieron encantadas, porque los médicos de Pro Mujer las trataban muy bien, no las maltrataban por ser indígenas". Hoy, Pro Mujer incluye la detección de diabetes, hipertensión, obesidad y cáncer de mama y cervicouterino.
Con algunas variaciones de acuerdo a las necesidades de cada comunidad, los talleres de capacitación personal, financiera y de salud, el sistema de préstamos y las clínicas de salud, que fueron establecidos por Patterson y Velasco, se replicaron en Nicaragua, Perú, México y Argentina.
Un paréntesis: la organización ha tenido algunos clientes hombres. Sin embargo, se dieron cuenta que, con ellos, los grupos no funcionaban. Hoy son menos de 5 por ciento. Freedman señala que "hubo alguno que aprendió algo pero querían controlar todo. Es demasiado difícil tratar de disolver el machismo y además nuestra misión siempre ha sido empoderar a la mujer. Lo que hemos buscado es compensar siglos de discriminación".
Señala que ayudar a mujeres, en lugar de a los hombres, tiene grandes ventajas. Invertir en la mujer tiene un impacto enorme en la familia y en la comunidad. "Y es que la mujer no se escapa, no abandona, se queda con la familia. Si ayudas a la mujer, ella se convierte en agente de cambio. Los estudios demuestran que las mujeres reinvierten la mayor parte de su ingreso en sus familias y se vuelven modelos a seguir para sus hijas". Cuando las mujeres prosperan, toda la sociedad se beneficia y el beneficio es duradero.
Pro Mujer hoy
Hoy existen 25 mil 845 Centros Pro Mujer en cinco países. En cada centro se reúnen varios grupos de mujeres. Al principio, se congregan semanalmente y dependiendo de la capacitación adquirida y los montos de los préstamos, poco a poco con menos frecuencia. Freedman explica que cuando se inicia un grupo, todas las integrantes reciben el mismo monto. Con el tiempo, el monto del préstamo varía de acuerdo a la historia crediticia de cada persona.
Lynne dice que las señoras llegan con mucho miedo. Después de pasar por varias reuniones, empiezan a saber expresarse, a conocerse y a adquirir destrezas. Se les presta dinero. Lo invierten en un negocio. Aprenden a pagar a tiempo, a calibrar la competencia. Con el apoyo de su grupo, hacen que su negocio crezca. "Esta es 'la escuela', 'la universidad' de Pro Mujer. El proceso culmina cuando "las clientas se puedan graduar para la inclusión financiera y son 'elegibles' para un préstamo de la banca formal".
Cada grupo elije su nombre. Sus nombres son reveladores. Uno se llama Las Poderosas, otro Las Divas, un tercero, Esperanza. Cada grupo elige a una presidenta, una secretaria y una tesorera. Las posiciones se rotan para que todas las integrantes tengan oportunidad de desarrollar destrezas de liderazgo y comunicación y para que el grupo se vuelva solidario y se apoyen mutuamente.
El apoyo grupal es "un asunto clave para la metodología de la organización, ellas mismas van animándose, apoyándose y dándose cuenta de que no están solas. "Creemos que el impacto es enorme. La mujer cambia la manera de verse a sí misma. "Deja de ser una persona pasiva". Se transforma en "una mujer que toma control de su vida". Son mujeres que no solo están siendo productivas, también adquieren orgullo, valor y confianza en sí mismas; no van a permitir abusos de sus maridos ni de su comunidad.
A propósito, Patterson revela que en algunos grupos han sacado a los esposos abusivos, diciendo "no aceptamos eso". "Ser parte de un grupo cambia a las mujeres porque saben que tienen el apoyo de fuera. El grupo las fortalece. Es un (fenómeno) poderoso. Impacta en la mujer y su grupo, en sus familias y comunidades.
Aunque guiadas por asesores, las mujeres toman todas las decisiones. Freedman dice: "El asesor es un facilitador, interviene si hay complicaciones, es un mentor". De los dos mil empleados de Pro Mujer, 80 por ciento son mujeres y 13 por ciento fueron antes clientas de la empresa. Es decir, muchas empleadas y clientas son la misma gente. Además, comparten la misma misión. Por eso, es fácil que las empleadas se identifiquen con los obstáculos de las clientas y que las clientas vean a las empleadas como modelos a seguir. Leila agrega que al emplear clientas graduadas "Pro Mujer genera empleos en las mismas comunidades en las que opera".
Freedman comenta algo curioso: "Aunque algunas mujeres ya puedan ir a Bancomer, piden un prestamito de 500 pesos porque quieren seguir con Pro Mujer, pues así continúan recibiendo capacitación y servicios de salud. Ahora a esas mujeres, en lugar de darles préstamos comunales, les ofrecen préstamos individuales.
Patterson explica que este fenómeno está permitiendo expandir y mejorar los servicios de Pro Mujer. Por ejemplo, en este momento "queremos ofrecer servicios de ahorro, préstamos de diferentes tipos y seguro de salud".
Freedman indica que en Nicaragua y Perú ya está ofreciendo un seguro de salud que cuesta dos dólares al mes y que la gran ventaja de Pro Mujer es que tiene una plataforma de distribución pulverizada muy amplia. "Somos como la Coca-Cola, estamos en todos los rincones, en todos los pueblitos, en todas los lugares donde un banco como Bancomer o empresas de micro finanzas más grandes que nosotros nunca van a querer llegar. Como tenemos presencia regional en cinco países, sirviendo a más de un cuarto de millón de mujeres, muchas corporaciones quieren tener alianzas con nosotros".
El futuro de Pro Mujer
Desde hace cinco años, Pro Mujer está dirigida por la mexicana Rosario Pérez. Su experiencia de más de 20 años en puestos de liderazgo en la banca privada, que culminó con la dirección de la División de América Latina de J.P. Morgan/ Chase, está siendo fundamental para Pro Mujer. Razona que las habilidades de Pérez como líder corporativa y financiera están permitiendo sistematizar, unificar y uniformar los programas de la organización volviendo más eficiente y extensa la oferta de servicios tecnológicos, de recursos humanos, de comunicación y de salud.
Cuando le pregunto a Lynne sobre las nuevas iniciativas de Pro Mujer, platica que sus nuevas alianzas con Plaza Sésamo y la Clínica Mayo fueron anunciadas en la última Conferencia de Clinton Global Initiative celebrada en septiembre. "Nosotros tenemos clientas leales que confían en nosotros. Esta posición nos permite cambiar su comportamiento y lo que ellas les enseñan a sus hijos. Plaza Sésamo es una organización experta en crear mensajes sociales. Unidos creamos una campaña que fomenta tomar agua en lugar de refrescos". Se trata de un asunto de importancia ya que Pro Mujer ha detectado que más de 53 por ciento de sus integrantes en Nicaragua y en México son obesas.
Sobre la alianza con la Clínica Mayo, Lynne dice que permitirá hacer diagnósticos a distancia, posibilitando que los médicos de Pro Mujer reciban la información más avanzada para tratar a las clientas. Considera que estas y futuras alianzas harán que Pro Mujer se vuelva intermediaria entre el mundo moderno y el mundo de las mujeres a las que presta servicios.
Una de cada tres mujeres latinoamericanas ha sido víctima de la violencia física y 16 por ciento de la violencia sexual. En ese contexto, Pro Mujer es una iniciativa crucial: ha proporcionado sus servicios a más de un millón 600 mil mujeres y a sus seis millones 400 mil familiares. En este momento, Pro Mujer atiende a 270 mil clientas. Puede verse perfiles de algunas de las más exitosas en Youtube. Ojalá siga difundiendo el bienestar. (www.milenio.com)





LA BOLIVIANITA, UNA VALIOSA GEMA DESCONOCIDA EN SU PAÍS

RPP de Perú (www.rpp.com.pe)

La “Bolivianita” es una valiosa gema oriunda de Bolivia, y aunque es casi desconocida en el país altiplánico, ya ha conquistado el mercado externo y causa sensación en el mundo.
Se trata de una piedra semipreciosa que resulta de una fusión de la amatista con el citrino, cuyos colores abarcan una gama que va del amarillo al violeta y que se extrae de yacimientos de Santa Cruz, en el oriente, y Tarija, en los valles del sur bolivianos.
Un quilate de la "Bolivianita" en el mercado local cuesta dos dólares, pero su precio se quintuplica en el exterior, según Rodolfo Meyer, dueño de la mayor empresa exportadora del rubro.
Por ahora, los principales mercados de exportación de la "Bolivianita", según Meyer, son Estados Unidos, Francia, Italia y algunos países del Asia.
Aunque pocos conocen de ella, la "Bolivianita" actualmente es una "gema emblemática" de la "identidad boliviana en el mundo", según una ley promulgada en ese país en enero de 2009.
La norma declaró de "interés nacional" su industrialización y prohibió por el lapso de diez años su exportación "ya sea en bruto, martillada, aserrada y/o preformada, pudiendo exportarse solamente como gema tallada”.
Según relata Infobae.com,  el presidente boliviano, Evo Morales, le obsequió unas joyas con esa piedra a su par argentina, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien recomendó a las mujeres del mundo comprar joyas elaboradas por artesanos bolivianos.
"Así que, mujeres del mundo, ya saben dónde encontrar algo tan bello, hecho además por orfebres, plateros y por talladores de gemas bolivianos, mano de obra latinoamericana para Latinoamérica y para el mundo", señaló la mandataria.
En tanto, en el mercado boliviano, la expansión de “la Bolivianita” comenzó con la incorporación de la gema en el atuendo de grupos de danza folklórica que participan en fiestas religiosas como la del Señor del Gran Poder, en una de las zonas más populares de  La Paz.





SOBERANÍA Y RECURSOS NATURALES
                                                                                                                                         
¿Es posible aprovechar los recursos propios sin recurrir a la inversión extranjera? ¿Cómo se debe resolver la tensión entre desarrollo nacional y preservación del medio ambiente? Los especialistas reflexionan sobre el tema a partir del caso argentino.

Página 12 de Argentina (www.pagina12.com.ar)
                                
Apostar por el Estado
Las luchas y debates en pos de la soberanía atraviesan toda nuestra historia como nación. El control sobre el territorio –atributo fundamental para el ejercicio del poder por parte del pueblo–, sobre esa “realidad física producida socialmente”, resulta condición necesaria para la acción plena de la soberanía política. Los años recientes han revivido estos debates. Los conflictos en torno de la actividad minera, la explotación hidrocarburífera y el avance de la frontera agropecuaria son sólo algunas de sus expresiones. A partir de ellas, frecuentemente se cuestiona al Estado sobre sus acciones, a las que se considera parciales, equívocas y a mitad de camino hacia lo deseable. No obstante el deseo, la realidad suele imponer otras condiciones.
Sería iluso pretender que cualquier proceso político, social y democrático pudiera cambiar de la noche a la mañana, realidades tan profundas como aquellas vinculadas con el ambiente y nuestros recursos, arraigadas en nuestro acervo cultural y en algunos casos amañadas de una institucionalidad reflejo de otros tiempos. La política exige más que el mero ejercicio de la voluntad. Como bien enseña nuestra historia, los procesos de cambio y transformación necesitan como condición modificar la correlación de fuerzas que sostiene el esquema a cambiar. Acumular políticamente en el sentido a impulsar. Esto genera resistencia de los poderes fácticos beneficiados de la situación actual, pero también de un conjunto más amplio y heterogéneo de nuestra población, el cual a veces no se moviliza por un interés material directo, pero se ve influenciado por otro que sí. La referencia en este sentido bien puede ser el conflicto con las patronales agropecuarias en 2008.
Bien vale aquí una digresión al respecto: si la disputa por el control de un pequeño margen de la renta extraordinaria del sector agropecuario puso en jaque la gobernabilidad del país, ¿qué hubiera sucedido si discutíamos con mayor profundidad el modelo productivo del agro? ¿Quiénes hubieran acompañado al Estado en esa disputa?
El acuerdo entre YPF y Chevrón bien puede servir de ejemplo actual. En el contexto de un país aún en reconstrucción, con problemas en el sector externo para generar las divisas necesarias, sin acceso al crédito internacional para conseguirlas, con desafíos para aumentar la oferta energética, tomando en cuenta que al momento de la nacionalización de YPF se tomó una empresa descapitalizada, con producción declinante y nula inversión, resulta más que claro que necesitamos “socios capitalistas” (tal vez no los “ideales” soñados sino los reales posibles). Si agregamos a la ecuación el desarrollo potencial de una técnica relativamente nueva en la producción, necesitamos además un socio que sepa y tenga experiencia. Esto deja fuera a la gran mayoría de las petroleras latinoamericanas, y a buena parte del resto. La asociación contempla un “clúster” de sólo 20 km2 (expansible a 300 km2 en una segunda etapa, sobre los 30.000 km2 que tiene aproximadamente la formación Vaca Muerta). El acuerdo es en partes iguales entre ambas empresas, quedando el control operativo en manos de YPF. ¿Puede aún sostenerse que el acuerdo YPF-Chevron es una entrega de soberanía? ¿Cuán soberano puede ser un país periférico que no alcanza el autoabastecimiento energético?
Sin embargo, aún quedan pendientes algunos interrogantes vinculados con lo ambiental. Más allá del debate sobre el proceso de fractura hidráulica y sus implicancias –lo cual excede los límites de este artículo–, vale destacar que YPF debe esmerarse en mejorar la performance de la actividad petrolera en el norte de la Patagonia, donde aún existen reclamos por los impactos de explotaciones convencionales pasadas, y disputas por el territorio aún no zanjadas con las comunidades originarias. En el conflicto y las respuestas que provoca, se juega la profundización de las transformaciones en curso.
La apuesta debe ser con el Estado y no contra él. En materia ambiental, el Estado debe recuperar su rol como garante principal del bien común, sabiendo que existen transformaciones pendientes para desandar la trama neoliberal y tejer definitivamente una nueva sociedad, un nuevo país y una nueva región.
La pregunta latente resuena sobre lo hecho y lo irresuelto en la construcción de una política soberana sobre los recursos naturales de cuño popular, que exprese los cambios, las transformaciones y las tensiones de la Argentina reciente. Ampliar las fronteras de lo público, profundizar la reforma y centralidad del Estado, ahondar las transformaciones de nuestra matriz productiva en la búsqueda de mayor valor agregado, redoblar esfuerzos en función de desterrar una mentalidad colonial y colonizada que se resiste a darse por vencida en estas latitudes bien pueden formar parte de la agenda presente y futura.
El litio sudamericano
Los salares de Argentina, Bolivia y Chile concentran más del 80 por ciento de las reservas mundiales de litio en salmueras, factor clave de una nueva generación de baterías eléctricas demandadas por la industria transnacional electrónica y automotriz. ¿Estamos condenados al modelo de concesiones para la producción de commodities o existe la posibilidad de iniciar en la región un proceso de industrialización soberano al servicio de un nuevo esquema energético sustentable?
Este problema requiere considerar la política global de provisión de insumos estratégicos por parte de las industrias transnacionales y sus estados de origen. A esto se refirió la semana pasada Mónica Bruckmann –asesora de la Secretaría General de Unasur– en el seminario “ABC del Litio Sudamericano”, realizado por el Programa Ambiental de la Universidad Nacional de Quilmes, dirigido por Miguel Lacabana, y el Centro Cultural de la Cooperación. Con una contundente base documental, advirtió sobre la dependencia de Estados Unidos respecto de la provisión de minerales estratégicos y su consecuente política de seguridad nacional con que se autoadjudica “el derecho de actuar unilateralmente” para “mantener el acceso a las materias primas” (U. S. National Security Strategy, 2010). La forma en que cada país responde históricamente a esta presión, sin embargo, depende tanto de factores sociopolíticos como técnico-económicos.
Dueño de la segunda reserva mundial de litio (6,3 millones de toneladas), Chile fue el primero en establecer acuerdos con la industria química norteamericana. En 1979 el gobierno de Pinochet otorgó a la Foote Minerals of America (actual Chemetall) un 10 por ciento del salar de Atacama, donde comenzó en 1984 la producción de carbonato de litio más importante y de menor costo del mundo. Sumado a los contratos adjudicados en 1993 a la SQM (empresa pública privatizada), Chile pasó a ser el principal exportador mundial de litio (40.000 t/año). Finalmente, en junio de 2012 el gobierno de Piñera eliminó la última barrera proteccionista, ofreciendo en licitación Contratos Especiales de Operación del Litio (CEOL), a cambio de regalías mensuales del 7 por ciento. Sin embargo, una serie de irregularidades en la licitación impidió hasta el momento el avance de este tipo de contratos.
En la Argentina, por otra parte, la Comisión Nacional de Energía Atómica y la Dirección General de Fabricaciones Militares exploraron las principales cuencas salinas de la Puna durante los años ’60 y ’70. En 1993, sin embargo, la provincia de Catamarca adjudicó su Salar del Hombre Muerto (parte de la tercera reserva mundial, calculada en 4,6 millones de toneladas) a la norteamericana FMC Lithium, poco antes de la Ley de Inversiones Mineras (N 24.196) y de la reforma de la Constitución Nacional que transfirió los recursos naturales a los gobiernos provinciales. Desde 1998 Minera del Altiplano S. A., subsidiaria de FMC, es la cuarta productora mundial de litio. En la actualidad, Catamarca, Salta y Jujuy concentran cerca de 20 proyectos de litio, potasio y boro, en muchos casos directamente vinculados a automotrices como Toyota, Mitsubishi y Bolloré. Desde 2011, no obstante, las políticas del desarrollismo impulsan una serie de proyectos de investigación y desarrollo de acumuladores electroquímicos, aunque desvinculados de la producción primaria, destinada totalmente a la exportación de commodities.
En Bolivia, por último –dueña de la principal reserva mundial de litio (10,2 millones de toneladas)–, todos los intentos por concesionar el salar de Uyuni durante los años ’80 y ’90 fueron rechazados por movilizaciones sociales y fuertes cuestionamientos públicos. En 1993 la norteamericana FMC debió renunciar al contrato firmado con el gobierno boliviano y concentrarse en el proyecto alternativo sobre la Puna argentina. En 2007, sin embargo, el gobierno de Evo Morales declaró la reserva fiscal sobre todo el territorio nacional y al año siguiente creó una empresa estatal para la Industrialización de los Recursos Evaporíticos del Salar de Uyuni. El plan estatal contempla a mediano plazo la producción de carbonato de litio y cloruro de potasio, y a largo plazo la producción de baterías de ion-litio. Sólo en este último caso permite asociaciones con el sector privado para transferencia tecnológica, siempre y cuando no comprometa la soberanía sobre los recursos evaporíticos del salar.
A pesar de las limitaciones técnico-económicas para el avance de las energías renovables agravadas por la urbanización asiática, la revolución tecnológica en baterías de litio impulsada por las instituciones de CyT de los países centrales nos obliga a considerar una estrategia regional alternativa a la concesión de los recursos para la exportación de commodities destinados a abastecer lejanos desarrollos industriales. La propiedad pública de los bienes naturales comunes emerge así como condición de posibilidad para una política soberana de industrialización del litio al servicio de un nuevo esquema energético sustentable en América latina.




MODELO PARA ARMAR

Atención, Cristina Fernández de Kirchner, Rafael Correa, Nicolás Maduro, Ricardo Martinelli, Daniel Ortega y Evo Morales: el actual presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, acaba de anunciar que se presentará a la reelección para un segundo periodo de gobierno en el marco de lo previsto por la Constitución de su país.

ABC de Paraguay (www.abc.com.py)
                                                        
Lo que les debería resultar interesante a los nombrados, y quizás hasta de ejemplo y como un modelo a seguir, es el hecho de que a partir de ahora y hasta el 25 de mayo del 2014, día de las elecciones, Santos no podrá asistir a actos de inauguraciones de obras públicas, entregar personalmente recursos o bienes estatales, referirse a los demás equipos políticos en sus apariciones como jefe de Estado ni usar imágenes y consignas de su campaña en la publicidad de Gobierno.
Salvo lo que tenga que ver estrictamente con la seguridad personal, también le está prohibida la utilización de bienes del Estado en actos de campaña.
Y nuevamente atención, tampoco le está permitida la interrupción de la programación radial y televisiva para dar discursos presidenciales, ni dirigir programas y medios de información o usar canales institucionales para divulgar hechos de gobierno.
Y todo esto, como lo destacó en forma enfática el propio ministro del Interior colombiano, Aurelio Iragorri, porque así lo dispone la Ley de Garantías Electorales que regula en dicho país los términos de participación en política de un presidente como candidato.
La ley no prevé –quizás a ninguno los legisladores que actuaron en su momento se les pasó por la cabeza semejantes eventualidades– prohibir la distribución de la publicidad oficial beneficiando a los medios amigos o el otorgamiento a estos de otros tipos de apoyos materiales directos o indirectos (ver Cristina, Maduro, Ortega, Evo), el uso “a piacere” y en exclusivo de las cadenas nacionales por el candidato presidente y sus ministros (ver Maduro, Correa, Cristina, Ortega, Evo) o regalar aparatos electrónicos a “los más pobres” como en Argentina o Venezuela, o conceder aumentos y beneficios especiales, directos o disfrazados, al acercarse las elecciones.
Tampoco previeron prohibir que el presidente candidato insulte, difame y calumnie a los candidatos y miembros de la oposición y a la prensa independiente o no adicta al gobierno (ver Cristina, Martinelli, Maduro, Evo, Ortega , Correa).
No se pensó en impedir expresamente todo intento de controlar y censurar y hasta prohibir entrevistas periodísticas a los candidatos opositores como lo hizo Correa en Ecuador, ni las “inhabilitaciones” de políticos de la oposición (Venezuela, Ecuador, Bolivia), ni tampoco en establecer leyes de prensa o de medios y aplicar mecanismos fiscales y hasta judiciales para amordazar a la prensa independiente, o para apoderarse directamente de los medios de información, desde el Estado o a través de amigos y testaferros (ver Argentina, Panamá, Venezuela, Nicaragua, Ecuador).
¿Habrá alguna esperanza de que todos o alguno de ellos opte por el modelo colombiano? Como diría el presidente uruguayo, José Mujica: “difícil que el chancho chifle”.
Ya como que están demasiado acostumbrados.
Según el ministro colombiano Iragorri, la ley “está diseñada para guiar el ejercicio transparente y equitativo de la democracia”.
En buen romance: lo que se persigue es impedir el fraude previo a las elecciones. Una forma de fraude electoral flagrante que en los últimos tiempos ha proliferado en la región, amparada por personajes e instituciones cómplices e hipócritas que hablan de elecciones limpias, transparentes y libres.
¿No se podrán incluir algunos artículos de esta ley colombiana en la Carta Democrática Interamericana? Por lo menos como un recurso para no amontonar a todos en la misma bolsa y empezar a llamar a las cosas por su nombre.





“WIRACOCHA: EL CÓDIGO EN TIWANAKU Y MACHU PICCHU”

Los Andes de Perú (www.losandes.com.pe)
                                                 
Julio C. Tello en su libro “Wirakocha” (1932), ya señala que la cultura andina tiene una continuidad en cuanto a su ideología, con base al felino, esto lo podemos observar en los diferentes restos que hemos heredado de estas culturas, como Chavín, Paracas, Pukará, Tiwanaku e Inca. En la actualidad estudiosos modernos también acompañan esta teoría.
En los últimos años, escritores latinoamericanos (arqueólogos, antropólogos, historiadores), han relievado una característica peculiar del pensamiento andino, como es la dualidad y la cuatripartición. Asimismo, a través de la moderna disciplina “Historia del Arte” se empieza a conocer que muchas muestras de arte que nos han dejado las culturas originarias como en pinturas, esculturas, tienen una lectura, un mensaje, como lo ha realizado y demostrado la Dra. Iliana Godoy con la Cultura Azteca en su libro “Pensamiento en piedra”.
En 1988, Ricardo Bardales, ingeniero agrícola, docente universitario y aficionado a la fotografía, en una de sus visitas a Tiwanaku - Bolivia, con la finalidad de tomar fotografías en Tiwanaku y específicamente en la “Puerta del Sol”, para un libro de fotografías que tenía planificado publicar: “Wirakocha: entre Tiwanaku y Machu Picchu”, en una circunstancia de la causalidad y no la casualidad, acompañada de la llamada habilidad de serendípia (descubrimiento inesperado gracias a una actitud flexible hacia lo nuevo, hacia el valor de lo imprevisto) encuentra un rostro antropofelino (hombre-felino) desplegado, dual e invertido, con efecto seudoestereoscópico o seudoscópico (efecto visual que en el mundo occidental se le ha llamado falsa tercera dimensión), es decir que al invertir la imagen, el alto relieve se convierte en bajo relieve y viceversa y cambia la imagen. Esta modalidad de percibir la imagen con doble propósito le genera una inquietud especial, el afán por conocer su origen, su significado y la veracidad de la misma. Aquí es de resaltar, el conocimiento que tenía el ingeniero Ricardo Bardales de este efecto seudoscópico, ya lo había visto en la universidad cuando en el curso de Fotointerpretación le explicaron este efecto con las fotografías aéreas.
El Ing. Bardales decide seguir indagando sobre este tema paralelamente a sus actividades de docencia en la Universidad del Altiplano. Para tomar la decisión final de investigar hace consultas a especialistas de Perú y Bolivia, algunos lo motivan para seguir con esta investigación y hay otros con grandes títulos académicos pero mentalidades que las podemos llamar “cuadriculadas” con un pensamiento marcadamente occidental, que no llegan a comprender y no creen en la idea de que la figura ha sido realmente hecha ex profeso, entre otros factores por no haber tenido muestras semejantes y estar ajenos a la cultura andina.
Transcurrieron diez años, en cuyo lapso y luego de profusa investigación, con todas las fuentes bibliográficas posibles de Perú, Bolivia, Argentina, Chile, Colombia, México y otros países, visitas a diferentes museos y centros arqueológicos llega a encontrar diversos conocimientos iconográficos e iconológicos inverosímiles y todo ello a partir del efecto del reflejo de un rostro oculto en la Puerta del Sol.
Ahora podemos señalar que los sacerdotes y gobernantes de Tiwanaku, en su época de máximo esplendor dispusieron la construcción de un monumento en piedra que expresara con su propio sistema de lectura su ideología mágico-religiosa vinculado con la astrología, su religión y su cosmovisión.
Lo primero que se detectó al ver la fotografía de la parte central de la puerta del Sol fue dos medios rostros invertidos, que al unirlos aparecía un rostro antropofelino. La primera pregunta que surgió fue ¿Es verídica esta figura? ¿A quién corresponde esta figura? ¿Habían antecedentes en representar figuras desplegadas e invertidas?
Si la imagen dual e invertida es real, viendo la imagen central de la Puerta del Sol podríamos señalar que el personaje central de la “Puerta del Sol” el llamado “Señor de los Cetros”, está enmascarado y su verdadero rostro está oculto, se encuentra desplegado e invertido y corresponde a un antropofelino. Su diseño está vinculado con el efecto “espejo” y efectivamente para verlo hay que hacer uso de un espejo de agua, recurso muy utilizado en la época precolombina, especialmente para observar los astros y determinar fechas importantes.
ANTECEDENTES ICONOGRÁFICOS
Siguiendo las investigaciones, el Ing. Bardales llega a determinar que la figura invertida del “Señor de los Cetros” en tercera dimensión, composición de estos dos medios rostros duales e invertidos no es una figura aislada en el proceso histórico del territorio andino, encuentra que tiene una tradición ideológica sagrada vinculada con la dualidad, el mundo de arriba y el mundo de abajo, que viene desde miles de años, habiendo encontrado muestras evidentes de este pensamiento, con similares características en su representación, como la Estela de Raimondi de la cultura Chavín (Áncash) donde apreciamos que al girar la imagen en 180º observamos nuevos rostros, es decir la diseñaron también para verlas con doble propósito, lo que se le denomina efecto anatrópico.
Bardales, al seguir indagando sobre estos fenómenos iconográficos, encuentra otra muestra interesante en los tejidos Paracas, el “pescador antropofelino”, que en una posición se encuentra parado con un adorno en la cabeza, y que al girarlo en 180º cambia la fisonomía de la figura apareciendo un personaje boca abajo ahora con un gran rostro de felino con la boca abierta.
Una tercera muestra clave con similar pensamiento de la dualidad y efecto espejo la detecta en la cultura Pukará, en la Estela de Arapa-Rayo ( una parte se encuentra en la Iglesia de Arapa y la base de esta escultura está en el museo de Tiwanaku), donde se han diseñado cinco paños con dibujos geométricos y en el reverso se encuentran las mismas cinco figuras pero en posición invertida. En uno de los paños podemos observar un rostro de felino geométrico y su correspondiente efecto espejo, es decir que en la misma figura se ha diseñado la figura y su espejo, es decir se observan las dos figuras sin necesidad de verlo en un espejo de agua ni de dar la vuelta en 180º.
REPRESENTACIONES POST TIWANAKU
A partir de esta nueva lectura encontrada en el diseño de la Puerta del Sol, en la que se ubica el rostro dual, desplegado, se llega a determinar que existe una composición modular con presencia de otros símbolos sagrados, es decir el medio rostro (antropofelino), el escalonado, el espiral y la diagonal, localizados en dos rectángulos simétricos.
El medio rostro “lagrimón”, presumiblemente es el dios andino Wirakocha, el escalonado son los tres niveles de las escaleras laterales del podium donde se ubica el “Señor de los Cetros”, el espiral se constituye en el “germen” que aparece al interior de un recipiente cuadrado del Podium. La diagonal es la división de los espacios entre el medio rostro y estos dos símbolos.
Esta misma composición modular la encuentra Bardales en un tejido Wari-Tiwanaku, manteniendo su ubicación de cada uno de los símbolos pero cambiando la ubicación de los submódulos, seguramente con el fin de ocultar de alguna forma el origen de su diseño. El haber hallado esta composición en un tejido estaba convalidando y avalando indiscutiblemente la veracidad del rostro antropofelino dual e invertido hallado en la Puerta del Sol.
Lo impresionante de esta secuencia iconográfica que se va encontrando no sólo queda aquí, sino que Bardales encuentra la composición submodular de la Puerta del Sol (tercera dimensión) y del tejido Huari-Tiwanaku (dos dimensiones) en un complejo arquitectónico (tercera dimensión) en el centro de Machu Picchu, llamado Palacio Real o Templo del Sol. Mirando frontalmente el monumento se tiene la diagonal que es el diseño del ingreso al mausoleo, el signo escalonado labrado, al lado derecho y a su costado la doble espiral. Lo que faltaba era el rostro…Un solsticio de verano del año 2007 Bardales visita Machu Picchu para indagar si existía el símbolo pendiente, es decir el rostro, para completar Código Wiracocha, lo encontrado en la Puerta del Sol y el tejido de Huari-Tiwanaku; al tomar las fotografías siguiendo las características que utilizaban los pre incas e Incas para mirar las figuras en sus estelas, es decir con la iluminación solar tangencial…grande, muy grande fue la sorpresa, cuando al revelar las fotos verifica no sólo un rostro, eran dos rostros superpuestos, uno con ojos humanos y el otro con ojos felinos.
La “cosa” no quedó ahí… existía una curiosidad especial por indagar la roca superior que era “abrazada” y protegida por el torreón; lo primero visible que identificó Bardales fue un labrado del signo escalonado con tres niveles a la izquierda de su ingreso, Bardales la relacionó con la composición submodular de la Puerta del Sol y empezó a tomar fotografías desde la parte del frente y superior, donde existen hasta tres niveles con ventanas y hasta un balcón.
Grata fue su sorpresa cuando al hacer el ejercicio de la seudoscopía, ubica el rostro dual e invertido de la Puerta del Sol, es decir al voltear la fotografia encuentra los rostros superpuestos, uno con rostro antropomorfo y el otro con rostro antropofelino.
Es decir, en este complejo arquitectónico se encuentra esta composición en dos niveles, por un lado la vista vertical, donde se observa la pared curva del torreón, el signo escalonado, la diagonal y el rostro dual y por otro la vista horizontal en la que se observa la espiral, el escalonado, la diagonal y los rostros duales. Aquí aparece la interrogante: ¿A quienes pertenecen estos rostros?.
A MANERA DE CONCLUSIONES
Al encontrarse el código de Wirakocha tanto en la Puerta del Sol de Tiwanaku como en Machu Pichu - Incas, podemos deducir que existe una relación muy estrecha y en este caso en la representación de su pensamiento y su religión son similares, lo que nos estaría indicando que los Incas preceden de Tiwanaku y la máxima deidad se conservó y fue Wirakocha para ambas culturas. Lo que ahora podríamos señalar que estamos cada vez más cerca a que la leyenda de Manco Cápac y Mama Occllo se convierta en historia.
Si los símbolos sagrados de los Tiwanakotas encontrados en una estructura muy especial como la “Puerta del Sol” también las encontramos en Machu Picchu, símbolo máximo de los Incas, podemos señalar que ambas iconografías en su concepción tuvieron una cosmovisión semejante: Dejar en la piedra un mensaje para la eternidad, con un significado muy especial: el Código de Wirakocha, metafísicamente podríamos señalar que fueron resguardados por manos ocultas de las campañas de idolatrías en la época colonial.
Con el rastreo sobre la iconografía de nuestro maravilloso pasado histórico en Chavín, Paracas, Pukará, Tiahuanacu, Huari e Inca; en esta última, en una de las siete maravillas del mundo: Machu Picchu, se llega a la conclusión que existen antecedentes convincentes para señalar que hay una continuidad en el pensamiento religioso y la cosmovisión, vinculada con el felino, la dualidad y los simbolos del “Código Wirakocha” en el mundo andino, inclusive otras culturas como Caral, Recuay, Nazca, Moche, Mochica, otros.
También se comprueba que Machu Picchu por la peculiar planificación física, en una geografía difícil y el Palacio Real donde se ubica el llamado mausoleo y el torreón, se constituye en el templo de Wirakocha y ello debió ser el gran motivo de la construcción de Machu Picchu por parte del noveno inca Pachacútec, hijo del inca Wirakocha, quien toma el nombre del dios Wirakocha y le imparte la doctrina de este dios. Esto es avalado por las crónicas que señalan que Pachacútec para vencer a los chancas tuvo el apoyo del dios Wirakocha y lo favorece, es así que Pachacútec en el diseño de los rostros pone el del dios Wirakocha como el “Sol de Soles” o el “Sol Viejo” (solsticio de verano) y el suyo propio como el “Sol Joven” o “Sol Hijo” (Solsticio de invierno), convalidándose por la presencia de las dos ventanas en el torreón y que dejan ingresar el sol en los dos solsticios.
Ahora queda una gran tarea, la de descifrar el significado del mensaje que nos han querido dejar, estas grandes culturas de América y el mundo, que sin duda encierra el pensamiento andino.
Haciendo un esfuerzo de interpretación no acabado a partir de unir el significado de los íconos vinculado a la vida humana y del Código Wirakocha, se puede resumir: “es un flujo que nace del líquido vital (espiral, agua), iniciado con el germen de la vida, que busca llegar a lo trascendente Wirakocha, el ser ideal, debiendo transitar por los tres mundos (escalonado - tierra), recogiendo los atributos de la serpiente, el puma y el cóndor, con equilibrio, rectitud y verdad (diagonal)”.
Finalmente, es de destacar que en el proceso de la investigación del libro “Wirakocha: El Código de Tiwanacu y Machu Picchu, se ha hallado y se muestra otro tipo de información inédita de gran importancia para futuras investigaciones en diferentes campos, como la Historia del Arte, Arqueología, la Astronomía, la Arquitectura, la Ingeniería y la propia Historia, como por ejemplo:
Las “piedras cansadas”, de las canteras del volcán Khapía y localizadas a orillas del lago Wiñay Marca.
El rostro echado “K’otani Achachila” o “Abuelo protector” de la laguna de Wariwarani del volcán Khapía.
Las diferentes representaciones de la dualidad, incluyendo la ametropía (rostro humano-felino) en diferentes culturas.
La iconografía de la cultura Pukará.
El intiwatana de Machu Picchu, visto como una figura de un felino en tercera dimensión.
La “Gran estela de Pukará” como representación de un felino.
La indicación del solsticio de invierno en la Puerta del Sol a partir de la sombra.
La figura del Tumi y la sombra vertical del Señor de los Cetros de la Puerta del Sol.
Detalles constructivos en Tiwanaku y Machu Picchu.
Planteamiento iconológico de la figura central de la Puerta del Sol y la Estela de Raimondi.
Presencia del Código Wirakocha en la Estela de Raimondi, Línea Nasca, Estela Arapa Rayo, tejidos Wari, Moche y la Portada de Wirakocha ( Hayumarka o Caballo Cansado).
La presencia del felino en las iglesias del altiplano peruano-boliviano.
El libro ha sido editado por la Universidad Nacional del Altiplano - Puno, Perú; tiene 11 capítulos, 720 páginas y 1373 fotografías.
Saludamos a esta casa superior de estudios por el importante apoyo en la publicación y felicitamos al ingeniero Ricardo Bardales Vassi, docente de la facultad de Ingeniería Agrícola. Estamos seguros que este tipo de investigaciones y aportes contribuyen a motivar a más profesionales e investigadores a seguir encontrando respuestas a ese pasado que nos identifica orgullosamente como peruanos, para que la historia haga las paces con sus recuerdos.

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