El equipo
jurídico boliviano, encabezado por el agente Eduardo Rodríguez, defendió la competencia
de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) con el argumento de que la demanda
no toca el Tratado de 1904 y se asienta en el incumplimiento chileno de
resolver el diferendo independientemente de ese documento bilateral. La abogada
Monique Chemillier dijo que Chile sufre de “amnesia colectiva” y Antonio Remiro
Brotóns dijo que "trata de torpedear la competencia de la Corte".
En la segunda
jornada de alegatos orales, el equipo jurídico boliviano defendió hoy ante la
Corte Internacional de Justicia (CIJ) que la demanda contra Chile está asentada
en el incumplimiento de los compromisos que ese país hizo para resolver el
diferendo marítimo al margen del Tratado de 1904, lo que a su vez demuestra que
ese documento bilateral no zanjó el conflicto.
Advirtió
además que Chile utiliza argumentos equivocados para que la CIJ se declare
incompetente para tratar la demanda y reclamó la competencia de este tribunal.
El agente
Eduardo Rodríguez Veltzé empezó a las 04.03 de hoy la exposición de los
alegatos en respuesta a los expuestos por Chile el lunes para que la corte
niegue jurisdicción sobre la causa boliviana, bajo el criterio de que la
demanda buscaría la renegociación del Tratado de 1904, lo que estaría vetado
por el artículo VI del Pacto de Bogotá, que deja al margen de su competencia
tratados vigentes antes de su constitución, en 1948.
La
argumentación boliviana se centró en demostrar que la demanda no toca el
Tratado de 1904, como pretende hacer ver Chile, y que los compromisos de
solución inconclusos trascendieron el año de constitución del Pacto de Bogotá,
lo que demuestra que este no puede ser argumento para que la CIj declara su
incompetencia. “Lo que pide Bolivia, tal como se manifiesta en su solicitud, es
que Chile cumpla su obligación, que respete sus promesas repetidas, su acuerdo
de negociar el acceso con soberanía al mar, un acuerdo independiente del
Tratado de 1904”, afirmó el agente frente a los 13 jueces internacionales de la
corte.
El presidente
Evo Morales, junto al gabinete ministerial, siguió desde el Palacio de Gobierno
el desarrollo de los alegatos orales.
A su turno,
los abogados Mathias Forteau, Monique Chemillier, Antonio Remiro Brotóns y
Payan Akhavan fundamentaron jurídicamente la postura boliviana, apoyados en la
jurisprudencia internacional y documentos chilenos que confirman los
compromisos de diàlogo después del Tratado de 1904.
Chemillier
fue la más contundente con la argumentación y acusó a Chile de “amnesia
colectiva” por olvidar sus compromisos de negociar y recordó que, tras
anunciada la presentación de la demanda en 2011, el propio canciller chileno,
Heraldo Muñoz, reconoció que la fundamentación no tocaba el documento bilateral
de límites de hace más de 100 años.
Mientras el
país demandado apoyó su posición en el artículo VI del Pacto de Bogotá, La Paz
reivindicó el artículo XXXI del mismo documento, que establece entre otros
aspectos que la corte es competente para tratar controversias como “la
existencia de todo hecho que, si fuera establecido, constituiría la violación
de una obligación internacional” y “la naturaleza o extensión de la reparación
que ha de hacerse por el quebrantamiento de una obligación internacional”.
Rodríguez
recordó que en diferentes momentos de la historia Chile ofreció solucionar el
diferendo marítimo al margen del Tratado de 1904, lo que demuestra que el
conflicto no fue zanjado por ese documento suscrito hace más de 100 años.
Forteau respaldó la posición boliviana recordando la agenda bilateral de 13
puntos acordado en 2006, donde fue inscrito el tema de la demanda marìtima.
En esa
lógica, la posición boliviana estableció que la permanencia del diferendo
sobreviene a 1948, cuando fue constituido el Pacto de Bogotá, por lo que la corte
es competente para procesar la causa boliviana.
“La forma de
promesas unilaterales o de intercambio de cartas, son la fuente de su
obligación de negociar de buena fe un acceso soberano al mar en beneficio a
Bolivia. Ahí estriba la cuestión del derecho internacional sobre la obligación
que el Pacto de Bogotá les da competencia”, apuntó Chemillier tras hacer una
recapitulación histórica de los hitos de propuestas de solución chilena.
La abogada
también respaldó el principio de que el Tratado no resolvió el conflicto,
recordando que fue el propio Chile que mencionó el diferendo, principalmente la
propuesta de solución de 1979 de ofrecer a Bolivia un corredor al norte de
Arica para una salida soberana al mar, en el litigio por límites marítimos que
enfrentó con Perú en la misma CIJ.
“Está claro
que un asunto que está en negociación (la demanda marítima) es un asunto que no
está resuelto”, coincidió Akhavan en referencia a aspectos como la agenda de
13, que fue congelada en el gobierno de Sebastían Piñera, que cerró la
negociación sobre el tema del mar, arrastrado desde 1879 tras la invasión y
posterior guerra del Pacífico.
Remiro
Brotóns aseguró a su turno que Bolivia no presentó ante la corte un diferendo
territorial, por lo que “no podemos dejar que el Tratado de 1904 se use como
ácido corrosivo para romper la competencia de la CIJ”. Añadió que Chile
"trata de torpedear la competencia de la Corte" con argumentos
alejados del contenido de la demanda.
La exposición
de alegatos concluyó a las 06.53. Mañana es el turno de la réplica chilena y el
viernes el turno de Bolivia. Luego los jueces debatirán y definirán su
competencia y no para tratar la causa boliviana.
BOLIVIA
PRESENTA SUS ALEGATOS Y DICE QUE CHILE PADECE DE AMNESIA
A las 4:03
empezó en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya un día histórico
para Bolivia con la presentación de sus alegatos sobre la competencia del
tribunal en la demanda marítima que plantea a Chile.
El agente de Bolivia en La Haya, Eduardo Rodríguez, fue el primero en tomar la palabra y ofreció un rápido repaso a las razones históricas que han llevado a Bolivia ante la CIJ.
El agente de Bolivia en La Haya, Eduardo Rodríguez, fue el primero en tomar la palabra y ofreció un rápido repaso a las razones históricas que han llevado a Bolivia ante la CIJ.
Rodríguez
comenzó su discurso recordando el carácter histórico de la comparecencia, en
sintonía con las declaraciones que Carlos Mesa, expresidente de Bolivia y
vocero de la causa del mar, había formulado antes de entrar en la sede del
tribunal.
Mesa valoró
que con la audiencia de este miércoles "se rompe el encapsulamiento de un
siglo, en el que parecía que hablar sobre el mar estaba restringido a Chile y
Bolivia". El expresidente se mostró muy optimista ante los alegatos
que se están presentando en La Haya.
Chile
presentó sus argumentos este lunes 4 de mayo y durante el día de hoy
Bolivia tiene su oportunidad de explicarse ante los jueces, que deberán decidir
si son competentes para tomar una decisión sobre el acceso soberano de Bolivia
al mar.
Se dirime la
competencia de La Haya
Chile
argumenta que la CIJ no tiene competencia para emitir un fallo sobre este tema
bilateral pues podría romper el Tratado de 1904 y el Pacto de Bogotá alcanzado
en 1948.
Tras la
presentación de Eduardo Rodríguez, el abogado francés del equipo boliviano
Mathias Forteau intervino para explicar las promesas chilenas de negociar una
salida soberana al mar.
En tercer
lugar habló la abogada Dominique Chemillier-Gendrau, profesora de la
Universidad de Paris VII - Diderot, que afirmó que Chile "padece una
amnesia colectiva" al olvidar sus compromisos de negociar una salida al
mar para Bolivia.
Chemillier-Gendrau
realizó una presentación llena de metáforas que captó la atención de los jueces
ya avanzó uno de los pilares de la argumentación boliviana: el artículo VI del
Pacto de Bogotá que invoca Chile para desbaratar la competencia de La Haya
pierde vigencia porque en el momento del Pacto, en 1948, el litigio entre ambos
países por el mar estaba ya abierto.
"Chile
se ve cegado por la luz del desierto de Atacama, que un día fue boliviana, y
tiene alucinaciones sobre la competencia de la CIJ", aseveró Dominique Chemillier-Gendrau
ante la Corte.
Está previsto
que a lo largo de la mañana, el equipo jurídico boliviano recuerde que Chile ha
ofrecido 11 veces hablar del mar. Las alegaciones serán presentadas hasta las
13:00 horas de Holanda, las 07:00 en Bolivia.
El tercer letrado en defender a Bolivia fue el líder del equipo jurídico, Antonio Remiro Brotóns, que empezó a diseccionar el Pacto de Bogotá para rebatir la argumentación de Chile.
El tercer letrado en defender a Bolivia fue el líder del equipo jurídico, Antonio Remiro Brotóns, que empezó a diseccionar el Pacto de Bogotá para rebatir la argumentación de Chile.
Ramiro
Brétons fue discutiendo uno por uno los argumentos presentados por Chile.
"No podemos aceptar que Tratado de 1904 actúe como ácido corrosivo ante
competencia de la CIJ", aseguró el letrado.
Después fue
el turno de Payam Akhavan, profesor adjunto de la Facultad de Derecho de la
Universidad McGill de Canadá, quien se encargó de presentar las conclusiones
ante los jueces.
“Bolivia
acude a CIJ porque Chile en 2011 rechazó expresamente su promesa de negociar
salida marítima", justificó Akhavan. El jurista también descartó que haya
"caballos de Troya" o "intereses ocultos en la demanda de
Bolivia e instó a la Corte a resolver un litigio que dura un siglo y a
invalidar la petición de incompetencia de Chile.
La primera
parte de la participación de la delegación boliviana en La Haya despertó la
admiración del presidente Evo Morales, que rompió en aplausos cuando la Corte
procedió a un cuarto intermedio tras la interevencion de Chemillier-Gendrau.
Morales está
siguiendo la sesión en Palacio Quemado acompañado de todo el Gabinete de
ministros en pleno, excepto los dos que están en La Haya, y de expertos y analistas.
Numerosos senadores y diputados también se han juntado en la Asamblea
Legislativa. Sin embargo, la pantalla gigante instalada en la plaza Murillo no
funcionaba al inicio de la sesión.
Tras la
intervención de Akhavan, el tribunal levantó la sesión, que se reanudará este
jueves 7 de mayo a las 16:30 horas (10:30 en Bolivia) con el segundo turno de
alegatos de Chile.. (El Deber)
BOLIVIA
RATIFICA QUE NO PRETENDE RECHAZAR TRATADO DE 1904
Bolivia se
presenta ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya no para rechazar el
Tratado de Paz de 1904, no con la intención de modificar el pasado histórico y
quiere dejar en claro que no se presenta para repudiar ese Tratado, sino
ejerciendo sus derechos en virtud al derecho internacional, afirmó el miércoles
por la madrugada el ex presidente y Agente de Bolivia, Eduardo Rodríguez Veltzé
en el inició de los alegados sobre la objeción de Chile a la competencia de ese
alto tribunal en la demanda boliviana.
"Sencillamente
lo que pide Bolivia, como se manifiesta en su solicitud es que Chile
cumpla su obligación, respete sus promesas, su acuerdo de negociar un
acceso con soberanía al mar un acuerdo independiente al Tratado de 1904",
argumentó en su presentación.
Rodríguez
Veltzé enumeró los compromisos de Chile de negociar un acceso soberano al mar
después de la firma del Tratado de 1904 que recordó se manifestaron en diversos
"compromisos jurídicos".
Explicó que
Chile "reafirmó una y otra vez que, con independencia del tratado de 1904
negociaría este acceso con plena soberanía por parte de Bolivia al mar y
reconocía que el haber negado este acceso soberano seguía siendo una injusticia
histórica contra Bolivia que socavaba su desarrollo y que impedía el que se
desarrollasen relaciones amistosas entre dos estados vecinos",
fundamentó.
Puntualizó
que esa intención de negociar la plena soberanía al mar fue manifestada en
1920, en 1929, en 1950, en 1961, en "la Declaración de Charaña de
1975" y en las diversas declaraciones de la Organización de Estados
Americanos, entre otros.
"Bolivia
no comparece ante esta Corte con la intención de modificar el pasado histórico,
no se trata de ello. En esta causa quiere dejar en claro que no se presenta
ante esta Corte para rechazar o repudiar el tratado de 1904 ni las 4
enmiendas posteriores promovidas por Chile de volver abrir cuestiones que ya
hubiesen sido convenidas. Bolivia se presenta ante esta corte ejerciendo sus
derechos en virtud al derecho internacional", subrayó.
Rodríguez Veltzé aseguró que para el pueblo de Bolivia esta es una ocasión histórica, tomando en cuenta que es la primera vez que su país comparece ante la Corte en un contencioso y dijo que esa primera aparición reviste especial importancia para su nación y para el futuro de la región sudamericana.
Rodríguez Veltzé aseguró que para el pueblo de Bolivia esta es una ocasión histórica, tomando en cuenta que es la primera vez que su país comparece ante la Corte en un contencioso y dijo que esa primera aparición reviste especial importancia para su nación y para el futuro de la región sudamericana.
"Tenemos
plena confianza en que esta Corte hará justicia para nuestro pueblo, que
tratará a todas las naciones de forma equitativa en el marco del Derecho
Internacional", refrendó.
Recordó que
Bolivia es una nación de 10 millones de habitantes, una nación de paz que
favorece la cultura del diálogo, aspecto que remarcó está consagrado en la
Constitución Política del Estado, "una Constitución que defiende el
bienestar del pueblo y que hace lo necesario para que puedan ejercer sus
derechos fundamentales".
Recordó también
que en 1825, cuando Bolivia obtuvo su independencia de España, tenía una costa
de 400 kilómetros, el desierto de Atacama, sobre el Pacífico, llamado en aquel
momento el departamento del Litoral.
Dijo que en los años siguientes, la política expansionista y militarista de Chile comenzó a concentrarse en los recursos naturales, en las vastas riquezas de ese territorio y llevaron a que esta parte costeña fuera invadida y ocupada hasta el Tratado de Paz de 1904.
Dijo que en los años siguientes, la política expansionista y militarista de Chile comenzó a concentrarse en los recursos naturales, en las vastas riquezas de ese territorio y llevaron a que esta parte costeña fuera invadida y ocupada hasta el Tratado de Paz de 1904.
"Nuestro
país pasó a ser un país mediterráneo, un enclave en el continente sudamericano,
con graves consecuencias para nuestro crecimiento económico y social, y para
nuestra integración internacional", sustentó.
Tras revisar los compromisos incumplidos por Chile, el Agente boliviano afirmó que la Corte está reunida porque Chile ha puesto en tela de juicio su jurisdicción para conocer este caso y dar solución a este reclamo de Bolivia.
Tras revisar los compromisos incumplidos por Chile, el Agente boliviano afirmó que la Corte está reunida porque Chile ha puesto en tela de juicio su jurisdicción para conocer este caso y dar solución a este reclamo de Bolivia.
"Decir
como lo hace Chile, que Bolivia se presenta ante esta Corte para soslayar el
Tratado de 1904 no es correcto, no es una nueva presentación ni mucho
menos, ni un intento de revisar o dejar sin efecto el Tratado de 1904 tal como
se alegó el lunes pasado. El planteamiento de Bolivia es que esta Corte no
viola el principio de pacta sunt servanda (lo pasado obliga), muy por el
contrario es Chile que ha contravenido este principio y es por eso que Bolivia
se presenta ante la Corte, pidiendo ante la Corte que determine que sí hay
acuerdo de negociar el acceso con soberanía por parte de Bolivia al mar,
acuerdo que también está en el Tratado de 1904 y que Chile debería respetar
dicho acuerdo", puntualizó.
BOLIVIA
PIDE A CHILE QUE CUMPLA CON SU OFRECIMIENTO DE UNA SALIDA AL MAR
Bolivia pidió
hoy a Chile, ante la Corte Internacional de Justicia en La Haya, que cumpla con
sus ofrecimientos de una salida al mar, señalados de manera manifiesta y
voluntaria a lo largo de las décadas posteriores al Tratado de 1904.
Los alegatos
de Bolivia, cuya presentación fue iniciada por el agente Eduardo Rodríguez
Veltzé, señalaron que no se pide la revisión ni dejar sin efecto el Tratado de
1904,
"No se
trata de modificar un tratado histórico, Bolivia no está ante esta Corte para
rechazar el Tratado de 1904 ni las cuatro enmiendas posteriores. Lo que quiere
Bolivia es que Chile cumpla su obligación, se respete su acuerdo y promesas de
negociar una salida al mar", dijo Rodríguez Veltzé.
Después el
abogado francés, Mathias Forteau, de la delegación boliviana, reforzó los
señalado por Rodríguez, pues aseguró que "Bolivia no impugna lo que las partes
negociaron en el pasado, lo que pide es el respeto de lo acordado entre las
partes, no pide a abrir cuestiones que ya han sido resueltas, pide el respeto
de la voluntad manifestada por Chile".
Actitud dual
de Chile
Forteau
reveló que mientras Chile asegura que la demanda boliviana fue zanjada por el
Tratado de 1904, paralelamente, ofreció a Bolivia en numerosas oportunidades
una salida al mar.
"Las
cuestiones presentadas por Bolivia consisten en que la Corte constate que,
paralelamente al Tratado de 1904, Chile asumió el compromiso a través de una
serie de promesas, de negociar una salida soberana al mar y no lo ha
respetado", dijo al citar algunos de esos ofrecimientos: Charaña 1975,
donde Chile prometió otorgar a Bolivia un acceso soberano al mar. En la
Asamblea General de la OEA 1979, realizada en Bolivia, Chile reconoció el
carácter de cuestión pendiente del tema marítimo.
Esta
afirmación también fue reforzada por profesora Monique Chemillier-Gendrau,
también de la delegación boliviana. "La dualidad de la posición chilena,
será la línea dominante de la diplomacia chilena", dijo.
Sin embargo,
aseguró, que "Chile se ha invadido de una extraña amnesia colectiva cuyos
síntomas los presenta ahora", en la presentación de los alegatos del
lunes.
BOLIVIA
PIDE A LA CORTE NO EXCUSARSE DE ANALIZAR LA DEMANDA MARÍTIMA
Bolivia se
presenta ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya no para rechazar el
Tratado de Paz de 1904, no con la intención de modificar el pasado histórico y
quiere dejar en claro que no se presenta para repudiar ese Tratado, sino
ejerciendo sus derechos en virtud al derecho internacional, afirmó el miércoles
por la madrugada el ex presidente y Agente de Bolivia, Eduardo Rodríguez Veltzé
en el inició de los alegados sobre la objeción de Chile a la competencia de ese
alto tribunal en la demanda boliviana.
"Sencillamente
lo que pide Bolivia, como se manifiesta en su solicitud es que Chile cumpla su
obligación, respete sus promesas, su acuerdo de negociar un acceso con
soberanía al mar un acuerdo independiente al Tratado de 1904", argumentó
en su presentación.
Rodríguez
Veltzé enumeró los compromisos de Chile de negociar un acceso soberano al mar
después de la firma del Tratado de 1904 que recordó se manifestaron en diversos
"compromisos jurídicos".
Explicó que
Chile "reafirmó una y otra vez que, con independencia del tratado de 1904
negociaría este acceso con plena soberanía por parte de Bolivia al mar y
reconocía que el haber negado este acceso soberano seguía siendo una injusticia
histórica contra Bolivia que socavaba su desarrollo y que impedía el que se
desarrollasen relaciones amistosas entre dos estados vecinos", fundamentó.
Puntualizó
que esa intención de negociar la plena soberanía al mar fue manifestada en
1920, en 1929, en 1950, en 1961, en "la Declaración de Charaña de
1975" y en las diversas declaraciones de la Organización de Estados
Americanos, entre otros.
"Bolivia
no comparece ante esta Corte con la intención de modificar el pasado histórico,
no se trata de ello. En esta causa quiere dejar en claro que no se presenta
ante esta Corte para rechazar o repudiar el tratado de 1904 ni las 4 enmiendas
posteriores promovidas por Chile de volver abrir cuestiones que ya hubiesen
sido convenidas. Bolivia se presenta ante esta corte ejerciendo sus derechos en
virtud al derecho internacional", subrayó.
Rodríguez Veltzé aseguró que para el pueblo de Bolivia esta es una ocasión histórica, tomando en cuenta que es la primera vez que su país comparece ante la Corte en un contencioso y dijo que esa primera aparición reviste especial importancia para su nación y para el futuro de la región sudamericana.
Rodríguez Veltzé aseguró que para el pueblo de Bolivia esta es una ocasión histórica, tomando en cuenta que es la primera vez que su país comparece ante la Corte en un contencioso y dijo que esa primera aparición reviste especial importancia para su nación y para el futuro de la región sudamericana.
"Tenemos
plena confianza en que esta Corte hará justicia para nuestro pueblo, que
tratará a todas las naciones de forma equitativa en el marco del Derecho
Internacional", refrendó.
Recordó que
Bolivia es una nación de 10 millones de habitantes, una nación de paz que
favorece la cultura del diálogo, aspecto que remarcó está consagrado en la
Constitución Política del Estado, "una Constitución que defiende el
bienestar del pueblo y que hace lo necesario para que puedan ejercer sus
derechos fundamentales".
Recordó
también que en 1825, cuando Bolivia obtuvo su independencia de España, tenía
una costa de 400 kilómetros, el desierto de Atacama, sobre el Pacífico, llamado
en aquel momento el departamento del Litoral. Dijo que en los años siguientes,
la política expansionista y militarista de Chile comenzó a concentrarse en los
recursos naturales, en las vastas riquezas de ese territorio y llevaron a que
esta parte costeña fuera invadida y ocupada hasta el Tratado de Paz de 1904.
"Nuestro
país pasó a ser un país mediterráneo, un enclave en el continente sudamericano,
con graves consecuencias para nuestro crecimiento económico y social, y para
nuestra integración internacional", sustentó.
Tras revisar los compromisos incumplidos por Chile, el Agente boliviano afirmó que la Corte está reunida porque Chile ha puesto en tela de juicio su jurisdicción para conocer este caso y dar solución a este reclamo de Bolivia.
Tras revisar los compromisos incumplidos por Chile, el Agente boliviano afirmó que la Corte está reunida porque Chile ha puesto en tela de juicio su jurisdicción para conocer este caso y dar solución a este reclamo de Bolivia.
"Decir
como lo hace Chile, que Bolivia se presenta ante esta Corte para soslayar el
Tratado de 1904 no es correcto, no es una nueva presentación ni mucho menos, ni
un intento de revisar o dejar sin efecto el Tratado de 1904 tal como se alegó
el lunes pasado. El planteamiento de Bolivia es que esta Corte no viola el
principio de pacta sunt servanda (lo pasado obliga), muy por el contrario es
Chile que ha contravenido este principio y es por eso que Bolivia se presenta
ante la Corte, pidiendo ante la Corte que determine que sí hay acuerdo de
negociar el acceso con soberanía por parte de Bolivia al mar, acuerdo que
también está en el Tratado de 1904 y que Chile debería respetar dicho
acuerdo", puntualizó.
FORTEAU: EL PACTO DE BOGOTÁ CONCEDE A LA HAYA COMPETENCIA
EN TODO LO RELACIONADO CON EL DERECHO INTERNACIONAL
El abogado
francés Mathias Forteau, miembro del equipo jurídico boliviano que presentó los
alegatos en la Corte Internacional de Justicia de La Haya, afirmó el miércoles
que el Pacto de Bogotá, en el que Bolivia fundamenta su demanda contra Chile,
concede la competencia importantísima a ese alto tribunal en virtud de su
artículo 31.
"Todo el
mundo sabe que el sistema jurisdiccional establecido por el Pacto de Bogotá
concede la competencia importantísima a esta Corte. En virtud del artículo 31
de dicho Pacto la Corte tiene competencia en todo lo que está relacionado con
el derecho internacional, incluyendo aquellos asuntos que se opongan a
contravención o al no respeto de una obligación internacional", argumentó.
Explicó que,
"a la luz de la norma establecida" por la Corte en 2007, no cabe duda
alguna de que la objeción preliminar planteada por Chile debe rechazarse al
recordar que las cuestiones presentadas por Bolivia ,con arreglo al artículo 31
del Pacto de Bogotá "consisten en definitiva en que la Corte constate que
en paralelo o paralelamente al Tratado de 1904 Chile asumió el compromiso a
través de una serie de acuerdos y promesas unilaterales a negociar en beneficio
de Bolivia el acceso con soberanía, el acceso soberano al mar y a constatar que
Chile no ha respetado ese compromiso de negociar".
En esa línea,
aseguró que la obligación de negociar que pesa sobre Chile emana de compromisos
distintos, separados, que están aparte del Tratado de 1904 y dijo que esa es
"la razón clarísima" por la que el Tratado de 1904
"sencillamente es una cuestión que queda fuera o aparte del ámbito y de la
temática que estamos tratando en esta causa".
El jurista
francés explicó que para evadir o para escapar a esa conclusión, "que es
la única posible", Chile se ha esforzado en crear dificultades de
interpretación y crear confusiones.
Agregó que
Chile ha actuado como si nada existiese en el mundo aparte del Tratado de 1904
y sobre la base de dicho postulado, de que no habría ningún otro instrumento
que vinculase a Chile y a Bolivia, ha llegado a la conclusión de que todo
habría quedado zanjado a través de dicho Tratado y que en consecuencia la Corte
de ninguna manera podría entender o conocer del caso de Bolivia.
A su juicio,
una respuesta tan esquiva, que deja claro que pretenden eludir los propios
términos de la solicitud de Bolivia, que consiste precisamente en hacer
reconocer que existe aparte y en paralelo al Tratado de 1904 el compromiso de
negociar que ha asumido Chile con Bolivia.
En esa línea,
recordó que Chile, en sus alegatos, "nada ha dicho sobre el hecho de que
se comprometió en varias oportunidades a través de acuerdos bilaterales y
promesa unilaterales negociar el acceso soberano al mar".
"Bolivia
recalcó en particular que esos compromisos y esas promesas fueron hechas por
los más altos representantes del Estado de Chile que tomaron la forma de
compromisos bilaterales y promesas unilaterales en ocasión en particular",
explicó y citó algunos ejemplos de esos compromisos como el intercambio de
notas de 1950, de la Declaración Común de Charaña, del 8 de febrero de 1975; de
la nota del ministro de Asuntos Extranjeros Exteriores de Chile el 19 de
diciembre de 1975 y "de numerosas promesas unilaterales confirmadas en el
marco de la Organización de Estados Americanos a lo largo de los años 70 y 80
del siglo pasado, en particular por conducta de la resolución de 1983 que fue
negociada y aprobada por Chile y por Bolivia".
"En el
memorial de Bolivia igualmente precisó que estos compromisos se reiteraron en
numerosas ocasiones durante varios decenios creando con ello expectativas
jurídicas legítimas para la parte boliviana", complementó.
Dijo que por lo
tanto, se identifica perfectamente el objeto del diferendo y reiteró que
Bolivia estima que los compromisos y la conducta de Chile, dieron lugar a una
obligación de negociar que no se respetó.
"Chile por
su parte pugna que su conducta haya dado lugar a esta obligación, este es el
objeto del diferendo que se presenta a su juicio", respaldó.
"La
realidad señores y señoras de la Corte, es que precisamente que Bolivia no
denunció el tratado de 1904, y que tampoco les pidió a ustedes que lo hagan en
su nombre, una vez más la solicitud boliviana es inequívoca, Bolivia no pone en
causa la existencia del tratado de 1904, lo que les pide es constatar que
existe al lado del tratado de 1904, otros compromisos, por los cuales Chile se
comprometió a negociar un acceso de pleno dominio al mar en beneficio de
Bolivia, urgió.
Puntualizó que
en una opinión consultiva de 1996 la Corte señaló que una obligación consentida
de negociar incluye su propia ejecución conforme al principio de buena fe y
consideró que esa propia ejecución de la obligación de negociar, contratada por
Chile para con Bolivia, es el objeto de la demanda que se introdujo en abril
del 2013 por lo que esa demanda "entra sin posible discusión en la base de
las competencias que Bolivia invoca".
PAYAM AKHAVAN, ABOGADO DE BOLIVIA: CHILE LO QUE ESTÁ
CREANDO ES UNA OBJECIÓN FALSA"
El abogado
iraní Payam Akhavan fue el encargado de realizar las conclusiones de la
delegación boliviana en la primera ronda de alegatos orales sobre la demanda
marítima boliviana, y señaló que "Chile lo que está creando es una
objeción falsa" y que "hace una interpretación equívoca" de la
demanda boliviana.
"Bolivia
no le pide a la Corte que resuelva un diferendo territorial ni que defina la
delimitación de fronteras, sino que ambas partes se sienten a negociar una
forma de resolver ese aspecto", dijo el jurista de la delegación
boliviana.
Como lo
señalaron todos los abogados que hicieron uso de la palabra a favor de Bolivia,
Akhavan señaló que "lo que plantea Bolivia se basa incontratablemente en
el principio ?pacta sunt servanda?", es decir al respeto a los tratados
internacionales, en este caso, el de 1904.
Chile ha pedido
que la Corte se excuse de ver el tema de fondo alegando el tema marítimo ha
sido resuelto por ese tratado, pero Bolivia demostró en La Haya la cantidad de
veces que las autoridades chilenas ofrecieron una negociación para satisfacer
la demanda boliviana, utilizando en todas esas oportunidades la palabra
"acceso soberano" y que ello no afectaría al tratado como tal.
Antes que
Akhavan, el agente de Bolivia ante la Corte Internacional de Justicia, Eduardo
Rodríguez Veltzé, abrió el miércoles los alegatos orales bolivianos ante ese
alto tribunal señalando los lineamientos generales que espera sean escuchados
para que la objeción presentada por Chile sea rechazada y puede analizarse el
tema de fondo.
En argumentos
posteriormente reiterados por Mathias Forteau, Dominique Chemillier, Antonio
Remiro Brotons Rodríguez y el propio Akhavan, el agente de Bolivia señaló las
bases del planteamiento boliviano: que no busca declarar el Tratado de 1904
como inválido y que éste no resolvió la mediterraneidad de Bolivia.
Con tonos
distintos, más mesurados por parte de Rodríguez y Forteau y más cáusticos por
parte de Chemillier, Brotons y Akhavan, Bolivia insistió en que el asunto
marítimo no ha sido resuelto por el Tratado de 1904 como señala la delegación
chilena.
Chemillier
utilizó términos como "amnesia colectiva", "percepción
alucinatoria" y "actitudes contradictorias" de parte de la
delegación chilena para señalar hoy que no existen temas pendientes cuando a lo
largo de la historia sus representantes han señalado precisamente su deseo de
resolver la demanda marítima boliviana.
Chile presenta
una visión "deformada" y "deformante", dijo por su parte
Brotons, mientras que Akhavan soltó que "Chile tergiversa los hechos"
y que realizó una "argumentación fabricada" y una "objeción
falsa". Chile inició la fase de los alegatos orales el lunes y Bolivia
tuvo su primera participación el miércoles. El jueves y viernes se realizarán
nuevas rondas. Una vez concluidas, las sesiones serán cerradas hasta que la
Corte dé su veredicto, posiblemente en diciembre, en el que deberá resolver si
se excusa de analizar el tema de fondo, como pidió Chile.
MORALES
DICE QUE ACTUACIÓN BOLIVIANA EN LA HAYA ES DE LO "MEJOR"
El presidente
de Bolivia, Evo Morales, destacó temprano el miércoles en La Paz las
exposiciones de los miembros del equipo de juristas que defiende la causa
marítima boliviana, en el segundo día de los alegatos orales del proceso
planteado por Chile que impugna la competencia de la Corte Internacional de
Justicia (CIJ) en los estrados de La Haya.
"Es la
mejor que he visto", dijo el mandatario boliviano que, junto a sus
ministros, siguió por televisión la exposición a cargo del agente local ante la
CIJ acreditado por La Paz, Eduardo Rodríguez.
Morales, que
instruyó embanderar los edificios públicos de Bolivia como símbolo de apoyo a
la actuación de su equipo de juristas en La Haya, llegó al presidencial Palacio
Quemado de La Paz para seguir la transmisión en vivo que realiza la televisión
pública del país, poco antes de las 04h00 locales (08h00 GMT).
La exposición
boliviana en La Haya es seguida también por miembros de la Asamblea Legislativa
Plurinacional, a escasos metros de la paceña casona de gobierno.
Mediterránea
desde 1879, Bolivia reclama a Chile la salida soberana al mar Pacífico que
resignó por la fuerza de las armas hace 136 años cuando fue invadido su
entonces puerto de Antofagasta.
Bolivia
perdió en ese episodio 400 km lineales de costa y 120.000 km2 de territorios.
Luego de
décadas de cabildeos y gestiones diplomáticas formales ignoradas por La Moneda,
pese a patentarlas en escritos rubricados, Bolivia acudió en 2013 a la CIJ para
obligar a Chile honre una retahíla de compromisos escritos formales contraídos
antes y después del Tratado de 1904, que sentenció la mediterraneidad
boliviana, y se avenga a negociar una salida propia al mar Pacífico de buena fe
y con efecto vinculante.
En el primer
día de los alegatos, Chile denunció, el lunes, que Bolivia intenta soslayar el
Tratado de 1904, extremo que los juristas bolivianos rechazaron en rotundo.
Bolivia y
Chile usarán entre jueves y viernes su derecho a la dúplica y la CIJ podrá
pronunciarse entre octubre y diciembre que vienen sobre la excepción al juicio
matriz planteado en 2013 que se debate esta semana en La Haya.
CARLOS
MESA: VAMOS A DEMOSTRAR QUE LAS AUTORIDADES CHILENAS ESTABLECIERON UNA LÍNEA DE
OFERTA
El embajador
de la demanda boliviana ante La Haya y ex presidente de ese país, Carlos Mesa,
expresó que quedó muy claro el planteamiento del equipo altiplánico en su
presentación ante la corte internacional esta mañana.
“El objeto
(de la demanda) no es poner en tela de juicio el Tratado de 1904, es demostrar
que las autoridades chilenas a lo largo del tiempo establecieron una linea de
negociación con Bolivia, ofreciéndole un acceso soberano al mar”, sostuvo Mesa.
“El argumento
de Bolivia ha sido muy claro. Si es verdad que el Tratado de 1904 había cerrado
completamente el tema pendiente entre ambos países, ¿por qué las autoridades de
Chile establecieron de manera voluntaria una linea ininterrumpida por más de 7
décadas ofreciéndole un acceso soberano al mar a Bolivia?”, se preguntó.
“Vamos a
basar nuestra argumentación en la política exterior de Chile, vamos a demostrar
que fueron las autoridades chilenas las que establecieron una linea de oferta
positiva”, recalcó.
Mesa añadió
que “los compromisos unilaterales o bilaterales que establecen formalmente dos
países a través de presidentes, ministros o embajadores sí generan una
obligación jurídicamente exigible. Esa es la base de la argumentación de
Bolivia. Fue una oferta expresa de Chile que no se cumplió”.
Consultado
sobre cuándo Chile ofreció entablar negociaciones por soberanía, Mesa replicó
dando las fechas: “1920, 1923, 1926, 1947 y 1950, 1961, 1975 y 1983″, aseveró.
CANCILLER CHOQUEHUANCA: "NO HAY DUDA QUE EL TEMA ES
DE COMPETENCIA DE ESTA CORTE"
El canciller
Boliviano, David Choquehuanca, se manifestó al término de la primera jornada de
alegatos orales para su país en la Corte Internacional de Justicia de la Haya,
por la objeción preliminar que presentó Chile respecto de la jurisdicción
del tribunal para referirse a la demanda marítima boliviana.
La autoridad
destacó la decisión del presidente Evo Morales de ir a la Corte para zanjar un
posible acceso soberano al mar: "quiero
felicitar al presidente Evo Morales por tomar esta razonable y correcta
decisión de venir a esta corte"
"En
Bolivia hablamos un sólo lenguaje, todos hablamos un sólo lenguaje porque
estamos diciendo la verdad y esa es la que hemos traído a esta corte para que
se haga justicia" , agregó el ministro.
Respecto a la
pregunta que realizó la corte al concluir la exposición boliviana - ¿En qué fecha mantiene Bolivia se concluyó un
acuerdo sobre el acceso soberano? - Choquehuanca insistió que se va
a "responder a la Corte, la respuesta es a la Corte".
"No hay duda, el tema es de competencia de esta corte",
insistió ante la prensa.
GABRIEL SALAZAR: DE QUÉ SOBERANÍA HABLAMOS CUANDO
ENTREGAMOS LA RIQUEZA A LOS EXTRANJEROS EN MASA
El Premio Nacional de Historia 2006 se refirió a
los alegatos que sostienen Chile y Bolivia en La Haya por el diferendo
marítimo. En este sentido, señaló que nuestro país debe entender que los
procesos históricos generan transformaciones en todo ámbito, por lo que plantea
la necesidad de que en aras de una integración plena en Latinoamérica, los
tratados sean susceptibles de ser revisados y actualizados.
Radio U de Chile (www.radio.uchile.cl)
A partir de las
5 de la mañana, hora chilena, el equipo jurídico de Bolivia en La Haya
comenzará con sus alegatos en los que presentará sus argumentos para sostener
la competencia de la Corte Internacional de Justicia para conocer del diferendo
marítimo con Chile.
Mientras se
discuten los alcances y elementos jurídicos que rodean dicho proceso, en
Santiago el historiador y profesor de la Universidad de Chile, Gabriel Salazar
sostiene que es necesario que así como las leyes y Constituciones, los tratados
entre distintos Estados sean materia de actualización y revisión para
adaptarlos a las distintas circunstancias históricas que se van presentando
conforme pasa el tiempo, y no deben ser considerados de manera rígida.
Además, el
Premio Nacional de Historia 2006, señala que es incongruente por parte de Chile
hablar de soberanía, en momentos en que gran parte de nuestros recursos y
riquezas son entregados de manera expedita a intereses extranjeros.
Chile ha basado
su argumentación sobre el diferendo marítimo con Bolivia en la intangibilidad
de los tratados, y en general en el ámbito jurídico. ¿Es sostenible proyectar
en el tiempo ese argumento?
Así como
también las constituciones políticas tiene que ser también eliminadas para
dictar nuevas, como estamos viviendo ese proceso en Chile, creo que la
legalidad tiene una vigencia determinada, históricamente acotada, y lo mismo
vale para los tratados. Yo creo que el tratado de 1904 y todos los tratados que
se firmaron con Perú y Bolivia, después de la guerra del Pacífico,
son tratados que, de alguna manera, establecieron las condiciones del
vencedor de la guerra, y establecieron un aparente statu quo, un tratado
de paz, en el fondo, para que no continuara la guerra, pero tendía a consolidar
y rigidizar un estado de cosas que no podía ser, sino transitorio. Bolivia y
Perú fueron derrotados, y en esa condición tuvieron que firmar los tratados
respectivos, y perdieron lo que perdieron. Pero eso tiende a cambiar con el
tiempo. Las fronteras fijadas de esa manera, están acotadas a una situación
determinada, y con el correr del tiempo, pienso yo, como historiador, la
historicidad exige muchas veces, que esos tratados sean revisados, y sean
actualizados, porque la condición de vencedor/vencido, es una situación del
momento, es epocal, digamos diez o veinte años, pero no eterna.
Entonces creo
que el alegato chileno en La Haya es un alegato que se aferra a la permanencia
perpetua de los tratados, entonces tiene la debilidad justamente de que no
reconoce que los procesos históricos van cambiando y se van transformando en el
tiempo, y a la vuelta de ciento y pico años es evidente que las
condiciones entre Chile y Bolivia han cambiado. Creo que por ese lado el
alegato chileno es muy patriotero, quiere rigidizar las cosas y mantener la
condición de vencedor en el tratado, y eso creo que está un poco en el aire,
porque las cosas cambian y requieren que todas las leyes deban
ser actualizadas en algún momento.
¿Qué le parece
la estrategia de Bolivia de llevar su demanda marítima a la Corte Internacional
de Justicia de La Haya?
La estrategia
de Bolivia, pienso yo como historiador, está bien concebida desde el
punto de vista que ella,acoge lo que estaba planteando, es decir que los
tratados necesitan ser revisados, después de cien años en que las cosas
cambian. Ahora es un hecho real, concreto y rotundo, que Bolivia se quedó sin
mar después de esa guerra y de ese tratado. Y en este mundo actual, que está
globalizado, donde las comunicaciones son ultra rápidas, internet, el mundo
está convertido en una aldea. Y mientras más globalizado estemos, mientras más
aldea mundial seamos, las fronteras valen menos, como en Europa. En Europa
existen las fronteras y se respetan los tratados, pero la gente pasa y traspasa
encima por un tema de la ciudadanía de toda la Unión Europea. Entonces es
realmente inconcebible que en América Latina, en donde todos somos
hispanoamericanos, hablando el mismo lenguaje, tenemos la misma memoria, la
misma tradición, no tengamos una unidad como país que relativice la importancia
de las fronteras, y yo creo que desde esa perspectiva de un mundo globalizado,
de países vecinos que necesitan interpenetrarse e integrarse para
producir su desarrollo común, necesitan revisar sus tratados a efectos de
lograr esa unidad. No es cuestión de darle soberanía a Bolivia y nosotros quedamos
menoscabados, eso es un lenguaje decimonónico. Creo que ahí radica la debilidad
chilena, los bolivianos tienen la ventaja de que están pidiendo la
actualización de un tratado en función de razones válidas, que en rigor son
válidas.
¿El general de
la sociedad chilena tiende a identificarse con el discurso o visión de las
élites sobre el tratamiento de los problemas entre Chile y Bolivia, tanto en
los tiempos de la guerra del Pacífico como cada vez que resurge este tema?
Sí y no. Porque
es un hecho que el Ejército que ganó la guerra del Pacífico, o los ejércitos
que ganaron la guerra, estaban compuestos de rotos, y los rotos en esa guerra
no perdían ni ganaban nada. Simplemente ellos los llevaron para pelear y
murieron por miles y miles, y los que se beneficiaron fueron, en definitiva, la
élite empresarial chilena y la élite empresarial inglesa, con otras
nacionalidades que estaban involucradas en la cuestión del salitre. Fue una
especie de capital internacional que se fue metiendo ahí, con mayoría inglesa y
con minoría chilena, en última instancia. Entonces, los rotos, de hecho,
combatieron por principios y conveniencias que no eran las de ellos, sino de
las élites, e incluso élites internacionales. Y dieron la sangre, y ganaron la
batalla y se prestigiaron como ejército de rotos, por eso el Ejército chileno,
después de la guerra del Pacífico, quedó prestigiado a los ojos de los mismos
rotos, porque ellos ganaron esa guerra, eso está claro. Todas las descripciones
de las batallas nos revelan que gracias al empuje de los rotos, los
mineros, se obtuvo esa victoria. Entonces, pasa que el pueblo chileno se
prestigió a sí mismo, a través del Ejército en esa guerra, y en esa medida, al
prestigiarse a sí mismos, también le dio el apoyo a la élite, entonces eso es
complicado, por un lado, porque las glorias del Ejército, que son las glorias
del Ejército de rotos, son las de Chile y nadie quiere negar esas glorias, pero
en la práctica, más allá de la guerra, más allá de los intereses capitalistas,
en el norte de Chile conviven peruanos, bolivianos, chilenos y tenemos peruanos
aquí en grandes cantidades en Santiago, estamos cada día comiendo más cocina
peruana. Entonces, lo que pasa es que hay integración real de los pueblos, pero
no de los Estados, y no de las élites que se agarran de los Estados, y lo que
pasa en Bolivia y con su pueblo es que es obvio que ellos no tienen mar, y les
duele que les hayan quitado la provincia que tenía acceso al mar, entonces el
pueblo boliviano apoya, en ese sentido, las pretensiones del Estado boliviano,
pero eso no significa que se identifiquen con las élites. Es un problema real
para el país, sin lugar a dudas. La cosa tiene muchos bemoles. Un historiador
social tiene que preocuparse de todos los aspectos del problema, y no sólo del
tratado en sí. Hay que recordar que en esa época Chile entregó soberanía
gratuitamente. La patagonia, la puna de Atacama, y ese tema no se toca en
Chile.
Qué le parece
que se hable de soberanía marítima, en momentos en que en Chile el mar está
prácticamente privatizado
Hablamos mucho
de soberanía chilena sobre el territorio, pero resulta que la soberanía
nacional, por ejemplo sobre el agua, el agua está privatizada, entonces dónde
está la soberanía ahí. Poco a poco los ríos están siendo privatizados. El cobre
de hecho está privatizado, a pesar de que una parte es de Codelco, pero la
mayoría está en manos extranjeras. Entonces qué tanto hablamos de soberanía,
cuando estamos entregando la riqueza de este país a los extranjeros en masa.
Hasta la educación. Están apareciendo universidades extranjeras dentro de Chile
que se están apoderando de ciertos procesos educativos. Hay incongruencias en
todos estos planteamientos. Yo creo que la frase del Presidente boliviano fue
muy buena, “qué tanto hablan ustedes de una democracia dinámica si no hay
cambiado la Constitución de Pinochet”, lo encontré genial.
En una
entrevista hace algún tiempo, usted mencionó que Chile, teniendo un amplio
litoral, debería ser capaz de entregar alguna porción a Bolivia.
Mirado
históricamente, el tema de la costa, también es un contrasentido, porque Chile
con 4 mil 200 kilómetros de costa, ya a comienzos del siglo XIX, 1830 por
ejemplo, cuando no estaba el canal de Panamá, ni se podía navegar mucho por el
cabo de Hornos, Chile era el país de la costa del Pacífico que podía haber
estado destinado a conquistar los mercados del Pacífico: China, Japón,
Filipinas, la India al frente. Por tanto, la vocación de un país que tiene
4 mil 200 kilómetros de costa es una vocación marítima. Y Chile estaba destinado,
por ubicación geográfica e histórica, en ese tiempo, a conquistar el Pacífico,
pero no. Los gobiernos de Portales, de ese período, les entregaron el
Pacífico a los ingleses, y le convirtieron a Valparaíso en la base de
operaciones para que los ingleses conquistaran el Pacífico, en cambio Portales
y compañía se preocuparon de quitarles un par de provincias a los peruanos y
bolivianos. Entonces, no utilizaron la costa como un criterio para desarrollar
el país, porque fue una conquista territorial tierra adentro la que se hizo
hacia el norte. Entonces seguimos teniendo 4 mil 200 kilómetros de costa
más todavía que en 1830, y qué más da que los bolivianos tengan un territorio
para poner un puerto para embarcar y desembarcar su mercadería. Hay una serie
de contrasentidos en nuestra historia. Si hubiéramos sido un país marítimo y
que ocupamos toda la costa porque dominamos el Pacífico, te creo.
No les demos ni un milímetro de costa a nadie. Pero no, este es un
país de vocación terrícola. Si hasta Agustín Edwards cuando se viste de chileno
se pone un ponchito de huaso.
VOCERO DE DEMANDA BOLIVIANA: "ES PRIMERA VEZ QUE
CHILE SE VE OBLIGADO A DARLE UNA EXPLICACIÓN AL MUNDO"
Carlos Mesa aseveró que esto "es en sí mismo un
triunfo para Bolivia". Aseguró que "no es verdad que Bolivia ponga en
tela de juicio los tratados".
La Tercera de Chile (www.latercera.com)
Tranquilo dijo
estar el vocero de la demanda boliviana, el ex presidente Carlos Mesa, a su llegada al Palacio
de La Paz, donde en los próximos minutos Bolivia presentará sus argumentos para
defender la competencia de la Corte de La Haya frente a la demanda interpuesta
contra Chile.
"Hay mucha unidad, unidad de un país que ve por primera vez en la
historia que Chile se ve obligado a dar una explicación al mundo, a través de
la CIJ, rompiendo un encapsulamiento en el que estuvimos durante más de un
siglo. La idea de que no se podía hablar del tema fuera de la bilateralidad de
Chile y Bolivia se ha roto y eso ya es un éxito en si mismo", dijo Mesa.
El vocero de la
demanda hizo un llamado al pueblo boliviano a que "que tengan mucha
confianza. Que sientan que nuestros argumentos son lógicos y que la demanda
está bien planteada. Es primera vez que
Chile se ve obligado a darle una explicación al mundo a través de la Corte de
sus argumentos es en sí mismo un triunfo para Bolivia".
Consultado
frente a la postura de Chile de que la demanda apunta a modificar lo
establecido en el tratado de 1904, Mesa dijo que "no es verdad que Bolivia ponga en tela de juicio los tratados internacionales,
por el contrario la lógica de Bolivia es el respeto riguroso a los tratados y
la convicción que ese respeto es la seguridad de los límites
fronterizos".
Junto con esto,
el ex Presidente adelantó que "la presentación de Bolivia mantiene la lógica
y coherencia esencial, independiente de la presentación de Chile. Siempre que
uno ha escuchado a la otra parte hay elementos que pudieran variar, pero eso no
lo voy a detallar".
EQUIPO CHILENO ADMITE INQUIETUD POR MENCIÓN A NEGOCIACIÓN
DE PINOCHET
La Tercera de Chile (www.latercera.com)
Un monitoreo de
los movimientos del canciller de Bolivia, David Choquehuanca; del agente Eduardo Rodríguez Veltzé y del
vocero de la demanda paceña, Carlos
Mesa, realiza todos los días un reducido grupo de asesores del equipo
chileno en La Haya. El objetivo es mantener informados a los integrantes de la
delegación nacional sobre los lugares que frecuentan las autoridades paceñas
hasta que finalicen los alegatos en la Corte Internacional de Justicia (CIJ).
Esto, para evitar coincidir en los mismos sitios.
Pero esta
prevención no es la única. El equipo chileno también ha monitoreado en detalle
un punto central de la exposición que realizará hoy Bolivia ante los jueces:
las negociaciones entre ambos países en 1975 y 1976 -lideradas por Augusto
Pinochet y Hugo Bánzer- para otorgar a Bolivia un corredor soberano al océano
Pacífico, por el norte de Arica, a cambio de un canje territorial. Las
tratativas se desarrollaron a partir del Acuerdo de Charaña, que restableció las
relaciones, suspendidas en 1962. Y La Paz utilizará este antecedente para
sustentar sus alegatos.
Fuentes
del equipo jurídico de Chile confirman que ese es el punto que genera mayor
preocupación. El tema fue abordado la noche del domingo, durante una cena entre
el canciller Heraldo Muñoz, el
agente Felipe Bulnes, los
parlamentarios chilenos y uno de los integrantes clave del equipo: Alberto van
Klaveren, quien ejerció como agente para la demanda de Perú.
En ese
encuentro, algunos legisladores consultaron cuál sería el foco del primer
alegato boliviano y en qué área podría producirse el mayor impacto. Los asistentes dicen que Van Klaveren
mencionó las conversaciones entre ambos países para explorar un acceso
boliviano al océano Pacífico, que se produjeron después de 1948, año en que se
firmó el Pacto de Bogotá. Inmediatamente después, los parlamentarios
consultaron cuál de ellas es la más “complicada” para Chile, momento en el que
Van Klaveren mencionó, precisamente, las tratativas encabezadas por Pinochet,
agregando que fue el episodio “en el que se llegó más lejos”. Mientras hablaba
el ex subsecretario, el ministro Muñoz asentía con la cabeza.
En el
equipo jurídico de Chile explican que la inquietud radica en la dificultad que
tendrá nuestro país para explicar ese punto sin entrar al fondo de la demanda
boliviana, que es lo que se busca evitar para concentrar los argumentos sólo en
la supuesta incompetencia de la Corte.
Las mismas
fuentes agregan que el eje será señalar que esas conversaciones no pueden tener
como consecuencia una obligación de Chile a negociar con Bolivia y que tampoco
sustentan la tesis paceña de que la CIJ tendría competencia.
CÓMO VIVEN EL LITIGIO EN LA HAYA, BOLIVIANOS RESIDENTES
EN EL NORTE DE CHILE
La Tercera de Chile (www.latercera.com)
Los alegatos
orales que esta semana se iniciaron en la Corte Internacional de Justicia de La
Haya, no generaron la misma efervescencia entre los residentes bolivianos de
ciudades limítrofes como Arica y Antofagasta, que lo vivido por los peruanos
con la transmisión del litigio entre Chile y Perú por límites marítimos en el
mismo tribunal.
Las razones se
podrían explicar en tres puntos: en Arica, la población boliviana -según cifras
del Departamento de Extranjería y Migraciones- se acerca a las tres mil
personas, mientras que los peruanos superan los 10 mil habitantes.
En segundo
lugar, los alegatos de esta semana corresponden a las objeciones que presentó
Chile a la jurisdicción de la corte y no por el tema de fondo de la demanda
boliviana.
Y por último,
por que en general los ciudadanos bolivianos residentes en Chile estiman que si
bien la salida al mar es una aspiración legítima, una solución a las
diferencias debiera buscarse de forma bilateral.
“Merecemos una
salida al mar que Chile nos quitó en la guerra (Del Pacífico), pero esos son
problemas que deben solucionar los gobiernos, porque entre los habitantes
tenemos buena relación, por lo menos acá en Arica”, afirma Gregorio Ayca (42),
boliviano que trabaja como temporero en la cosecha de tomates.
Alcira Castillo
(55), quien viaja una vez a la semana desde Cochabamba para vender chalecos,
opina que “es injusto que no tengamos salida al mar, pero también es injusto
que ambos países se lleven mal, sobre todo para nosotros, que nos ganamos la
vida gracias a ambos pueblos”.
En Antofagasta
las opiniones son más radicales, Juan Pastén (48) dijo que “he visto por años
que la lucha boliviana por el mar no ha llegado a ningún lado. Ojalá los
hermanos chilenos solo se pusieran en nuestro lugar”.
Omar Ayavire
(27), en tanto, tiene fe en un fallo a favor de su país: “No tenemos nada que
perder, es más, a lo único que apostamos es a tener soberanía de una vez por
todas en el mar que nos corresponde”.
Para el
empresario y exportador de productos agrícolas en Arica, Pablo Verdejo, un
eventual fallo adverso para Bolivia podría afectar la actividad económica.
“Como empresarios, nos afectaría porque nos sale más barato exportar por el
puerto ariqueño, gracias al Tratado de 1904, pero con un fallo a favor de Chile,
Evo Morales podría seguir fomentando la salida de cargas por puertos peruanos
para boicotear al de Arica”, sentenció.
ANALISTA
POLÍTICO BOLIVIANO: CHILE OFRECIÓ SALIDA SOBERANA AL MAR EN VARIAS
NEGOCIACIONES
Raúl
Peñaranda dijo que Bolivia intenta demostrar que el tratado de 1904 no definió
la salida soberana al mar, ya que se menciona que es "independiente del
tratado".
ADN
Radio de Chile (www.adnradio.cl)
El Periodista y Analista Político
Boliviano Raúl Peñaranda aseguró que
según los documentos que presentará el equipo jurídico de ese país este
miércoles en La Haya, Chile si ofreció una salida soberana al mar en distintos
momentos a lo largo de un siglo.
El autor del
libro "Control remoto"
que crítica al gobierno de Evo Morales por acosar a la prensa independiente,
sostiene que Bolivia planteará que la negociación se realizó de manera
independiente al tratado de 1904.
“El documento
boliviano menciona varios otros momentos, en el 1909 en 1911, una del 50 y el
51 y el abrazo de Charaña en donde se dice (voy a tratar de parafrasear) Chile
está dispuesto a negociar una salida soberana, usan la palabra soberana al
mar”, indica.
Con esto,
comenta que Bolivia intenta demostrar que el tratado de 1904 no definió la
salida soberana al mar, ya que se menciona en varios gobierno la palabra
“independiente del tratado”. “La respuesta es sí, Chile ofreció salida soberana
es esas varias negociaciones (…) antes y después”, sentenció.
François
Schollaert Paz, historiador:
Es
de conocimiento general la frase del escritor británico George Orwell en la que
menciona que la historia la escriben los vencedores, generalmente para sepultar
y falsear hechos, documentos y biografías, para posicionar un nuevo orden con
su respectivo legado, el que nos hacen repetir en las aulas desde niños. Sin
embargo, están los historiadores como François Schollaert Paz, quienes no se
conforman fácilmente con las “versiones oficiales” y nos entregan una nueva
mirada sobre hechos acaecidos en Sudamérica y su relación con Inglaterra.
El
Ciudadano de Chile www.elciudadano.cl)
François nació
en un pueblo llamado Poggio-Marinaccio en Córcega (Francia) en el año 1989, a
los dos años de edad se traslado con toda su familia a Potosí y posteriormente
a Sucre, ciudad donde permanecería hasta finalizar la etapa escolar. Licenciado
en historia en la Universidad de Westminster en Londres, estudió un año en La
Sorbona, para luego desempeñarse como Segundo Secretario del Ministerio de
Relaciones Exteriores de Bolivia. Actualmente se encuentra de vuelta en
Inglaterra, desempeñando las funciones de Adjunto Civil de la Embajada
altiplánica ante el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte.
¿Cómo comenzó
tu interés por la historia de Sudamérica?
Mi
padre fue una gran influencia en mi interés por la historia en general. Él
investigó mucho la historia de Bolivia en el contexto internacional. Sin
embargo, empecé a interesarme seriamente cuando llegué a Inglaterra a mis 19
años.
Durante mis
estudios en Londres participé de las conferencias en Canning House, un centro
de conferencias para temas relacionados a Latinoamérica en el ámbito político,
histórico, cultural y comercial. Me llamó mucho la atención cuando vi que en la
plaza donde se encuentra Canning House (en pleno centro de Londres) se levantó
una estatua de Simón Bolívar. Fue en ese momento que me pregunté: ¿por qué
Inglaterra un país con una extensa historia tendría una estatua del héroe
latinoamericano en el corazón de su capital? Es así que comencé a
informarme sobre la relación histórica británico-sudamericana. Como trabajo
final en la Universidad, escribí una tesis sobre la influencia del Imperio
Británico en la Independencia de Bolivia.
¿Tuvieron
mucho que ver las logias masónicas?
Hoy en día
hablar de logias masónicas es considerado hablar de “conspiración”, así que
prefiero evitar hablar al respecto, pero es un hecho que las logias estuvieron
presentes en las tomas de decisiones para la creación de las Nuevas Repúblicas
de América. El ejemplo más común es el de Simón Bolívar. Bolívar era un
empresario, dueño del cacao en la zona que hoy se conoce como Venezuela y
Colombia. Los Bolívar enfrentaron muchas trabas de parte del Imperio Español en
la exportación de su cacao. España impuso el monopolio del cacao y no
permitía a los Bolívar negociar con otros países. Con el avance del Imperio comercial
británico a inicios del siglo XIX, Los mercantes ingleses le propusieron a
Bolívar el “Free trade” o libre comercio. Es ahí cuando Bolívar crea lazos
estrechos con Inglaterra y hacen un intercambio: la Independencia para el
continente Latinoamericano y el comercio del mismo para Inglaterra. Con este
contacto, Bolívar viaja a Londres donde es introducido a las Logias Masónicas.
La Independencia de América es un plan que nace en Londres, al igual que la
Guerra del Pacífico. Simón Bolívar vuelve a Latinoamérica con el Apoyo de
Inglaterra y es ahí cuando se inician las fuertes relaciones entre el Imperio
Británico y las nuevas Repúblicas Americanas. Una de las logias a las que
Bolívar perteneció fue la Logia Lautarina o Logia de los Caballeros Racionales
fundada en Londres en 1797. Si una persona puede llegar a creer que
Inglaterra estuvo muy presente en las Guerras Independentistas de Sudamérica,
podrá entender con más facilidad la razón por la cual los ingleses estuvieron
también presentes en la Guerra del Pacífico.
¿Qué pasó
con Chile?
En Chile la
influencia británica es más fuerte por el hecho de que está ubicado en las
costas y que en el siglo 19 tenía una población relativamente pequeña si
comparamos con los demás países de la región. Además, Chile tenía menos
cercanía con el Imperio Español, ya que este último tenía más presencia al
interior del continente, es el caso de la ciudad de Sucre o la Ciudad de
México. Bolivia por su posición alejada de los mares, estaba más alejada de la
influencia británica. Si vemos como se organiza el Imperio español, es un
imperio que pone el poder al centro, como es el caso de su capital Madrid,
mientras que Inglaterra busca más las regiones conectadas al mar, o costeras
como Chile. Antes de la independencia sudamericana, los centros vitales estaban
ubicados más al centro del continente, pero después de la independencia, con la
influencia británica, las capitales se van a las costas: Santiago y Valparaíso,
Lima y Callao, Buenos Aires, Montevideo y Río de Janeiro entre otras ciudades
son ejemplos. Bolivia es un caso diferente, sin embargo, La Paz le quitó la
capital a Sucre, porque Sucre no tenía movimiento económico y La Paz estaba más
cerca al mar, o sea al comercio. Tengo la impresión de que La Paz es la capital
porque está mucho más ligada a las costas del Pacífico. Inglaterra controló los
mares por los últimos 200 años.
Tengo en mi
poder un artículo de un periódico británico de los años en los que se desató la
Guerra del Pacífico, en el cual se puede apreciar el interés que tenían por las
costas. En el artículo atacan muy fuerte a Bolivia diciendo que “es un
países semi-bárbaro que no conoce la civilización” – y agregando que – “a
Inglaterra no le interesa mucho esta nación, pero sí el Pacífico, donde existen
dos países como Chile y Perú que están bajo la influencia británica y lo saben,
porque no pueden hacer mucho contra la flota inglesa”, debido a su
vulnerabilidad a los barcos.
¿Estás
diciendo que el poderío marítimo inglés ha configurado geopolíticamente la distribución
de los países y de las capitales en América del Sur?
Definitivamente.
Fue muy similar a la división de los países Africanos en el siglo XX. El mejor
ejemplo es la República de Gambia, este país fue una colonia disputada entre
franceses e ingleses, pero terminó bajo poder inglés debido al Rio Gambia donde
se encontraban los barcos ingleses. Los límites fronterizos de la República de
Gambia, se dice que eran la distancia hasta donde alcanzaban los cañones de los
barcos ingleses, más a allá de los cañones era la colonia francesa, lo que hoy
se conoce como Senegal.
A veces me
pregunto por qué Chile y Bolivia no fueron anexados como parte de
Argentina o como parte de Perú en la Independencia. Esto corresponde a que
Inglaterra hizo lo mismo que en muchos continentes, vale decir, crear países
“innecesarios” como Estados Tapones para debilitar ciertas regiones o pueblos.
Simón Bolívar tenía la intención de crear los Estados Unidos de Sudamérica o lo
que él llamó la Gran Colombia, pero este proyecto no se llevó a cabo, quizás
por la influencia de Inglaterra.
¿Afirmas
entonces que los ingleses pusieron a Simón Bolívar como su hombre fuerte en el
sur del continente americano?
Así lo creo.
Con Estados Unidos, Inglaterra claramente vio un error de colonización, porque
no debieron haber dejado para sus intereses que se unificara, debido a que la
unión hace la fuerza. En cambio en Sudamérica dijeron: “vamos a dividir a los
países con una táctica que viene del Imperio Romano”. De hecho, en Inglaterra
se afirma muy a menudo que el Imperio Británico es de origen Romano, fue el
Imperio Romano que se trasladó a Londinium o Londres como se conoce hoy en día.
¿Cómo llevó a
cabo sus planes Inglaterra?
Antes de las
ideas revolucionarias de Francisco de Miranda y la Independencia Americana, en
Inglaterra existía el Plan Maitland, un plan propuesto por un británico,
el cual tenía como objetivo “liberar” a las Américas de los españoles e
instalarse ahí. El Plan Maitland hablaba de entrar al continente
hispanoamericano con barcos por el río de La Plata, tomar Buenos Aires, pasarse
por detrás de la cordillera, tomar Santiago y a partir de ahí expandir su
influencia al resto del continente. Dicen que el movimiento independentista de
San Martín y el Plan Maitland son un espejo, vale decir, son lo mismo.
Todos los
caudillos como San Martín y O´Higgins estuvieron en Inglaterra y fueron
adoctrinados por Miranda, lo que no es casualidad.
Entre los
sudamericanos hay gente de origen vasco y continental en su mayoría, pero se
dice que muchos discriminaban a Francisco de Miranda por su origen canario,
proveniente de las islas africanas de España. Bolívar y San Martín se dice que
no lo querían. Es más, puede que sólo lo hayan utilizado, teoría que igual
podría aplicarse a Bolívar, de que se dice que ha muerto pobre. Pero el Plan
Maitland es un punto clave. El escritor boliviano René Zavaleta Mercado dijo
que Chile es un satélite privilegiado del Imperio Británico, como base militar
británica, porque no hay razón de que Chile como país sudamericano no permita a
Bolivia tener acceso al mar. Chile es el sexto país con más costa en el mundo,
darle un pequeño pedazo de tierra a Bolivia no le afectaría en nada. Si me
preguntan a mí cuándo Chile devolvería el mar, les respondería que cuando se
termine la minería en la región en disputa, el Desierto de Atacama.
¿Cuál fue el
rol de la familia Edwards en la Guerra del Pacífico?
Hay dos
teorías, la de un pirata que llega y se casa con una mujer chilena prominente
de origen español, tras lo cual crea su imperio poco a poco. La otra teoría es
que es un doctor o incluso alguien de origen más humilde con un oficio
cualquiera. En todo caso nunca llegaba gente de la monarquía británica, sino
que quienes buscaban forjarse un mejor futuro. Lo que me llama la atención es
que Edwards compra el periódico El Mercurio de Valparaíso cuatro años antes de
la Guerra del Pacífico. Es muy importante controlar los medios de comunicación
en el arte de la guerra. Hay un fragmento del periódico el Mercurio en los
archivos de la Casa Gibbs en Londres, que dice: “Espíritus ligeros han
creído ver en la compañía la causa eficiente de esta guerra, pero no fijan la
atención que la causa verdadera de esta guerra es un conflicto internacional
iniciado entre dos naciones”. Toda esa información fue tergiversada, si le
das la vuelta a las afirmaciones del Mercurio, te acercas a la verdad. Lo que
quieren es decirte algo así como que el tonto es el que cree que la compañía ha
causado la guerra, mientras que el inteligente sabe que es una guerra entre
Perú-Bolivia y Chile. Fue con este tipo de información que la verdad sobre esa
guerra fue volviéndose más misteriosa.
Además hay
muchos documentos que prueban que el Banco Edwards es una subsidiaria del Banco
de Inglaterra. La diferencia de Chile con muchos otros países sudamericanos es
que los primeros bancos de Bolivia, Brasil, México y Perú, siempre eran bancos
con nombres como “Banco de Bolivia y Londres”, “Banco de Lima y Londres”,
“Banco de México y Londres”, mientras que en Chile el banco simplemente se
llamaba Banco Edwards, algo que era obviamente un banco de gente ligada a
Inglaterra. Para la Guerra del Pacífico el Banco Edwards y el Banco Central de
Chile que estaba dirigido en ese tiempo por un señor inglés que no recuerdo muy
bien su nombre. Entonces, todos los bancos de Sudamérica estaban en poder de
los ingleses. Otra cosa que coincide con los intereses de la familia Edwards,
es que el Banco Nacional de Bolivia es fundado el mismo año en que estalló la
Guerra del Pacífico, y entre los fundadores figura Edwards, y uno debe
preguntarse ¿cómo es que un chileno va a fundar el banco boliviano en ese
momento específico? Los que fundan el banco son los chilenos Edwards, Concha y
Toro, junto a otros bolivianos.
¿Qué rol
jugaron los Ross?
Hay algo que
me llama mucho la atención sobre esa familia, a pesar de que no encontré mucha
información al respecto. La persona que supuestamente habría asesinado al
Presidente Hilarión Daza se apellidaba Ross. Para mí, uno de los verdaderos
héroes de la Guerra del Pacífico era justamente el Presidente boliviano
Hilarión Daza, a quién la oligarquía boliviana lo hizo escapar vergonzosamente,
lo humilló cuando trato de regresar a Bolivia después de 15 años en el exilio
en Paris. Según algunos historiadores bolivianos, un borracho le disparó a Daza
en Uyuni, justamente en la Avenida Arce, paralela a la Avenida Simón Bolívar,
paralela a la Avenida Abaroa, y bueno… este borracho resultó ser de apellido
Ross. En Bolivia no hay apellidos británicos por todas partes, por eso es mucha
coincidencia que un Ross lo haya matado, al que no le hicieron ningún juicio
porque era un borracho.
Hablemos más
de la figura de Hilarión Daza
Es increíble
ver los manuscritos de esa guerra. Por ejemplo las cartas del representante de
la Compañía de Salitres y Ferrocarril de Antofagasta, el señor George
Hicks, este señor no estaba muy contento con los bolivianos en las costas,
siempre fue muy despectivo con los bolivianos, por ejemplo hay una carta que
dice “los bolivianos se están creyendo muy gallitos, pero con esta acción se
darán cuenta que no pueden molestar a un súbdito de la reina, y con esto
también los chilenos se darán cuenta de que les conviene tener a los ingleses
de su lado”. Hicks también declaró que: “se espera que Chile utilice
esta oportunidad (el impuesto de los 10 centavos que erróneamente sacó Daza)
para adueñarse de esta costa que está plagada de bolivianos”, como si los
bolivianos fuesen una plaga.
Días después,
el 1 de febrero de 1879, un mes antes de la Guerra, Daza escribió a la
autoridad de Bolivia en Antofagasta diciendo: “He fregado a los gringos”, porque
en ese tiempo los gringos no eran los yankees, sino los ingleses, tengo muchos
documentos que comprueban eso. Daza se refería al impuesto de los 10 centavos
como una forma de reivindicar las salitreras. Quizás Daza sabía lo que iba a
pasar, no estoy seguro. Pero yo veo esto como un conflicto entre empresas,
aunque mucha gente lo ve como una pobre guerra entre Chile y Perú- Bolivia. Es
una guerra entre transnacionales en Sudamérica.
Las empresas
ya desde entonces estaban sobre los países
Lo complicado
aquí es darse cuenta de eso al estudiar la Guerra del Pacífico, porque muchas
empresas son británicas, pero también está la empresa francesa Dreyfus que en
práctica era casi dueña del Perú, o es lo que afirman algunos historiadores.
Dreyfus incluso propuso pagar al Perú toda su deuda externa. También estaba la
Casa Grace, la compañía que vendió armas a Chile y a Perú durante la guerra de
1879, hicieron mucha fortuna en este último país, de hecho el dueño de la Casa
Grace, William Russel Grace fue apodado como rey del Perú, y este señor
viene y se hace fortuna con sus barcos también, llevando mercadería, guano,
madera, azúcar, y muchas cosas más.
El centro del
poder en Bolivia está en la calle Yanacocha y Mercado. En esa esquina está el
Banco Central, la Vicepresidencia, la Iglesia y el banco de Simón Patiño que
ahora se llama Banco Mercantil Santa Cruz. Esa esquina es muy poderosa, y es la
misma esquina donde estaba ubicada la Casa Grace, la misma casa que sobrepasó a
Dreyfuss y Gibbs en Sudamérica.
¿Cuál es el
rol de John Thomas North en la Guerra?
La historia
dice que llegó a Chile con muy poco dinero, con tres libras esterlinas en los
bolsillos, como ingeniero de las máquinas de las salitreras y que después se
fue metiendo en el negocio. El momento cuando prospera es cuando Inglaterra le
propone a Bolivia fundar Tarapacá Waters, una compañía para manejar el
aprovisionamiento de agua para la región de Atacama que en ese entonces era
boliviana. Así de este modo, los ingleses le venden esta compañía a Bolivia
unos dos años antes de la guerra, sabiendo que de eso se iba a adueñar Chile.
Entonces durante la Guerra, Chile entra en Tarapacá, toma la empresa de agua y
nombra como presidente de ésta a John Thomas North. Luego, este hombre, cuando
Chile invade Perú, aprovechando que todos los peruanos querían escapar, viaja a
Perú y compró las salitreras a “precio de gallina muerta”. Termina la guerra y
las salitreras suben de precio nuevamente. Él se hace millonario y además las
salitreras están aprovisionadas de agua por la compañía de la cual el mismo era
presidente. De acuerdo a muchos historiadores, el que más ganó en la guerra del
Pacífico fue John Thomas North, yo he visto su casa en Inglaterra que ahora es
la biblioteca de la Universidad de Greenwich. Al ingreso de esta biblioteca hay
una puerta de una iglesia del Perú que los chilenos habían saqueado para los
ingleses. Esa mansión había sido antes de otra persona pero él la compró y la
refaccionó con madera sudamericana. Y bueno, después de la Guerra fue uno de
los hombres más con más importantes negocios en Inglaterra, tanto así que era
un hombre fuerte en la Bolsa de Valores de la City de Londres. Fundó una
empresa de cemento en Bélgica, varias empresas en Francia, otras de exploración
de oro en Australia, de diamantes en el Congo y abre centros de caridad en
Inglaterra entre otras cosas que no recuerdo en este momento.
¿Quién fue el
responsable de que los bolivianos aumentaran los 10 centavos que iniciaron la
Guerra?
Es un
ministro, un asesor del Presidente Daza quien lo propone. No había influencia
inglesa directa en esta decisión. La única es de los bolivianos chilenófilos
que estaban apoyando a Chile, que a su vez apoyaban a Inglaterra. Pienso que no
hubiera habido conflicto si Bolivia hubiese sido como Chile, un país en muy
buenas relaciones con Inglaterra. Bolivia no tiene muchos contactos con
Inglaterra, son reiteradas las veces en las que las autoridades inglesas son
botadas por las bolivianas. Empieza con el Tata Belzú. Belzú bota a los
ingleses, rompe las relaciones bilaterales con Inglaterra. Luego viene el
presidente Morales que también tuvo algunos roce con Inglaterra, luego
Melgarejo con la anécdota que más se cuenta en relaciones internacionales
boliviano-británicas. Se dice que Melgarejo le ofreció chicha al diplomático
inglés residente en Bolivia y que éste le respondió que no tomaba chicha, pero
que le gustaría tomar chocolate. Entonces Melgarejo le hizo beber un balde entero
de chocolate, le quitó la ropa y lo amarró a un burro para que lo llevara a la
costa y lo despachara a Londres. Esta historia la cuentan los ingleses y los
bolivianos pero no hay pruebas al respecto.
Se rumorea
que Eduardo Abaroa, el héroe nacional de Bolivia, no es boliviano, sino
chileno. ¿Qué hay de verdad en ello?
No hay
pruebas contundentes, solo especulación. Hay que cuestionarse por qué Abaroa es
tan bien visto por los historiadores chilenos, mientras que Hilarión Daza, a mí
parecer el héroe boliviano, es mostrado por Benjamín Vicuña Mackenna
(historiador chileno) como un dictador que se dio a la fuga, como un monstruo,
el más grande traidor de Bolivia. Mientras que Vicuña Mackenna describe a
Abaroa como un hombre de buena estatura, rubio, de ojos azules, bien parado,
hombre de buena fe. ¿Qué gana Vicuña Mackenna al desprestigiar a Daza y al
hablar bien de Abaroa? Al final de cuentas son personajes de la historia
boliviana, no chilena. Además Vicuña Mackenna es conocido por ser un ferviente
nacionalista, es raro que hable bien del héroe boliviano, cuando lo lógico
sería que lo detestara, ¿no?
En esa época
si tú lees los periódicos británicos sobre el conflicto entre bolivianos y
chilenos no tiene nada que ver con los ingleses en cuanto a la clase mestiza y
criolla. Sino que se fomenta la guerra al decir que los chilenos eran vascos y
los bolivianos del sur de España, por lo cual se decía que los chilenos eran
más trabajadores por el hecho de venir de una región del norte de la península,
más fría, más pobre, donde la gente debe ser más laboriosa. Por lo mismo llegan
más pobres a Chile y deben esforzarse más, mientras que los españoles que
llegan a Bolivia se dice que son más “flojitos”. Entonces tenemos que Abaroa es
de origen vasco y que si bien está en una región que era boliviana en ese
tiempo, él estaba ubicado más cerca de los centros vitales chilenos que de los
bolivianos. Además, en esa época no se definían muy bien las fronteras,
de dónde eran las personas. Y además Abaroa nunca fue ayudado por Bolivia, si
alguien lo ayudó de alguna forma en sus negocios fueron los comerciantes, los
mercaderes del mar, él tal vez tenía mejor relación con la gente que navegaba
que con la gente del altiplano. Si uno revisa sus cartas, va a darse cuenta que
Abaroa tenía más relación con los extranjeros de la costa que con los mismos
bolivianos. O sea, Abaroa no tiene por qué defender a Bolivia. Otra cosa es que
lo matan los chilenos y los chilenos lo entierran rindiéndole honores, lo cual
no es lógico. El otro tema es que un hombre adinerado o de la aristocracia no
va a la guerra, a la guerra van la gente de clases bajas, o en ese entonces los
indígenas, los rotos, la gente pobre.
¿Dices que
probablemente Simón Bolívar nunca fue a la guerra?
Un
historiador inglés experto en Bolívar, Matthew Brown, describe a Bolivar como
un hombre de baja estatura, muy delgado, con problemas de espalda. Entonces
Brown pregunta ¿Cómo puede bajar en caballo desde Colombia hasta Bolivia? Es
algo muy dudoso. Entonces simplemente se crean héroes de gente que posiblemente
estuvo sentada todo el tiempo.
¿Qué te
parece que el Gobierno boliviano culpe enteramente a Chile de la Guerra del
Pacífico?
Es una pena
porque Chile igual ha salido perdiendo de la guerra. Enrique Amayo, un
historiador peruano cuestiona si la guerra fue una victoria para Chile o para
la reina Victoria. Por ejemplo, vemos después la Guerra Civil en Chile entre el
presidente Balmaceda y John Thomas North. Balmaceda es el Daza chileno. Daza
quería nacionalizar el salitre para los bolivianos y Balmaceda para los
chilenos. Lo que hace este último es bajar los precios de los terrenos de la
región de Atacama y concede préstamos a los empresarios chilenos para que los
compren, así, de este modo los ingleses no pueden explotar esos suelos porque
ya son propiedad privada. Entonces Balmaceda va a esos lugares y comienza su
revolución. Entonces Thomas North hace una fiesta para la oligarquía chilena de
10 mil libras con regalos, poniéndolos en contra de Balmaceda. Se reúnen tres
veces Balmaceda y North. Finalmente Balmaceda se suicida.
EVO MORALES: “SI YO FUERA PRESIDENTE CHILENO LO MISMO
DIRÍA POR LA DEFENSA”
El presidente de Bolivia, además recordó que en su
primera visita a Chile como presidente "en un coliseo pequeño, hermanos
chilenos estaban gritando 'mar para Bolivia, mar para Bolivia'".
El Diario Financiero de Chile (www.df.cl/noticias)
Continúan las
declaraciones del presidente boliviano, Evo Morales, luego que ayer Chile presentara sus alegatos ante
la Corte Internacional de Justicia, de La Haya, ante la demanda realizada por
su país para una salida soberana al mar.
Hoy el
mandatario expresó que entienden su posición del país.
"Entendemos
las versiones, si yo fuera presiente chileno lo mismo diría por la defensa,
pero debo decir que Bolivia está con la razón, esperamos justicia y ese es el
tema de fondo", señaló Morales.
El jefe de
Estado de Bolivia reiteró que tienen la confianza en lo que haga la Corte y
además precisó que la instancia se produjo porque Chile tiene un asunto
pendiente con ellos que es anterior al Tratado de 1904.
"Entiendo
como cualquier país mantener la defensa, pero por encima de la defensa primero
están los derechos, primero las resoluciones (...) Muchas veces en Chile decían
que no había tema pendiente con Bolivia, ahora que estamos en La Haya demuestra
que hay tema pendiente. La demanda no es sobre el Pacto de Bogotá o el Tratado
de 1904, sino es el compromiso de antes del Tratado de 1904", dijo
Morales.
Además, Morales
agregó que ha recibido apoyo por la situación y recordó que "como
dirigente sindical visité Chile y algunos grupos me declararon persona no
grata".
"Luego, en
mi primera visita como presidente en una reunión con la presidenta Bachelet, en
un coliseo pequeño, hermanos chilenos estaban gritando 'mar para Bolivia, mar
para Bolivia', de verdad casi me hace llorar, no sabía que era el sentimiento
del pueblo chileno", añadió.
Asimismo, el
presidente boliviano destacó que el mar es un tema de integración para los
pueblos Latinoamericanos e insistió que confían en la Corte de La Haya.
"Nosotros
tenemos nuestra confianza en La Haya, nosotros somos de Estado de derecho y por
eso respetamos organismos internacionales", concluyó.
Cabe señalar
que mañana a partir de las 05:00 horas, Bolivia presentará su defensa ante los
jueces de La Haya, para demostrar y dejar en claro los motivos de su
demanda.
PROGRESO
CLANDESTINO
La muerte de
dos niños en el incendio de un taller de Flores (Buenos Aires, Argentina)
volvió a poner en cuestión la economía textil. En un conflicto que toca a
grandes marcas y ferias populares, las posturas de denuncia moral y las de
justificación en nombre de una “tradición milenaria” son limitadas y
peligrosas. Verónica Gago, autora de “La razón neoliberal”, explica que no se
trata de “concientizar” ni de “rescatar” a los trabajadores, sino de entender
el cálculo migrante para intervenir en el debate. Frente a las propuestas de
periodistas, vecinos, funcionarios e intelectuales, ¿pueden hablar las y los
costureros?
Lado Be de
Chile (www. ladobe.com.mx)
Hace una
semana, la muerte de dos niños –Orlando y Roberto Camacho- en el incendio del
taller textil de la calle Páez, en el barrio de Flores, hizo que la atención
vuelva a posarse –como sucedió en 2006, frente a otro incendio en la calle Luis
Viale– sobre la economía textil y su componente fundamental: los miles de
trabajadores costureros que, según datos no oficiales, llegarían a 300 mil.
Este número da la idea de que se trata de un sector, en los hechos, más nutrido
que la Unión Obrera Metalúrgica. Pero la diferencia es radical: son migrantes,
no sindicalizados, y trabajadores más que precarios.
Los medios de
comunicación y las organizaciones argentinas concentradas en la denuncia
popularizaron la expresión “trabajo esclavo” para hablar de esa enorme cantidad
de hombres y mujeres. En su mayoría provenientes de Bolivia, producen para una
de las economías más rentables y expansivas de la última década: tanto las
grandes marcas nacionales y extranjeras como una red de ferias populares forman
parte de esa trama.
Catalogados
como esclavos, los migrantes quedan así confinados a hacerse visibles sólo en
momentos trágicos, bajo imágenes de un sometimiento completo. Desde ese
discurso, los talleres textiles son una suerte de agujero negro donde se
concentra una humanidad de otro tipo, a la que no se termina de reconocer como
tal sino bajo la idea de extranjeridad completa.
La
acumulación de imágenes durante estos días cincela así explicaciones del
horror: “talleres de la muerte”, “trata de personas”, “sumisión ancestral”.
Estas fórmulas circulan como clichés, como maneras rápidas de racializar y
simplificar una realidad mucho más compleja, abigarrada y multiforme. Una
realidad que, aunque se quiera lejos, termina en el cuerpo de cada uno, cuando
la tela de un jean, una remera, un polar o unas calzas (compradas en un
shopping del centro o en una saladita) nos roza la piel y, sin quererlo, nos
deja cerca de algún taller.
“En Bajo
Flores hacemos prendas y les ponemos etiquetas que dicen Made in India o Made
in Thailand. De ese modo nadie va a pensar que lo que compra está hecho por
bolivianos en Buenos Aires, en talleres clandestinos. Creen que viene del
lejano oriente”, cuenta sonriendo un costurero que improvisa una versión local
e invertida del orientalismo: construir una ajenidad exótica capaz de concentrar
todos los estigmas pero que pone una distancia enorme con la confección hecha
en locales de barrios porteños, adentro de las villas, y en muchos partidos del
conurbano.
La tragedia
de la semana pasada no está exenta de entrar en la maquinaria electoral. No
sería extraño que, tal como sucedió en 2006, se prepare un allanamiento masivo
de talleres como una nueva puesta en escena mediática en la ciudad de Buenos
Aires. Como ya se verificó hace casi una década, los talleres no desaparecen:
se trasladan más allá de la General Paz. Esta vez, para intentar dar voz a los
propios actores, se abrió un estado asambleario de organizaciones sociales, de
costureros y ex costureros, sindicatos y vecinos que, reunidos en Flores, se
proponen “sacar del gueto a la economía popular y migrante”.
El cálculo
migrante
“Mientras se
hacen explotar van construyendo su microempresa. La idea de que en estos
lugares está en juego una dinámica de esclavitud me parece totalmente
equivocada”, ha dicho la socióloga boliviana Silvia Rivera Cusicanqui para
enmarcar de otro modo el debate en torno a los talleres textiles. Esta frase
resume, como un dardo, la perspectiva opuesta a aquella que, desde los medios y
ciertas tribunas argentinas (especialmente La Alameda), se usa para codificar la
dinámica migrante ligada a la confección.
Al insistir
con la imagen de la pura víctima, lo que se vuelve inaudible en los relatos de
los migrantes (cuando son enfatizados desde su costado de pasivización
completa) es el tipo de cálculo urbano que pone en marcha quien migra, que
anuda una cierta relación entre sacrificio y aspiración vital. Ésta es una
racionalidad de progreso que directamente queda secuestrada cuando se habla de
esclavismo.
El nomadismo
de los trabajadores migrantes, especialmente jóvenes, es un saber hacer que
combina tácticas cortoplacistas (“por un tiempito nomás”, como se escucha decir
a muchos recién llegados) vinculadas a objetivos concretos. En esa dinámica,
combinan trabajo asalariado a destajo, pequeños emprendimientos de contrabando,
tareas semi-rurales (quinteros/as), domésticas y comerciales autónomas y/o
ambulantes (ferias, reventas, etc.), con plazos y temporalidades ágiles.
Desde esta
perspectiva, el problema se desplaza: no se trata tanto de “concientizar” a los
bolivianos/as que, como diría un experto en ideología, saben lo que
hacen. Tampoco simplemente de “salvarlos”, como apuntan las organizaciones
dedicadas al rescate.
La cuestión
es profundizar sobre ese cálculo que organiza el viaje, la inserción en el
taller, el empuje de sus expectativas y cruzarlo con las relaciones de
explotación entre talleristas, trabajadores, marcas e intermediarios que se
entretejen con ese cálculo de progreso. Esto implica también poner de relieve
las condiciones imprevistas, las desilusiones, los acuerdos incumplidos que
arruinan ese plan inicial y obligan a los trabajadores a recalcular su
estrategia.
Desde su
perspectiva puede abrirse un espacio de lucha y reclamo por las condiciones del
sector, así como por la condena a la explotación de la que se benefician las
grandes marcas. Al mismo tiempo, es desde este lugar que se podrán escuchar las
voces migrantes sin que la criminalización recaiga sobre los circuitos
productivos que abaratan y hacen posible la vida metropolitana para las clases
populares.
El Colectivo
Simbiosis Cultural –de trabajadores y ex trabajadores costureros- reconoce ese
cálculo como fuente de movilización de expectativas y también como lo que debe
rehacerse frente a desilusiones y engaños a los que muchos se enfrentan cuando llegan
a la Argentina. Se trata de un cálculo doble, argumentan. El primero se
hace antes de migrar. El segundo cuando se constata que las condiciones de
trabajo son peores que las imaginadas. Aún así, lo que se pone en juego es un
diferencial de explotación sostenido en el desarraigo y en el tipo de
reterritorialización comunitaria que se intenta confinar entre las paredes del
taller. Ese diferencial, además, es triple: salarial, de estatuto legal pero,
sobre todo, de riqueza comunitaria.
No se trata
de defender una economía etnizada (como pretenden muchos talleristas y
dirigentes que se dicen representantes de la colectividad y buscan resolver los
problemas “puertas adentro”, “entre paisanos”), sino de abrir y debatir el
taller como prototipo de modalidad laboral que se replica en otros sectores
(agrícola especialmente), e interpela las condiciones de muchos trabajadores
nacionales e incluso en blanco porque se enmarca en un tipo de modalidad
sumergida de la cual se beneficia una ciudad cada vez más precaria y decidida a
gestionar esa precariedad de modo racista y securitista. Un modo que ya se
practicó, por ejemplo, en los desalojos violentos del Parque Indoamericano y
que se vuelve a evocar ahora cuando responsables del gobierno porteño endilgan
la cuestión a un problema de “fronteras abiertas”.
La clave de
la seguridad termina siendo el código común para criminalizar y volver a
invisibilizar, al mismo tiempo que se explota, a estas economías sumergidas.
Un segundo
punto que complica la imagen de la esclavitud es el ascenso social que buscan y
por el que se empeñan muchos migrantes. La mayoría de los trabajadores textiles
aspira a convertirse en dueños. Independizarse del dueño del taller, pero para
abrir otro. Es una suerte de “evolución natural” para muchos costureros:
conocen su operativa desde adentro, tienen los contactos y entienden la
dinámica del trabajo. El taller se monta fácil.
La maquinaria
requerida es barata y sencilla, lo cual facilita su eventual traslado: poner en
funcionamiento un taller necesita de una casa-local (negocio ya bien conocido y
aprovechado por las inmobiliarias de barrios como Flores, Liniers y Villa
Celina), unos bienes de capital no muy costosos y una conexión de electricidad.
Aun así, hablar de trabajo esclavo borra también la heterogeneidad organizativa
y de funcionamiento de los talleres que mixturan emprendimientos familiares de
diverso tipo con iniciativas de mediana escala y esquemas también distintos en
su interior.
Ubicar la
discusión en la explotación y no en la esclavitud, poniendo de relieve la
fuerza de trabajo (y sus ambivalencias y tensiones), nos previene de
considerarla una versión remozada de salvajes sumisos o incivilizados.
“Pareciera que fuera muy cruelmente colonialista, pero no es colonial esta
regla. En todo caso sería una relación de clase.
Porque no se
consideran salvajes los explotados. Los consideran aprendices pero no salvajes.
Por eso es que la palabra esclavo, que siempre parte de una heteronomía
cultural, es equivocada. Aunque es cierto que el conocimiento adquirido en la
explotación colonial se vuelve un insumo para toda forma de explotación”, anota
de nuevo Rivera Cusicanqui. Sobre esa parte baja de la economía, se monta la
explotación de las grandes marcas.
Leninistas
vs. Esclavos
Cuando se
habla de esclavos se borra todo deseo de ciudadanía de quienes vienen a
Argentina en busca de trabajo y, sobre todo, la racionalidad puesta en juego en
las trayectorias migrantes a través de su paciente “leninismo”, como lo
caracteriza la socióloga. “En ese sentido nuestros paisanos son bien
leninistas: hay que soñar pero a condición de realizar meticulosamente nuestra
fantasía. Tac, tac, tac: este año simplemente vivo, el próximo año me consigo
un cuarto y traigo a mi mujer, al otro ya me ahorro unos pesitos y a la vuelta
de diez años ya me estoy armando mi taller y ya estoy empezando a jalar a
otros”.
Ese ciclo hoy
parece todavía más veloz que hace unos años, empujado por la mayor demanda de
consumo popular. Unido a una suerte de paciencia estratégica, la temporada en
el taller resuelve el problema habitacional y laboral frente al desconocimiento
de la ciudad y de los derechos. Esto garantiza, al menos por un tiempo ese
diferencial de explotación, central en la organización misma de los talleres.
Así, la clandestinidad se exhibe como una condición a la vez excepcional
y proliferante.
El taller es
a la vez taller-dormitorio y espacio “comunitario”, de una intensidad laboral
extendida en jornadas de más de doce horas, con turnos rotativos, y que se
combina con una apuesta migratoria de gran riesgo. En esos pocos metros
transcurre la vida completa de muchos recién llegados de distintos lugares de
Bolivia, en la medida que el taller soluciona en un mismo tiempo-espacio la
cuestión habitacional y laboral. Allí se cocina, se cría a los niños, se duerme
y se trabaja y, al principio, es el modo de protegerse de una ciudad
desconocida.
Estar un
tiempo nomás en el taller. Hacer contactos. Cambiar de oficio. Estudiar
odontología o administración de empresas. Hacer nuevas redes. Cantar hip hop.
Soñar con un matrimonio igualitario. Esas también son opciones que practican
muchos jóvenes migrantes que no se convierten en talleristas. Son trayectorias,
planes de vida, metas de progreso, líneas de fuga.
La fuerza de
trabajo migrante se articula entre la microempresa y el auto-empleo, el trabajo
de pequeña escala y las relaciones salariales sustentadas en lazos de
parentesco, y combina el taller de tecnología poco desarrollada con la
comercialización de grandes marcas que incluso exportan sus productos con un
dinamismo feriante para consumo popular.
La hipótesis,
entonces, para entender el flujo de la fuerza laboral migrante es comprenderla
como una fuerza de decisión y voluntad de progreso que pone en juego un
“capital comunitario” con una fuerte inversión de sacrificio individual.
Se trata de un impulso vital que despliega un cálculo en el que se
entremezclan la racionalidad neoliberal (flexibilidad, precariedad e
informalidad extrema) con un repertorio de prácticas comunitarias (varios
talleristas han usufructuado, por ejemplo, comedores populares para alimentar a
sus trabajadores).
De este modo,
se pone en valor una articulación específicamente posmoderna de lo comunitario:
su capacidad de convertirse en atributo laboral, en cualificación específica
para la mano de obra migrante del altiplano en Buenos Aires y ser a la vez
repertorio de prácticas que mixturan vida y trabajo, lazos familiares y
comerciales, relaciones de confianza y de explotación. Esta mixtura desafía lo
excepcional al mismo tiempo que lo exacerba.
Los otros
argumentos: culturalismo y moralización
Es difícil
despejar la selva de estereotipos. Básicamente porque está tupida de argumentos
culturalistas y moralistas. El arsenal culturalista se resume en un fallo
judicial polémico y emblemático: en 2008, el juez federal Norberto Oyarbide
sobreseyó a tres directivos de una empresa de indumentaria acusados “de
contratar talleres de costura donde se empleaban inmigrantes indocumentados, en
condiciones de máxima precarización laboral”.
El magistrado
argumentó que ese modo de explotación funcionaba como herencia de “costumbres y
pautas culturales de los pueblos originarios del Altiplano boliviano, de donde
proviene la mayoría” de los talleristas y costureros, y que quienes convivían
en el taller eran “un grupo humano que convive como un ayllu o comunidad
familiar extensa originaria de aquella región, que funciona como una especie de
cooperativa”.
De modo que
el ayllu era traducido como unidad productiva para el taller textil. Al mismo
tiempo, al encuadrarla como estructura ancestral-cultural, se la negaba como
forma de organización del trabajo y se la dejaba fuera del campo de alcance del
derecho. La paradoja queda expuesta: el fallo habla de tradiciones ancestrales
para situar en un lejano origen cultural lo que, aquí y ahora, funciona como
modalidad de explotación.
Esa
justificación culturalista, en nombre del reconocimiento de una tradición,
reivindica y ampara la excepcionalidad de las formas laborales del taller
textil justamente por no considerarlas laborales. Y unifica talleristas
empresarios y trabajadores bajo la fórmula de la “colectividad” boliviana, como
si se tratara de una totalidad homogénea. Si la lógica comunal fue creada por
fuera de los parámetros de la producción capitalista, es esta misma remisión al
origen lo que en la actualidad la exceptuaría de ser juzgada según la lógica de
la explotación.
Al mismo
tiempo que la incorpora completamente en la tercerización de la industria
textil como clave de su nueva estructura flexible. Aquí se abre la maraña de
las distintas agencias y responsabilidades del Estado (a nivel de la ciudad y
de la nación) por el diseño de un tipo de intervención que tiene que apuntar al
control de los empresarios y no a la represión de los ilegalismos populares.
En segundo
lugar, la moralización puesta en marcha de manera conjunta entre organizaciones
de denuncia argentinas y eclesiales –ya con escala de agenda global- unifica
todos los itinerarios migrantes bajo la etiqueta de “trata de personas”. Los
migrantes sólo aparecen en tanto figuras sometidas, infantilizadas y obligadas,
incapaces de una racionalidad propia. La impronta colonial de las
organizaciones salvíficas organiza todo un discurso de rescate y tutela que se
siente “defraudado” cuando los supuestos salvados regresan al taller textil o
“defienden” a sus patrones o, más aun, cuando rechazan y/o critican la misión
de fundar cooperativas según la normativa de estas organizaciones.
Queda, de
nuevo, inaudible la voz sobre la violencia de los allanamientos y las variables
formas de complicidad policial y judicial (no sólo sobre los procedimientos,
también es conocido que los uniformes de la Policía Metropolitana se cosen en
estos talleres) que se articulan en los negocios de la tercerización. Y más
aún: queda corrido el protagonismo de los trabajadores que –aun si no es bajo
formas gremiales clásicas–, son el sujeto social capaz de dar otra dinámica a
esta conflictividad.
¿Pueden
hablar las y los costureros?
En principio,
cuando se habla de los talleres, clandestinidad se le llama a la yuxtaposición
de una serie de condiciones de trabajo de extrema precariedad que mixturan, en
un contexto de crecimiento de la economía (tanto formal como informal),
irregularidades desde la óptica de la regulación del trabajo formal,
contractual, con ilegalidades desde el punto jurídico estricto en situaciones
de fuerte indistinción entre condiciones de vida y de trabajo.
Sin embargo,
las divisiones clásicas entre formal/informal o legal/ilegal ya no alcanzan. La
noción de clandestinidad expone una característica más general de las economías
sumergidas: una gestión de la mano de obra que excede los parámetros jurídicos
y que incluye esferas vitales al interior de un gobierno más amplio del cuerpo
y la subjetividad de quien trabaja.
Los talleres
textiles, por tanto, exhiben in extremis ciertas características que hoy atañen
a las formas precarias de los dispositivos contemporáneos de explotación que se
sustentan cada vez más en el gobierno de la vida antes que en la regulación de
las modalidades del empleo. Y que, como escribió alguna vez el vicepresidente
actual de Bolivia, es un nuevo orden empresarial el que subordina incluso a
“las redes sanguíneas de las clases subalternas”.
Sin embargo,
características de esas formas laborales ya están esparcidas en el mercado de
trabajo en general como formas concretas de precarización. El trabajo rural en
el interior del país pero también en las quintas del conurbano, la
precarización extrema de rubros de comercio y otras modalidades de trabajo a
domicilio, así como la condición más general de trabajo informal que atañe a
casi la mitad de la economía nacional hacen que ciertos rasgos del taller
textil interpelen al mundo del trabajo entendido en sentido amplio.
En la tenacidad
del migrante que, recién llegado, se encierra en un taller hay también un
cálculo que nadie quiere escuchar sobre la vida precaria. Como si volviéramos a
la pregunta que hizo la teórica hindú Gayatri Spivak sobre la potencia de habla
del subalterno, para advertir que los discursos usuales que aparecen narrando
estas economías son siempre de empresarios argentinos, funcionarios o
referentes de organizaciones nacionales. Lo mismo pasa, por ejemplo,
entre quienes asumen la representación –su voz política y mediática– de la
feria La Salada, lo que deja en la sombra a la mayoría de sus hacedores.
Aquí se
debate un conflicto central: superar la identificación racista del trabajo
argentino como trabajo digno, en tanto el trabajo migrante se vincula al mote
de “trabajo esclavo”. Para eso es necesario, como ya se ha hecho, conectar
estas economías, sacarlas del gueto y escuchar las voces que la protagonizan. Y
en todo caso ubicar el obstáculo en otro lado: ¿por qué no pueden hablar las y
los costureros? Ellxs son parte de una fuerza de trabajo que, “desde abajo”,
enfrente día a día los efectos desposesivos del neoliberalismo.
ALBERTO MÜLLER: "EL CHE MURIÓ MUY CONSCIENTE DE LA
ENTREGA Y TRAICIÓN DE FIDEL"
La Nación de Argentina (www.lanacion.com.ar)
El salón Sarmiento
de la Feria del Libro estaba expectante. En su primera visita al país, el
escritor cubano exiliado en Miami Alberto Müller presentaba el fin de semana su
polémica investigación Che Guevara: valgo más vivo que muerto cuando un grupo
de revoltosos organizados -con acento caribeño, pero también porteño- irrumpió
a los gritos y desestabilizó la disertación. Repartieron panfletos de la
agrupación Movimiento Revolucionario Argentino por Cuba y, a viva voz, acusaron
al autor de "asesino, terrorista y de ser miembro de la CIA". La
andanada continuó con más beligerancia verbal e increpaciones violentas hacia
el trabajo de Müller, hasta que la seguridad intervino y retiró a los más
revoltosos.
"Era gente
de la embajada cubana", asegura ahora, minutos antes de una nueva charla
sobre su libro en Eterna Cadencia, la librería palermitana. "Lo eran por
la información que manejaban sobre mí", contó este opositor al dictador
Batista, quien se sumó a la revolución y luego, decepcionado por el giro
ideológico y los abusos castristas, se convirtió en contrarrevolucionario en
Sierra Maestra, cuando en el 59 Fidel se alineó con los soviéticos y se apartó
del ideario libertario de la insurrección.
Müller purgó
una condena de 15 años por sedición en la isla caribeña, donde padeció
simulacros de fusilamiento, golpizas con bayoneta y vejámenes en las zanjas de
excrementos de la prisión. Pero todas esas torturas -asegura en esta entrevista
con LA NACION- fueron perdonadas por su fe cristiana.
"A los
emisarios de la embajada les molestaron los postulados de mi libro, en el que
expongo los eslabones premeditados de abandono de Fidel al Che, para deshacerse
de él. El Che se había convertido en un hereje en la Cuba prosoviética
proyectada por Castro. Era un estorbo para su continuidad en el poder y, por
eso, Fidel le tiende varias emboscadas: lo enfrenta a seguros fracasos
guerrilleros en Congo y luego le inventa una Bolivia suicida", argumenta
el autor, de 75 años, abogado y ex profesor de ética periodística en la
Universidad de Miami.
-¿La trampa
castrista comienza con el envío del Che a Congo?
-No, el punto
de inflexión se produce con aquel encendido discurso del Che en Argelia [en la
conferencia Afroasiática del 65]. Al regresar, hay una reunión tormentosa y
documentada, con Fidel y Raúl Castro. Raúl le recrimina su trotskismo y lo
acusa de ser prochino, país con quien Fidel estaba en "guerra". Fidel
ya había urdido su traición a los postulados y las promesas de la revolución:
tener elecciones a los 18 meses, respetar la Constitución del 40, que defendía
el pluripartidismo y la propiedad privada, implementar una reforma agraria que
repartía la tierra y le otorgaba la titularidad al campesino y no al Estado,
como sucedió. Pero cuando pronuncia ese discurso antisoviético, el Che ya sobraba
en Cuba. Y no sólo por Fidel. La KGB no lo quería ver ni en pintura. Eso
explica por qué siendo ministro se va a liberar Congo, donde no muere de
milagro.
-Pero ¿no hubo
un apoyo explícito cubano al movimiento de liberación nacional congoleño?
-Al Che lo
convence Fidel de continuar con la revolución que había encarnado [el líder
anticolonialista congolés] Lumumba para liberarlos de la opresión belga y
norteamericana. Lo iban a matar allá, pero Fidel negocia a sus espaldas con la
Unión Soviética, Tanzania, los belgas y norteamericanos el fin de la guerrilla.
-¿Por qué habla
de Bolivia como una entelequia para extender la revolución?
-Cuando el Che
fracasa en Congo y se va a Praga, medita y plantea hacer la revolución en la
Argentina, pero Fidel le dice que ahí no puede hacerse. Luego quiere hacerla en
Perú, y le repite lo mismo. Y le inventan el espejismo de Bolivia.
-¿En qué apoya
esa afirmación?
-Fidel se había
reunido con Mario Monje, jefe de los comunistas, y le dice: "A mí me da
mucha pena porque ustedes, en Bolivia, no tienen las condiciones para la
revolución como en otras partes de América latina: no tienen salida al mar y
tienen ya resuelta la demanda campesina con la reforma agraria de Paz
Estenssoro, que les otorgó la propiedad de las tierras". Eso explica por
qué en 10 meses de guerrilla al Che no se le suma ni un campesino. El otro
eslabón de la emboscada es que Fidel lo alía con el Partido Comunista
boliviano, que se inclinaba por la coexistencia pacífica y rechazaba la línea
guerrillera. Y la gran clave es cuando Fidel lo entrega sin disimulos.
-¿De qué forma?
-El Che escribe
en varias entradas en su diario desde Bolivia: "Sin contacto con
Manila", el nombre en clave de Fidel. Castro tenía a un alto oficial de la
inteligencia cubana asentado en La Paz, Renán Montero, alias Iván, casado con
una boliviana, muy amiga del presidente Barrientos. Él era su contacto en La
Paz, pero Fidel le ordena salir a Francia, deja al Che sin su enlace en La Paz
y nunca reanuda ese contacto. Ese abandono es acuciante, condenatorio. ¿Dónde
están sus aliados, sus recursos, su apoyo logístico? El Che murió muy
consciente de esa traición. Ni siquiera tenía su medicina para el asma.
-¿Qué lo lleva
a investigar el desenlace del Che?
-Quería conocer
las circunstancias de la muerte de un gran amigo mío, Octavio de la Concepción
de la Pedraja, ocurrida días antes de la del Che. Y una cosa trajo a la otra.
En las biografías escritas por Pacho O'Donnell, el mexicano Jorge Castañeda, el
español Paco Taibo y el estadounidense Jon Lee Anderson asoman estas pistas
sobre la entrega de Fidel. Durante seis años, yo profundicé esta línea y crucé
información con los diarios de Guevara y otros documentos. Lamentablemente,
jamás se encontraron sus diarios de Praga. Estoy seguro de que existen y
alguien los tiene.
-¿Valió la pena
su apoyo revolucionario con el costo que pagó?
-Moralmente,
sí. Cuando uno defiende la libertad, no hay límites. Yo defendí la libertad, la
democracia y la alfabetización de mi país. Me tocó esa parte de la historia de
la cual no me arrepiento. Incluso, las torturas que padecí, como cristiano que
soy, ya las perdoné. No soy hombre de rencores y no sería capaz de hacerles a
mis enemigos lo que me hicieron a mí. La historia de Cuba ha sido trágica. Pero
a Fidel le pasará como a Stalin. ¿Quién le hace hoy una Oda a Stalin, como
Neruda?
-¿Qué le
pareció el acercamiento de Raúl Castro con Obama?
-Lo aplaudo. Un
aislamiento y embargo no encuentran una justificación durante 50 años.
ESPAÑA EXCLUYE A BOLIVIA DE LA COOPERACIÓN AL DESARROLLO
Periodista Com de España (www.periodistas-es.com/)
España ha
excluido a Bolivia en la convocatoria de subvenciones de la Agencia Española de
Cooperación Internacional al Desarrollo de 2015, decisión que ha provocado una
protesta de la Coordinadora de ONGDs Españolas en Bolivia (COEB), conformada
por organizaciones españolas que trabajan en el Estado Plurinacional de
Bolivia, informa InteRed.
“Lamentamos
constatar una vez más que la cooperación internacional para el desarrollo no
sea una Política de Estado para el Gobierno de España y que ni la Oficina
Técnica de Cooperación, ni el Marco de Acuerdo País, ni las ONGDs españolas en
Bolivia sean tenidas en cuenta a la hora de definir las prioridades
financieras, sectoriales y geográficas”, expresa la COEB.
Según datos del
Eurobarómetro de enero de 2015, la población española exige al Gobierno que
contemple la política de cooperación como una de sus prioridades, y es, junto
con la sueca, la que más lo demanda en toda la Unión Europa. Este apoyo
ciudadano: “contrasta notablemente con los desproporcionados recortes a los que
el Gobierno viene sometiendo a la cooperación y que la han llevado a niveles
exiguos y claramente insuficientes, ya que actualmente se sitúa en un 0,16 % de
la RNB, una cifra que difiere con la media europea (0,43 %) y que se aleja del
histórico 0,7 %”.
SAN JUAN DE DIOS COOPERA EN BOLIVIA EN UN PROYECTO DE
AYUDA A MENORES DISCAPACITADOS Y EN SITUACIÓN DE POBREZA
El Hospital de San Juan de Dios de León vuelve a realizar
ayudas en Cooperación Internacional. El nuevo proyecto va destinado a 200 niños
discapacitados y en situación de pobreza de Sucre proporcionándoles material
escolar y otros suministros.
I León de España (www.ileon.com)
El Hospital San
Juan de Dios de León colaborará en el desarrollo del proyecto de cooperación
internacional del 'Instituto Psicopedagógico Ciudad Joven San Juan de Dios' de
Sucre, en Bolivia a través de Ciudad.
Este centro,
con más de 30 años de experiencia, cubre en su totalidad los gastos de
atención, alimentación y residencia a menores, desde neonatos hasta jóvenes de
18 años, ya que la aportación del estado es ínfima.
Todos los
menores presentan alguna discapacidad (física, psíquica o sensorial) y más del
80% pertenecen a familias en situación de pobreza, que no pueden costear su
formación, ni sus tratamientos; y algunos de ellos carecen de familia.
El Centro
Psicopedagógico cuenta con varias unidades: pediatría, residencia, escuela de
educación especial, consultas externas y servicios complementarios, donde
realiza todos los tratamientos curativos, rehabilitadores, terapéuticos y
formativos necesarios para lograr la incorporación de los jóvenes a la
sociedad, con la mayor autonomía posible.
El Hospital San
Juan de Dios de León ha puesto en marcha distintas campañas para recaudar los
10.309 euros que necesita para cubrir las necesidades de material escolar,
suministros para reparación de sillas de ruedas y mejora de la comunicación
interna del Psicopedagógico durante un año.
La primera de
las acciones que se ha implantado es la de micro-donaciones en nómina, donde
los trabajadores del hospital que deseen donarán desde 1 euros al mes para el
proyecto.
El Hospital
hace un llamamiento popular para que cualquier persona que lo desee colabore
enviando sus aportaciones a la cuenta bancaria: ES53-2096-0545 8130 6436 5104,
indicando en el concepto 'Ayuda infantil Sucre' o entregando su donativo en la
hucha del Servicio de Admisión. Con 52 euros se cubre el material de 1 niño al
año.
La Orden
Hospitalaria de San Juan de Dios está presente en los cinco continentes, en 51
países, prestando asistencia sanitaria, social y residencial a quien la
necesita, con especial sensibilidad hacia los colectivos más desfavorecidos. El
Hospital San Juan de Dios de León está orgulloso de formar parte de esta
organización.
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