“Para
presentar libro de vocación de paz, #Chile tiene que desminar frontera con Bolivia
y cambiar inversión militar por inversión social”, escribió Morales en su
cuenta oficial de Twitter (@evoespueblo).
En el marco
de la Convención de Ottawa, Chile se comprometió al desminado, hasta el año
2012, de la totalidad de explosivos que fueron colocados durante la dictadura
de Augusto Pinochet, en la frontera con Bolivia y Perú.
Sin embargo,
en 2011 al ver que ese proceso iba lento o no le pusieron el empeño, Chile
solicitó una ampliación al 2020. El Gobierno boliviano presentó el reclamo por
esta petición.
De acuerdo
con los datos oficiales, Chile habría desactivado el 69% de las minas, lo que
quiere decir que les falta por completar un 31 por ciento.
El ministro
de Defensa, Reymi Ferreira, al comenzar el año dijo que “en el proceso que va
no le va a dar tiempo (a Chile), lo más probable es que lleve a decirle a ellos
que el 2019 van a volver a postergar”. “Si no hicieron en 2012, el 2019 van a
venir con esa misma política, de que después de 2020 van a continuar con el
desminado”, señaló.
El Ministro
señaló también que en “los últimos cinco años, Chile destinó 2% de su PIB
(Producto Interno Bruto) que equivale a 8.230 millones de dólares por año” para
sus Fuerzas Armadas.
“En el marco
de su política de Estado están preparados para la guerra, no ven el factor
militar como tema disuasivo”, dijo Ferreira.
Morales hizo
alusión a estos dos factores al referirse al libro Vocación de Paz que mandó a
elaborar el Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile.
El diario El
Mercurio reportó que la “idea de este libro surgió luego de que el Gobierno
constatara cómo, en todos los viajes de autoridades bolivianas, estas regalaban
copias de El libro del mar, el documento con el que Palacio Quemado busca
explicar a la comunidad internacional los fundamentos de su demanda marítima
ante La Haya”.
El texto, que
se intenta no sea definido como un “antilibro del mar”, está dividido en cinco
capítulos: Chile en el sistema internacional; Chile en el mundo; Chile en la
región; Chile y sus vecinos y Los desafíos del futuro.
Es en el capítulo sobre las relaciones vecinales donde se aborda el tema de la demanda marítima boliviana, radicada desde el 2013 en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) y que venció la objeción preliminar a la competencia que presentó La Moneda.
Es en el capítulo sobre las relaciones vecinales donde se aborda el tema de la demanda marítima boliviana, radicada desde el 2013 en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) y que venció la objeción preliminar a la competencia que presentó La Moneda.
La noticia
del libro, que es parte de la nueva estrategia comunicacional chilena y que
será entregado el viernes, en la Cumbre Presidencial de la Alianza del
Pacífico, en Puerto Varas, Chile, surgió en medio de las duras declaraciones
del diputado chileno Jorge Tarud contra el presidente Morales y el vicepresidente
Álvaro García Linera.
Tarud
advirtió una “odiosidad permanente” de Morales y de García Linera, además dijo
que ambos “no están a la altura de los cargos que ejercen” y que son
“resentidos que están dividiendo a Latinoamérica”.
“Como
bolivianos no buscamos odiosidad ni agresividad. Solo buscamos buena vecindad y
hermandad respetando nuestros derechos”, replicó Morales por su cuenta de
Twitter.
“Derecho a
que se devuelva nuestro mar, derecho a que se respeten las aguas del manantial
Silala y respeto por las aguas del río Lauca”, enfatizó.
Chile invadió
el puerto boliviano de Antofagasta en 1879, y se apropió de 120.000 kilómetros
cuadrados de territorio y 400 lineales de costas y con ello apartó a Bolivia de
su cualidad marítima. Además, desde hace más de 100 años Chile se beneficia de
las aguas del Silala sin dar ninguna compensación a Bolivia.
MORALES
CUESTIONA A CHILE POR LIBRO ‘VOCACIÓN DE PAZ’ Y DEMANDA EL DESMINADO DE LA
FRONTERA
En medio del
juicio instaurado por Chile ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) por
el Silala, el presidente Evo Morales cuestionó el texto, que resume todos los
aspectos de la política exterior del vecino país, y demandó que antes ese país
debe desminar la zona fronteriza e invertir más en políticas sociales que en
armamento militar.
“Para
presentar libro de vocación de paz, #
Chile tiene que desminar frontera con # Bolivia y cambiar inversión militar por inversión social (sic)”,
escribió el Mandatario boliviano en su cuenta de
Twitter.
Según el
diario El Mercurio, el libro “Vocación
de Paz” es un texto de más de 250 páginas, el cual resume todos, los
aspectos de la política exterior de Chile en cuanto a la historia, cultura, personajes
destacados y relaciones con los países vecinos.
El texto será
utilizado como parte de la estrategia comunicacional de Chile en materia de
política exterior, esto, tras la campaña mediática que emprendió el presidente
Morales con la demanda marítima junto al juicio que interpuso en La Haya en
2013. La entrega del material está
prevista el próximo 1 de julio, en la nueva cumbre presidencial de la Alianza
del Pacífico, integrada también por Perú, México y Colombia.
La Convención de Ottawa establece en el parágrafo primero del
artículo 5: “Cada Estado Parte se compromete a destruir, o a asegurar la
destrucción de todas las minas antipersonal colocadas en los zonas minadas que
estén bajo su jurisdicción o control, lo antes posible, y a más tardar en un
plazo de 10 años (2012), a partir de la entrada en vigor de esta Convención
para ese Estado Parte”.
Chile, como signatario de la Convención de Ottawa, debía desactivar hasta
2012 las minas antipersonales sembradas en zonas de frontera en
la década del 70, pero incumplió el plazo y pidió una prórroga hasta 2020.
En otro tuit,
el mandatario continuó señalando que Bolivia
tiene el derecho “a que se devuelva” el mar, en referencia al juicio radicado
en La Haya desde 2013 y el “derecho a que se respeten las aguas
del manantial Silala y respeto por las aguas del río Lauca”.
“Como
bolivianos, no buscamos odiosidad ni agresividad. Solo buscamos buena vecindad
y hermandad respetando nuestros derechos (sic)”, escribió Morales en un tercer
tuit.
Por su lado,
el canciller Heraldo Muñoz, aseguró en una entrevista al diario La Tercera que “es el Gobierno boliviano el que ha preferido
la confrontación”, y que en cambio Chile siempre prefirió el diálogo.
“Bolivia rompió relaciones diplomáticas con Chile en 1962 y quién duda que con
posterioridad a ese momento nuestro país, como ahora, siguió ejerciendo un
papel constructivo regional”, añadió. (LA RAZON)
AGUAS
DE VERTIENTES DE SACAYA VA HACIA EL TERRITORIO CHILENO
La árida y
extensa región del suroeste potosino alberga ricos yacimientos de agua dulce,
que se encuentran cerca de la frontera con Chile. No solo se trata de los
bofedales del Silala, sino también de unas vertientes, incluso con más
potencial acuífero, conocidas como Sacaya y cuyas aguas abastecen casi en su
totalidad al vecino Chile. EL DIARIO, junto con el investigador Milton Lérida,
visitó aquél lejano lugar.
CÓMO LLEGAR
El punto de
partida es la población de Llica, capital de la provincia Daniel Campos, que
está a orillas del salar de Uyuni, en el extremo norte de la región. También
existe la posibilidad de ingresar por el cantón Canquella Sejcihua, relata
Lérida que es el guía de esta expedición.
La ruta por
Llica es tomando el camino hacia el norte que lleva a la comunidad de
Challacollu. Aproximadamente a cinco kilómetros antes de llegar a destino, debe
tomarse un desvío a la izquierda con dirección al Cerro Sillajhuay. Recorrer
unos 40 kilómetros y desviar, con dirección sud, hasta tomar el camino de
Bellavista a Sejcihua.
En esta ruta
hay que tomar un desvío a la derecha con dirección oeste, que es el camino que
lleva a Murmuntani. Dos kilómetros antes de llegar a esta comunidad, debe
continuarse por el camino hacia el sud, subir una pequeña colina, girar hacia
al noroeste y volver a desviar al sud, por lo menos unos siete kilómetros.
Una vez hecho
este recorrido, subiendo una pequeña montaña, se podrá divisar un hito metálico
sin número, denominado Hito Chanaloma, ubicado al lado oeste del camino, cerca
del Rancho Upila (500 m). Se continúa el recorrido hacia el sud, donde se
encontrarán con el hito metálico número XLIV, denominado Apacheta y según el
Tratado de Paz y Amistad este Punto se denomina Cueva Colorada (45).
A mil metros
al sud se divisará el rancho Cueva Colorada, actualmente conocida como Playa
Verde, situada en una quebrada que baja de este a noroeste, dirección a la vega
de Sacaya.
De Playa
Verde se necesita recorrer por lo menos unos 15 minutos para llegar a las
fuentes de Sacaya, es decir que hay que continuar por un camino que sale de
Playa Verde en dirección sud, en forma paralela a la línea fronteriza,
recorriendo por lo menos 9 kilómetros, luego girar al oeste con dirección a
Tres Cerritos y a unos 6 kilómetros se puede divisar la quebrada de arena,
donde están las fuentes de agua de Sacaya.
UBICACIÓN
GEOGRÁFICA
Las aguas del
Sacaya están situadas en la jurisdicción territorial del cantón San Pablo de
Napa, provincia Daniel Campos, en el suroeste potosino, concretamente se
encuentran en la parte norte del cantón, muy cerca de la línea fronteriza con
Chile.
De acuerdo a
la hoja cartográfica, denominada “Cerro Altamira”, del Instituto Geográfico
Militar (IGM), No. 5833-I, editado en agosto de 1972, las aguas del Sacaya
están ubicadas a 6.125 metros al este del punto de límite No. 42 tres Cerritos,
de acuerdo al Tratado de Paz y Amistad, firmado entre Bolivia y Chile el 20 de
octubre de 1904.
Según la
ubicación georeferencial, las aguas del Sacaya están a 20º (grados) y 06’
(minutos), de latitud Sud y a 68º grados 38’ minutos longitud oeste, de acuerdo
al sistema PSAT56, que emplea el IGM.
Las
vertientes nacen en una quebrada de arena, en plena altiplanicie, llamada Pampa
El Salto, aproximadamente a 120 metros de profundidad, respecto a la planicie.
La quebrada de arena forma una especie de trapecio, cuando se lo mira de
frente. Tiene dos lados más o menos iguales, de una altura aproximada de 120
metros, una base que varía 20 a 35 metros de ancho y en la parte superior tiene
un ancho de 580 a 650 metros. El color de la arena de la quebrada es blanco,
entremezclado con arbustos de tola y paja brava.
De acuerdo a
la medición realizada en el terreno, en mayo de este año se constató que los
ojos de agua nacen a una altura de 4.140 metros sobre el nivel del mar (msnm) y
el líquido brota en un volumen aproximado de 300 a 500 litros por segundo; sin
embargo, la cantidad de agua depende de la época.
AGUA DE
SACAYA
Las aguas de
Sacaya tienen las mismas características que las del Silala. El agua de Sacaya
es potable, dulce y apta para el consumo humano, la agricultura y la ganadería.
Al presente, en territorio boliviano, solo el ganado camélido aprovecha de este
recurso. La temperatura promedio del recurso oscila entre 5 y 10 grados
centígrados de día, pero en época de invierno desciende hasta por debajo de los
cero grados.
CURSO DEL
AGUA
El agua nace
en el punto 20º (grados) y 06’(minutos) de latitud sud y a 68º grados 38’
minutos longitud oeste, recorre aproximadamente 6 kilómetros, de oeste a este,
luego cambia su curso hacia el norte y recorre 4 kilómetros hasta cruzar la
frontera e ingresar a territorio chileno.
En el correr
del río, las aguas del río Sacaya, como se lo denomina en la hoja cartográfica
del IGM, es alimentado por un pequeño río, que proviene de la parte sud, que
proviene de otra fuente de agua denominada Chuculucuni, igualmente en
territorio boliviano.
VOLUMEN
El volumen
del agua de Sacaya, de acuerdo a cálculos promedio, es de 300 a 500 litros por
segundo. Si se realiza una comparación de la cantidad de agua de este manantial
con las aguas del Silala, se puede decir que es casi el doble.
Es decir que
en el suroeste potosino existe un valioso recurso natural que el Estado
boliviano no aprovecha y, aparentemente, hasta la fecha es desconocido por las
autoridades departamentales y nacionales.
LÍMITE CON
CHILE
De acuerdo
con el Tratado de Paz y Amistad, firmado entre Bolivia y Chile el 20 de octubre
de 1904, las aguas del río Sacaya se encuentran en la línea fronteriza con
Chile. El texto del Tratado señala citando en números los puntos del límite:
“De este
cerro irá en línea recta a la cumbre más alta de Tres Cerritos (42) y en
seguida en línea recta al cerro Challacollo (43) y a la estrechura de la Vega
de Sacaya (44), frente a Villacollo. De Sacaya, el límite irá en línea recta a
las apachetas de Cueva Colorada (45) y de Santaile (46), donde seguirá al
Noroeste por los cerros de Irruputuncu (47) y de Patalani (48). De esta cumbre
irá el límite en línea recta al cerrito Chiarcollo (49), cortando el río
Cancosa (50), y de ahí también en línea recta a la cumbre del cerro
Pintapintani (51), siguiendo después de esta cumbre por el cordón de los cerros
de Quiuri, (52), Pumiri (53) y Panantalla (54)”.
De acuerdo a
esta definición del límite, las vertientes del Sacaya se encuentran situadas
entre Tres Cerritos (42) y la Vega de Sacaya (44).
Por otro
lado, las aguas del Río Sacaya ingresan a territorio chileno en el punto 44,
denominado Vega de Sacaya (44). Este punto está demarcado con un hito metálico,
marcado con el No. XLV, denominado Sululuni.
La actual
población de Playa Verde, conocida anteriormente como Cueva Colorada, está a
solo 50 metros de la línea fronteriza con Chile. Más al norte, a la distancia
de un kilómetros de la población está el punto 45, denominado Cueva Colorada
(45), que está al lado oeste del camino carretero que va de la comunidad de
Murmuntani a Playa Verde.
CLIMA
El clima en
el sector de Sacaya llega hasta menos 10 grados centígrados bajo cero o incluso
más, tomando en cuenta la época del año.
La región
tiene las características de un clima alpino, es decir predominan bajas
temperaturas a causa de la altitud.
El clima
alpino corresponde a las características climáticas de los territorios situados
por encima de la línea de vegetación arbórea. (EL DIARIO)
CAPITALISMO,
POSTCAPITALISMO, SOCIALISMO ¿ADÓNDE IR?
Prensa
Latina de Cuba (www.prensa-latina.cu)
Me decía mi
talentoso amigo panameño Guillermo Castro, hurgador de las raíces y del abono
que fertiliza a la sociedad contemporánea, que "más allá de una
confrontación entre el capitalismo de ayer y el de hoy, no encuentra uno
ninguna expresión clara de disposición de ir más allá de ese capitalismo".
No se crea
que es una visión apocalíptica de las luchas sociales en Latinoamérica, ni
mucho menos una expresión de desencanto racional y espiritual por lo que
acontece en estos momentos en algunos países en esta parte de nuestro
hemisferio que pone en duda hasta el concepto mismo de Socialismo del Siglo
XXI.
Es una
inquietud dramáticamente razonada que me llega por un artículo sobre la lucha
de clases en Latinoamérica puesta muy de manifiesto en Venezuela, Brasil,
Argentina, Bolivia, Ecuador e incluso Paraguay, lo cual no significa que alguna
nación de nuestro hemisferio esté libre de ese fenómeno histórico-social.
Vistos esos casos, admito con Guillermo que, de forma general, en las circunstancias actuales "se lucha contra el neoliberalismo en nombre de reivindicaciones que finalmente sintetizan la demanda de un regreso al llamado Estado de bienestar/Estado desarrollista creado en su momento por un populismo liberal-nacionalista que hoy carece de asidero en la realidad".
Vistos esos casos, admito con Guillermo que, de forma general, en las circunstancias actuales "se lucha contra el neoliberalismo en nombre de reivindicaciones que finalmente sintetizan la demanda de un regreso al llamado Estado de bienestar/Estado desarrollista creado en su momento por un populismo liberal-nacionalista que hoy carece de asidero en la realidad".
Creo que hay
allí un mensaje acerca del camino que las sociedades de nuestro tiempo no deben
recorrer para evitar que lo que se ha podido avanzar en el contexto regional en
materia de integración colectiva e independencia económica sea afectado por
engañosos procesos semejantes a las tesis cepalinas del siglo pasado con Raúl Prebisch
y Singer, o al New Deal estadounidense que no impidió la Segunda Guerra
Mundial.
Impulsado por el expresidente de Estados Unidos Franklin Delano Roosevelt para paliar los graves efectos de la depresión de 1929 al que tanto sirvió la teoría de John Maynard Keynes sobre la intervención estatal en la economía para reactivar el consumo de las masas, el New Deal también estuvo en la base del acuerdo de Bretton Woods que consagró el keynesianismo y allanó el camino al Plan Marshall y al nacimiento de la Comunidad Europea.
Impulsado por el expresidente de Estados Unidos Franklin Delano Roosevelt para paliar los graves efectos de la depresión de 1929 al que tanto sirvió la teoría de John Maynard Keynes sobre la intervención estatal en la economía para reactivar el consumo de las masas, el New Deal también estuvo en la base del acuerdo de Bretton Woods que consagró el keynesianismo y allanó el camino al Plan Marshall y al nacimiento de la Comunidad Europea.
Mi amigo
decía que "todos estamos hoy en una circunstancia semejante, que nos
obliga a imaginar nuestras alternativas de futuro a partir de los lenguajes del
pasado".
Y esas
palabras me recuerdan declaraciones recientes del exministro de Finanzas griego
Yanis Varoufakis quien, a pesar de no ser reformista y estar a favor del cambio
como desean las izquierdas en todos los continentes, estima que debemos estar
dentro de la institución capitalista para poder cambiarla desde la
confrontación.
Después de todo, asegura, así es como transcurre la historia, a través de la tesis y la antítesis, de las clases. Olvidó decir que también desde los extremos de la unidad y lucha de los contrarios.
Después de todo, asegura, así es como transcurre la historia, a través de la tesis y la antítesis, de las clases. Olvidó decir que también desde los extremos de la unidad y lucha de los contrarios.
En América
del Sur los gobiernos progresistas de Argentina, Brasil, Ecuador, Paraguay y
Bolivia, y en un grado muy especial Venezuela con una revolución social más
definida, han intentado realizar cambios pero sin poder liberarse de la camisa
de fuerza del capitalismo con sus largas y atenazadoras mangas financieras, en
medio de una aguda lucha ideológica y una tenaz resistencia neoliberal que ha
provocado innegables retrocesos de la izquierda.
Guillermo
indica que "hacemos buen periodismo de denuncia, pero poco periodismo de
análisis, y muy poco de propuesta práctica. Hacia allá nos lleva el despliegue
de las nuevas realidades, sin embargo, como lleva a la playa al náufrago el
sucederse de las olas de la marea que sube. Porque de lo que no cabe duda es
que está subiendo".
Su conclusión
es un verdadero reto: "Lo que para otros puede parecer una limitación,
para nosotros es un desafío constante: ir más allá, incluso, de las
percepciones de la realidad y de sí mismos que tienen los protagonistas del
diario trajinar de nuestros pueblos".
Varoufakis,
un marxista que suministró los santos óleos al socialismo pero al mismo tiempo
diagnosticó la fase terminal del capitalismo, camina con botas europeas por un
sendero semejante al indicado por Guillermo para América.
"Sabiendo
que vamos a asistir a una descomposición del poder de las empresas, la cuestión
consiste actualmente en saber qué es lo que va a reemplazarlas".
"¿Vamos
hacia un escenario de segunda era del maquinismo, con un fracaso masivo en
producir suficiente demanda para los productos de estas máquinas o encontraremos
una vía en la que reestructuremos la forma en la que mantenemos relaciones
entre nosotros y relaciones con las máquinas para producir y compartir la
prosperidad que estas tecnologías hacen posible?"
¿Estas
interrogantes del economista greco-australiano significan que no existe la
posibilidad de un Socialismo del Siglo XXI o que ha dejado de ser una
alternativa al capitalismo o una meta del difícil y complejo período de
transición como algunos suelen denominar a los gobiernos progresistas? ¿Estamos
en un limbo entre el capitalismo decadente y el socialismo inerte?
Varoufakis
responde en estos términos: "Es una cuestión política. No se puede
resolver por medio de abogados ni por medio de compradores ni de vendedores.
Hace falta un esfuerzo por parte de los gobiernos, de los actores del mercado
financiero, así como del mundo empresarial. Hay que crear algo nuevo, y acaso
se le llame postcapitalismo. En todos los casos, el tipo de acuerdo que resulte
de ello será enormemente inestable".
Guillermo,
por su parte, acude a "una advertencia que José Martí dejó en su artículo
sobre la conferencia monetaria de las repúblicas de América, en mayo de 1891: A
lo que se ha de estar no es a la forma de las cosas, sino a su espíritu. Lo
real es lo que importa, no lo aparente. En la política, lo real es lo que no se
ve."
Hecha trizas
la parafernalia antivenezolana en la OEA, guiémonos por Martí, vayamos al
espíritu de las cosas y no a sus formas y, como Argos Panopte, tengamos bien
abiertos los cien ojos para captar lo real e impedir que el brillo fementido de
un nuevo Estado de bienestar nos deje ciegos.
Público
de España (www.blogs.publico.es)
Por Antonio Palazuelos Manso.- A muchos
lectores que siguen los acontecimientos de América Latina les puede sorprender
lo que está ocurriendo en los últimos años y especialmente en los últimos
meses, sobre todo si lo comparamos con las noticias que nos llegaban en años
anteriores donde parecía que la región se encontraba “en el mejor de los
mundos”: su economía crecía a un ritmo envidiable, sorteando mal que bien las
crisis internacionales, a nivel social se evidenciaban avances en materia de
empleo, reducción de la pobreza y mejora en la reducción de la desigualdad, se
elevaba el acceso al consumo y los bienes básicos a las grandes mayorías a la
vez que se ampliaba una clase media en ascenso. A nivel político parecía que la
democracia se estaba consolidando si tenemos en cuenta la rotación en el acceso
al poder y lo novedoso en la última década de la llegada al gobierno de
movimientos, partidos y grupos políticos progresistas o de izquierdas.
Esta visión,
pudiera parecer que ha dado un giro de ciento ochenta grados y lo que acontece
hoy es prácticamente todo lo contrario, ya que la mayoría de las economías se
encuentran estancadas o en clara recesión, nuevamente vuelve a incrementarse el
deterioro social y la desigualdad, y sobre todo, la inestabilidad política se
asienta de nuevo en el escenario.
Hay algunos
aspectos que evidenciarían esos cambios tan drásticos que se están produciendo
en la región, y que van a tener graves consecuencias en el medio plazo en
numerosos sentidos.
Para ello me
voy a referir a algunas reflexiones realizadas por el vicepresidente de
Bolivia, Álvaro García Linera, en una conferencia que ofreció hace apenas unas
semanas en la Universidad de Buenos Aires, bajo el título “Restauración
conservadora y nuevas resistencias en Latinoamérica” donde el conferenciante
opinaba, entre otras muchas cosas, que “después de diez años de irradiación de
avances territoriales de gobiernos revolucionarios y progresistas, ese avance
se detuvo… y estamos en un momento de inflexión histórica…donde las fuerzas
conservadoras han triunfado en algunos países, y hay un acelerado proceso de
reconstrucción de las viejas elites de los años 80 y 90, que nuevamente quieren
asumir el control de la gestión estatal”
Entonces, nos
preguntamos ¿hasta qué punto estamos realmente ante un cambio de ciclo en
América Latina? ¿Cuáles son los signos más evidentes de dicho cambio? Sin
tratar de responden pormenorizadamente a estas cuestiones, hoy me voy a detener
simplemente en resaltar aquellos elementos, que desde mi punto de vista,
estarían reflejando claramente cambios cualitativos que evidencia un paso
atrás, un retroceso de casi dos décadas.
En primer
lugar destacaría que, frente a los intentos de diversos países de asentar su
soberanía, y una mayor independencia frente a la hegemonía estadounidense en la
región – que pretendía no solo redefinir las relaciones bilaterales en términos
de una mayor igualdad, sino también, y de forma muy significativa, reducir el
protagonismo e intromisión de las organizaciones panamericanas bajo la égida de
los EEUU (esencialmente la OEA, o el fallido ALCA), se crearon organismos
económicos y políticos subregionales como MERCOSUR, UNASUR o CELAC, donde se
buscaba no solo conseguir una mayor integración que permitiera la cooperación
económica y el desarrollo, sino también la autonomía política para posicionarse
como países, y como región, en el escenario internacional (BRICS, NNUU, OMC).
Significativo
ha sido en las últimas semanas algunos hechos, como: el vergonzante papel
jugado por el actual secretario general de la OEA (Luis Almagro), tratando de
hacer resurgir la organización a través de imponer la denominada “Carta
democrática” al legítimo gobierno venezolano, haciendo el papel de “vocero” de
la más que discutible oposición “democrática” de ese país, o siguiendo las
directrices de “no se sabe muy bien quien”. Pero quizás, más significativo e
importante haya sido el giro copernicano que se ha producido en las relaciones
externas del nuevo gobierno argentino y el nuevo gobierno golpista y corrupto
de Brasil.
Pareciera que
Macri está dispuesto a recuperar “las relaciones carnales con los EEUU”, así
como el ¿cuasi abandono? de proyectos como MERCOSUR y UNASUR, dada la
importancia y protagonismo que pretende asumir su integración al eje del
Pacífico, amén de su protagonismo frente al “eje bolivariano”. En cuanto a
Brasil, la nueva política de las provisionales autoridades parecen poner de
manifiesto la supuesta – e idealizada por décadas – independencia y
profesionalidad de Itamaraty (Ministerio de relaciones internacionales), pues
la prisa que se ha dado su flamante ministro de exteriores en “recuperar” las
relaciones privilegiadas con los EEUU, y “redefinir” el papel exterior de
Brasil y sus prioridades así lo demuestran.
Un segundo
aspecto de interés a resaltar es el cambio drástico impuesto no sólo a la
política económica convencional que suele acompañar a todo nuevo gobierno, sino
esencialmente, a la base del propio proceso de acumulación capitalista, donde
se evidencia una vuelta a los noventa. Esto es enormemente claro en el caso
argentino, donde el gobierno de Macri parece querer desandar en apenas seis
meses todo lo realizado laboriosamente, con elementos de interés y muchos otros
criticables, los gobiernos del matrimonio Kirchner en el país, en los últimos
16 años. El intento de construir un modelo económico basado en el mercado
interno (consumo privado e inversión pública), pero fuertemente vinculado al
mercado sudamericano e internacional, con gran preocupación por la redistribución
de los frutos del crecimiento económico (significativo durante más de 10 años),
y tratando de garantizar cierta independencia externa (esencialmente
financiera), está dando paso – nuevamente – a potenciar la economía
financiarizada, la llegada del capital especulativo y la inserción
internacional (fundamentalmente financiera) lograda a través de los grandes
consorcios y los mercados internacionales. Se trata de una vuelta al
endeudamiento externo, a la competitividad espúrea, a la intromisión del FMI y
a gobernar para las minorías, a partir de claras ayudas a los grandes
consorcios nacionales e internacionales, subvenciones a los oligarcas agrarios
e industriales o la amnistía fiscal.
Un tercer
elemento a considerar tiene que ver con la nueva realidad política que
evidencia una gran debilidad de los procesos democráticos en la región, que se
refleja en los sucesivos golpes blandos o blancos que han acontecido en la
última década (Venezuela 2002, Honduras 2009, Paraguay 2012, y el más significativo
– por la importancia del país para América Latina, Brasil hace apenas unas
semanas); y los innumerables intentos de desestabilización de gobiernos
democráticamente elegidos (recuérdese los intentos secesionistas de Santa Cruz
en Bolivia en 2008 o el alzamiento policial-militar en Ecuador en 2010). Parece
que la oligarquía latinoamericana “no tiene paciencia”, tiene prisa por
recuperar “su poder”, y no está dispuesta a esperar los tiempos de la
alternancia democrática (tras sucesivas derrotas electorales), y cuando las
perspectivas de cambio se hacen “demasiado largas”, se trata de alterar el
orden constitucional y democrático de la manera que sea.
Esta realidad
a nosotros (los europeos) no puede extrañarnos, si nos atenemos a lo acontecido
en la democrática Europa, cuando las autoridades comunitarias llevan a cabo en
2011 sucesivos golpes políticos incruentos en la Grecia de Papandreu o la
Italia de Berlusconi.
Un cuarto
elemento a considerar tiene que ver con la debilidad e instrumentación política
de las débiles instituciones latinoamericanas (poder judicial, policía,
servicios de inteligencia, etc.), así como el enorme poder de “los Medias” a la
hora de forzar los cambios políticos en los países a favor de las oligarquías
conservadoras y los intereses que representan. Lo ocurrido en Brasil en los
últimos meses hasta el supuesto impeachmet de la presidenta Dilma Rousseff
pasara a la historia como “el manual del golpista democrático”. La implicación
de ciertos jueces, cuerpos de policías, grupos evangélicos, y sobre todo, los
grandes medios de comunicación O Globo y Folha en el golpe de estado es
incuestionable y nos plantea una reflexión que atañe a la hipocresía de los
gobiernos y la manipulación de los grandes medios de comunicación
internacionales, incluyendo los españoles, a la hora de defender los derechos
humanos y la libertad de prensa. ¿Dónde están los grandes titulares de la
prensa ante lo que está aconteciendo en Brasil o Argentina, cuando se muestran
“tan sensibles” a estos temas cuando ocurre en Venezuela, Ecuador o las
políticas de comunicación de Cristina de Kirschner?
Por último, y
en relación con lo anterior, resulta importante destacar el grave retroceso que
se está produciendo en relación a los derechos individuales y las libertades si
tenemos en cuenta ciertas leyes que se están aprobando o algunas políticas que
se están aplicando por estos nuevos gobiernos conservadores en relación con
hechos como la memoria histórica (en países que padecieron brutales dictaduras
militares), el recorte de libertades civiles o laborales, la intromisión
política en los órganos de gobierno de los jueces o la misma libertad de
prensa.
Querría
acabar haciendo una breve reflexión sobre “lo complicado, costoso y difícil que
resulta avanzar en los países cuando existen gobiernos a favor de las mayorías
sociales, donde no sólo debe existir voluntad política para cambiar las cosas,
sino miles de factores favorables al proceso, y……. lo aparente sencillo que
resulta tratar de desmantelar dichos avances en apenas unos meses, cuando un
gobierno de las minorías oligárquicas se hace con el poder”, lo cual me hace
volver a las reflexiones de García Linera en Buenos Aires, cuando decía que no
hay que desesperar “ya que la revolución es un proceso por oleadas… y estamos
ante el fin de la primera oleada y está viniendo el repliegue… pero más pronto
que tarde habrá una segunda oleada, y lo que tenemos que hacer es prepararnos,
debatiendo qué cosas hicimos mal en la primera oleada, dónde cometimos errores,
qué nos faltó por hacer….Tocan tiempos difíciles, pero para un revolucionario
los tiempos difíciles es su aire… y el tiempo histórico está de nuestro lado…
ya que ellos no tienen alternativa… Nosotros somos el futuro, somos la
esperanza”.
Analizar el
por qué y el cómo se ha llegado a esta situación, así como las debilidades y
virtudes de los procesos de cambio progresista exige un análisis pormenorizado
de diferentes factores, pero eso será en otro momento.
BOLIVIA:
CAE APROBACIÓN DE EVO MORALES POR ESCÁNDALO DE TRÁFICO DE INFLUENCIAS
Según
la encuestadora Mercados y Muestras, apenas el 29% de los consultados calificó
de "buena" la gestión del mandatario boliviano, mientras que en enero
pasado el 54% de la muestra sostenía esa opinión.
http://www.latercera.com/noticia/mundo/2016/06/678-686596-9-bolivia-cae-aprobacion-de-evo-morales-por-escandalo-de-trafico-de-influencias.shtml
La aprobación
del presidente boliviano, Evo Morales, bajó del 54% al 29%, tras el
escándalo que lo involucró en un presunto tráfico de influencias, según
una encuesta publicada este domingo por el diario Página Siete.
Por su parte,
el 44% de la muestra evaluó como "regular"
el desempeño de Morales y el 25% como "malo". A principios de año esas valoraciones alcanzaban
al 33% y al 11%, respectivamente.
La ministra
de Comunicación, Marianela Paco, cuestionó los resultados. Anotó que
según sondeos similares de otros medios de comunicación, el apoyo al
mandatario "sigue siendo el
mismo y que son diez años de que el pueblo boliviano respalda el liderazgo
del presidente Evo Morales".
El sondeo fue
realizado entre el 17 y el 21 de junio en las nueve capitales de
departamento, la ciudad de El Alto, y varias ciudades intermedias. Tiene un
margen de error de 3,47% y una confiabilidad del 95%. El tamaño de la
muestra fue de 800 interrogados.
Algunos
analistas sostienen que la revelación de la existencia de un hijo
secreto del presidente de Bolivia y un presunto caso de tráfico de
influencias le supusieron la derrota en un referéndum en el que Morales
buscaba ser autorizado a postularse a un cuarto mandato
(2020-2025).
Sin embargo,
el mandatario argumentó que ese referendo fue "el primer tiempo" y pidió a sus militantes
prepararse para un "segundo tiempo", lo que la oposición
interpretó como el interés del jefe de Estado de intentar una nueva
postulación.
Al respecto,
el 65% de los encuestados opina que Morales debe aceptar el resultado del
referendo y adelanta que, ante la eventualidad de otra consulta sobre una
nueva postulación del gobernante boliviano, el 58% la rechazaría.
MOPC NO QUISO ESCUCHAR LA VOZ DE ALERTA SOBRE DRAMA EN EL
PILCOMAYO
En repetidas oportunidades, a lo largo del 2015, se
advirtió al Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones y a la Comisión del
Pilcomayo de la tragedia que podría enfrentar el Chaco por la carencia de aguas
del río. Inexplicablemente hicieron oídos sordos y las consecuencias son hoy
miles de yacarés en riesgo de muerte por falta de alimentos y agua.
ABC de Paraguay (www.abc.com.py)
A lo largo del
2015, en repetidas oportunidades, se advirtió al Ministerio de Obras Públicas y
a la Comisión Nacional del Pilcomayo del riesgo de sequía en el valle de
inundación del río, en el Chaco paraguayo.
El 9 de
noviembre de 2015, por ejemplo, se publico en ABC Color un extenso artículo
sobre el inicio del período de lluvias en Bolivia. Al comenzar las lluvias se
produce el aumento de nivel de las aguas del Pilcomayo. Nuestro país estaba
sumamente retrasado en la rehabilitación de canales y la embocadura paraguaya
estaba taponada por sedimentos.
Comenzaron las
lluvias y el canal paraguayo no estaba listo para recibir las aguas del río.
A través de un
comunicado, el Ministerio de Obras Públicas se limitó a decir que el canal
estaba listo.
La Comisión
Nacional del Pilcomayo, por su parte, aseguró que se trabajó en tiempo oportuno
para recibir al río.
El resultado lo
tenemos hoy a la vista: el Chaco paraguayo enfrenta una tragedia por la
carencia del Pilcomayo.
El río no
ingresó en nuestro territorio porque los canales no estaban listos ni los
cauces en el interior del Chaco se limpiaron.
Miles de
yacarés pueden morir en las próximas semanas por desidia e irresponsabilidad de
nuestras autoridades.
El Ministerio
de Obras Públicas busca evitar el costo político y se limita a minimizar la
situación diciendo que “no hay un desastre ecológico”.
Desidia y
corrupción
En la Comisión
Nacional del Pilcomayo, una auditoría permitió detectar un supuesto mal uso de
5 millones de dólares lo que explicaría por qué los trabajos no se cumplieron
en forma.
El presupuesto
de este año fue de 10 millones de dólares y el Ing. Daniel Garay, extitular de
la comisión nacional, tiene que explicar dónde fue a parar la mitad de su
presupuesto. Resulta evidente que no se utilizó para los fines que fueron
entregados.
La Gobernación
de Boquerón no escapa a este esquema de irresponsabilidad: el gobernador Edwin
Pauls Friesen (ANR) mantuvo un silencio cómplice a lo largo de estos meses.
Cuando el MOPC
resolvió intervenir y auditar la comisión nacional, desde la Gobernación de
Boquerón pidieron a los pobladores de la zona del Pilcomayo que reclamaran el
retorno del Ing. Daniel Garay.
En lugar de
sumar su voz de protesta por la falta de transparencia y obras, la Gobernación
pretendió que siga como titular uno de los responsables del fracaso.
En ningún
momento reclamó que empresas menonitas asumieran la responsabilidad de trabajar
en el Pilcomayo; la Gobernación apostó por mantener un esquema contrario a los
intereses de su región.
No hay agua
Por segundo año
consecutivo, el Pilcomayo no riega nuestra territorio. Sin agua no hay vida.
Resulta absurdo
hasta el extremo leer el comunicado del MOPC publicado en diversos medios el
pasado 25 de junio, que sostiene que “aún no puede catalogarse de desastre
ecológico” lo que está sucediendo en el Pilcomayo.
Basta con
recorrer el cauce seco de la cañada La Madrid para encontrarse con miles de
animales apiñados en los pocos bolsones de agua, esperando la muerte.
Lo mismo se
puede decir de los tajamares de productores, hoy día invadidos por yacarés que
buscan alimentos para no morir.
Esta es la
realidad, hoy, en el Pilcomayo.
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