El salar de Uyuni es, con sus 12.000 kilómetros cuadrados, el mayor desierto de sal del mundo. Está situado a unos 3.650 metros de altura en el Departamento de Potosí, en el Altiplano de Bolivia, sobre la Cordillera de los Andes. El Salar de Uyuni es la mayor reserva mundial de litio, una materia prima que será fundamental para la producción de baterías destinadas a abastecer los nuevos modelos de autos híbridos y los futuros vehículos totalmente eléctricos.
Cuando le dije a mis amigos que me iba a ir unos días a Bolivia casi todos reaccionaron igual: ¿A Bolivia? ¿Y como a qué sería? ¿Eso no es un cagadero?
Decidí que iba a ir en el año 2000 cuando andaba de sabático viviendo en Nueva York y conocí a un hombre que había sido Agregado Naval y decía haber recorrido el mundo; todos los continentes y un centenar de países.
El tipo rondaba los ochenta, hablaba despacio y parecía encantado de volver con la memoria a los lugares que había conocido 30 o 40 años atrás. Yo tenía 20 y lo único que quería preguntarle era cuál era el lugar más bonito del mundo, el que no debía morirme sin conocer.
No lo pensó ni un segundo: el lugar más bonito del mundo, para él, era el salar de Uyuni, en Bolivia. Un desierto de sal cristalizada.
No sé muy bien porqué me tomé tan en serio sus palabras pero decidí en el acto que si ese era el lugar más bonito del mundo, Bolivia me vería. Algún día.
En el 2005, cuando conocí a Liliana, una filóloga boliviana que se convirtió en mi amiga de manera instantánea, supe que por fin tenía la excusa para conocer el salar. Para ir a México, a Perú o a Cuba no se necesitan excusas, pero yo sentía que para ir a Bolivia tenía que haber un plan. Acabo de regresar.
Para llegar a Uyuni fue necesaria una corta estadía en La Paz, evitaré extenderme sobre esa ciudad por cortesía con la amabilísima Lili y porque después de todo mi visita a la capital boliviana no fue más que un paso obligado, la penúltima estación antes del fin del mundo.
La última estación, a la cual se llega tras casi cuatro horas de recorrido en bus, es un pueblo gris y sucio, Oruro. De ahí a Uyuni son unas siete horas más en tren.
De Oruro es oriundo Evo Morales, perdón por decir oriundo, palabra feísima, pero Oruro da ganas de decir oriundo, se lo merece.
Uyuni también sería solo un pueblo gris y sucio, tierra de nadie, si no estuvieran en sus predios los paisajes más impresionantes que he visto en la vida. Paisajes que dan ganas de usar palabras como lontananza.
En lontananza verás, si tomas un tour de tres días por Uyuni, desiertos como los de Dalí, desiertos sedientos de ti que albergan piedras de formas extrañísimas y lagunas impresionantes, lagunas espejo donde verás hasta lo que no se puede ver.
Flamingos que parchan entre algas rojizas darán vida a la Laguna Colorada, los verás a ellos y verás sus reflejos diseminados entre los reflejos de nevados y volcanes humeantes. Un espectáculo con filtros de color naranja, terracota y fucsia.
Verás también suris, llamas y vicuñas corriendo libres, sueltas de madrina, bajo un sol imprudente, a más de 4000 metros de altura. Uyuni, literalmente, te quita la respiración.
Recorrerás montañas que simulan patas de elefante, arrugadas y repetidas, grises y cetrinas. Y compartirás la ilusión boliviana, la eterna nostalgia del mar perdido cada vez que, a lo lejos, creas entrever que las montañas flotan a cuesta de un mar.
Espigas verdes, rojas y amarillas, en racimos, adornarán la carretera de lado y lado. Quinua.
Conocerás el efecto que tiene una helada sobre la lava volcánica. Conocerás geiseres que escupen con furia al amanecer, y te dará vergüenza aquel paseo, siendo niña, al hoyo soplador de San Andrés.
Verás por fin una fuente de aguas termales natural, un manantial que podría haber salido de un libro de Murakami, si solo tuviera flores de loto. Nada que Paipa y sus tristes termales puedan si quiera imaginar…
Pero incluso todo eso será poco cuando veas por primera vez el salar; trescientos sesenta y cinco grados de nube, ¿o es sal, o es hielo?
El salar de Uyuni es el fin del mundo, dijo Liliana. Es el fin del mundo. Es el paraíso perdido, el secreto mejor guardado, el ya me puedo morir tranquilo, el infinito y más allá. ¿Nos echamos un polvo?
El salar es el acceso a un mundo sin tiempo donde las personas son figuras de papel que aparecen recortadas y pegadas en primer plano. Todo lo demás es nebulosa, un telón de fondo al estilo de The Truman Show.
En el salar serás parte del staff de una serie de National Geographic sobre lugares imposibles, recordarás fragmentos de ese documental sobre Juan Rulfo, Del olvido al no me acuerdo…
¡En el salar entenderás lo que quería decir Einstein cuando hablaba de la religiosidad cósmica!
Yo, que con frecuencia me siento del lado de los marginados, quisiera reivindicar a Bolivia, librarla del desprestigio de los países que no figuran en las listas de sitios que hay que ver antes de morir.
El salar te convence y te jura por Dios, con los dedos cruzados, que Bolivia no es un cagadero. No es un cagadero aunque La Paz tenga la virtud de reconciliarte con Bogotá, que no es la capital más fea de Suramérica. El Espectador de Colombia (www.elespectador.com/imperiodelcancer)
LAGO TITICACA REDUCIDO A UN VERTEDERO
Para la Fundación Global Nature es "el más amenazado del planeta" Entre los indios que apelan a la ONU: servir a los purificadores
ACI PLANET de Italia (www.ecplanet.com/node/3207)
Lago Titicaca ha sido durante siglos el lago en el que, en el corazón de los Andes, que se enfrentan las culturas más antiguas de América Latina. Hoy en día se ha convertido en un espejo deformado de un planeta enfermo e incapaz de conservar sus tesoros naturales más preciados. El lago más alto del mundo con sus 3812 metros de altitud, que se extiende por más de 8 000 kilómetros cuadrados, que abarca Bolivia y Perú, está en riesgo. Tanto es así que la influyente Fundación Alemana Fundación Global Nature ha elegido el "lago de mayor peligro de extinción en 2012." Un título que la gente prefiere evitar.
"Si muere en el Lago Titicaca, el planeta se muere. Y rápidamente ", se trasladó la queja Esteban Mamani Quispe, de 40 años, líder del comité local de los sabios que participan en el frente de Bolivia, en la lucha para proteger el lago. Su pueblo, Cohana, un puñado de casas de colores que reflejan sus antiguas formas en las aguas del lago Titicaca, en pocos años ha cambiado de aspecto. Cuando los bancos eran de color verde y exuberante se reúnen ahora sólo las vacas y las ovejas que rumian en la basura, la gente no pescar más, porque los peces están muertos y entre los jóvenes que se puede escapar. Hernán Mendoza Quispe que pertenece al consejo de sabios Cohana. "La situación se ha convertido en serio. El lago está contaminado. Si usted no ayuda a la comunidad internacional es en realidad otra vez. " Sólo trate de navegar por las aguas del lago Titicaca en la Bahía de Cohana para darse cuenta. En cada metro cumple con las aguas residuales de plástico, y un montón de limo verde, llamado por los científicos de la alarmante signo de la lenta agonía del lago.
Las razones para esto son muchos agonía. La ciudad de El Alto, cerca de dos millones de habitantes, con vistas a La Paz desde una altura de 4100 metros, ha crecido de manera exponencial en los últimos años. Hasta 1985 sólo era un suburbio de la capital, conocida por el aeropuerto. Entonces él comenzó a recoger una gran cantidad de migrantes internos de Bolivia, el aymara, pero no se limitan a crecer en una forma caótica. Hoy en día el antiguo barrio de El Alto paceño en vivo casi dos millones de personas y esta ciudad con menos de 30 la vida es feliz con La Paz y Santa Cruz el título de la más poblada de Bolivia. Su río, y Río Seco, con sus 80 kilómetros de desagües va directamente a la bahía de Cohana, lanzando en el Titicaca, el peor de residuos tóxicos.
En El Alto hay plantas suficientes de depuración, las industrias no obedecen las reglas y todo el mundo puede tirar lo que quiera. Por no hablar de los muchos laboratorios clandestinos con productos químicos que convierten la hoja de coca en cocaína. Es una mezcla de horror que está ahogando el Titicaca de El Alto. Resultado: la tasa de mortalidad infantil ha alcanzado el 10 por ciento, el cáncer y las infecciones de diezmar a la población, debido a que el agua del lago para las comunidades indígenas es el agua que bebes y cuando se cocina.
En Puno, la parte peruana del lago, la situación es ligeramente mejor, pero "sólo porque hay menos gente", explica Lescano Alberto Rivero, los Cedas, el local Centro de Desarrollo Ambiental y Social. Sin embargo, los efectos son similares. "Doscientas mil personas que viven con instalaciones para 50 000", denuncia Alberto. Para 362 kilómetros cuadrados al norte de Puno se extiende desde 1978 a la Reserva Nacional del Titicaca, que está sujeta, sin embargo, sólo en el papel. La biodiversidad que se ha caracterizado, de hecho, estaba acurrucada sobre sí misma. Pescados como el zambullidor del Titicaca o los animales de agua como las ranas del lago Titicaca se redujo de forma alarmante, mientras que la carpa típica de la zona, el Amante, fue declarado extinto. Por no hablar de las aves que tuvieron que cambiar sus rutas de migración. En cuanto a la cultura tradicional del lago, la papa, se ha visto seriamente comprometida, socavado, por lo tanto, una vieja tradición.
"Por favor, ayudar a nosotros o nuestros hijos van a morir", suplicando con lágrimas en los ojos del banco Víctor Mendoza. Víctor es el alcalde de los Uros Chulluni, uno de la impresionante Lago Titicaca. Estas son las llamadas 'islas flotantes', se encuentran en el lado peruano, a un paso de Puno, y se han mantenido intactas sus tradiciones ancestrales. Los indígenas siguen viviendo en chozas tradicionales y se mueven en canoas hechas de madera y mimbre. Víctor junto con otros alcaldes del lago está pidiendo que se declare una "emergencia internacional" y que la comunidad mundial se da cuenta de la crisis ecológica que amenaza con llegar a ser irreversible. "Necesitamos la mayor brevedad una ley de protección - dice -. Que las medidas de emergencia puestas en práctica rápidamente, desde la construcción de nuevas plantas de tratamiento"Pero los ojos de los indios quieren ir aún más lejos y llegar a las Naciones Unidas. Coro de Félix Espinoza, alcalde de Pucarani, uno de los municipios más grandes cerca del lago en el lado opuesto de Bolivia estima en 5.000.000 dólares los daños sufridos hasta la fecha de su comunidad. "La ONU y la cooperación internacional debe tener cuidado de nosotros - protesta -: en una bahía de Cohana más de 10 000 agricultores no tienen el agua más limpia para sus animales a los que siguen muriendo junto con los cristianos."Según una antigua tradición toma su nombre del lago Titicaca llamada Intikjarka, palabra formada a partir de dos palabras de la lengua aymara, "Inti", es decir, el Sol, y "kjarka" piedra roca. Pero incluso ahora que el sol parece brillar menos en este ecosistema amenazado. "El lago era el corazón de nuestra existencia - concluye Esteban -. Ahora se ha convertido en un remolino negro que succiona en nuestras vidas, tal vez incluso a la muerte"
ESA REVOLUCIÓN
Revista Generación de Perú (www.generaccion.com/noticia)
Éramos liceanos quinceañeros. En esas aulas, aunque provincianas, penetra el ibañismo con sus flecos mesiánicos. La escoba -emblema de aquel arrollador movimiento cívico- sería el instrumento que libraría al país de la basura acumulada por la politiquería. Se pensaba -un poco como eco de la calle y los hogares- que el viejo militar sería el cirujano que lograría extirpar quistes y cauterizar heridas. En plazuelas oí discursos. En el seno de la familia se polemizaban sobre el I gobierno de Carlos Ibáñez (1927-1931). En esos escenarios se aprendían conceptos como "oligarquía", "dictadura", "imperialismo", "clase trabajadora", "corrupción parlamentaria". ... Del otro lado de la Cordillera se escuchaba el fragor del peronismo con sus banderas de soberanía política, independencia económica y justicia social. Nada del Brasil de Vargas.
En ese contexto de controversias e ilusiones transcurre 1952. 5 meses antes de las elecciones efectuadas el 4 de septiembre de aquel año. Específicamente en la Semana Santa un hecho estremece: una revolución estalla en Bolivia. Pasquines de derecha la toman con sorna. No falta el humorista que crea el chiste. "¿En qué se parece Bolivia a un disco? ... En que es de 33 revoluciones". Era alusión los de vinilo. Se le resta importancia. El PC -aun influyente, aunque ilegalizado por el Presidente Gabriel González Videla- opina que es "un proceso fascista". Después nos informamos que Neruda había saludado el colgamiento del mayor Gualberto Villarroel en 1946 como "repercusión gloriosa de la ejecución de Mussolini". Sin embargo, un periodista -también poeta- Alfonso Alcalde publica en el semanario "Vistazo" reportajes in situ de lo que ocurría en la república vecina.
En la asignatura de Letras algo ya se conocía de Bolivia a través de "Sangre de mestizos" de Augusto Céspedes. Ello permitía desprejuiciarnos. De ese añejo desprecio por esa patria que imaginábamos principalmente altiplánica se pasa al asombro. Ya comenzábamos a cuestionar la supuesta legitimidad de la Guerra del Guano y del Salitre (1879-1883) aunque los docentes de Historia apenas mencionaban otra conflagración. Aquella que emprende Chile capitaneado por Diego Portales contra el discípulo de José de San Martín y Simón Bolívar, el mariscal Andrés Santa Cruz (1835-1839). En un mundo sin TV las ilustraciones fotográficas del semanario son impactantes. Mineros insurrectos en barricadas, muchedumbres campesinas que festejan con Víctor Paz, los sindicatos que se apoderan de los cuarteles, las medidas que toma el nuevo régimen.
Aquello, se medita, no es un simple cambio de gobierno, sino un revolución que huele al México insurgente de 1910-1927. Al viejo ejército oligárquico lo suplantan milicias, queda abolido el latifundio y el pongueaje, se establece el voto universal que incluye a los iletrados, se inaugura campaña alfabetizadora, se nacionaliza el estaño... No es un simple "sube y baja" de mandatarios y menos "fascismo" como pontifica la clandestina prensa del PC. Víctor Paz Estenssoro con chullo y aclamado por muchedumbres de obreros, artesanos y labriegos se nos presenta como otra ventana abierta. Ello se complementa al informarnos que aeronaves con hospitales de campaña y personal médico aterrizan el Alto. Los despachar la Fundación Eva Perón. Ibáñez ya triunfante efectúa viaje a La Paz. Es el primer Presidente de Chile que viaja a Bolivia después de 1879.
Aquella revolución en la Historia de Iberoamérica es capítulo trascendente. Harina de otro costal es analizar las mutaciones del Movimiento Nacionalista Revolucionario que equivale al PRI de la hora prima. Indudablemente que en su deterioro influye el tropiezo de Perón en articular el ABC y el suicidio de Getulio. Las revoluciones restringidas a una sola república pareciera se asfixian, corrompen o mineralizan. Basta con evaluar el sandinismo en Nicaragua. Está abierta la polémica en torno a la inviabilidad de cualquier proceso restringido a un sólo país. Quizás -de modo intuitivo o estratégico- el esfuerzo original del justicialismo es irradiar sobre Suramérica y, de modo principal, sobre Chile y Brasil. He allí a utilidad de analizar aquella epopeya de 1952 que ahora conmemora su 60º aniversario.
LA LIBERTAD DE PROTESTA DE LOS BOLIVIANOS
Radio Nederland de Suecia (www.rnw.nl/espanol/article)
Las medidas de ‘contención’ ante protestas anunciadas en Bolivia, no pondrían en peligro la libertad de expresión y el derecho a la manifestación de los diversos sectores que esta semana se movilizan en diversos puntos del país andino.
Según los analistas, los sindicatos que piden incrementos salariales, los médicos que no están de acuerdo con el aumento de sus horas de trabajo o los indígenas que no aceptan la construcción de una carretera en la reserva ecológica del Tipnis no deben, en principio, temer el anuncio del ministro del interior Carlos Romero de que no permitirá excesos ante las manifestaciones y que utilizará fuerzas del orden de ser necesario.
Prueba para la democracia
Si bien el ambiente es tenso en Bolivia, “este momento de conmoción social se presenta como una prueba más para la vocación democrática del gobierno de Evo Morales”, sostiene Maria Teresa Zegada. Según la analista, los bolivianos siempre han reconocido el acercamiento del gobierno a los sectores sociales. No por nada que resulte para las autoridades todo un desafío ‘contener’ cualquier manifestación.
“A un gobierno con esas características le resulta muy difícil lidiar con la conflictividad social, que viene justamente de los sectores a los cuales Morales se debe” dice Zegada, quien agrega que el presidente boliviano ha estado utilizando básicamente dos estrategias, como un control abierto por la vía de la coerción, y medidas de persecución por la vía judicial a los dirigentes, “con el fin de menguar sus posibilidades de generar mayor conflictividad”.
Los conflictos y sus visos de solución
Según Zegada, el anuncio del ministro Romero tendría que ver también con la decisión de no retroceder en las decisiones asumidas y no negociarlas con los sectores sociales. Si alguno de los conflictos tiene visos de solución, sería el de los aumentos salariales.
“El primer conflicto que podría llegar a una solución es la demanda de la central obrera de incrementos salariales. Cada año se vive esta confrontación y normalmente el gobierno logra una negociación positiva, con incrementos pequeños y que han terminado siendo aceptados”.
El segundo escenario, el de la negativa de los médicos a trabajar más horas, se encuentra en estos momentos, según Zegada, “en una situación de intransigencia mutua. Tal vez el gobierno tenga que retroceder en este sentido”.
Pero el conflicto más difícil de encontrar solución es el de la carretera del Tipnis. Zegada recuerda que es un conflicto que ya lleva desde agosto del año pasado, “que ha merecido leyes y un proceso de consulta que aun no ha sido aceptado. Es un tema más complejo de resolver, pero Evo Morales tiene aún espacio para encontrar el diálogo”.
Contención frente a represión
En este contexto, según Zegada, sería muy crítico para el gobierno de Morales, en términos de imagen internacional y nacional, acudir a esta medidas de una manera arbitraria y quizás poco controladas, porque eso se revertiría en contra de la imagen que el gobierno ha tratado de proyectar todos estos años.
“Si acuden a estas medidas, lo van a hacer de una manera mesurada y en casos en que realmente amerite la presencia de las fuerzas del orden”.
RINDEN TRIBUTO A HOJA DE COCA EN REUNIÓN INDÍGENA
ABC de Paraguay (www.abc.com.py)
La reunión de líderes indígenas de las Américas se inició ayer en Cartagena de Indias con un tributo a la hoja de coca como símbolo sagrado “de vida y no de muerte” y un ritual de agradecimiento a la madre tierra.
Uno de los alrededor de 150 dirigentes nativos congregados en la llamada Cumbre Social, previa a la cita de gobernantes, entregó a la canciller colombiana, María Ángela Holguín, una hoja de coca, y le recordó las propiedades sagradas de la planta.
El dirigente Luis Evelis Andrade, de la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), fue el encargado de hacerle la entrega a Holguín, durante una ceremonia en la que también aclaró que le ofrecía “una hoja sagrada que debe contribuir al desarrollo y no a las violaciones”.
También manifestó a la canciller que los indígenas colombianos “están en contra de que esa hoja de coca se use para la muerte”, al expresar: “La hoja sagrada debe tener vida y no muerte”.
Andrade indicó que los pueblos nativos quisieron así darles un mensaje a los presidentes de las Américas a través de la canciller colombiana porque saben que “el tema de las drogas va a ser tratado en la Cumbre” y ellos apoyan “la legalización de la hoja de coca, pero no de la cocaína”.
Y es que la hoja de coca es la principal materia prima para el procesamiento de cocaína y los mayores productores del mundo son Colombia y Perú, y en tercer término Bolivia, donde muchas comunidades nativas usan esta planta para rituales sagrados y fines curativos.
El pueblo huitoto de la Amazonia celebró un ritual de agradecimiento a la madre tierra.
GRUPOS DE DERECHOS HUMANOS PROPONEN A LA CUMBRE DESPENALIZAR EL CANNABIS
Grupos de derechos humanos de Argentina, Bolivia, Colombia y México propusieron hoy nuevas políticas de drogas, que serán presentadas ante la VI Cumbre de las Américas y plantean, entre otros puntos, despenalizar la tenencia y el consumo personal de cannabis (marihuana).
La Información de España (www.noticias.lainformacion.com/politica/cumbre)
Grupos de derechos humanos de Argentina, Bolivia, Colombia y México propusieron hoy nuevas políticas de drogas, que serán presentadas ante la VI Cumbre de las Américas y plantean, entre otros puntos, despenalizar la tenencia y el consumo personal de cannabis (marihuana).
La propuesta está plasmada en una Carta Abierta a los Presidentes de América difundida en un foro social previo a la cumbre que los jefes de Estado y de Gobierno americanos celebrarán el fin de semana próximo en Cartagena de Indias, en la que recibirán las conclusiones de todos los eventos preparatorios.
Las actuales políticas antidrogas serán debatidas por los lideres americanos en la cumbre, pero según aclaró el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, lo harán a título de consulta informal, por lo que "no se debe esperar que haya conclusiones ni acuerdos".
La "nueva política de drogas para las Américas" propuesta hoy en la Cumbre Social sugiere, además de despenalizar la tenencia y el consumo personal de cannabis, que el uso de cualquier tipo de droga sea tratado como un asunto de salud pública y no penal.
"Sólo una clara separación entre usuarios y el mercado ilegal permitirá que el esfuerzo de las agencias de seguridad se enfoque en quienes realmente debe" y ayudará también a "descongestionar las cárceles y los sistemas de justicia", sostiene la propuesta.
En relación a la asistencia a los usuarios, se exige que los sistemas de salud pública estén capacitados para dar una atención diferenciada a los usuarios de drogas, en especial "en contextos en que tal consumo se combina con pobreza extrema".
Asimismo, se planteó "reducir el despliegue represivo" en materia de drogas y "poner énfasis en la persecución del crimen organizado" pero a través del sistema bancario, a fin de acabar con el lavado de dinero y la corrupción y estrangular las redes de financiación del narcotráfico.
"Ese modelo de abordaje no requiere alto poder bélico sobre las poblaciones ni incrementa la violencia", sostiene el documento, que fue elaborado por organizaciones de derechos humanos de Argentina, Bolivia, Colombia y México y respaldado por una de las mesas de la llamada Cumbre Social.
En un punto referente a la situación en el campo, la propuesta afirma que "la pobreza, la exclusión y el abandono estatal" llevan a muchos agricultores a plegarse a la producción de drogas, por lo que instan a los Gobiernos a adoptar planes de sustitución de cultivos volcados a un desarrollo rural realmente integral.
Otro de los siete puntos del documento también reconoce "los usos tradicionales de las plantas ancestrales de la hoja de coca", para los cuales se exige "respeto" y "protección", y propone que expertos de la Américas investiguen su "potencial efecto terapéutico".
TEMAS DIFÍCILES COMO DROGAS Y CUBA AGUARDAN A OBAMA EN CARTAGENA
El Heraldo de Honduras (www.elheraldo.hn)
El presidente Barack Obama llegará la noche del viernes a Cartagena para asistir una cumbre donde deberá sortear dificultades que van desde la propuesta de normar la producción, tráfico y uso de drogas hasta ahora ilegales así como posibles reproches por la marginación de Cuba del cónclave.
El asesor presidencial para asuntos del Hemisferio Occidental, Dan Restrepo, dijo el miércoles a periodistas que Cartagena brindará una oportunidad para que los mandatarios analicen "cómo podemos trabajar colectivamente de forma más eficiente. No hay una solución única en este debate. Mientras el consumo se expande por las Américas, la respuesta y la responsabilidad también necesita expandirse".
Restrepo señaló el caso de Brasil, al que describió como el segundo consumidor mundial de cocaína, y que recientemente firmó un acuerdo trilateral con Estados Unidos para apoyar a Bolivia en la lucha contra el narcotráfico.
Aunque el tema de la despenalización del narcotráfico no está en el temario oficial de la cumbre, la propuesta encabezada por el mandatario guatemalteco Otto Pérez Molina es uno de los temas que más atención ha generado de cara al encuentro presidencial, cuando la violencia relacionada al crimen organizado azota intensamente a México y América Central.
Obama ha sido el primer presidente estadounidense en asumir abiertamente la responsabilidad que tiene su país en el narcotráfico internacional, ya que el consumo doméstico de las sustancias ilícitas representa una buena tajada de los ingresos que perciben los carteles, pero Washington se opone rotundamente a cualquier despenalización aunque se muestra dispuesto a debatir el asunto en Cartagena.
En lo que será su cuarto viaje a las Américas y la segunda asistencia a una Cumbre de las Américas, Obama participará la noche del viernes en una cena que el presidente colombiano Juan Manuel Santos ofrecerá como anfitrión a los jefes de estado visitantes. En la mañana del sábado asistirá a una reunión de empresarios y sostendrá un encuentro con Santos y la presidenta brasileña Dilma Rousseff sobre integración económica.
El asesor adjunto de la Casa Blanca para Seguridad Nacional Ben Rhodes dijo que Obama participará la tarde del sábado en la ceremonia de apertura de la Cumbre y luego acudirá a una sesión plenaria que durará el resto de la tarde hasta que los mandatarios sostengan otra cena oficial.
La mañana del domingo Obama sesionará a puerta cerradas con el resto de mandatarios, donde se espera que aborden no solo el tema de las drogas sino también la solicitud de varias naciones para que Cuba comience a participar en la próxima edición del encuentro hemisférico de alto nivel y que llevó al mandatario ecuatoriano Rafael Correa a ausentarse en protesta.
Estados Unidos condiciona la asistencia de Cuba a su cumplimento con la Carta Democrática Interamericana.
Posteriormente, Obama se reunirá con líderes del Caribe anglófono y nuevamente con el anfitrión, con quien ofrecerá una conferencia de prensa y asistirá a una iglesia.
Obama partirá de Cartagena la tarde del domingo.
Rhodes señaló que a "mientras los países latinoamericanos sean más prósperos, se amplían los mercados, nos permite exportar más a la región, y más turistas pueden visitarnos, apoyando nuestra economía. El éxito de las Américas es de interés estratégico para Estados Unidos".
La secretaria de Estado Hillary Rodham Clinton acompañará a Obama y luego seguirá a Brasil el 16 y 17 de abril para participar en la tercera reunión del Diálogo de Cooperación Global Estados Unidos-Brasil.
La Casa Blanca esbozó las metas de Obama en Cartagena el mismo día que el Diálogo Interamericano, un centro de estudios con sede en la capital estadounidense, emitió un reporte que califica como "decepcionante" la relación que Washington mantiene con el resto del hemisferio.
"Las relaciones entre Estados Unidos y América Latina se han vuelto más distantes. La mayoría de los países ven a Estados Unidos como menos y menos relevante para sus necesidades, y con capacidad decadente para proponer y ejecutar estrategias", señala el informe suscrito por sus 100 miembros, la mitad de los cuales son estadounidenses.
El grupo, encabezado por la ex presidenta de Chile Michelle Bachelet y la ex representante comercial estadounidense Carla A . Hills, incluye a los ex mandatarios Jimmy Carter, de Estados Unidos; Oscar Arias, de Costa Rica; Fernando Henrique Cardoso, de Brasil; Ricardo Lagos, de Chile; Carlos Mesa y Jorge Quiroga, de Bolivia; Ernesto Zedillo, de México.
BOLIVIA. ¿QUÉ HACEMOS EN EL CONGO?
El Mercurio Digital de España (www.elmercuriodigital.net)
Desde hace casi dos décadas, un destacamento de soldados bolivianos se turna, cada seis meses, para integrar la Fuerza de Paz de Naciones Unidas en la República Democrática del Congo. En el curso de ese tiempo, han ocurrido enfrentamientos armados entre bandos rivales, en 2001 asesinaron al presidente Laurent Kabila, padre del actual mandatario, y los Cascos Azules de la ONU no intervinieron para nada.
En el Congo, como en otros lugares, la fuerza militar de Naciones Unidas no cumple funciones de paz; se ha convertido en una fuerza de ocupación. Esto puede constatarse con absoluta claridad precisamente en aquel país tan castigado por su riqueza. Tan castigado, que alrededor de 4 mil niños son usados en tareas militares, desde porteadores hasta francotiradores.
Mientras tanto, la Fuerza Especial de Naciones Unidas en el Congo no está en el centro de este conflicto que se eterniza desde hace medio siglo. Está en el este, en los alrededores de Goma, donde hay otra guerra, en la que intervienen esta vez tropas de los países vecinos, esclavizando a los congoleños para que exploten coltán. ¿Escuchó o leyó antes esa palabra? Posiblemente no, como le ocurre a millones de personas que, sin embargo, usan equipos fabricados con este mineral. Coltán es la combinación de dos términos: colombio y tantalio. Es un mineral muy raro y más del 80% se concentra precisamente en la parte oriental de esta república. La capital, Kinshasa, se halla en el extremo occidental, de modo que su principal riqueza está al otro lado de una selva casi impenetrable. Dos millones 300 mil kilómetros cuadrados, más del doble de Bolivia, están habitados por 70 millones de personas que, viviendo en la extrema pobreza, tienen una esperanza de vida apenas de 47 años.
El coltán se extrae con los mismos métodos rudimentarios que usan los buscadores de oro: con un plato ancho y plano, en que se hace girar el líquido hasta dejar los cuerpos más pesados; el resto es una selección de ojo experto. El experto es el mismo buscador, pero lo que encuentre no será para él, sino para los guardias de Ruanda, Uganda y Burundi o, mejor dicho, para los jefes de las bandas en que se han convertido los ejércitos de aquellos países.
La ocupación de área potencialmente rica en coltán es mantenida con un permanente apronte bélico de los ocupantes. En ocasiones, hay presiones de una u otra parte que derivan en cruentos enfrentamientos armados. Sin embargo, la mayor área está en manos del ejército ruandés. Desde Kinshasa, poco a nada puede hacerse, aunque se mantienen relaciones diplomáticas con esos tres países y no parece haber malos entendidos. No pareciera tampoco que le estuvieran robando una de sus mayores riquezas.
Pero ni siquiera son aquellos vecinos salteadores, los verdaderos beneficiarios de ese ilegal comercio que se expresa en tan raro mineral. El coltán se usa en la fabricación de teléfonos móviles, GPS, satélites artificiales, armas teledirigidas, televisores de plasma, videoconsolas, ordenadores portátiles, PDAs, MP3, MP4, cohetes espaciales, misiles y otras cosas por el estilo. De modo que, los beneficiarios de esa explotación son las conocidas empresas Nokia, Samsung, Motorola, Sony Ericsson, LG, Blackberry, Mac Intosh, Dell, hp, Nintendo y otras muchas dedicadas a este ramo.
Volvamos a la tarea de las Fuerzas Especiales de la ONU en el Congo, donde se hallan desde los ’90 del siglo pasado. Entre 200 y 300 soldados y oficiales bolivianos integran esa unidad que, como ya dijimos, se ha convertido en fuerza de ocupación. Se hallan allí y no intervienen en la abierta invasión de los ejércitos vecinos. Se limitan a controlar que la violencia no pase de ciertos límites. Aunque, claro está, nadie conoce esos límites y posiblemente sean flexibles, conforme a las circunstancias. Esa es la misión que cumplen nuestras fuerzas, junto a los destacamentos de otros países.
Los jefes militares, en Bolivia, sostienen que tal misión, como la que realizan en Haití, les reporta beneficios tanto en fondos como en entrenamiento de los efectivos. Ese tipo de entrenamiento sólo puede disminuir la capacidad de movilización de cualquier ejército. Si fuera un buen entrenamiento, con toda seguridad serían norteamericanos sus integrantes.
Recientemente, ha habido incidentes en la capital y, de hecho, hay una fuerza opositora armada que pretende derrocar al presidente Joseph Kabila. Al parecer, no es de incumbencia de Naciones Unidas. Según los datos que tenemos aquí, la responsabilidad de la desprestigiada ONU es para con las grandes empresas transnacionales. Nuestros soldados cumplen la tarea sucia de ese compromiso.
PIÑERA LLAMA A HUMALA Y AFINA PROPUESTA ANTE TENSIÓN POR EXPLOSIVOS
Chile ya ha sondeado con Perú la idea de que una empresa internacional remueva las minas antipersonales en la frontera.
La Tercera de Chile (www.latercera.com.cl)
El Presidente Sebastián Piñera partió rumbo a Colombia. A diferencia del resto de la comitiva que lo acompaña, él y su esposa, Cecilia Morel, pasarán el día de hoy en la exclusiva casa de huéspedes oficiales en Cartagena de Indias.
Antes de partir, sin embargo, Piñera hizo un llamado telefónico clave a su par de Perú, Ollanta Humala.
El principal tema en carpeta: la fuerte tensión que ha instalado Perú desde finales de febrero por labores de remoción de minas antipersonales realizadas por Chile en la frontera.
Las fuertes lluvias que azotaron la zona en febrero desplazaron dichos artefactos, incluso hasta la ruta que une Arica con Tacna. Por eso, el ministro Andrés Allamand (Defensa) visitó el lugar y ordenó, de acuerdo con normas internacionales, instalar un cerco de seguridad.
Sin embargo, Lima presentó una nota de protesta diciendo que había constatado la presencia de efectivos chilenos en su propio territorio. Esto, explican en Perú, recogiendo la argumentación que ese país presentó en su demanda contra Chile ante La Haya: el límite terrestre comienza 260 metros más al sur de lo defendido por Santiago.
Además, Perú propuso la realización de labores "conjuntas" de desminado de la zona. Propuesta que la Cancillería chilena rechazó de plano.
La tensión, sin embargo, fue creciendo con el paso de las semanas. El canciller peruano, Rafael Roncagliolo, planteó a mediados de marzo en una reunión de Unasur en Asunción la necesidad de acortar los plazos de remoción de minas antipersonales en el continente, lo que fue rechazado por el ministro de RR.EE. chileno, Alfredo Moreno. Además, el gobierno de Humala canceló su participación en la Fidae y en el aniversario de la Fach, hace un par de semanas.
Así, dicen fuentes diplomáticas, en los últimos días desde la Cancillería chilena hicieron ver a la diplomacia peruana que habría un llamado telefónico de Piñera a Humala para abordar el asunto. Y que, incluso, la idea del Mandatario chileno era poder concretar alguna conversación durante la cumbre en Cartagena.
Según dicen en el gobierno chileno, la idea de Piñera es analizar con Humala en detalle una propuesta preparada por la Cancillería chilena para dar por cerrado el conflicto: encargar a una empresa internacional, ni chilena ni peruana, las labores de desminado en la zona.
Estos trabajos, de acuerdo a este diseño, deberían ser realizados no sólo en el área cercada en territorio chileno, sino también en zona limeña. La razón: ninguno de los dos países daría así señales de que está reivindicando o cediendo soberanía.
Según comentaban ayer fuentes peruanas, la idea ya había sido sondeada con las autoridades de ese país desde Santiago. En Lima valoraron el planteamiento y decían que era cosa de horas hablar de un acuerdo entre ambos países.
Sin embargo, hasta anoche en el gobierno chileno no había confirmación en el sentido de si Piñera abordó esta propuesta específica con Humala.
De todas maneras, la presencia del mandatario peruano en la cumbre de Cartagena no estaba asegurada. Según fuentes de gobierno, Humala comentó ayer a Piñera en su conversación telefónica que era posible que no viajara a Colombia, pues debía monitorear de cerca el secuestro de 36 trabajadores de una empresa sueca y otra peruana perpetrado por el grupo Sendero Luminoso.
Para hoy, Piñera tiene previsto reunirse con los mandatarios de la Alianza del Pacífico, grupo que integra Perú, Colombia y México. La reunión, dicen en Chile, se realizará de todas formas con Juan Manuel Santos y Felipe Calderón, en caso de que Humala no viaje a Cartagena.
La polémica con Perú había gatillado una fuerte preocupación en círculos políticos chilenos. De hecho, Moreno abordó el asunto el martes en la comisión de RR.EE. de la Cámara Baja. Además, se sumaba a un reclamo de La Moneda por la asistencia del embajador limeño Manuel Rodríguez Cuadros en diciembre pasado a una reunión en Bolivia para preparar una demanda marítima contra Chile.
BOLIVIA: PROPONEN RECONOCER EL CONCUBINATO ENTRE HOMOSEXUALES
El Congreso boliviano debatirá un proyecto de ley presentado por la oposición. El objetivo es reconocer la unión libre de parejas del mismo sexo para garantizarles los mismos derechos que a las heterosexuales.
Infobae de Argentina (www.infobae.com.ar)
La normativa fue planteada por la diputada Erica Claure luego de que el colectivo Arco Iris, de gays, lesbianas, bisexuales y transexuales (GLBT) de la ciudad de Santa Cruz, le hiciera llegar un bosquejo de la iniciativa.
Se encargó de ajustar el documento de acuerdo a las normas para presentarlo ante la Legislatura nacional. Explicó que el objetivo es reconocer la "unión libre" de parejas del mismo sexo para garantizarles "los mismos derechos" que tienen las heterosexuales en convivencia.
"Esperamos que puedan acceder a créditos de vivienda, a la sucesión de bienes, que puedan tener la potestad de acceder a un seguro social o autorizar una intervención quirúrgica en casos de emergencias", enumeró.
Claure destacó que actualmente las parejas homosexuales bolivianas no tienen ningún amparo y mencionó que, por ejemplo, cuando uno de los cónyuges fallece, sus familiares "le quitan todos los bienes" a quien fue su compañero, sin que pueda reclamar.
De aprobarse el proyecto de ley, podrán inscribirse en el Registro Civil para obtener los derechos citados por la parlamentaria. Para realizar ese trámite, al menos uno de los cónyuges deberá ser boliviano y "no estar unidos a otra persona por vínculo matrimonial o por pareja de hecho, es decir, que cumplan los requisitos de singularidad, continuidad y estabilidad".
Como no se trata de un matrimonio, si la pareja quiere separarse no habrá un divorcio, sino una "disolución" de la unión, que puede ocurrir por mutuo acuerdo o "por decisión judicial, a petición de cualquiera de las partes", indica el texto.
La iniciativa sobre concubinato está, desde esta semana, en la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados, que tendrá 30 días para recibir sugerencias y opiniones de organizaciones y personas interesadas en el asunto.
LA IZQUIERDA ANTE LA CRISIS: IDEOLOGÍA Y HEGEMONÍA. PENSANDO A ŽIŽEK DESDE EUSKAL HERRIA
La Haine de España (www.lahaine.org/index.php?p=60865)
En marzo de 2011 Slavoj žižek visitó Bolivia, invitado por la Vicepresidencia en el marco de los seminarios “Pensando el mundo desde Bolivia”. Esto es, vino a discutir su filosofía y conceptos políticos, desde la perspectiva boliviana. En esos momentos me encontraba viviendo y trabajando en La Paz con el Gobierno boliviano. Desde la victoria electoral de Evo Morales y el Movimiento al Socialismo en diciembre de 2005, han sido innumerables los intelectuales comprometidos que han visitado Bolivia para enseñarnos, debatir y también aprender de una lucha como la que se desarrolla en este país andino-amazónico en el corazón de Sudamérica.
Hoy en día, un año después y en Euskal Herria, el corazón de Europa, un pequeño país con una identidad y un idioma tan milenario como el aymara, el quechua o el guaraní, podemos disfrutar de los textos de žižek que nos ayudan también a pensar nuestra propia lucha desde posiciones de izquierda, con una base y orientación marxista.
Slavoj žižek nos plantea que vivimos tiempos interesantes porque a pesar de la crisis del sistema capitalista, e incluso de las duras consecuencias de la misma, podemos aprovechar esta situación como oportunidad para el cambio social. En Bolivia, las consecuencias de la brutal implementación del neoliberalismo generaron las condiciones para llegar al gobierno y disputar el poder. No había mejores o más optimas circunstancias, sino que estas eran consecuencia de profundas crisis estatales. En Euskal Herria hoy en día, la profunda crisis de representación, sumada a la crisis territorial y política además de la implementación del neoliberalismo traducido en la financiarización de la economía e innumerables recortes sociales, permite generar una oportunidad para construir un proyecto alternativo de izquierda. Probablemente nos encontremos en mejor situación de la que estaba Bolivia, porque además de la oportunidad antes mencionada, en Euskal Herria contamos con una fuerza importante con capacidad de movilización y de representación, y por lo tanto, con capacidad de construir poder popular y hegemonía. Por eso, las y los abertzales de izquierda tenemos que dar un paso adelante en la discusión y construcción de un nuevo proyecto político, y en ese sentido, las propuestas, muchas veces en forma de provocación, que nos hace žižek, nos ayudan a reflexionar de manera colectiva, enriqueciendo la discusión ideológico-política.
Este activista político, que ha sido candidato presidencial en su país natal Eslovenia, pensador marxista y psicoanalista que trabaja desde Hegel a Lenin pasando por Marx, integrando en sus escritos el pensamiento del teórico francés del psicoanálisis Jacques Lacan, nos ayuda a pensar las contradicciones existentes con textos como los que vamos a leer en este libro. Las paradojas de la democracia, la violencia, las identidades, el capitalismo… todo ello desde ejemplos y anécdotas de la cultura popular –el cine, la música o la literatura–, que nos pueden ayudar a entender mejor el mundo en que vivimos, y por lo tanto, a preparar respuestas y estrategias más adecuadas para transformarlo.
La izquierda ante la crisis estructural
Es el colmo de la ironía, socializar el sistema bancario es aceptable si se trata de estabilizar el capitalismo. Primero como tragedia, luego como farsa, Slavoj žižek
Francis Fukuyama, politólogo liberal estadounidense de origen japonés y autor del libro El fin de la Historia, escribía en 1992 que el mundo tal y como lo conocíamos, como una lucha entre ideologías, se había terminado con la Guerra Fría y en su lugar estábamos llegando a un mundo ideal sin ideologías donde estas iban a ser sustituidas por la Economía, un mundo bajo el sistema de la democracia liberal. Dando una vuelta de tuerca a las tesis de Fukuyama, žižek afirma que la mayoría de las personas son fukuyamistas, porque aceptan el capitalismo liberal como fórmula de la mejor sociedad posible, o en todo caso como la menos mala de las opciones. Quizás es hora de preguntarse si no ha llegado la izquierda a una cierta clase de resignación fukuyamista al considerar la socialdemocracia y el Estado del Bienestar como el menos malo de los escenarios posibles. ¿Por qué actualmente se cuestiona la crisis pero no el sistema capitalista en sí?
Esto nos lleva a otra de las ideas centrales del trabajo de žižek, la de que existe la posibilidad de que la principal víctima de la crisis no sea el propio capitalismo, sino la izquierda, que se muestra incapaz de construir una alternativa global viable. Hay un cierto miedo a enfrentar esta situación, recordándonos al Gran Timonel Mao Zedong y una frase suya que viene a expresar la idea del título de este libro, “Todo bajo el sol está en un caos absoluto, la situación es excelente”. ¿Qué quiere decir esto? Que si la crisis llega inevitablemente, a pesar de ser dolorosa y peligrosa, tenemos que verla como una oportunidad que debe ser aprovechada al máximo, siendo el terreno en el que hay que librar (y ganar) las batallas.
En Bolivia por ejemplo, en medio de una tremenda crisis de legitimidad política y tras haber soportado la imposición neoliberal y su doloroso impacto en los sectores populares, siendo además un país sustentado en la explotación que el Norte ha hecho de los recursos del Sur, supieron generar una oportunidad, provocando rupturas tanto socio-políticas –las famosas guerras del Agua en el 2000 o del Gas en el 2003–, como epistemológicas –con una nueva Constitución que consagra el Vivir Bien como un nuevo paradigma alternativo que ayuda a pensar otro modelo de desarrollo y de sociedad, o los derechos de la Pachamama, recogidos en la Ley de la Madre Tierra–.
Esta por ver si en Euskal Herria, en esa periferia del Norte que debería mirar y articularse más con el Sur, somos capaces de aprovecharnos de la crisis estructural que sufrimos, de ver en esos intersticios y antagonismos, junto con la herencia histórica de lucha inherente al pueblo vasco, un resquicio para enfrentar al sistema, y desde una crítica radical al capitalismo, proponer un nuevo proyecto político que se traduzca en un nuevo modelo económico y político.
En ese sentido, el Estado del Bienestar que ahora se apresta a desmontar el neoliberalismo es una trampa para las y los militantes de izquierda. En uno de sus últimos textos, Slavoj žižek nos habla del surgimiento de una nueva forma de burguesía que ha visto modificada su función, y que ya no es propietaria de los medios de producción, siendo transformada en lo que podríamos denominar una “burguesía asalariada”. Es decir, es posible que la crisis provoque el retorno de una cierta lucha de clases, pero esta lucha va adoptando formas cambiantes, estando también el concepto de “burguesía” sujeto al cambio. Y si bien es obvio que la oligarquía propietaria de los medios de producción tiene más fuerza y poder que nunca, no podemos desdeñar en nuestros análisis el impacto de esta nueva forma de burguesía. En épocas de crisis, afirma žižek, los estratos más bajos de esta clase social son los primeros afectados por los recortes, y de ahí el recurso a las protestas políticas como medida para evitar unirse al proletariado. Las manifestaciones estudiantiles –cuya principal motivación es el miedo a que la educación superior deje de garantizarles un salario excedente en el futuro–, o el propio movimiento 15-M, contienen varios de estos factores de análisis. Cualquier lucha popular cuyo horizonte sea transformador no puede centrarse en combatir los síntomas del capitalismo, por el contrario, sus esfuerzos deben situarse en enfrentar al sistema capitalista como ideología dominante, ideología cuya tarea fundamental es imponer un relato en el que la responsabilidad del colapso no sea del propio sistema capitalista, sino de otra serie de contingencias menores.
La batalla ideológica
En este preciso sentido, Badiou tenía razón en su afirmación de que, hoy por hoy, el enemigo fundamental no es el capitalismo ni el imperio ni la explotación ni nada similar, sino la democracia: es la “ilusión democrática”, la aceptación de los mecanismos democráticos como marco final y definitivo de todo cambio, lo que evita el cambio radical de las relaciones capitalistas. ¡Bienvenidos a tiempos interesantes!, Slavoj žižek
Para ese combate contra el sistema capitalista debemos ser muy conscientes del papel que hoy en día juega la ideología en la imposición, dominación y reproducción del sistema en sí.
Entonces, ¿qué es la ideología? El proceso de producción de prácticas y construcción de un sentido común cuyo fin último es la creación, y sobre todo legitimación, de las relaciones de poder. La ideología está conformada tanto por una red de ideas, teorías y creencias, como por el aparataje que sostiene ese entramado, su apariencia externa, materializada en los Aparatos Ideológicos del Estado que tan bien definió Louis Althusser. El Estado y el sistema capitalista dominante se reproducen en la sociedad mediante la religión, la educación, el aparato jurídico-político, los medios de comunicación o la cultura, entre otras. Es decir, mas allá de la lucha de clases y del monopolio del uso legítimo de la fuerza que tiene un Estado siguiendo la conceptualización de Max Weber, todo eso se tiene que imponer mediante la construcción de ideología en la superestructura.
Por lo tanto, la lucha por la hegemonía ideológico-política, es la lucha por la apropiación de aquellos conceptos que son vividos como apolíticos, porque trascienden los límites de la política. O dicho de otra manera, es la naturalización de una mirada del mundo que es propia de una clase, pero que se presenta como universal y única posible.
Siguiendo entonces con esta argumentación, la ideología dominante no trata tanto de ofrecernos un escape de la realidad en la que vivimos, sino de ofrecernos la propia realidad en si misma como escape, volviéndonos personas conformistas que acepten el sistema de dominación sin ningún tipo de cuestionamiento estructural. Para decirlo con una canción de Doctor Deseo, «soy feliz, puedo elegir el color de mis barrotes, vivo en el mejor de los mundos».
Entonces, si volvemos a Fukuyama y a la idea de que vivimos una época postideológica, absolutamente pragmática, en la que reducimos la política a la gestión tecnocrática, nos podemos dar cuenta de cómo opera la ideología en esta sociedad de la tecnología y los medios de comunicación. La economía no es simplemente pura economía reducida al dictado de los mercados, que además se mueven de manera natural según las leyes de la oferta y la demanda. La economía es política. Pero para que no nos rebelemos contra ella, la clase dominante nos impone la ideología de un modo casi invisible. Lo mismo sucede con nuestro concepto de democracia: sabemos que no es realmente democracia, sin embargo, seguimos creyendo en ella.
No obstante, tenemos que tener en cuenta un matiz bien importante. Las ideas dominantes no son nunca directamente las de la clase dominante. Y ahí žižek nos pone un ejemplo muy gráfico: ¿cómo llegó a convertirse el Cristianismo en la ideología dominante? Incorporando una serie de aspiraciones de los oprimidos («la verdad está con los que sufren y con los humillados», «la culpa y el arrepentimiento son condiciones necesarias para alcanzar la bondad», «el poder corrompe», «el paraíso está en el cielo»…) para re-articularlas de tal manera que fuesen compatibles con las relaciones de poder existentes. Si tenemos este ejemplo en cuenta al analizar cómo se construye ideología dominante, para pensar cómo enfrentarla y construir ideología contrahegemónica, debemos tener claro que la clase dominante se apropia de ciertas aspiraciones de los sectores populares, degradándolas sutilmente, para después legitimar su propio proyecto y restarles, de este modo, la iniciativa histórica. Por consiguiente, en la construcción de cualquier alternativa de izquierda debemos enfrentarnos al peligro de ser víctimas de una revolución pasiva –por colocarlo en términos gramscianos–. Esta revolución-restauración de la que nos alertaba Gramsci, es el principal muro que hay que derribar mediante una batalla de las ideas.
En Repetir a Lenin, žižek nos propone invertir la siguiente afirmación: «Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo» (XI tesis sobre Feuerbach de Karl Marx). Nos propone no sucumbir a la tentación inmediata de actuar, de hacer algo de manera urgente como respuesta a la crisis que estamos viviendo, ya que corremos el riesgo de quedar inmovilizados ante la magnitud de la tarea. Ante esa urgencia de transformar el mundo y la más que probable frustración de no poder hacerlo, quizás sea más estratégico comenzar por cuestionar las coordenadas de la hegemonía ideológica.
En la ponencia política «Urrats Berri», debatida y aprobada por las bases de Herri Batasuna en 1992, se decía textualmente: «Muchas guerras perdidas en los campos de batalla se han ganado más tarde en base al efecto de las ideas. Pueblos que no han sido aniquilados por las armas han sido absorbidos por la vía de la destrucción de su identidad, de la imposición de otra cultura, de la preponderancia de una lengua diferente». Si vamos un poco más lejos de esta afirmación, podemos plantear lo siguiente: proyectos que no han logrado una victoria militar pueden imponerse en la batalla decisiva si explotan la posibilidad de construir un proyecto político sólido, un bloque histórico que permita disputar la hegemonía a la ideología dominante. Hoy en día y mediante la lucha ideológica, la batalla de las ideas, siempre unida por supuesto a la praxis –la acción colectiva–, la victoria política está más cerca que nunca.
De la culturización de la política a la politización de la cultura
Quizás haya llegado el momento de criticar esa actitud que domina nuestro mundo: el liberalismo tolerante y multicultural. Quizás se deba rechazar la actual despolitización de la economía. Quizás resulte necesario, hoy en día, suministrar una buena dosis de intolerancia aunque solo sea con el propósito de suscitar esa pasión política que alimenta la discordia. Quizás convenga apostar por una renovada politización. En defensa de la intolerancia, Slavoj žižek
Y para ello, un primer paso sería responder a las preguntas que žižek nos formula: ¿por qué hay tantas cuestiones hoy en día que se perciben como problemas de intolerancia más que como problemas de desigualdad, explotación o injusticia? ¿Por qué creemos que la tolerancia es el remedio en lugar de serlo la emancipación, la lucha política o la lucha armada? La respuesta, nos dice él mismo, la encontramos en la operación ideológica básica del liberalismo multiculturalista: la “culturización de la política”, es decir, que las diferencias políticas que se derivan de la explotación política y económica son naturalizadas y reducidas a diferencias culturales que deben ser toleradas.
El multiculturalismo, en cuanto expresión posmoderna del capitalismo para la disputa ideológica en el ámbito cultural, fue impuesto en Bolivia tiempo atrás. Las clases populares fueron golpeadas duramente y el neoliberalismo trajo consigo el multiculturalismo como práctica integracionista para hacer más fácil la asimilación de los pueblos indígenas. Todo ello bajo un supuesto respeto a las diferencias, eso sí, siempre que no cuestionaran el modelo de estado, y sobre todo, el modelo económico.
En Euskal Herria, y en Europa occidental en general, asistimos ahora a ese proceso. Supuestamente tenemos más libertades que nunca, “tolerancia” es la palabra de moda, y en teoría, se combate el racismo a la vez que se amplía nuestra libertad sexual. Es decir, podemos elegir el color de nuestros barrotes…
Debemos afirmar, entonces, que quizás la mejor forma de combatir el actual capitalismo global sea enfrentar ese multiculturalismo despolitizado, rechazando la despolitización de la economía, asumiendo la necesidad de politizar la cultura, reconociendo la diversidad –porque no somos iguales culturalmente–, pero articulándola con el debate de clase, con el reconocimiento de una estructura de clases y de unas formas de dominación.
Es en la batalla de las ideas, en la construcción de una ideología contrahegemónica que enfrente el sistema, que nos permita profundizar en otro modelo de democracia mas allá de la democracia liberal y representativa, donde se nos abre la posibilidad de construir la democracia de alta intensidad que nos propone Boaventura de Sousa Santos. Y es aquí, de nuevo, donde las ideas de žižek, que retoman el debate gramsciano de la construcción de la cultura como concepto central para comprender la hegemonía y para construir contrahegemonía, adquieren gran importancia.
Hegemonía
En términos más generales, mi desacuerdo con Laclau es que no acepto que todos los elementos que entran en la lucha hegemónica sean en principio iguales: en la serie de luchas (económica, política, feminista, ecológica, étnica, etcétera) siempre hay una que, si bien es parte de esta cadena, secretamente sobredetermina el horizonte mismo. Esta contaminación de lo universal por lo particular es ”más fuerte” que la lucha por la hegemonía (es decir, por qué contenido particular hegemonizará la universalidad en cuestión): estructura de antemano el terreno mismo en el que la multitud de contenidos particulares luchan por la hegemonía. «Mantener el lugar» en Hegemonía, Contingencia, Universalidad, Slavoj žižek
Lo anterior nos lleva a tener que reflexionar en torno al sujeto revolucionario que tiene que liderar ese combate –esa construcción de una democracia de alta intensidad–, y en torno al tipo de alianzas habrá que llevar a cabo para conformar un bloque histórico suficientemente sólido como para hacer frente a esa ardua tarea. Esto quiere decir que hay que pensar también, aunque la izquierda esté acostumbrada a la resistencia más que a la propuesta, en la toma del poder.
Y la toma del poder solo puede tener un carácter revolucionario, o en caso contrario mejor no tomarlo, aunque ello no signifique exclusivamente llegar a él mediante las armas. En Bolivia por ejemplo, y como lo explica perfectamente Álvaro García Linera –Vicepresidente del Estado Plurinacional de Bolivia–, hay revolución política porque la estructura del Estado es removida, transformada; hay revolución porque se modifica el origen social del órgano ejecutivo así como la composición de clase del Parlamento, además de la manera de tomar decisiones, de definir las políticas publicas; hay revolución política porque el orden simbólico y la enseñanza se modifican y transforman. Lo que nos lleva a poner encima de la mesa las preguntas que en estos momentos se plantean en Bolivia: ¿cómo construir hegemonía revolucionaria por encima de las contradicciones? ¿Cómo construir liderazgo intelectual y moral para abanderar el sentido común de la sociedad? ¿Cómo construir un proyecto político para tomar realmente el poder si la llegada al gobierno no te lo asegura? La teoría es fundamental para pensar la hegemonía, pero no podemos olvidarnos de la praxis, del accionar político: ¿cómo expandir tu proyecto político? ¿Cómo incorporar otras clases y otros sectores sociales, de tal manera que construyas hegemonía, pero sin hacer tantas concesiones que tu núcleo duro, los sectores populares que te han llevado donde estás, se sientan defraudados y te abandonen?
En Euskal Herria, si pensamos dar una batalla ideológica no con la única intención de convencer a la sociedad de lo perverso del sistema dominante, sino con el objetivo de generar un sentido común y construir ese bloque histórico que nos permita alcanzar el poder para transformar las estructuras existentes, deberemos hacer frente también a esas mismas, o parecidas, contradicciones.
Y llegados a este punto, y como se nos dirá más adelante en el capítulo 1, la tragedia es que nunca es un buen momento para tomar el poder, porque la oportunidad se presenta siempre en el peor momento posible, cuando la crisis es más aguda, cuando la clase política ha perdido legitimidad...
Tomar el poder, pensar hegemonía. Hegemonía como posibilidad de articulación de luchas muy diversas, que están ahí, fragmentadas y parcializadas, pero que necesitan ser dotadas de una dirección estratégica. Hegemonía no únicamente como consenso –perversa lectura que hizo de Gramsci el eurocomunismo europeo–, sino como la posibilidad de pensar y articular tanto los mecanismos de coerción (el Estado) como los de consenso (sociedad civil). Porque, como nos recuerda Néstor Kohan, la hegemonía está sujeta a la disputa, a la confrontación, y por lo tanto, quien la ejerce debe renovarla, defenderla y modificarla.
Además, debemos ser capaces de pensar e impulsar la contrahegemonía, el contrapoder, única manera de que nuestra intervención política sea suficientemente efectiva como para ser capaces de construir y liderar una alternativa factible al marco –político, económico…– actual.
¿Qué hacer?
El problema ahora es el estrictamente leninista –cómo ACTUALIZAR las imputaciones de los medios de comunicación: cómo inventar la estructura organizacional que conferirá a esta inquietud la FORMA de una demanda política universal. De no ser así, el momento, la oportunidad se perderá, y lo que permanecerá será una perturbación marginal, quizás organizada como un nuevo Greenpeace, con cierta eficacia, pero también con metas estrictamente limitadas, con estrategias de marketing, etcétera. En otros términos, la lección "leninista" clave hoy es: política sin la FORMA organizacional de partido es política sin política, de modo que la respuesta para aquellos que simplemente quieren los (atinadamente llamados) "Nuevos Movimientos SOCIALES" es la misma respuesta de los jacobinos a los compromisarios girondinos: "Ustedes quieren la revolución sin revolución!". El obstáculo de hoy es que parece haber solo dos caminos abiertos para el compromiso socio-político: o jugar el juego del sistema, comprometerse en una "larga marcha a través de las instituciones", o actuar en los nuevos movimientos sociales, desde el feminismo a través de la ecología al antirracismo. Y, de nuevo, el límite de estos movimientos es que ellos no son POLÍTICOS en el sentido del Universal Singular: ellos son "un movimientos contra un solo problema", que carecen de la dimensión de la universalidad, es decir, no se relacionan con la TOTALIDAD social. Repetir Lenin, Slavoj žižek
Lenin, en Estado y Revolución, decía que el objetivo revolucionario de la toma del poder era transformarlo, cambiar radicalmente su funcionamiento. Pero para eso necesariamente hay que pensar el poder y el Estado.
Y en esa dirección propuesta, un primer paso es partir de un análisis en profundidad de la historia y de las múltiples crisis que vivimos –económica-financiera, ecológica, energética y alimentaria– y de cómo se articulan entre sí para conformar la crisis estructural del capitalismo, una crisis civilizatoria. Debemos preguntarnos si el capitalismo –que trata de continuar su reproducción mediante la “acumulación por desposesión” que tan bien nos ha señalado David Harvey– contiene elementos suficientemente fuertes y antagónicos que puedan evitar su multiplicación infinita. La vuelta del neoliberalismo trae aparejada no solo el retroceso de lo público y la vuelta de una propiedad privada fuerte –mercados libres y libertad de comercio–, sino que asigna al Estado la tarea de crear mercados –para luego retirarse y dejarlos en manos del capital– en sectores donde no existían, porque hasta ahora eran públicos: la educación, la salud, el agua o el medio ambiente. Es decir, la oleada neoliberal que sigue a la crisis va a fijar su accionar en ámbitos que hasta ahora eran intocables. Por lo tanto, nuestros análisis deben ser más complejos, y además multidimensionales, pues en Euskal Herria la opresión se tiene que pensar en tres niveles: en una interrelación entre la opresión de clase, de género, y la opresión nacional que sufrimos como pueblo.
Un segundo paso sería la realización de una cartografía de las resistencias, con el objetivo de ser conscientes de las luchas que hay que articular para la construcción de la hegemonía, definiendo asimismo quiénes son nuestros aliados estratégicos y quiénes son nuestros aliados tácticos.
En tercer lugar, y partiendo de esas resistencias, necesitamos construir un proyecto político suficientemente sólido. Un programa que pase de la resistencia a la propuesta. Más allá de politizar las distintas luchas, debe estar basado en una crítica radical y profunda –estructural– al modelo capitalista, presentando alternativas que vayan más allá de la simple defensa del Estado del Bienestar. Asimismo, hay que colocar sobre la mesa la crítica a la estructura política de la que se ha dotado el capitalismo: la democracia liberal.
Esta construcción de un nuevo proyecto político nos debe llevar a un momento de transición, entre lo constituido y lo constituyente, que nos empuje a complicar la democracia, a reinventarla. Una nueva democracia que cree rupturas con esta sociedad postpolítica de adiós a las ideologías y que ayude a restructurar todo el espacio social, logrando una cohesión que impida la naturalización y cooptación de las luchas por parte del propio sistema con el objetivo de rebajar su potencial transformador.
Todo lo anterior debe ser realizado, además, teniendo que superar el miedo de nuestra propia subjetividad, no tanto a la lucha, sino a la victoria. Sabemos resistir y sabemos luchar, y ante la resistencia y la lucha, la derrota es relativamente más fácil de superar. Pero el miedo a la victoria, el miedo a ganar en vano, a repetir lo que otros ya hicieron antes no consiguiendo transformar las cosas, sino simplemente restaurando, o en el mejor de los casos reformando lo ya existente, es un miedo que paraliza, que nos deja inmóviles ante la magnitud del reto al que nos enfrentamos. Como podemos por lo tanto pensar en una victoria que abra nuevos horizontes de transformación es un dilema fundamental que debe pensar la izquierda en la transición, pregunta nuclear de su proceso constituyente.
En Bolivia se llegó al gobierno a través de unas elecciones democráticas (según el esquema de la democracia liberal burguesa) y a partir de ese momento se ha ejercido el poder de una manera no-estatal, fortaleciendo organizativa, orgánica y económicamente a los movimientos sociales y pueblos indígenas, para compensar, de alguna manera, el debilitamiento que provoca gestionar el poder. Pero en cualquier caso, se ha eludido la red de representación político-estatal, en una situación que objetivamente no tiene salida, porque no hay teoría escrita ni tendencia objetiva que muestre la forma de huir de esa contradicción. En Bolivia se ha optado por la heterodoxa salida de, en palabras de su vicepresidente Álvaro García Linera, cabalgar esas contradicciones. En ese sentido, tenemos que ser muy conscientes de que en Euskal Herria nos va a tocar lidiar con contradicciones, articular luchas, construir proyecto, mientras se piensa en el poder, el gobierno y el Estado, y enfrentarse, con respeto pero sin miedo, a esas contradicciones de la gestión del poder.
No estamos solos en ese camino. En tanto periferia del Norte, tenemos un camino natural que recorrer con los pueblos del Sur, desde el respeto y una profunda convicción internacionalista, compartiendo y aprendiendo de las experiencias transformadoras. La resaca de la imposición neoliberal ya esta comenzando a llegar, y quizás la experiencia del Sur, que ya la sufrió con una década de adelanto pues allí no construyeron Estado del Bienestar que sirviera de colchón (no porque no lo desearan sino porque el Norte construyo el suyo gracias a la transferencia de recursos y capital desde el Sur), nos puede dar algunas claves de cómo enfrentar el neoliberalismo, es decir, el capitalismo despojado de cualquier disfraz que pudiera tener anteriormente.
Estos son los retos futuros. Nadie dijo que fuese fácil, pero la crisis estructural nos ha abierto una oportunidad que no podemos dejar pasar. Estamos en un momento histórico, y debemos dar un paso adelante, la teoría sin praxis revolucionaria no sirve de nada, salgamos a las calles a construir ese proyecto político que nos ayude a avanzar en la liberación nacional y social de nuestros pueblos.
Gracias a Slavoj žižek por la cesión de derechos, a la Vicepresidencia del Estado Plurinacional de Bolivia por las facilidades prestadas para la publicación de este libro, y a Alejandra Santillana cuyos comentarios han servido para enriquecer este prólogo.
EL CAMINO HACIA EL CIELO, CON MÚSICA DE SIKUS
Se trata de una de las festividades centrales de la Quebrada de Humahuaca. El turismo acompañó a los 6.000 músicos que a ascendieron al santuario de la Virgen del Abra de Punta Corral, a unos 3.800 metros de altura.
El Tribuno de Argentina (www.eltribuno.com.ar)
Todas las fechas de Semana Santa, la Quebrada de Humahuaca se viste de fiesta. Con unos días de diferencia, ha terminado una de las grandes celebraciones que tienen a la zona como escenario: el carnaval. Pero ahora ha llegado un tiempo diferente, donde el recogimiento y la devoción preanuncian a la época más dura del año.
El centro de las actividades de Semana Santa es sin dudas el Santuario del Abra de la Virgen de Copacana de Punta Corral, ubicado a unos 3.800 metros sobre el nivel del mar, en una gigantesca abra donde se acomodarán fácilmente los miles de peregrinos. La imagen que se venera en Jujuy, es semejante a la Virgen cuyo santuario está en Copacabana, a orillas del lago Titicaca, en la cercana Bolivia. La altura en la que se ubica esta imagen es semejante a la de Punta Corral: 3.800 metros sobre el nivel del mar.
Según algunos historiadores, los rituales relacionados a los cerros parten de mucho tiempo antes de la llegada de los españoles a la región. Antiguamente se les llamaba “apu de la montaña” y se lo representaba con piedras sagradas. Todos los pueblos andinos, cuando comenzaba la “enfermedad” de la Pachamama -la infertilidad del invierno-, peregrinaban hacia esos santuarios de altura.
Uno de los mejores ejemplos de estos rituales antiguos lo encontramos en la ciudad del Cusco, en Perú, con la peregrinación del “Qoyllur Riti”, que se lleva a cabo entre mayo y junio y cuyo ascenso -¡a 3.800 msm!- y descenso, se prolonga durante tres días, igual que la fiesta quebradeña.
La celebración cusqueña le rinde culto a la imagen de un Jesucristo enclavado en una piedra. Se halla en la base del cerro Colquepunku y, según varios estudios, los incas celebraban allí “el Oncoymita” o “enfermedad de las Pléyades”, cuando la constelación se oculta. Son meses que se relacionan con el fin de las lluvias y con la infertilidad (“enfermedad”) de la Pachamama. Por otro lado, el Apu Colquepunku tenía un función principal: velar por la salud de los pobladores. Cuando consultamos a los peregrinos jujeños, nos damos que la subida al Abra de la Virgen de Punta Corral tiene la misma función, ya que los promesantes en general piden por la salud de quienes aman y por la de ellos mismos.
Miles de peregrinos
Este año los peregrinos en Tilcara han sumado a más de 6.000 personas. En su mayoría, se trata de Bandas de Sikuris, que superan al centenar y medio y representan a las poblaciones que se reparten por la Quebrada de Humahuaca. Las cañas de los sikus -que nunca se tocan en verano-, comienzan a sonar con melodías sacras al pie del camino que sube hacia el santuario. Las agrupaciones se ubican al costado de la Garganta del Diablo, en “Chilcaguada”. Este sendero está muy bien construido, es ancho, y se lo repara todos los años después de que pasan las lluvias. Desde 1930 son dos las imágenes de la Virgen que se veneran en la Quebrada: una de ellas desciende durante el Domingo de Ramos a la localidad de Tumbaya y la otra el Miércoles Santo a Tilcara. Punta Corral está ubicada detrás de ese cerro o Loma Larga que se observa a la derecha de la Ruta entre Tumbaya y Tilcara. Allí encontraremos el Abra de Punta Corral, señalada por una
gigantesca y antiquísima apacheta para la Pachamama. Más arriba está el Santuario de la Virgen que desciende a Tilcara, y hacia el sur, un poco mas abajo, el Santuario de la Virgen que baja Tumbaya. Para subir hasta estos lugares, existen cuatro senderos principales. El primero está en Tumbaya. Para tomarlo se debe cruzar el Río Grande y entrar por la quebrada del arroyo que baja desde Punta Corral. Esta senda está muy bien marcada. Los pobladores aseguran que fue construida por “los antiguos” y se extiende por unos 23 kilómetros, siendo la más larga pero con menor pendiente. El ascenso más corto se lo hace desde Tunalito, pero la subida es con una pendiente mucho mayor. Pero este camino desciende directamente sobre Punta Corral.
Caminos de subida
Desde Maimará tenemos el sendero más difícil. Se inicia en los cerros llamados “la Paleta del Pintor”. De allí debe pasarse hasta los cerros Amarillo, El Churqui, y las Doce Vueltas, donde algunas personas se sienten afectados por “el mal de la Puna”. Luego se desciende hasta la Apacheta del Abra, donde se bifurcan tres sendas muy bien marcadas; por la izquierda se desciende hacia Chilcaguada y Tilcara, hacia el frente está el Santuario de la Virgen del Abra de Punta Corral, y por la derecha se va al Santuario de la Virgen de Punta Corral.
Durante una larga jornada los peregrinos ascienden hasta el santuario. En estos meses ya comienza el frío en la Quebrada, por lo que todos llevan abrigos, lo que se suma a la carga de alimentos y agua. En diferentes tramos nos encontramos con las “apachetas”, o montículos de piedra donde los caminantes dejan hojas de coca o cigarros, con lo que le rinden tributo a la Madre Tierra y los espíritus del camino. En ningún momento dejan de hacer su música las bandas de sikuris. Bombos, redoblantes y platillos, van marcando el ritmo de la música y de los pasos.
Una vez arriba, los músicos no se detendrán. Seguirán tocando incluso cuando vuelvan a sus parajes y la fiesta de Semana Santa sea un recuerdo. Una misa se lleva a cabo en las alturas. La imagen es colocada sobre una piedra, recordándonos que su adoración proviene de mucho antes de la llegada del cristianismo. Al amanecer, los sikus volverán a tocar y la imagen descenderá hacia Tilcara.
Las bandas representan a distintos grupos sociales como torneros, empleados municipales, mujeres, trabajadores del tendido eléctrico, barrenderos, panaderos, etc.
En todos los casos, los promesantes han pedido por la salud de sus seres queridos. El esfuerzo físico y la concentración que se exige para tremenda actividad, mezclados con la música y la pasión de la fe, llevan a un estado emocional especial que reconforta a los promesantes en su regreso al pueblo. Todos se concentran frente a la iglesia, donde se deposita a la imagen de la Virgen. Por eso la música no se detiene sino hasta la madrugada. Y sigue, aún cuando los colectivos y camiones parten hacia todas las direcciones de la Quebrada, llevando de regreso a los peregrinos.
Todo se alistan ante la inminencia del invierno, pero no importa, esta vez, llevan el abrigo de su fe.
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