En el día de su
cumpleaños número 54, el chuquisaqueño Wálter Nosiglia, defensor del tercer
lugar en el podio de la categoría cuadriciclos obtenido en 2015, ocupó ayer el
duodécimo lugar y fue el boliviano mejor ubicado durante la segunda etapa del
Dakar 2016, corrida entre Villa Carlos Paz y Termas de Río Hondo, en territorio
argentino.
“Es bueno
cumplir años haciendo lo que a uno más le gusta, o sea corriendo”, declaró
Nosiglia. Ante la consulta de unos periodistas chilenos, sobre cómo iba a
celebrar después, respondió que “en realidad hemos festejado manejando y
estuvimos más pensando en la carrera; casi ni cuenta me di que era mi
cumpleaños. La pasé todo el día manejando”.
Esta etapa, la
primera que pudo correrse en esta octava edición del Dakar por Sudamérica —pues
la del domingo fue cancelada por razones de seguridad— tuvo que ser reducida en
su extensión por nuevas condiciones climatológicas adversas.
Nosiglia, que
partió en la posición número 13, apenas consiguió mejorar un escalón en la
clasificación final de la jornada, en una etapa complicada por el polvo en una
parte y el barro que dejó la lluvia caída en las horas previas, en la otra.
Con un tiempo
de cuatro horas, 21 minutos y 22 segundos, el piloto nacional tardó algo más de
10 minutos hasta cruzar la meta con respecto al vencedor de la etapa, el
chileno Ignacio Casale (04h10’47”).
El Dakar une
este año solo dos países, Argentina y Bolivia, y Nosiglia participa por tercera
vez consecutiva. Una vez más le tocó correr en el día de su onomástico (Sucre,
4 de enero de 1962). Su mejor sitial en los puestos de control fue el undécimo
lugar, y el peor, el decimosexto, del cual logró reponerse hasta cruzar la meta
y ubicarse duodécimo.
El
chuquisaqueño dijo que pudo haber conseguido una mejor ubicación; sin embargo,
un vehículo que iba delante suyo corría a una menor velocidad y el polvo que
dejaba le impedía superarlo. “Al comienzo anduvimos bien, pero después nos
retrasamos, fue un problema por el polvo, de manera que perdimos mucho tiempo”,
declaró al programa Acelerando a fondo (Radio Éxito).
En general
“todo ha salido bien, a pesar de que ha sido una jornada larguísima y
cansadora. Estamos desde las seis de la mañana, o sea ya son unas 11 horas que
estamos andando”. Contó que fueron “casi 90 kilómetros que tuvimos que estar
detrás de un vehículo “tragando” su polvo, por eso es que nos retrasamos
mucho”.
En total, 44
competidores completaron la segunda etapa de cuadriciclos, entre ellos el otro
boliviano que compite en esta categoría, el cruceño Leonardo Martínez. En su
segunda vez en un Dakar (en la primera sufrió un accidente que le hizo
abandonar y el año pasado no pudo participar, debido a otro incidente en un
entrenamiento que lo alejó de la actividad), Martínez ocupó ayer el puesto 39
con un tiempo de cinco horas, cinco minutos y 46 segundos, a casi una hora del
chileno Casale.
UN INCENDIO DEJA FUERA A LUIS BARBERY
Por una falla
eléctrica, el Buggie Herrator #368 del piloto boliviano Luis Barbery se
incendió en plena carretera y provocó el abandono del piloto cruceño de autos,
que había terminado la segunda etapa del Dakar en el puesto 68.
El Buggie ya
estaba fuera de competencia, luego de completar la prueba especial. Barbery
manejaba en enlace rumbo al vivac de Termas de Río Hondo, cuando apareció fuego
en el motor; los intentos por apagarlo rápido fueron inútiles. El vehículo se
incendió por completo y quedó inservible, aunque tanto el piloto como su
navegante Hernán Daza resultaron ilesos.
Según el diario
Panorama de Santiago del Estero, el hecho ocurrió a la altura de la localidad
de San Vicente, en Silípica. Los bomberos de la localidad de Loreto pudieron
finalmente sofocar el fuego; sin embargo, las pérdidas fueron totales.
En su página en
la red social Facebook, LB Racing informó del hecho, además publicó unas fotos
de Barbery con Daza y el vehículo completamente desintegrado por las llamas.
Barbery llegó a su quinto Dakar de manera consecutiva y tenía la esperanza de
completar todo el recorrido de esta edición entre Argentina y Bolivia.
“Nuestra
carrera ha terminado, sin lugar a dudas con sabor amargo, pero esto (un
accidente) sucede. Nos vamos con la frente bien alta, sabiendo que todos pusimos
lo mejor de nosotros para dejar bien parado a nuestro país en esta carrera”,
declaró el piloto según un comunicado de prensa emitido por su equipo.
De acuerdo con
ese informe, “el Buggy #368 se incendió por completo en el kilómetro 430 del
enlace desde San Francisco del Chañar hacia el campamento en Termas de Río
Hondo. De esta forma, no pudo arribar al campamento. Lo importante es que la
tripulación se encuentra en perfectas condiciones”.
Barbery contó
que “luego de completar el especial el auto comenzó a tomar fuego y poco
pudimos hacer para detenerlo”. “Lo importante —agregó— es que Daza y yo salimos
ilesos”.
Lo reconoce Basteiro
BOLIVIA ES MÁS DURA CON LOS ARGENTINOS QUE ARGENTINA CON
LOS BOLIVIANOS
El reconocimiento ha llegado por parte de un ex embajador
kirchnerista en Bolivia luego de 12 años de políticas de integración
latinoamericanista K. Ariel Basteiro remarcó que a diferencia de Argentina, en
Bolivia se cobra por una serie de documentos y certificados “que a nosotros
nunca se nos ocurriría solicitar y eso quizá hay que modernizar de la
legislación boliviana en la materia; por lo menos con Argentina, que tiene una
actitud muy abierta con Bolivia”. Por ello, manifestó que es “más flexible
nuestra ley con los bolivianos en Argentina que la que Bolivia tiene con los
argentinos acá”.
Urgente 24 de Argentina (www.urgente24.com)
El exembajador
de Argentina en Bolivia Ariel Basteiro, al hacer una evaluación sobre su misión
antes de marcharse del país, en noviembre de esta gestión, consideró que una de
las deudas pendientes del Estado boliviano con los migrantes argentinos es que
se simplifique los trámites para la obtención de documentos de residencia y
nacionalización, tal como lo hizo su nación.
Explicó que en
los últimos años, la gestión de esos legajos mejoró no solo para los
connacionales, sino también para otros conglomerados de extranjeros, como
paraguayos o chilenos.
Basteiro
precisó que a diferencia de Argentina, en Bolivia se cobra por una serie de
documentos y certificados “que a nosotros nunca se nos ocurriría solicitar y
eso quizá hay que modernizar de la legislación boliviana en la materia; por lo
menos con Argentina, que tiene una actitud muy abierta con Bolivia”. Por ello,
manifestó que es “más flexible nuestra ley con los bolivianos en Argentina que
la que Bolivia tiene con los argentinos acá”.
“En el tema de documentación, todo aquel que
quiere hacer el trámite en Argentina, sacar residencia o nacionalización, lo
hace sin ningún problema, hay una política más flexible que la que tiene
Bolivia con los argentinos acá, de hecho”, dijo el exdiplomático.
El que fuera
embajador del kirchnerismo en los últimos años, manifestó también que las
medidas a favor de los bolivianos y de otros migrantes se reflejan en el
derecho que tienen de cobrar los recursos de los planes de ayuda social, como
la asignación universal, que es un pago de $us 150 por hijo, desde recién
nacidos hasta los 18 años, entre otros.
Esos beneficios
—explicó— son parte de los derechos que tienen porque “trabajan en Argentina,
pagan impuestos en nuestro país, se rigen por las leyes argentinas y por ello
también tienen derecho al beneficio que asigna el Estado a estos sectores”. El
exembajador estima que en su país habitan cerca de 1,5 millones de ciudadanos
de nacionalidad boliviana, otro millón de paraguayos y cerca de 500.000
chilenos, entre otros.
Ariel Basteiro
llegó a Bolivia en septiembre de 2012 y retornó a su natal Buenos Aires a
finales de noviembre de este año, con el cambio de gobierno que hubo en su
país, cuando asumió la presidencia el opositor al ejecutivo peronista Mauricio
Macri.
Al evaluar la
situación de los migrantes bolivianos en su país, el exembajador informó que en
los últimos tres años fueron rescatados y se esclarecieron al menos 900 casos
de connacionales que eran explotados en talleres en Buenos Aires, quienes
estuvieron dispuestos a hacer las respectivas denuncias. Aparte de esas
personas, aproximadamente otras 3.000 también fueron rescatadas, pero no
figuran en las estadísticas porque se negaron a formular las acusaciones,
aunque retornaron a Bolivia.
Pero la
explotación laboral, según dijo, es uno de los grandes flagelos, por lo que en
los últimos años los gobiernos de ambos países, a través de sus instituciones,
como la Policía, la Aduana y sectores sociales, trabajaron en forma conjunta y
se lograron avances. Sostuvo que una de las limitaciones para descubrir casos
de esta naturaleza es que la trata laboral es un mal que no se lo descubre
hasta que se hace una inspección y se determina in situ lo que ocurre.
“Lo que sucede con la trata laboral entre
bolivianos es que muchas veces son llevados con promesas de trabajo de mejor
pago por sus propios paisanos, y la persona pasa la frontera y llega a Buenos
Aires”. Otra de las dificultades para dar con los tratantes, según Basteiro, es
que cuando se detecta a personas que posiblemente son víctimas de trata, éstas
aseguran que son parientes. “No se comete el delito hasta que la persona
ingresa al taller y le quitan los documentos”.
En otros temas,
la exautoridad también resaltó que en los más de tres años que estuvo en
Bolivia creció el interés de empresas argentinas, como constructoras o de
producción metalúrgica, por instalarse en el territorio del Estado
Plurinacional boliviano, por lo que al país llegó una misión
industrial-comercial. “Normalmente la cantidad de empresas argentinas superan a
cualquier otro país; las rondas de negocios son importantes y hay contacto
fluido importante”, afirmó.
Adicionalmente,
también explicó que en la actualidad su país financia 37 proyectos de diferente
naturaleza, cuya finalidad es colaborar con el Estado boliviano en diferentes
materias. Por ejemplo, mencionó la existencia de 20 proyectos que coadyuvan con
mejorar la producción lechera y de carne, pero también hay otros que colaboran
en materia agrícola, como en el tema del azúcar o la producción de peces.
Además, dijo Basteiro, hay otros planes orientados a la temática de los
derechos humanos o a la trata de personas.
El diplomático
tiene la esperanza de que toda esa colaboración y la integración de los dos
países puedan mantenerse, e incluso mejorar con la actual administración, es
decir, la del presidente Mauricio Macri, quien sucedió en el cargo a Cristina
Fernández de Kirchner, con la que el Gobierno boliviano tenía una buena
relación, sobre todo por la coincidencia ideológica; lo que no ocurre con
Macri.
¿Una ruta aérea narco desde Bolivia y Paraguay saltando
los controles fronterizos?
ASEGURAN QUE LA DROGA AHORA ENTRA POR AVIÓN EN PISTAS DE
LA PAMPA
La Arena de Argentina (www.laarena.com.ar)
El Departamento
Operaciones de la Policía de La Pampa está realizando un relevamiento de todas
las pistas privadas que están en condiciones de ser operada en la provincia. Se
han detectado pistas cercanas a Santa Rosa en establecimiento rurales que son
usadas por sus dueños pero se teme que, entre ellas, puedan existir este tipo
de instalaciones que sirvan de aterrizaje para aviones con cargamentos de
estupefacientes provenientes de Bolivia o Paraguay.
El alerta sobre
la posibilidad de que La Pampa sea también lugar de aterrizaje de cargamentos
de droga lo dio el propio ministro de Seguridad de la provincia Juan Carlos
Tierno en la reunión del Consejo de Seguridad Interior "Tenemos un
problema con decenas de pistas clandestinas en nuestra provincia", dijo
Tierno en declaraciones que refleja el diario La Nación y que alarmaron a los
integrantes del Consejo que no tenían antecedentes públicos de operaciones
ilegales tan alejadas de la frontera con Bolivia.
El diario
porteño reveló que, sin embargo, esa información sí se manejaba en el
Ministerio de Seguridad de la Nación donde se habrían detectado hasta mediados
de 2014 unas 1.600 pistas de aterrizaje en varias provincias argentinas,
algunas ubicadas en territorio pampeano.
Ruta pampa.
El diario
asegura que "a partir de esos datos, las autoridades pampeanas pudieron
detectar las operaciones aéreas narcos" en territorio provincial. No
obstante fuentes de la policía pampeana -si bien admitieron que están
investigando las pistas- dijeron que no hay pruebas que esos vuelos de aviones
narcos hayan efectivamente desembarcado en La Pampa.
Según el diario
"quienes investigaron las rutas de la droga en la Argentina estiman que la
cocaína que es introducida por vía aérea en La Pampa tiene más destino de
exportación que de venta en mercados locales. La explicación de esos vuelos
-dice el diario- tiene que ver con el cruce de las barreras policiales
terrestres focalizadas por la Gendarmería en las rutas del norte y centro
argentinos. Al aterrizar en La Pampa, los narcos tendrían caminos más fáciles
rumbo a zonas portuarias, como San Antonio Oeste, Bahía Blanca y Quequén",
asegura.
Semejante
afirmación sobre la existencia de una ruta abierta en La Pampa para la droga
que "pasa" por la Argentina con destino al exterior sorprendió a la
propia policía pampeana y a la propia justicia federal en la provincia que en
sus informes anuales nunca había mencionado esa posibilidad.
En la reunión
del consejo Tierno había instando a las policías de las provincias limítrofes a
"encontrar formas de aporte ejecutivas, porque en realidad parece que no
podemos coordinar ni los turnos de control de las policías camineras de
distintas provincias".
Los vuelos.
La hipótesis
que maneja el diario porteño asegura que ante la cantidad de controles en el
norte argentino, en las rutas por los puertos de Rosario, la provincia de
Buenos Aires y en la propia Ciudad de Buenos Aires, los narcos habrían optado
por "saltar los controles rumbo a bases ubicadas más al Sur", volando
directamente al centro del país, en este caso, a La Pampa.
"En
general, cada vuelo, con despegue desde territorio boliviano, transporta 500
kilogramos de cocaína. La distancia promedio con los potenciales lugares de
aterrizaje en La Pampa es de 1.600 kilómetros, el límite del rango de operación
de avionetas Cessnas 182 o 210. Los investigadores estiman una posible recarga
de combustible en Santiago del Estero. De tomadas maneras, la información sobre
las operaciones aéreas narcos marca, también, el uso de avionetas de mayor
porte, como el Beechcraft 200 Super King, que podría alcanzar Santa Rosa sin
reabastecimiento", dice La Nación.
Una treintena
de pistas legales
Cada una de las
pistas de aterrizaje que se localizan en el territorio argentino deben ser
autorizadas por la Administración Nacional de la Aviación Civil (ANAC). Según
el organismo, en La Pampa hay una treintena de estas instalaciones que son
denominadas técnicamente Lugares Aptos Denunciados (LAD) a diferencia de los
aeródromos que, para ser habilitados, necesitan de un equipamiento y
señalizacion más complejos.
La mayoría corresponden a lugares para aterrizajes de aeronaves livianas localizados en establecimientos agropecuarios de la provincia.
La mayoría corresponden a lugares para aterrizajes de aeronaves livianas localizados en establecimientos agropecuarios de la provincia.
La policía
pampeana, con la colaboración de la policía aeroportuaria, están verificando
que todas las pistas que se han detectado en un relevamiento satelital, estén
autorizadas.
OBSERVADORES INTERNACIONALES HARÁN SEGUIMIENTO A
REFERÉNDUM EN BOLIVIA
Sputnik News de Rusia (www.mundo.sputniknews.com)
El Tribunal
Supremo Electoral de Bolivia ha invitado a seguir el desarrollo del referéndum
sobre la reelección presidencial a la Organización de Estados Americanos (OEA),
Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) y la Comunidad de Estados
Latinoamericanos y Caribeños (Celac), informó a Sputnik Nóvosti una fuente del
tribunal electoral boliviano.
"Se han
enviado invitaciones a representantes de organismos internacionales para que
visiten Bolivia en calidad de observadores del referéndum del 21 de
febrero", dijo la fuente.
Las bolivianas
y bolivianos acudirán a las urnas el 21 de febrero para responder a la consulta
si quieren o no reformar el artículo 168 de la Constitución Política del Estado
(CPE) referido a la repostulación de los actuales presidente y vicepresidente
bolivianos.
La presidenta
del Tribunal Supremo Electoral, Katia Uriona, en declaraciones a la red privada
ATB aseguró la transparencia del órgano electoral y garantizó la realización
del referéndum en el marco del respeto a las normas vigentes.
"El
mensaje es que la población no tenga dudas. Esperamos reducir al mínimo posible
la desconfianza de la población porque estamos comprometiendo nuestra gestión
como Tribunal para garantizar que el voto expresado el día 21 de febrero se
respete", aseguró.
Según el
cronograma electoral, este martes 5 de enero el TSE cerrará el padrón electoral
final y se dará a conocer el número de ciudadanos que estarán habilitados para
votar en la consulta nacional.
Uriona detalló
que de acuerdo con el calendario electoral "el 21 de enero se realizará el
sorteo de jurados electorales, el 17 de febrero concluirá la difusión de
propaganda y será el cierre de campañas previo al referéndum del domingo 21 de
febrero".
De acuerdo con
el TSE, la presencia de los observadores internacionales será importante para
dar confianza a la población que acudirá a las urnas.
EVO MORALES TRANSGREDE LAS NORMAS EN BUSCA DE SU
REELECCIÓN
El presidente, pendiente de poder presentarse de nuevo en
2019 tras una reforma constitucional, inaugura obras en televisión
El País de España (www.elpais.com)
En medio de la campaña
para que la población boliviana se pronuncie sobre la reforma constitucional
que le permitiría ser candidato en 2019 para un cuarto mandato, el presidente Evo Morales
adjudicó el sábado pasado obras en la región de Oruro junto al magistrado del
Tribunal Constitucional Efrén Choque, reiteradamente acusado de favorecer al
oficialismo. Un día antes, Morales se refirió al referendo constitucional, que
se realizará el 21 de febrero, en otra entrega de obras televisada por el canal
estatal, lo que está prohibido por la ley; el presidente desafió al Tribunal
Electoral a sancionarlo por ello.
Estos hechos
ocurrieron poco después de que Evo Morales
admitiera la “preocupación” y la “amargura” de sus colaboradores por la
situación de su campaña. El mandatario le dijo al vicepresidente Álvaro García
Linera: “Aunque no aprueben finalmente nuestra reelección, no importa, hicimos
historia gracias al pueblo boliviano”. Se presume que García Linera estaba
preocupado por los modestos resultados que viene obteniendo el “sí” a la
reforma en las encuestas que se han conocido hasta ahora.
De acuerdo a
las empresas contratadas por los medios y la oposición, el “sí” perderá en el
referendo hasta por 10 puntos porcentuales. En cambio, según la encuesta
publicada hace una semana por la empresa internacional de investigación IPSOS, el “sí” gana en este momento con un
49%, ya que existe un 11% de indecisos. El trabajo de esta firma es objeto de
controversia entre quienes creen que se inclina a favor del Gobierno y quienes
lo defienden como el único termómetro de las opiniones generales del país, pues
incluye también las de la zona rural, que es muy favorable a Morales y que las
otras encuestadoras no llegan a medir por razones económicas.
La oposición
interpretó la confesión de Morales en clave triunfalista. Al día siguiente, el
presidente se corrigió señalando que su triunfo está asegurado y que lo único
que le preocupa es lograr el 70% de los votos y romper su propio récord de
apoyo popular.
Su estrategia
de campaña es una repetición de la que lo llevó a triunfar en las elecciones
presidenciales de 2014: una seguidilla de anuncios de inversión pública y de
inauguraciones de infraestructuras, cuya televisación esta vez no debe exceder,
por mandato del Tribunal Electoral, la media hora. En primer lugar fue la
fijación de este límite la que desató el conflicto entre la institución
electoral, recién renovada con cierta participación de los otros partidos con
representación parlamentaria, y el mayoritario Movimiento al Socialismo (MAS)
de Morales, que la considera contraria al derecho de la población a conocer lo
que hacen sus dirigentes.
Evo Morales ya
ha gobernado Bolivia durante 10 años, el periodo presidencial continuo más
largo de la historia del país. En 2005 ganó las elecciones con la promesa, que
ha cumplido, de cambiar el modelo neoliberal de administración del país,
vigente hasta entonces, y sustituirlo por otro de corte estatista. Este modelo
ha aprovechado con éxito el boom de los precios de las materias primas, por lo
que en la última década Bolivia ha crecido alrededor del 5% anual, incluso el
año pasado, en el que estalló la crisis latinoamericana. Sin embargo, se espera
que, paulatinamente, esta afecte a la economía nacional de una manera más
clara.
Tercer mandato
Morales ejerce
su tercer mandato, que se extiende hasta 2019, después de gobernar entre 2006 y
2009, y luego entre 2010 y 2015. El máximo de mandatos que permite la ley es de
dos. Sin embargo, el presidente ha burlado esta reglamentación al conseguir que
su primer periodo no cuente legalmente porque transcurrió antes de la
aprobación de la nueva Constitución, en febrero de 2009.
Morales, pues,
ha llegado en cualquier caso al máximo de postulaciones consecutivas que se
admiten legalmente. Por esta razón, el año pasado el MAS movilizó a los
sindicatos y a las organizaciones sociales para que fueran ellos los que
propusieran una reforma constitucional que habilitara al líder a presentarse
una vez más, con el argumento de que era necesario para mantener la estabilidad
política y concluir la obra constructiva que está en marcha en el país. Con su
enorme mayoría parlamentaria, el oficialismo no tuvo problemas para convertir
esta demanda sindical en un proyecto de cambio de un artículo de la
Constitución, reforma que puede aprobarse o no en el referendo del 21 de
febrero.
ESCRITOR BOLIVIANO PUBLICA EN CHILE CUENTOS SOBRE EL MAR,
ADEMÁS ES BUZO Y BIÓLOGO MARINO
Radio del Mar de Chile (www.radiodelmar.cl)
Con tres libros
y varios de sus cuentos publicados en antologías chilenas y extranjeras Yuri
Soria- Galvarro nos ofrece este nuevo libro de cuentos en el que se adentra en
las profundidades del mar del sur de nuestro país. Historias de marineros,
bares y tesoros perdidos, que han fascinado incluso a aquellos que no conocen
los paisajes descritos en estos relatos. Cuentos del Pacífico Sur fue
publicado recientemente por Editorial Nuevo Milenio en Bolivia, Editorial
Yaganes en España y Editorial Ficticia en México, en este país fue presentado
durante la Feria del Libro de Guadalajara.
“En sus
cuentos, que son contados por los protagonistas y el autor es el hombre de
oídos atentos a las voces que narran, se huele el aire de mar siempre
cambiante, se huele el aroma de leña noble y seca que arde en las chimeneas y
salamandras, y que siempre es una invitación para acercarse a cualquiera de
esas casas porque la gente tiene tiempo para contar historias y para oírlas. He
leído estos cuentos que me llevan a ese Sur del Mundo con la misma atención y
respeto con que se escuchan las historias contadas por los viejos marinos
vagabundos de los canales, que sortean los archipiélagos hasta llegar a la
Tierra del Fuego y más allá, hasta el Cabo de Hornos. Sé que al lector y lectora
les ocurrirá lo mismo”, dice Luis Sepúlveda en el prólogo de la edición
española.
“Yuri
Soria-Galvarro debe ser el único escritor-buzo de América Latina. Lo es tanto
en su quehacer concreto de ciudadano de los canales y fiordos australes, como
en el de creador de textos que sumergen al lector en atmósferas y espacios
diferentes, insospechados, a ratos abisales. El sur del mundo es solo
para bravos, pero Yuri nos lo acerca con todo el humanismo de quien lo vive en
la realidad y en la literatura”, dice Carlos Tromben en el prólogo de la
edición chilena publicado por editorial Das Kapital.
Cuentos del
pacífico Sur fue beneficiario de la Beca de Creación Literaria
Modalidad Cuento del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (2015).
Yuri Soria-
Galvarro nace en Cochabamba, Bolivia en abril de 1968, donde vive
sus primeros años. En 1972, gracias a una beca de especialización, su padre
viaja a Santiago de Chile y para 1976 la familia emigra a Puerto Montt donde
reside hasta hoy.
Es biólogo
marino, buzo profesional e instructor de buceo. Por más de 20 años ha trabajado
en empresas de servicios y productoras vinculadas a la acuicultura, lo que le
ha permitido navegar y conocer la mayor parte del sur de Chile y los canales
australes.
En el 2001
publica su primer libro de Relatos: La frontera (El kultrún), a los que
le siguen Crónicas de viaje (2002) y Mar Interior (2006, edición
El kultrún para Chile, Plural en Bolivia y Ficticia en México). El año 2010
gana el Concurso Literario Fernando Santiván con el libro Suren Poesía.
Ha sido finalista de varios concursos de cuento como el Franz Tamayo de La Paz
Bolivia, la revista Paula en Chile, Cuentos del Mundo Rural (FUCOA) y Concurso
de cuentos Policiales de la PDI. Sus cuentos han sido publicados en antologías
en Chile y el extranjero, donde destaca Después del 11 de Septiembre,
Narrativa Chilena Contemporánea, (Ficticia, 2003, México; y Ediciones Desde
la Gente, 2003, Argentina); Para seguir Creciendo (Ministerio de
Educación, Argentina 2006); El tesoro del pirata y otros cuentos
(Alfaguara, Bolivia, 2003); Mi nombre en el Google y otros cuentos
(Alfaguara, Chile, 2005), Arden Andes, (Macedonia Ediciones, Argentina
2010 y Simplemente Editores, Chile, 2015).
LA ACADEMIA DE LA MALA LENGUA
Esta peculiar institución nada a contracorriente desde
los años ochenta y sus académicos abogan por la ironía, los dobles sentidos y
el buen humor
El País de España (www.elpais.com)
En el mundo hay
22 academias de la lengua española –la primera, la Real Academia Española (RAE), se fundó en Madrid en 1713– y
solo una Academia de la Mala Lengua. La cuna de esta peculiar institución, que
nada a contracorriente desde los años ochenta, queda en Sucre (Bolivia) y sus
académicos son distinguidas personalidades —folcloristas, archiveros,
antropólogos y músicos, entre otros— que abogan por la ironía, los dobles
sentidos y el buen humor. “Mientras que la RAE tiene un lema que dice: ‘Limpia,
fija y da esplendor’, la Academia de la Mala Lengua estimula y da escozor”,
explica Luis Ríos Quiroga, uno de sus miembros. “Agudiza el ingenio y se
enfrenta a la beatería y al conservadurismo que se adueñaron de la ciudad”,
añade luego este profesor jubilado de baja estatura y dicción pausada en una
biblioteca del tamaño de un trastero.
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Al contrario
que la RAE, que sesiona a pocos metros del Museo del
Prado, en una sede con ambientes tan elegantes como los de los
hoteles Sheraton, la Academia de la Mala Lengua lo hacía primero en un espacio
casi homónimo, el Che Ratón, un local que servía bebidas espirituosas y
platillos típicos; y después –y hasta el momento–, en las casonas viejas de
salones amplísimos y vajilla fina de algunos de sus integrantes.
Los académicos
de la Mala Lengua no están preocupados ni por la ortografía, ni por las normas
para unificar el castellano, ni por los diccionarios. Ellos velan más bien por
la memoria del querendón de su tierra. Se reúnen en torno a un piano, una
guitarra o un armonio y recuerdan las letras del cancionero popular sucrense,
que tiene a la chola (a la mujer de sombrero hongo y pollera) como
protagonista. Animan cada velada con coplas y ritmos tradicionales, como la
cueca o el bailecito. Ponen apodos a amigos y conocidos –por ejemplo: a una
joven que participó en un desfile de carros alegóricos le decían Madre Patria
por su belleza–. Y son pícaros: en una ocasión, en mitad de una velada, uno de
ellos dio varios pasos de baile con un pañuelo mientras hacía amago de
desempolvar las partes íntimas de su pareja; y en otra, una de las mujeres del
grupo salpicó su cuerpo con gotitas de whisky porque pensaba que así se veía
más exuberante.
La irreverencia
y la habilidad para tomar el pelo son herencia de los intelectuales que les
precedieron, como el poeta Nicolás Ortiz Pacheco. De él se cuenta que un día,
mientras hacía sus necesidades frente a la puerta de la catedral, le reprendió
su tía: “Nicolasito, eso no se puede hacer aquí”; y que a continuación él se
libró de ella con una hábil respuesta: “Pero tía: yo estoy pudiendo nomás”. “En
gente como él, rebelde, talentosa y traviesa, nos inspiramos muchos de los
académicos de la Mala Lengua”, dice Luis Ríos. “Y debido a su influencia, nos
volvimos inconformes y contestatarios”.
¿EL
SUEÑO DE BOLÍVAR – CHÁVEZ SE ESFUMA?
Aporrea
de Venezuela (www.aporrea.org)
Por: Juan
Carlos Ortega.- La situación que se
vislumbra para el 2016 y siguientes años es quizás preocupante, por no decir
alarmante, no es que quiera ser ave de mal agüero, pero nuestros países no han
logrado superar las deficiencias estructurales de sus economías que las someten
cíclicamente a vivir momentos de euforia y vacas gordas y otros lastimeros de
vacas flacas. Desde el sur del Río Bravo hasta la Tierra de Fuego, tenemos
economías dependientes del precio de "x" materia prima, los procesos
industriales de manufactura no han pasado de ser meras ensambladoras de partes
originadas en lugares muy lejanos a nuestro interés común. Ningún proceso ha
logrado crear el necesario empuje que mueva la locomotora del progreso
económico y social.
La izquierda
en su afán de no perder el poder comporta verdaderas políticas populistas de
regalos y prebendas a grupos sociales, y ni siquiera a los más pobres, sino
aquellos que le puedan redituar votos, aunque no lo necesiten ni lo quieran
sólo lo aceptan para incorporarlos a un mercado negro especulativo, y así estos
gobiernos van desaprovechando la oportunidad de crear verdadero desarrollo
sustentable, con esos recursos derrochados, en pan y circo. Y la derecha actúa
como si fueran verdaderos apátridas entregando todo en la vorágine
privatizadora en favor de grupos transnacionales. Ninguno a la final es capaz
de lograr crear un desarrollo endógeno que convierta a un país o alianza de
países en un polo de desarrollo. Quizás ninguno entiende el verdadero
nacionalismo o al menos no les importa. El sueño de Bolívar sólo es posible si
se puede contraponer al sueño americano de James Monroe. En aras de la Patria Grande
debemos transformar económicamente nuestras naciones.
A finales de
los años 90´s comienza todo un proceso tendiente a la izquierda de los pueblos
de Suramérica, liderado por el Comandante Hugo Chávez que tuvo su resonancia en
varios países con sus liderazgos naturales. Así fue como Venezuela. Bolivia,
Argentina, Ecuador y Brasil se inclinan hacia gobiernos progresistas, que
adelantan urgentes políticas sociales y las banderas del antiimperialismo. Esta
ola de gobiernos populares coincidió con valores en alza de las materias primas
que dichos países exportan. Había una necesidad de vencer la pobreza, de saldar
la deuda social. Pero no olvidemos el viejo proverbio chino "Regala un
pescado a un hombre y le darás alimento para un día, enséñale a pescar y lo
alimentarás para el resto de su vida", por eso pareciera que el sueño de
patria libre se esfuma de nuevo, acostumbramos a las grandes mayorías a recibir
bienes y servicios que si bien son derechos, no les enseñamos a preservarlos ni
a defenderlos. Es que es difícil crear una sociedad socialista sin crear una
base material, como también será difícil conservar la base material sin una
solidez espiritual devenida en conciencia colectiva revolucionaria. En pocas
palabras sin conciencia no hay socialismo, y mucho menos en el reparto de
pobreza.
Soy de los
que cree que jamás habrá socialismo si este no es hegemónico, que cubra la
mayor parte del planeta con estados en vía al socialismo, con alto desarrollo
científico tecnológico, en coexistencia con pocos países capitalistas que no
representen un peligro bélico para las naciones socialistas. Por lo tanto,
también creo que el socialismo no es cosa de un solo país, sino de la clase
obrera mundial. Si un partido socialista llega al poder su tarea no consistirá
en construir el socialismo allí sino sentar las bases para irradiar el
socialismo sin perder el control de su territorio. Ahora bien, intentó Chávez
hacer esto, sentó las bases para el socialismo del Siglo XXI, si esto fue así,
se está perdiendo su legado, en medio de la grave crisis económica que vive
Latinoamérica y en especial su amada Venezuela, se perderá el sueño de Bolívar
y Chávez, en las manos de Maduro, Correa, Evo Morales y Dilma Rousseff. Si no
se creó conciencia creo sí.
EN AMÉRICA LATINA SE DESPIDE LA "GENERACIÓN DEL
BICENTENARIO"
Aporrea de Venezuela (www.rionegro.com.ar)
Por María
Beatriz Gentile.- Un conjunto de presidentes latinoamericanos cierra una etapa.
Hugo Chávez-Nicolás Maduro, Néstor Kirchner, Ignacio Lula Da Silva, Evo
Morales, Rafael Correa, Dilma Rousseff, José "Pepe" Mujica y Cristina
Fernández de Kirchner se despiden después de 15 años en que sus gobiernos
lograron alcanzar objetivos precisos en materia de integración regional y
ampliación de derechos sociales. Andrés Mora Ramírez los llamó la
"Generación del Bicentenario" porque todos ellos –a excepción de
Brasil– transitaron bajo sus mandatos la conmemoración de su independencia de
España y simbólicamente anudaron el pasado con un nuevo horizonte emancipador.
Resulta difícil,
para quien escribe, ocultar el sinsabor de este final de época y es de suponer
que muchos no compartan ese ánimo. Pero más allá de las pasiones, hay razones
para hablar de ello. Los datos duros de la Cepal muestran que en estos años
América Latina bajó la pobreza del 44 al 28% y aumentó su participación en el
mundo de menos de 5 al 8%. Cerca de 50 millones de latinoamericanos pasaron a
formar parte de la clase media. El número de pobres disminuyó en 120 millones
de personas y la región creció a un promedio del 5% en comparación al 2% de la
noche neoliberal.
Los datos
sensibles, en cambio, nos dicen que por primera vez en la historia tres líderes
de la clase trabajadora llegaron a la primera magistratura elegidos por el voto
de las mayorías, dos mujeres fueron reelectas en oportunidades consecutivas
para gobernar sus países y que la asunción de un presidente aymara se llevó a
cabo bajo el rito ancestral de Tiahuanaco tras haber ganado con el 61% de los
votos. Clase, género y etnia articulados como nunca en la experiencia
democrática latinoamericana.
La tradicional
OEA fue opacada por la Unasur. Mandatarios con escaso protocolo lograron
desarmar la conflictividad local sin las directivas de Washington. La masacre
de Pando, el conflicto colombiano/venezolano, la salida al mar de Bolivia, los
encontró soberanos pero sin prepotencia con el vecino. El continente recuperó
su épica y el pasado invadió el presente para resignificarlo. Y fue entonces la
patria más que la nación. Fue Juana Azurduy más que Colón. Fue el abrazo de
Guayaquil y no la guerra de la Triple Alianza.
Es innegable
que estos gobiernos marcaron un punto de inflexión en la historia política de
la región. La reacción en cadena de amores y odios que provocaron tal vez sea
la prueba más fehaciente de ello. Para muchos, como escribió Marta Dillon, las
conquistas logradas fueron amasadas y soñadas por los colectivos sociales en
los años de intemperie y desgarro político, de allí su incondicional apoyo.
Para otros tantos, tal vez ajenos a esos sueños, las debilidades y desaciertos
de gestión superaron ampliamente los logros.
La
"Generación del Bicentenario" se despide, pero América Latina ya no
es la misma. Se ha descubierto diversa, de colores fuertes y calores intensos.
Ha recuperado voces antiguas y ha sumado nuevas. Difícil creer que una nueva
espada la domine y un nuevo evangelio la silencie. Son muchos los que ven en
cada derecho consagrado un punto de partida y no de llegada. Y son otros tantos
los que comprendieron que, como escribió la poeta Gabriela Mistral, caminando
también se siembra.
LA IZQUIERDA DEL FUTURO: UNA SOCIOLOGIA DE LAS
EMERGENCIAS
La Red 21 de Uruguay (www.lr21.com.uy)
Por Boaventura de Sousa Santos.-
El futuro de la izquierda no es más difícil de predecir que cualquier otro
acontecimiento social. La mejor manera de abordarlo es haciendo lo que llamo
sociología de las emergencias. Consiste en prestar especial atención a algunas
señales del presente para ver en ellas tendencias, embriones de lo que puede
ser decisivo en el futuro. En este texto, doy especial atención a un hecho que,
por inusual, puede señalar algo nuevo e importante. Me refiero a los pactos
entre diferentes partidos de izquierda.
Los pactos
La familia de
las izquierdas no tiene una fuerte tradición de pactos. Algunas ramas de esta
familia tienen incluso más tradición pactos con la derecha que con otras ramas
de la familia. Diríase que las divergencias internas en la familia de las
izquierdas son parte de su código genético, tan constantes como han sido a lo
largo de los últimos doscientos años. Por razones obvias, las divergencias han
sido más amplias o notorias en democracia. La polarización llega a veces al
punto de que una rama de la familia ni siquiera reconoce que la otra pertenece
a la misma familia. Por el contrario, en períodos de dictadura los
entendimientos han sido frecuentes, aunque terminen una vez acabado el período
dictatorial.
A la luz de
esta historia, merece una reflexión el hecho de que en los últimos tiempos
estamos asistiendo a un movimiento pactista entre diferentes ramas de las
izquierdas en países democráticos. El sur de Europa es un buen ejemplo: la
unidad en torno a Syriza en Grecia a pesar de todas las vicisitudes y
dificultades; el gobierno dirigido por el Partido Socialista en Portugal con el
apoyo del Partido Comunista y del Bloco de Esquerda a raíz de las elecciones
del 4 de octubre de 2015; algunos gobiernos autonómicos en España, salidos de
las elecciones regionales de 2015 y, en el momento en que escribo, la discusión
sobre la posibilidad de un pacto a escala nacional entre el PSOE, Podemos y
otros partidos de izquierda como resultado de las elecciones generales de
diciembre. Hay indicios de que en otros lugares de Europa y en América Latina
pueden surgir en un futuro próximo pactos similares. Se imponen dos cuestiones.
¿Por qué este impulso pactista en democracia? ¿Cuál es su sostenibilidad?
La primera
pregunta tiene una respuesta plausible. En el caso del sur de Europa, la agresividad
de la derecha (tanto de la nacional como de la que viste la piel de las
“instituciones europeas”) en el poder en los últimos cinco años ha sido tan
devastadora para los derechos de ciudadanía y para la credibilidad del régimen
democrático que las fuerzas de izquierda comienzan a estar convencidas de que
las nuevas dictaduras del siglo XXI surgirán en forma de democracias de
bajísima intensidad. Serán dictaduras presentadas como dictablandas o
democraduras, como la gobernabilidad posible ante la inminencia del supuesto
caos en los tiempos difíciles que vivimos, como el resultado técnico de los
imperativos del mercado y de la crisis que lo explica todo sin necesidad de ser
explicada. El pacto resulta de una lectura política de que lo que está en juego
es la supervivencia de una democracia digna de ese nombre y de que las
divergencias sobre lo que esto significa ahora tienen menos urgencia que salvar
lo que la derecha todavía no ha logrado destruir.
La segunda
pregunta es más difícil de responder. Como decía Spinoza, las personas (y
también las sociedades, diría yo) se rigen por dos emociones fundamentales: el
miedo y la esperanza. El equilibrio entre ambas es complejo pero sin una de
ellas no sobreviviríamos. El miedo domina cuando las expectativas de futuro son
negativas (“esto es malo pero el futuro podría ser aún peor”); por su parte, la
esperanza domina cuando las expectativas futuras son positivas o cuando, por lo
menos, el inconformismo con la supuesta fatalidad de las expectativas negativas
es ampliamente compartido. Treinta años después del asalto global a los
derechos de los trabajadores; de la promoción de la desigualdad social y del
egoísmo como máximas virtudes sociales; del saqueo sin precedentes de los
recursos naturales, de la expulsión de poblaciones enteras de sus territorios y
de la destrucción ambiental que esto significa; de fomentar la guerra y el
terrorismo para crear Estados fallidos y tornar las sociedades indefensas ante
la expoliación; de la imposición más o menos negociada de tratados de libre
comercio totalmente controlados por los intereses de empresas multinacionales;
de la total supremacía del capital financiero sobre el capital productivo y
sobre la vida de las personas y las comunidades; después de todo esto,
combinado con la defensa hipócrita de la democracia liberal, es plausible
concluir que el neoliberalismo es una inmensa máquina de producción de
expectativas negativas para que las clases populares no sepan las verdaderas
razones de su sufrimiento, se conformen con lo poco que aún tienen y estén
paralizadas por el miedo a perderlo.
El movimiento
pactista al interior de las izquierdas es producto de un tiempo, el nuestro, de
predominio absoluto del miedo sobre la esperanza. ¿Significará esto que los
gobiernos salidos de los pactos serán víctimas de su éxito? El éxito de los
gobiernos pactados por las izquierdas se traducirá en la atenuación del miedo y
en la devolución de alguna esperanza a las clases populares, al mostrar,
mediante una gestión de gobierno pragmática e inteligente, que el derecho a
tener derechos es una conquista civilizatoria irreversible. ¿Será que, cuando
brille nuevamente la esperanza, las divergencias volverán a la superficie y los
pactos serán echados a la basura? Si ello ocurriese, sería fatal para las
clases populares, que rápidamente regresarían al silenciado desaliento ante un
fatalismo cruel, tan violento para las grandes mayorías cuanto benévolo para
las pequeñísimas minorías. Pero también sería fatal para las izquierdas en su
conjunto, pues quedaría demostrado durante algunas décadas que las izquierdas
son buenas para corregir el pasado, pero no para construir el futuro. Para que
tal cosa no suceda, deben ser llevadas a cabo dos tipos de medidas durante la
vigencia de los pactos. Dos medidas que no se imponen por la urgencia del
gobierno corriente y que, por eso, tienen que resultar de una voluntad política
bien determinada. Llamo a estas dos medidas Constitución y hegemonía.
Constitución y
hegemonía
La Constitución
es el conjunto de reformas constitucionales o infraconstitucionales que
reestructuran el sistema político y las instituciones con el fin de prepararlas
para posibles embates con la dictablanda y el proyecto de democracia de
bajísima intensidad que esta conlleva. Dependiendo de los países, las reformas
serán diferentes, como diferentes serán los mecanismos utilizados. Si en
algunos casos es posible reformar la Constitución con base en los Parlamentos,
en otros será necesario convocar Asambleas Constituyentes originarias, dado que
los Parlamentos serían el mayor obstáculo para cualquier reforma
constitucional.
También puede
suceder que, en un determinado contexto, la “reforma” más importante sea la
defensa activa de la Constitución existente mediante una renovada pedagogía
constitucional en todas las áreas de gobierno. Pero habrá algo común a todas
las reformas: volver el sistema electoral más representativo y más
transparente; fortalecer la democracia representativa con la democracia
participativa. Los teóricos liberales más influyentes de la democracia
representativa han reconocido (y recomendado) la coexistencia ambigua entre dos
ideas (contradictorias) que aseguran la estabilidad democrática: por un lado,
la creencia de los ciudadanos en su capacidad y competencia para intervenir y
participar activamente en la política; por otro, un ejercicio pasivo de esa
competencia y de esa capacidad mediante la confianza en las élites gobernantes.
En los últimos tiempos, y como lo demuestran las protestas que han sacudido
muchos países desde 2011, la confianza en las élites ha venido deteriorándose
sin que, sin embargo, el sistema político (por su diseño o por su práctica)
permita a los ciudadanos recuperar su capacidad y competencia para intervenir
activamente en la vida política. Sistemas electorales asimétricos,
partidocracia, corrupción, crisis financieras manipuladas –he aquí algunas de
las razones de la doble crisis de representación (“no nos representan”) y de
participación (“no vale la pena votar, todos son iguales y ninguno cumple lo
que promete”). Las reformas constitucionales obedecerán a un doble objetivo:
hacer la democracia representativa más representativa; complementar la
democracia representativa con la democracia participativa. Estas reformas darán
como resultado que la formación de la agenda política y el control del
desempeño de las políticas públicas dejarán de ser un monopolio de los partidos
y pasarán a ser compartidas por los partidos y ciudadanos independientes
organizados democráticamente para este propósito.
El segundo
conjunto de reformas es lo que llamo hegemonía. La hegemonía es el conjunto de
ideas sobre la sociedad e interpretaciones del mundo y de la vida que, por ser
altamente compartidas, incluso por los grupos sociales perjudicados por ellas,
permiten que las élites políticas, al apelar a tales ideas e interpretaciones,
gobiernen más por consenso que por coerción, aun cuando gobiernan en contra de
los intereses objetivos de grupos sociales mayoritarios. La idea de que los
pobres son pobres por su propia culpa es hegemónica cuando es defendida no sólo
por los ricos, sino también por los pobres y las clases populares en general.
En este caso son, por ejemplo, menores los costes políticos de las medidas para
eliminar o restringir drásticamente la renta social de inserción. La lucha por
la hegemonía de las ideas de sociedad que sostienen el pacto entre las
izquierdas es fundamental para la supervivencia y consistencia de ese pacto.
Esta lucha tiene lugar en la educación formal y en la promoción de la educación
popular, en los medios de comunicación, en el apoyo a los medios alternativos,
en la investigación científica, en la transformación curricular de las
universidades, en las redes sociales, en la actividad cultural, en las
organizaciones y movimientos sociales, en la opinión pública y en la opinión
publicada. A través de ella, se construyen nuevos sentidos y criterios de
evaluación de la vida social y de la acción política (la inmoralidad del
privilegio, de la concentración de la riqueza y de la discriminación racial y
sexual; la promoción de la solidaridad, de los bienes comunes y de la
diversidad cultural, social y económica; la defensa de la soberanía y de la
coherencia de las alianzas políticas; la protección de la naturaleza) que hacen
más difícil la contrarreforma de las ramas reaccionarias de la derecha, las
primeras en irrumpir en un momento de fragilidad del pacto. Para esta lucha
tenga éxito es necesario impulsar políticas que, a simple vista, son menos
urgentes y compensadoras. Si esto no ocurre, la esperanza no sobrevivirá al
miedo.
Aprendizajes
globales
Si algo se
puede afirmar con alguna certeza acerca de las dificultades que están pasando
las fuerzas progresistas en América Latina, es que tales dificultades se
asientan en el hecho de que sus gobiernos no enfrentaron ni la cuestión de la
Constitución ni la de la hegemonía. En el caso de Brasil, este hecho es
particularmente dramático. Y explica en parte que los enormes avances sociales
de los gobiernos de la época Lula sean ahora tan fácilmente reducidos a meros expedientes
populistas y oportunistas, incluso por parte de sus beneficiarios. Explica
también que los muchos errores cometidos (para comenzar, el haber desistido de
la reforma política y de la regulación de los medios de comunicación, y algunos
errores dejan heridas abiertas en grupos sociales importantes, tan diversos
como los campesinos sin tierra ni reforma agraria, los jóvenes negros víctimas
del racismo, los pueblos indígenas ilegalmente expulsados de sus territorios
ancestrales, pueblos indígenas y quilombolas con reservas homologadas pero
engavetadas, militarización de las periferias de las grandes ciudades,
poblaciones rurales envenenadas por agrotóxicos, etcétera), no sean
considerados como errores, sino que sean omitidos y hasta convertidos en virtudes
políticas o, al menos, sean aceptados como consecuencias inevitables de un
Gobierno realista y desarrollista.
Las tareas
incumplidas de la Constitución y de la hegemonía explican también que la
condena de la tentación capitalista por parte de los gobiernos de izquierda se
centre en la corrupción y, por tanto, en la inmoralidad y en la ilegalidad del
capitalismo, y no en la injusticia sistemática de un sistema de dominación que
se puede realizar en perfecto cumplimiento de la legalidad y la moralidad capitalistas.
El análisis de
las consecuencias de no haber resuelto las cuestiones de la Constitución y de
la hegemonía es relevante para prever y prevenir lo que puede pasar en las
próximas décadas, no solo en América Latina, sino también en Europa y otras regiones
del mundo. Entre las izquierdas latinoamericanas y las de Europa del sur ha
habido en los últimos veinte años importantes canales de comunicación, que
están todavía por analizarse en todas sus dimensiones. Desde el inicio del
presupuesto participativo en Porto Alegre (1989), varias organizaciones de
izquierda en Europa, Canadá e India (de las que tengo conocimiento) comenzaron
a prestar mucha atención a las innovaciones políticas que emergían en el campo
de las izquierdas en varios países de América Latina.
A partir del
final de la década de 1990, con la intensificación de las luchas sociales, el
ascenso al poder de gobiernos progresistas y las luchas por Asambleas
Constituyentes, sobre todo en Ecuador y Bolivia, quedó claro que una profunda
renovación de la izquierda, de la cual había mucho que aprender, estaba en
curso. Los trazos principales de esa renovación fueron los siguientes: la
democracia participativa articulada con la democracia representativa, una
articulación de la cual ambas salían fortalecidas; el intenso protagonismo de
movimientos sociales, de lo que el Foro Social Mundial de 2001 fue una muestra
elocuente; una nueva relación entre partidos políticos y movimientos sociales;
la sobresaliente entrada en la vida política de grupos sociales hasta entonces
considerados residuales, como los campesinos sin tierra, pueblos indígenas y
pueblos afrodescendientes; la celebración de la diversidad cultural, el
reconocimiento del carácter plurinacional de los países y el propósito de
enfrentar las insidiosas herencias coloniales siempre presentes. Este elenco es
suficiente para evidenciar cuánto las dos luchas a las que me he estado
refiriendo (la Constitución y la hegemonía) estuvieron presentes en este vasto
movimiento que parecía refundar para siempre el pensamiento y la práctica de
izquierda, no solo en América Latina, sino en todo el mundo.
La crisis
financiera y política, sobre todo a partir de 2011, y el movimiento de los
indignados, fueron los detonantes de nuevas emergencias políticas de izquierda
en el sur de Europa, en las que estuvieron muy presentes las lecciones de
América Latina, en especial la nueva relación partido-movimiento, la nueva
articulación entre democracia representativa y democracia participativa, la
reforma constitucional y, en el caso de España, las cuestiones de la
plurinacionalidad. El partido español Podemos representa mejor que cualquier
otro estos aprendizajes, incluso cuando sus dirigentes fueron desde el
principio conscientes de las diferencias sustanciales entre los contextos
político y geopolítico europeo y latinoamericano.
La forma en que
tales aprendizajes se irán a plasmar en el nuevo ciclo político que está
emergiendo en Europa del sur es, por ahora, una incógnita. Pero desde ya es
posible especular lo siguiente: si es verdad que las izquierdas europeas
aprendieron con las muchas innovaciones de las izquierdas latinoamericanas, no
es menos cierto (y trágico) que éstas se “olvidaron” de sus propias
innovaciones y que, de una u otra forma, cayeron en las trampas de la vieja
política, donde las fuerzas de derecha fácilmente muestran su superioridad dada
la larga experiencia histórica acumulada.
Si las líneas
de comunicación se mantienen hoy, y siempre salvaguardando la diferencia de
contextos, quizá sea tiempo de que las izquierdas latinoamericanas aprendan
también con las innovaciones que están emergiendo entre las izquierdas del sur
de Europa. Entre ellas destaco las siguientes: mantener viva la democracia
participativa dentro de los propios partidos de izquierda, como condición
previa a su adopción en el sistema político nacional en articulación con la
democracia representativa; pactos entre fuerzas de izquierda (no necesariamente
solo entre partidos) y nunca con fuerzas de derecha; pactos pragmáticos no
clientelistas (no se discuten personas o cargos, sino políticas públicas y
medidas de Gobierno), ni de rendición (articulando líneas rojas que no pueden
ser cruzadas con la noción de prioridades o, como se decía antes, distinguiendo
las luchas primarias de las secundarias); insistencia en la reforma
constitucional para blindar los derechos sociales y tornar el sistema político
más transparente, más próximo y más dependiente de las decisiones ciudadanas,
sin tener que esperar elecciones periódicas (refuerzo del referendo); y, en el
caso español, tratar democráticamente la cuestión de la plurinacionalidad.
La máquina
fatal del neoliberalismo continúa produciendo miedo a gran escala y, siempre
que falta materia prima, trunca la esperanza que puede encontrar en los
rincones más recónditos de la vida política y social de las clases populares,
la tritura, la procesa y la transforma en miedo. Las izquierdas son la arena
que puede atajar ese aparatoso engranaje a fin de abrir las brechas por donde
la sociología de las emergencias hará su trabajo de formular y amplificar las
tendencias, los “todavía no”, que apuntan a un futuro digno para las grandes
mayorías. Por eso es necesario que las izquierdas sepan tener miedo sin tener
miedo del miedo. Sepan sustraer semillas de esperanza a la trituradora
neoliberal y plantarlas en terrenos fértiles donde cada vez más ciudadanos
sientan que pueden vivir bien, protegidos, tanto del infierno del caos
inminente, como del paraíso de las sirenas del consumo obsesivo. Para que esto
ocurra, la condición mínima es que las izquierdas permanezcan firmes en las dos
luchas fundamentales: la Constitución y la hegemonía.
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