Ha pasado más de un siglo desde que la Prefectura de Potosí y la empresa The Antofagasta-Bolivian Railway Company firmaron un contrato de concesión de las aguas del manantial Silala, del que se benefició la República de Chile, país que ahora pretenden cristalizar un acuerdo con la Cancillería de Bolivia para pagar sólo por el 50% del caudal del recurso hídrico y que la otra mitad le sea reconocida como de su propiedad.
Bajo esta hipótesis que manejan ambos gobiernos en el marco de las negociaciones de la agenda de 13 puntos que acordaron los presidentes Evo Morales y Michelle Bachelet, el Estado chileno debería pagar a su similar de Bolivia 626.705.000 dólares por el consumo de agua durante casi 101 años; es decir, 17 mil dólares por día.
El Silala, ojos de agua que nacen entre los hitos 73 y 74, cerro Silala y cerro Inacaliri, ubicados en el cantón Quetena de la provincia Sud Lípez de Potosí, tiene un caudal de aproximadamente 250 litros/segundo, 15.000 litros/minuto, 900.000 litros/hora y 21.600.000 litros/día, cantidad de agua que sólo tuvo un único beneficiario, Chile.
El cálculo de 626.705.000 dólares podría ser mucho menor al momento de firmarse el acuerdo entre las autoridades diplomáticas de ambas naciones, pero lo peor de todo es el reconocimiento implícito que estaría haciendo el gobierno de Evo Morales a las pretensiones Chile, que el Silala es un río de cursos sucesivo, por tanto regulado por el derecho internacional.
A partir de este reconocimiento la tesis boliviana que se manejo desde el pasado siglo, en sentido de que el Silala es un manantial que aflora de la tierra y que no está regido por leyes internacionales, prácticamente quedaría desvirtuada.
Las aguas del manantial Silala son recolectadas por un canal artificial y una tubería en un reservorio de decantación de donde pasa a otro ubicado en territorio chileno para ingresar finalmente al sistema de agua potable de Codelco-Chuquicamata y de la empresa de servicios sanitarios de Antofagasta ESSAN.
El 21 de Junio de 1908, la empresa inglesa The Antofagasta- Bolivia Railway Company Limited solicita a la Prefectura del Departamento de Potosí, la concesión del uso de las aguas del Silala para abastecer con el líquido elemento a las máquinas del ferrocarril en el tramo Antofagasta- Oruro. Esta concesión de aguas es adjudicada el 7 de septiembre de 1908 e inscrita en las oficinas de Derechos Reales con el N° 3 del libro 2° de la provincia Sud Lípez. En 1961 la compañía privada Antofagasta, cambio sus máquinas a vapor por máquinas diesel, transfiriendo el uso de esta agua al Estado chileno.
Bajo esta hipótesis que manejan ambos gobiernos en el marco de las negociaciones de la agenda de 13 puntos que acordaron los presidentes Evo Morales y Michelle Bachelet, el Estado chileno debería pagar a su similar de Bolivia 626.705.000 dólares por el consumo de agua durante casi 101 años; es decir, 17 mil dólares por día.
El Silala, ojos de agua que nacen entre los hitos 73 y 74, cerro Silala y cerro Inacaliri, ubicados en el cantón Quetena de la provincia Sud Lípez de Potosí, tiene un caudal de aproximadamente 250 litros/segundo, 15.000 litros/minuto, 900.000 litros/hora y 21.600.000 litros/día, cantidad de agua que sólo tuvo un único beneficiario, Chile.
El cálculo de 626.705.000 dólares podría ser mucho menor al momento de firmarse el acuerdo entre las autoridades diplomáticas de ambas naciones, pero lo peor de todo es el reconocimiento implícito que estaría haciendo el gobierno de Evo Morales a las pretensiones Chile, que el Silala es un río de cursos sucesivo, por tanto regulado por el derecho internacional.
A partir de este reconocimiento la tesis boliviana que se manejo desde el pasado siglo, en sentido de que el Silala es un manantial que aflora de la tierra y que no está regido por leyes internacionales, prácticamente quedaría desvirtuada.
Las aguas del manantial Silala son recolectadas por un canal artificial y una tubería en un reservorio de decantación de donde pasa a otro ubicado en territorio chileno para ingresar finalmente al sistema de agua potable de Codelco-Chuquicamata y de la empresa de servicios sanitarios de Antofagasta ESSAN.
El 21 de Junio de 1908, la empresa inglesa The Antofagasta- Bolivia Railway Company Limited solicita a la Prefectura del Departamento de Potosí, la concesión del uso de las aguas del Silala para abastecer con el líquido elemento a las máquinas del ferrocarril en el tramo Antofagasta- Oruro. Esta concesión de aguas es adjudicada el 7 de septiembre de 1908 e inscrita en las oficinas de Derechos Reales con el N° 3 del libro 2° de la provincia Sud Lípez. En 1961 la compañía privada Antofagasta, cambio sus máquinas a vapor por máquinas diesel, transfiriendo el uso de esta agua al Estado chileno.
COMO BOIVIANA LOQUE MAS ME PREOCUPA ES LA ESTABILIDAD ECONOMICA DEL PAIS,EL PORBENIR DE BOLIVIA. YA QUE SIN ESE FACTOR BOLIVIA SE QUEDARA SIN NINGUN TIPO DE AYUDA NI VENEFICIO PARA NUESTROS HIJOS Y NIETOS.
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